Mzo 15_07 El Culto Santo será abolido, porque la humanidad la espalda Me dará.

Rosario.

Temas:

  • Todavía queda en vuestro corazón algo de bondad y por eso os tengo que rescatar ya.
  • Si vosotros mismos, en pensamiento deseáis un mal, va a afectar a las almas, va a afectar a vuestra persona, va a afectarMe a Mí.
  • El Culto Santo será abolido, porque la humanidad la espalda Me dará.
  • Os he dicho que la prueba nunca será más fuerte, más grande que vuestras capacidades y si así fuera, Yo os daré más, para que podáis vencerla.
  • El demonio os engaña a tal grado, que defendéis a capa y espada la maldad porque creéis que estáis actuando en el bien.
 

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todavía queda en vuestro corazón algo de bondad y por eso os tengo que rescatar ya.
Hijitos Míos, contrariamente a lo que muchos creen y hasta así lo pregonan, Yo nunca Me aparto de la creatura, sois Mis hijos, siempre os cuido, os protejo, aún a pesar de vuestro pecado y de vuestra traición. Aún los padres de la Tierra aman a los hijos, por más malos que sean, porque un hijo, que brota de uno, que ha cuidado y que puesto su amor y sus esperanzas en él, lo cuida, lo protege y lo trata de levantar, aún a pesar de que él muestra otras tendencias, tendencias malas, tendencias afectadas por el pecado que os rodea, Mis pequeños.

Yo os voy cuidando de todo eso, muchos de vosotros ni siquiera os dais cuenta de ello, de que el pecado es como una nube que se introduce por todos lados, os afecta hasta lo más íntimo de vuestro ser. Aún a aquel que se siente fuerte en Mi Gracia y en Mi Amor, de alguna forma sale afectado, porque así es el mal, os engaña, os envuelve como os envuelve la nube y no os deja ver la luz de la realidad.

Por eso Yo estoy al pendiente de vuestros pasos, de vuestros pensamientos, de vuestro actos, os he puesto Ángeles Custodios para que os vayan protegiendo de los ataques satánicos que tenéis desde vuestra concepción, sí, Mis pequeños, desde vuestra concepción os están cuidando, protegen vuestro ser dentro del vientre de vuestra madre.

El enemigo, lo menos que quiere es que Mi Amor, Mis Verdades, se transmitan a todo el mundo. Debéis tener cuidado de mantener vuestro interior intacto, en lo bueno, en lo santo con lo que fuisteis creados. Tanto, tanto os amo, que os he dado regalos inimaginables, pero vosotros no os detenéis un momento para recapacitar en ellos, no agradecéis, no pensáis en Mí ni pensáis en vuestro futuro, muchos de vosotros vivís simplemente el día, tratáis de sacarle provecho a lo que vuestro cuerpo os pide y Me refiero más al cuerpo, porque os guiais solamente por los instintos carnales, ya no pensáis si hacéis el bien o el mal a la persona con la que compartís u os aprovecháis con vuestros instintos carnales, simplemente les dais libertad a ellos y en forma egoísta os llenáis solamente de vuestro placer, os olvidáis de que la persona con la que estáis tiene un alma, un alma que es afectada por vuestra falta de amor hacia ella, ya no os tenéis respeto, ni en lo personal ni en vuestro trato mutuo.

Ésa es la nube de maldad que os rodea, simplemente, vuestro instinto carnal quiere algo y lo tomáis, ya sea sexo, ya sea vicio, ya sea robo, ya sea el aprovecharos de vuestros hermanos injustamente, simplemente porque lo queréis, lo tomáis porque tenéis más fuerza sobre ellos, más poder sobre su persona. Mi Justicia pronto ha de llegar y todos tendréis vuestro premio o vuestro castigo, sabréis cómo os comportasteis, conoceréis vuestro pecado o vuestros logros, ningún alma se podrá librar de éste Juicio Personal. Las almas justas claman, claman justicia para que ya Me presente Yo entre vosotros, estáis viviendo algo muy fuera de Mis Planes de la Creación.

Mis pequeños, en lugar de estar viviendo el Paraíso, estáis como en una prisión. El mal os lleva por sus caminos, os hace hacer cosas que vuestra alma no quisiera, todavía queda en vuestro corazón algo de bondad y por eso os tengo que rescatar ya. Venid a Mí arrepentidos, con humildad en vuestro corazón, reconoced vuestros pecados y vuestros desvíos, venid a Mí humildemente pidiéndoMe que Mi Poder, que Mi Amor os perdone y os cubra contra los ataques del enemigo y cuando, la humanidad en una mayoría pida, pida Mi Presencia, Yo estaré nuevamente con vosotros, salvándoos de los ataques del enemigo.

