Ene 17_19 ¿Estaréis al final Conmigo o Me negaréis?

Rosario vespertinoMENSAJE ÚNICO.

====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

====================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Mi Mano Poderosa abatirá la Tierra y junto con ella, a todo el Universo.

Hijitos Míos, Mi Mano Poderosa abatirá la Tierra y junto con ella, a todo el Universo. Mis pequeños, mucho os he explicado el porqué de ésta purificación. El hombre fue creado para que cuidara de Mi Creación, Yo creé todo para el bien del hombre, para consentiros, porque os amo, para daros lo mejor de Mí, porque os amo. Y aun estando en el lugar privilegiado en el que estaban, al ser creados por Mí, escogieron al enemigo.

Desde ese entonces, el hombre no quiere estar Conmigo plenamente, se deja engañar fácilmente por satanás, os dejáis llevar por sus mentiras, por sus errores, por su maldad y cuando caéis en todo ello, luego os volvéis, en pocos casos, arrepentidos ante Mí, pero la más de las veces, no os acordáis de que Mi Hijo vino a la Tierra, a traeros, nuevamente, la Paz para vuestro corazón, al darse totalmente por vosotros.

Seguís siendo como ese pueblo de cerviz dura, como ese pueblo escogido, escogido, también, para ser consentido si cumplían con Mis Mandamientos, con Mis Leyes y si persistían en el Amor. Pero, nuevamente, la maldad de satanás en ellos, hace que Me hagan a un lado y sigan prefiriendo vivir para el mundo, vivir para satanás.

No sois sabios, porque siempre caéis en el error. Os he pedido, tantas veces, que Me pidáis que os dé Sabiduría Santa, para que podáis pasar por este mundo sin mucha tribulación, porque Mi Sabiduría os lleva por caminos seguros, sanos, santos y de esta forma, no caéis en tantas tentaciones que tenéis a lo largo de vuestra existencia.

El error, la maldad, está siempre a vuestro alrededor porque satanás es el príncipe de este mundo quien, ciertamente, ha sido vencido por Mi Hijo, por la Redención que os trajo, pero, también, vosotros tenéis que poner de vuestra parte. La misma Redención de Mi Hijo no se os obliga a tomarla, si vosotros queréis persistir en el error y en la maldad; Me duele aceptar vuestra decisión, vuestra errónea decisión, pero tengo que permitirla. Muchos se mantienen así a lo largo de su existencia y, a la hora de su muerte, se pierden irremediablemente, y eso Me duele mucho, Mis pequeños, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, y os di un Salvador, al cual no Le hicisteis caso. Desgraciadamente, tarde reconocéis vuestro error, cuando ya no tenéis salvación.

Como os dije, fuisteis creados para ser consentidos de Mi Amor, pero parece que os aburre vivir en el Bien, vivir en Mi Amor, vivir como verdaderos hermanos, como os enseñó Mi Hijo, vivir amándoos los unos a los otros, como se vive en el Reino de los Cielos, vivir ayudándoos a compartir vuestros bienes espirituales y aún materiales con vuestros hermanos y, de esta forma, ir asegurando vuestra entrada al Reino de los Cielos.

Llegasteis a la Tierra sin nada y regresaréis con mucho, pero ese mucho, ¿será bueno o será malo?, y Me refiero a que llegaréis con mucho, porque la balanza os estará esperando. ¿Cuántas obras buenas hicisteis y cuántas malas, también, llevasteis a cabo? Son muchas obras, es toda vuestra vida y será pesada vuestra actuación en la vida, en la misión que Yo os pedí realizar y Me daréis cuentas de lo que hicisteis para dejar Mi Amor en la Tierra y ayudar a las almas a salvarse. Ese es el momento crítico de todos vosotros, es al que le deberéis tener, si no miedo, respeto, porque estaréis ante Mí como Juez y muchas almas intuyen ese momento y le temen, y le temen porque no están llenas de Mi Amor.

Un alma que está llena de Mi Amor, no teme, al contrario desea que el momento de la muerte llegue para verMe, para estar frente a Mí, para abrazarMe, para besarMe, para agradecerMe tantas y tantas cosas que os di. El alma buena desea, ya, estar Conmigo, con vuestro Creador, desea estar Conmigo, vuestro Salvador, desea estar Conmigo, con la Guía que Mi Santo Espíritu os da a lo largo de vuestra existencia. El alma buena quiere regresar a vuestro Hogar, del cual partisteis. El alma buena reconoce que también pecó y llora sus pecados y, esas lágrimas, salidas desde lo profundo de su corazón, le lava una gran cantidad de pecados y de esa forma, no os presentáis con vuestras vestiduras tan sucias, como muchos otros que llegan ante Mí.

Estáis viviendo momentos críticos y muchos de vosotros no os dais cuenta de ello, estáis tan distraídos con las cosas del Mundo, -algunas buenas, otras malas-, pero en muchas de ellas, no estoy Yo Presente. ¡Tanto os he pedido que Me dejéis acompañaros en vuestra existencia!, que Me dejéis guiaros, acompañaros, protegeros de los ataques de satanás, pero queréis hacer todo vosotros solos y desde ahí empieza vuestro problema, porque no hay humildad en vuestro ser, os creéis autosuficientes y sois creaturas pequeñitas, endebles, pecadoras y, por eso, satanás os hace caer fácilmente en todas sus trampas.

