Nov 29_18 Vuestra oración nunca es desoída, siempre es escuchada.

Rosario vespertinoMENSAJE ÚNICO.

===================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

===================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Venid a Mí, Mis pequeños, pero acompañados de infinidad de almas que vosotros, por haber orado, por haberos sacrificado por ellos, Me los regreséis al Hogar Eterno. Os imploro esto, Mis pequeños, son tantas las almas que no están preparadas para regresar a Mí y Me duele ver que se pierdan eternamente, porque no hubo nadie quien orara por ellas.

Hijitos Míos, bien sabéis que estáis viviendo estos últimos momentos antes del cambio, que anunciado está en las Escrituras. Mi Hija, la Siempre Virgen María os lo ha informado, también, alrededor del Mundo y le está anunciando su derrota a satanás. Son momentos desesperados para él, porque quiere destruir todo lo que pueda, tanto lo, creado como a las almas de cada uno de vosotros.

Son momentos de gran tribulación, y lo estáis viendo por todos lados, pero no todos quieren aceptar esta realidad, algunos por temor, otros por indolencia y otros por mediocridad espiritual. Pocos son los que, realmente, se están dando cuenta de esta realidad que estáis viviendo y se preparan para ello.

Lo que vosotros sabéis, lo he dado alrededor del Mundo, pero pocos, muy pocos quieren aceptar esto que os estoy dando para que os preparéis para el gran cambio. Los ataques han ido aumentando en cantidad y en dolor. Lo he permitido así, para que, llegue un momento en que se reconozca que lo que estáis viviendo, ya no es lo normal que se debe vivir, y aún muchos, siguen insistiendo en que estáis viviendo algo normal y se lo atañen al clima o a diversas situaciones, pero no, no comprenden que todo esto se está dando porque os habéis alejado de la oración.

Satanás, por causa de ello, tiene más poder, porque la oración le quita poder sobre vosotros y sobre lo creado pero, ahora, su poder ya es demasiado fuerte para que solos, vosotros, os podáis defender.

Claro, esto lo digo por la generalidad, ya que hay pocos que, al seguirMe, se han ido preparando y encuentran en Mí, su apoyo, su protección, su Refugio, son almas que están refugiadas en Mi Providencia, bajo Mi Amor, bajo Mi Amparo. Os vuelvo a repetir, son pocos, muy pocos, los que realmente, están entendiendo la realidad de lo que está sucediendo, ahora, en todo el Mundo y que se está dando, también, en el Universo entero. Ciertamente, no tenéis forma de comprobar esto que os digo y aquí es donde entra la Fe.

Por lo pronto, podéis ver lo que está sucediendo en vuestro Mundo y eso os debería de bastar para daros cuenta de que lo que os digo, es verdad. ¿Qué estáis haciendo, realmente, para proteger vuestra alma y vuestro cuerpo?, ¿para proteger a todos aquellos que os rodean?, ¿para proteger a la humanidad entera? Decís que son muchos, pero sabéis que Mi Amor alcanza a todos, siempre y cuando tengáis la Fe suficiente para creer esto. Vuestra oración nunca es desoída, siempre es escuchada y Yo voy derramando Mis Bendiciones sobre aquello o aquellos a los cuales, vosotros protegéis. La oración es una comunicación Conmigo directamente, es una oración salvífica, en donde Yo os voy dando un crecimiento espiritual. Y esto es importante que vosotros lo entendáis, vosotros debéis salvar a vuestra alma, no estar buscando de qué forma os podéis proteger del ambiente, de los ataques de satanás, en los cuales, él mueve todo lo que está a vuestro alrededor, causando accidentes de todo tipo. Accidentes naturales, accidentes en la calle, hasta en vuestra propia casa. Cuando no estáis protegidos él tratará de destruiros y especialmente, como dicen las Escrituras, a vuestra alma; que temáis a aquellos que pueden destruir vuestra alma, y no tanto al cuerpo. El cuerpo, tarde o temprano, se quedará aquí y tierra se volverá, pero el alma tiene una misión eterna y ¿qué estáis haciendo para que vuestra alma, viva eternamente Conmigo y no muera, en dolor, eternamente, en el Infierno?

Vuestra oración, Mis pequeños, es importantísima, por eso, vosotros, los que entendéis todo esto que os explico, es muy importante, para que, con vuestra oración, Yo pueda derramar Mis Bendiciones, que pueda pedirLe a Mi Santo Espíritu, a que aprendáis a escuchar el interior de vuestro ser, que es el Espíritu Santo, hablando para el Bien de vosotros, tanto en lo espiritual, como en lo humano.

Como veis, Mis pequeños, tenéis todo, os he dado todo, para que vosotros os podáis salvar y sobre todo, podáis salvar a infinidad de almas a través de vuestra donación, a través de la oración, a través de vuestros buenos deseos, a través de vuestras palabras, a través de vuestro ofrecimiento de vuestras obras, uniéndoos, también, completamente a Mi Hijo.

Mi Hijo estuvo entre vosotros y vosotros os podéis unir perfectamente a Él, porque comprende lo que es la vida humana. Comprende vuestros dolores, comprende vuestras alegrías y tristezas, comprende lo que es la vida humana en preocupaciones para sacar adelante a la familia, para sacar adelante una enfermedad, para vivir dignamente.

En Mi Hijo, en todo momento encontraréis Paz para vuestro corazón, encontraréis el remedio a vuestros males, ya sea, que pueda remediar, con un Milagro, vuestros dolores, vuestras enfermedades o con otro milagro, que vosotros podáis recuperar la salud espiritual y apartaros de vicios, de maldades, de errores, de graves pecados.

Mi Hijo os comprende perfectamente. Acudid a Él, acudid a Mi Hija, la Siempre Virgen María, Ellos estuvieron con vosotros en la Tierra y os comprenden perfectamente. Ciertamente, Yo también os comprendo, pero quiero que vayáis a Ellos, para que Ellos, os traigan a Mí.

No desperdicies, pues, Mis pequeños, todas las Bendiciones que derramo sobre vosotros, todas las ayudas que os doy para vuestro cuerpo, para vuestra alma, para vuestras obligaciones de estado pero, sobre todo, para vuestra obligación, ante Mí, vuestro Dios, en la misión que os he dado a cada uno de vosotros.

No os canséis de hacer el Bien, trabajad por él, trabajad por vuestros hermanos, trabajad por salvarMe almas, son vuestros hermanos, son Mis hijos, tomadles de la mano, como vosotros mismos Le tomáis la Mano a Mi Hija, la Siempre Virgen María y Ella os lleva por caminos seguros.

Venid a Mí, Mis pequeños, pero acompañados de infinidad de almas que vosotros, por haber orado, por haberos sacrificado por ellos, Me los regreséis al Hogar Eterno. Os imploro esto, Mis pequeños, son tantas las almas que no están preparadas para regresar a Mí y Me duele ver que se pierdan eternamente, porque no hubo nadie quien orara por ellas.

Entended que, estas almas, no tienen lo que vosotros tenéis, toda una preparación espiritual desde pequeños; son almas que están vacías pero, vosotros, podéis llenar ese lugarcito principal en su corazón, en donde Yo esté y les ayude a vivir dócilmente y donados totalmente a Mí.

No dudéis de la Fe, recordad que podéis hacer grandes cosas respaldaos en ella, porque Yo estoy en ella. Al buscar la Fe, Me estáis buscando a Mí, vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.