Os vuelvo a repetir, Yo nunca Me alejo del alma, nunca Me alejo de Mis creaturas, os cuido, os protejo, pero no os alejéis de Mí, Mis pequeños, no os alejéis de Mí ya más.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si vosotros mismos, en pensamiento deseáis un mal, va a afectar a las almas, va a afectar a vuestra persona, va a afectarMe a Mí.
Mis pequeños, en lo humano, vosotros hacéis muchos compromisos porque os convienen. Desde que sois pequeños, vuestros padres hacen el compromiso primeramente por vosotros, en vuestro Bautismo, en vuestra Confirmación, cuando erais pequeñitos, de respaldaros en la Fe, en los principios religiosos que Yo os di. Vais creciendo y siguen los compromisos del padre hacia los hijos. Ellos responden por vuestra buena conducta, por vuestra educación, responden en compromisos para que os comportéis bien en donde estéis, cualquiera sea el lugar al que entréis o vayáis o en donde os eduquéis, ellos responderán por vosotros. Vais creciendo y llega un momento en el que vosotros os haréis responsables de vuestra propia persona, tomáis ya entonces el compromiso en lo personal y vuestros padres ya podrán descansar, en cierta forma, de ésas obligaciones y compromisos que se habían hecho para haceros crecer, tanto en lo físico como en lo espiritual.

Cuando vosotros ya en vuestro uso de razón, tomáis el compromiso de vuestra vida, debéis saber que el primer compromiso es Conmigo, Mis pequeños, así como lo tomaron primeramente vuestros padres en vuestro Bautismo, vosotros debéis seguir ése compromiso para Conmigo, estoy hablando en lo espiritual, porque es lo que va a trascender y es lo que va a dar fruto aquí en la Tierra. Lo que aprendáis para el mundo, para vosotros mismos, quizá no tenga ninguna trascendencia, si no veis eso con amor y para ayudar a los demás, pero lo que sí tiene trascendencia es lo que vosotros hagáis para Mí, para vuestros hermanos.

Os he dicho que lo que hagáis y aun lo que penséis va a afectar a las almas. Sí, Mis pequeños, ya os había dicho Mi Hijo que todo aquellos malo que entrara a vuestro corazón no os afectaría, siempre y cuando no tuviera salida ése mal en vuestros pensamientos, en vuestras palabras o en vuestras obras. Así que si vosotros mismos, en pensamiento deseáis un mal, va a afectar a las almas, va a afectar a vuestra persona, va a afectarMe a Mí, vuestro Dios. En el actuar humano, simplemente en lo humano, vuestros malos actos puedan causar un mal o un dolor a vuestro prójimo, tiene que ser con vuestros actos físicos que podríais hacer el mal. En lo espiritual es diferente, lo que tengáis en vuestro corazón, vuestros deseos, buenos o malos, afectarán realmente a vuestros hermanos, por eso deberéis tener mucho cuidado, porque cuando hacéis ya un compromiso Conmigo, con vuestro Dios, deberéis tener un alma dispuesta a ser movida por Mi Voluntad, por Mi Gracia, por Mi Amor, porque podréis hacer mucho bien con lo que hagáis, penséis o aún deseéis a vuestros hermanos. La oración es muy poderosa, Mis pequeños, la oración se hace con el corazón, Yo escucho vuestro corazón, no necesito de vuestras palabras salidas de vuestra boca para que podáis contar Conmigo, para que Yo os escuche, para que Yo pueda resolver vuestros problemas o ayudar a vuestros hermanos y a vosotros mismos, por eso os he pedido que tengáis mucho cuidado con lo que tengáis en vuestro corazón, porque os puede llevar a la santidad o puede llevaros a la muerte eterna.

Que Mi compromiso que es hacia vosotros de Amor, el de cuidaros, el de manteneros sanamente aquí en la Tierra, sea agradecido por vosotros, que vosotros lo toméis y hagáis también vuestro compromiso de agradarMe, salvando almas como lo hizo Mi Hijo, siendo ejemplo vivo de la Presencia de Mi Hijo en vosotros.