No entendéis, por más que os pido, que regreséis a Mí, que, solamente, estando Yo en vuestra vida, podréis salir airosos de vuestra misión en la Tierra. Parece que os aburre todo lo que os digo para vuestro bien, y sólo escucháis lo que os he dicho, cuando los problemas llegan a vuestra vida, entonces sí aparezco Yo en vuestra existencia, pero, solamente para que Me ordenéis, ni siquiera sabéis pedirMe, Me ordenáis que os cure, que os ayude en tal y cual problema, que os salve de momentos difíciles de vuestra existencia, y la más de las veces lo hago, porque sois Mis hijos y Me lo estáis pidiendo con vuestro dolor pero, tan pronto obtenéis Mi Respuesta y Mi Ayuda, os olvidáis, nuevamente, de Mí.

Os lo he dicho esto muchas veces y seguís con ese corazón duro, con ese corazón altanero. Ciertamente, vendrán momentos difíciles, que ya estáis viviendo en algunos lados. En algunos pueblos de la Tierra, ya están sufriendo momentos de purificación, pero se vienen momentos peores que los actuales.

Y esto lo hago, Mis pequeños, para que os acordéis de Mí, porque no os quisisteis acordar de Mí en las buenas, en donde estaríais contentos Conmigo, alegres de compartirMe vuestros momentos en la Tierra. Serán momentos difíciles, y que permito, Mis pequeños, para que os regreséis a Mí. Los buenos, no los sufrirán del todo, porque ellos están siempre Conmigo. Pero aquellos de cerviz dura, son los que sufrirán más y, os repito, lo permito para que Me invoquéis, aunque sea en el dolor, y así, Yo pueda derramar Mis Bendiciones para vuestra salvación. Esta es Mi Misericordia, Mis pequeños, Me las ingenio de muchas formas, para que vosotros regreséis a Mí.

El hombre reacciona favorablemente cuando ve las cosas difíciles, que se salen totalmente de su control, olvida su soberbia, y cuando ve no poder, ya más, salir delante de su problema, entonces se acuerda de Mí. Lo que quiero, Mis pequeños, es que os mantengáis estando Conmigo, porque ya os había explicado que, iniciándose los acontecimientos de la Purificación, éstos se iban a ir acrecentando, haciéndose cada vez más fuertes, abarcando a todos los pueblos de la Tierra, sufriendo, cada quien, en mayor o en menor grado, de acuerdo a lo que dejasteis de hacer en lo bueno, y con lo malo que cometisteis, causándoMe dolor en Mi Corazón.

Ojalá entendáis, Mis pequeños, esta oportunidad última que os estoy dando, para que os arrepintáis, para que os deis cuenta de vuestra miseria y de vuestra maldad hacia Mí, para que regreséis a Mí arrepentidos de corazón y, ciertamente, Yo os perdonaré. La maldad, de muchos de vosotros, es inmensa, el tiempo se terminó y los dolores ya están sobre vosotros, la Purificación se dará a todos niveles, nadie será excluido de recibir esta Purificación, que será para vuestro bien.

Aceptad, pues, estos dolores que se os vendrán como reparación por los pecados que cometisteis a lo largo de vuestra existencia, son dolores que, ciertamente, os merecéis pero si regresáis a Mí, esos dolores se volverán gozo, porque Yo olvidaré vuestro pasado y os abriré un futuro lleno de Bendiciones.

El Mundo está por cambiar, el Mundo será renovado, lo que ahora veis, no lo veréis ya más. Lo que habéis vivido será historia, una historia de dolor, a la cual, espero no regreséis.

El Mundo será renovado y se os pedirá, nuevamente, que lo cuidéis. Por un tiempo, satanás no os molestará, caminaréis a Mi lado y entenderéis muchas cosas que os enseñaré. Veréis Nuevos Cielos y Nuevas Tierras, las cuales gozaréis, pero esto será para los elegidos, los que se mantuvieron luchando por estar Conmigo.

¿Estaréis al final Conmigo o Me negaréis? Tenéis todavía la oportunidad, para que entréis a vuestro corazón y cambiéis. Si no aprovecháis este momento, serán tan grandes y tan seguidas las calamidades de purificación, que añoraréis estos momentos que tenéis de cierta tranquilidad, para orar, para arrepentiros y para poder ayudar a vuestros hermanos. Añoraréis tantas cosas, pero los que estáis Conmigo, veréis lo que os está esperando y eso alegrará vuestro corazón.

Pedid que Mi Santo Espíritu se derrame sobre vosotros, que os dé la Sabiduría Santa que tanto necesitáis. PedidLe a Mi Santo Espíritu que os tome, os guíe, que os lleve por caminos del Bien, que seáis ejemplo Mío sobre la Tierra y que eso ayude a otras almas a regresar a Mí.

Entregaos, pues, Mis pequeños, a Mí, vuestro Dios, plenamente, para que os ayude a pasar esta prueba tan fuerte que llevaréis pero, estando Conmigo, ésta será más leve y más corta.

Os bendigo, Mis pequeños, vivid en Mi Amor, vivid bajo Mis Leyes y Mandamientos, vivid en la Paz que os dejó Mi Hijo y transmitidla a vuestros hermanos. Este mundo tiene que encontrar ya, su Paz interior, y solamente lo logrará estando ante Mi Presencia en todo momento.

Gracias, Mis pequeños.