Jul 09_19 ¿Cuántos de vosotros tomáis, lo más seguido posible, Mi Cuerpo en la Sagrada Eucaristía, en donde Yo pueda habitar en vosotros, guiaros, protegeros, perfeccionaros?

Rosario vespertino-Mensaje ÚNICO

================================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

================================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Yo os digo, el ladrón ha entrado a vuestro hogar y os ha robado lo más grande que tenéis, que es la Sagrada Eucaristía.

Hijitos Míos, dicen las Escrituras, que si vosotros supierais a qué hora va a llegar el ladrón a vuestro hogar para robaros, estaríais preparados para defenderos y defender lo vuestro, defender vuestros bienes, defender vuestra familia. Y Yo os digo, el ladrón ha entrado a vuestro hogar y os ha robado lo más grande que tenéis, que es la Sagrada Eucaristía.

Mis pequeños, no habéis cuidado lo más grande que tenéis, y además, ni siquiera os preocupa ir a tomar ese Regalo tan grande que Yo os dejé y que tanto Me costó, Mis pequeños.

Tenéis la Sagrada Eucaristía, tenéis Mi Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad entre vosotros y lo desperdiciáis inmensamente. Llegaréis a conocer este Misterio de Amor, cuando estéis en el Reino de los Cielos pero, si os portasteis mal, no gozaréis de este Gran Amor. Sobre todo, os lo digo, por los que se condenan, porque han desperdiciado Mis Sacramentos, han desperdiciado Mi Vida entre vosotros, han desperdiciado Mis Verdades, han desperdiciado Mi Amor.

Me duele tanto, Mis pequeños, que haya almas, muchas almas, que no les interesa Mi Presencia entre vosotros: no tomarMe, no desearMe, no buscarMe, no querer crecer en la perfección del Amor, tenéis todo.

Daos cuenta que la vida es como una preparación para un viaje eterno. Aquí, en vuestra vida, día a día, os vais preparando y debéis de ir buscando qué es lo que vais a necesitar para la vida eterna y esto es, el Amor, básicamente el Amor. Yo os dejé todo lo necesario para que vosotros os llenarais de él pero, no solamente es tenerlo, sino es darlo, como alguna vez os lo heMos dicho: el Amor es dinámico, aquél que ha abierto su corazón y que heMos puesto Nuestro Amor en vuestro corazón, es tanta la alegría que vosotros adquirís, que no soportáis tanto, tanto gozo e inmediatamente, lo dais a vuestros hermanos, pero ¿cuántos de vosotros, realmente, estáis viviendo, esta alegría, en estos momentos en la Tierra? Son pocos, muy pocos los que han permitido que Nuestro Amor Viva en vuestro corazón.

Mis pequeños, estáis viendo cosas tremendas a vuestro alrededor, satanás, os he dicho ya antes, que causa todo esto para distraeros, solamente estáis buscando en cómo cuidar vuestras posesiones materiales, pero el mayor Tesoro que tenéis, ni siquiera veis por Él. Os ha robado el ladrón Nuestro Amor, os ha robado la Vida que os heMos dejado para vuestra perfección espiritual y vosotros, por estar preocupados por las cosas del mundo, habéis dejado que él se fuera, y ni siquiera os disteis cuenta de ello.

Mis pequeños, más tarde lloraréis, porque no lo cuidasteis, no cuidasteis este gran Tesoro que con él podríais haber crecido inmensamente, y dejasteis que el ladrón os lo robara. Cuántos de vosotros, realmente, buscáis ese perfeccionamiento pero, sobre todo, cuántos de vosotros tomáis, lo más seguido posible, Mi Cuerpo en la Sagrada Eucaristía, en donde Yo pueda habitar en vosotros, guiaros, protegeros, perfeccionaros, para que en esta preparación para vuestro viaje, que dura un tiempo determinado para cada quien, os lleve, precisamente, a esa Puerta de entrada en el Reino de los Cielos y podáis vosotros gozar eternamente, pero ya con una preparación previa que adquiriste en vuestra vida terrena.

El Amor lo es todo, Mis pequeños, todo se mueve en el Amor, la vida es Amor, Yo, en Mi Santísima Trinidad, SoMos Amor, todo fue creado en el Amor y, si vosotros, no tenéis ese boleto de entrada al Reino de los Cielos, tendréis que adquirirlo con dolor en el Purgatorio, antes de poder pasar al Reino de los Cielos; y os puedo decir que duele, duele pasar un tiempo ahí. Dad ahora lo que podáis, para purificaros en todo lo que podáis, porque necesitaréis estar limpios de corazón y, sobre todo, haber movido almas, también, hacia el Amor.

Os dejé una Escuela, os dejé Mi Vida, os dejé Mis Palabras, os dejé Mis Milagros, os dejé todo, Mis pequeños.

Dejaos, pues, llenar por la Sabiduría Divina y por Nuestro Amor, para que vuestra vida, realmente, os prepare para esa entrada lo más pronto posible al Reino de los Cielos.

Os he dicho que, lo más bello que le podréis desearle a alguien, es desearles la muerte, pero suena raro y difícil de entender por aquellos que no están viviendo, realmente, en el Amor. Vivir en el Reino de los Cielos es lo máximo que puede tener el alma, pero vosotros pensáis tanto en la vida de la Tierra, que nada más estáis buscando en guardar lo vuestro, y en ese guardar, incluye vuestra vida terrena y, lo vuelvo a repetir, sólo vuestra vida terrena sin buscar nada de lo espiritual.

Dejad, pues, Mis pequeños, todo aquello que no os permite volar hacia el Cielo, que será vuestro Hogar Eterno. Meditad, Mis pequeños, meditad vuestra vida, meditad, cuánto, realmente, habéis dado de amor a los hombres y cuánto habéis dejado entrar, a vuestro corazón, el Amor que os queremos dar.

El ladrón sigue acechando y vosotros no estáis protegiendo Mis Regalos, Mis Riquezas, para que no se las lleve.

Gracias, Mis pequeños.