Sois Mis instrumentos, sois Mi valer en el mundo, tened cuidado, Mis pequeños, con lo que Yo os he dado, que es vuestra persona, que es vuestra alma, que es vuestra vida. Ciertamente Me debéis mucho y Yo, como Padre vuestro, también os consiento. Entrad en la intimidad Conmigo, en vuestro corazón, con vuestra mente, para que Me conozcáis, entendáis qué es lo que deseo del hombre aquí en la Tierra y así, juntos, primeramente en oración, en lo profundo de vuestro corazón, esto se derive en actos, actos perfectos, actos santos, actos que os eleven a la dignidad de hijos de Dios. Que Yo esté orgulloso de vosotros aquí en el Reino de los Cielos cuando regreséis a Mí y que las almas a las que salvéis, estén agradecidas de lo que hicisteis por ellas.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El Culto Santo será abolido, porque la humanidad la espalda Me dará.
Hijitos Míos, ciertamente los poderosos oprimen a los pueblos, no hay justicia, hay maldad, se busca aprovecharse del prójimo y quitarle sus bienes. La corrupción  ha llegado a todos los niveles, mucha maldad hay entre vosotros y quiere reinar y llegará el momento en que eso suceda, porque está profetizado, Mis pequeños.

El Culto Santo será abolido, porque la humanidad la espalda Me dará, buscaréis solamente los bienes pasajeros y los elevaréis a lugares predominantes sobre vuestra propia espiritualidad, ya no os guiaréis por Mi Principios, por Mis Leyes y Preceptos, haréis los propios, buscaréis sólo los bienes de la Tierra. El instinto malsano reinará entre vosotros, no será lo bello y lo bueno lo que reine entre los hombres, ni se buscará más, mucha maldad habrá en el corazón del hombre.

El pueblo fiel será apartado de la mayoría que actuará en el mal. Éste pueblo fiel será hostigado, maltratado y se le tratará de eliminar como ponzoña, como veneno, cuando realmente la ponzoña y el veneno estará en la mayoría de vuestros hermanos. El amor ya no se buscará, el amor verdadero y santo ya no estará en el corazón del hombre, la maldad reinará por todos lados.

Mis pequeños, buscad, buscad la Verdad, luchad por ella, ciertamente seréis tratados mal porque el mal que reinará no querrá que vosotros transmitáis Mis Verdades y Mi Amor. La maldad que habrá en los corazones tratará de destruir mucho, mucho de lo que existe y que Yo os di con todo Amor.

Mis pequeños, los del pueblo fiel, manteneos Conmigo, con Mi Amor. Yo os protegeré, os cuidaré, es Mi Promesa, Mi Iglesia se mantendrá siempre, Mi Amor nunca será eliminado de la Creación.

Vivid pues, según lo que Yo os he pedido y ayudad a vuestros hermanos, aún a pesar de la maldad que haya en su corazón, son vuestros hermanos, cuidadlos, cuidadlos por favor, no se dan cuenta o no se quieren dar cuenta de ése error.
Cuidadlos, os amo, os amo, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he dicho que la prueba nunca será más fuerte, más grande que vuestras capacidades y si así fuera, Yo os daré más, para que podáis vencerla.
Hijitos Míos, aquellos que estáis conscientes de que vinisteis a la Tierra a servirMe, de que tenéis un compromiso para Conmigo y para con vuestros hermanos, sabéis que tenéis un futuro, una meta qué alcanzar, tanto aquí en la Tierra y otra en el Reino de los Cielos. Cuando realmente os concientizáis de éstas Verdades, normáis vuestra vida de acuerdo a ellas, buscáis que todo lo que hagáis, vuestros pesares, vuestro trabajo, vuestros estudios, todo, os lleve a un buen fin. Tenéis metas, sabéis perfectamente lo que debéis hacer y así, vuestro camino es seguro. Pedís continuamente Mi ayuda, ciertamente, malos momentos tendréis, no todo se lleva a cabo como vosotros queréis o pensáis, porque tendréis las piedras en el camino que os pone el mismo satanás para que no se realice Mi Obra a través de vosotros.

Mucho decís, Mis pequeños, y os dais cuenta de ello, que almas buenas, almas dedicadas a Mí, almas que buscan el bien, sufren, tienen problemas, les va mal, aparentemente pensáis y así lo decís, que cómo es posible que ésa alma buena esté sufriendo lo que está sufriendo si está dedicada a Mí y hace el bien y es, precisamente, por los ataques del enemigo, que quieren acabar con ésa alma, que no la dejan vivir ni llevar a buen término su misión.

Cuando seáis atacados así, cuando todo salga diferente a lo que os habéis propuesto, alegraos, Mis pequeños, alegraos, porque de vosotros será el Reino de los Cielos. Se os dio en las Bienaventuranzas, todo esto, para que vosotros os dierais cuenta de que no iba a ser fácil el cargar vuestra cruz.

Cuando vosotros habéis decidido cargar vuestra cruz, que va unida a la de Mi Hijo, en ése momento satanás os atacará más fuertemente, porque seréis ejemplo para la humanidad, seréis buen ejemplo para las almas y eso no le conviene para su reino, en el cual se vive la maldad y la destrucción. Vosotros os deberéis mantener adelante en los momentos difíciles, allí es donde se acrisola al alma, allí es donde al alma se le ve realmente su valor, es donde el oro se purificará y con esto os quiero decir que si el alma está realmente Conmigo, acepta la prueba y sale victoriosa, vuestra alma brillará como el oro brilla después de ser acrisolado, porque está puro, porque ya no hay ningún tipo de suciedad mezclado en él.

Por eso, a los que estáis Conmigo, a los que Me seguís, a los que habéis hecho un compromiso de vida Conmigo, no le temáis a la tribulación, no le temáis a la cruz pesada, no le temáis a los ataques del enemigo y a veces , hasta tomará a vuestros hermanos como instrumentos para su ataque. Perdonad, perdonad en todo momento, manteneos en oración íntima Conmigo, pedidMe fuerza, sabiduría y mucho amor para poder vencer a satanás en ésos momentos de prueba. Yo deseo que vuestra alma quede acrisolada, quede limpia, pura, santa después de la prueba, que en ningún momento dudéis de que Yo estoy con vosotros, que os estoy tomando de la mano, que os estoy dando la fuerza necesaria para que podáis vencer todas éstas tribulaciones. No, Mis pequeños, no Me alejo, estoy con vosotros, Yo no os dejo a la deriva, No Me alejo de vosotros en el sufrimiento, aún a pesar de que vosotros dudéis de Mi Presencia, que dudéis de Mis bendiciones sobre vosotros. Os he dicho que la prueba nunca será más fuerte, más grande que vuestras capacidades y si así fuera, Yo os daré, más, para que podáis vencerla.

Yo estoy con vosotros y así estaré hasta el final de vuestros días sobre la Tierra. Os acompaño, os guío, os protejo, os cubro con Mi Gracia y con Mi Amor. Mis bendiciones caigan sobre todos vosotros y especialmente sobre aquellos que están en la tribulación para que no claudiquéis.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: El demonio os engaña a tal grado, que defendéis a capa y espada la maldad porque creéis que estáis actuando en el bien.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Ciertamente, Mi Concepción fue Santa, fue especial, fue concebida por la Trinidad para servirLes, para ser medio para que Mi Hijo viniera a la Tierra y pudiera empezar ya la renovación del Reino a través de Su donación y destrucción de la maldad en el mundo, por Su Presencia Santa y Divina.

Mis pequeños, Yo fui conducto de Gracia para Mi Dios y Señor, para Mi Hijo, el Santo, el Verdadero Dios. Infinidades de Gracias y Bendiciones recibí, antes, durante y después de ésta Concepción Divina.

Ciertamente que no tuve el Pecado Original que afecta a la humanidad entera. Fui preservada de ello, pero, Mis pequeños, cuando se vive así, en Santidad, en el Amor, se sufre más, porque aún los actos, los más pequeñitos, que sean dentro de la maldad dañan fuertemente Nuestro Corazón y digo “Nuestro”, hablando de la Trinidad Santísima y de Mí, Su Servidora, en los Corazones Puros, en los Corazones Santos, donde no hay ningún tipo de maldad, de suciedad por el pecado, el dolor es más fuerte. Cuando el pecado se acerca a Nosotros se sufre mucho y esto os lo digo, Mis pequeños, porque fue uno de los grandes sufrimientos de Mi Hijo sobre la Tierra, convivir con la maldad, con el pecado, con el ataque continúo de satanás a través de los habitantes de ése tiempo, pero Él, con Amor, con respeto hacia las almas y con el deseo Santo y Divino de levantarlas nuevamente a la dignidad en la que fuisteis creados, soportaba y callaba todo, era un ofrecimiento continuo, un ofrecimiento de Corazón por vuestra salvación y para que Nuestro Padre, en Su Misericordia Infinita, os pudiera salvar a cada uno de vosotros.

Ciertamente el hombre tiene que poner de su parte, tiene que desear el apartarse del mal y volcarse hacia el bien, pero las almas son testarudas, no creen en el bien y se mantienen en el mal, a veces es tarde, es tarde, Mis pequeños, el que el alma se dé cuenta de su error ya cuando no tiene tiempo para su salvación eterna. Al alma se le busca durante todo su tiempo de vida, se le protege, se le guía, pero solamente las almas dispuestas a buscar éste cambio, a desear el bien en su vida, son aquellas en donde fructificará todo lo bueno que un alma puede dar.

Hay tantas almas sordas a la Gracia de Nuestro Dios, no desean vivir en la pureza ni en la santidad. El demonio os engaña a tal grado, que defendéis a capa y espada la maldad porque creéis que estáis actuando en el bien. Vuestros valores se han desviado tanto, que ahora defendéis al mal, al pecado, a la concupiscencia, como si fueran los valores a seguir y no os sentís mal por estar obrando en el mal.

Mis pequeños, Yo estoy aquí, vuestra Madre Santísima, para cuidaros, para interceder por vosotros, para guiar vuestros pasos. Yo estoy aquí porque así Me lo pidió Mi Hijo, estoy para que vosotros encontréis el Verdadero Camino dentro de tantos caminos de maldad que os ha puesto satanás a vuestro alrededor. Os pone tanta diversidad de caminos para que escojáis uno y ése uno os va a envenenar, envenenará vuestra mente, vuestro corazón.

Estoy Yo aquí, Mis pequeños, para daros lo que más necesitéis, venid, venid a Mí, Mis pequeños, que Yo os proveo de todo os conozco, porque Yo también pasé una vida sobre la Tierra, Mi Vida humana estuvo entre vosotros. Acercad vuestro oído a Mi Corazón y escuchad Mi palpitar que se da fuerte porque así palpita por cada uno de vosotros. Mi Hijo Me dio Su Amor y Yo lo derramo sobre cada uno de vosotros, pero como Madre que Soy de cada uno de vosotros, busco por vuestro bien en todo momento. Vivo intercediendo por todos los hombres, Mi Amor, Mi Ternura, están con vosotros. Cuidad vuestro tesoro que es vuestra alma, cuidad vuestro tesoro magnífico que os ha dado Nuestro Dios, llevadlo a la purificación, que sea acrisolado en la prueba para que podáis entrar rápidamente al Reino de los Cielos. Que vuestra alma vaya eliminando toda impureza, toda maldad y así, Nuestro Padre y Nuestro Dios esté contento con las lamas fieles que todavía lo aman y confían en Su Amor.

Orad, orad por vuestros hermanos alrededor del mundo que se han desviado tanto, que solamente de los placeres del mundo, solamente están buscando eso y creen que eso es su vida. Hay tantos a los que ha cegado satanás y no se dan cuenta de ello. Orad, para que Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor se derrame sobre ellos. Hay mucho trabajo, mucho trabajo para la salvación de las almas. Orad por vuestra Iglesia, por Mis ministros, los sacerdotes, las almas religiosas que están en prueba difícil. Amaos los unos a los otros como os lo pidió Mi Hijo. Haced de éste, vuestro hogar, que es la Tierra entera un lugar habitable para la Gracia, que toda la humanidad sea renovada en el Amor, que toda alma conozca a Su Dios. Mucho podéis hacer, Mis pequeños, para la difusión del Reino. Vuestra alma tiene un potencial tremendo, siempre y cuando dejéis que sea movido por la Divinidad. Daos, daos plenamente a Nuestro Padre y Nuestro Dios, para que Él os mueva como sea Su deseo. VedMe a Mí, Yo Me dejé mover por Él, he aquí Su Sierva y el Gran Premio que Me dio y que os dio: la salvación y la renovación a través de Mi Hijo.

Venid, Mis pequeños, no os apartéis de Mi lado, os cuido, os protejo del ataque de satanás, él Me teme, venid a Mí, para que él se aleje. Unidos en oración, triunfará Nuestro Dios. Siendo instrumentos fieles y capaces, el Reino de Mi Hijo pronto se dará.
Gracias, Mis pequeños.