Mzo 09_07 ”Amarás a tu Dios sobre todas las cosas”

Rosario

. Temas:

  • Os he pedido que le pidáis al Espíritu Santo por vuestra purificación interior y exterior, esto os lo he dicho para que no sufráis más de lo que se va a venir.
  • Contagiad  a vuestros hermanos de Mi Bien para así lograr que tengáis un nuevo hogar aquí en la Tierra.
 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que le pidáis al Espíritu Santo por vuestra purificación interior y exterior, esto os lo he dicho para que no sufráis más de lo que se va a venir.
Hijitos Míos, cuando os he pedido que le pidáis al Espíritu Santo por vuestra purificación interior y exterior, esto os lo he dicho para que no sufráis más de los que se va a venir. Cuando Me refiero a esto, Mis pequeños, es que en la purificación os estoy pidiendo el desarraigo de todo aquello que os separa de Mí.

Sí, Mis pequeños, para muchos de vosotros ya no Soy quien debo Ser. Enfatizo, en los Dios Mandamientos, el primero, en donde Yo debo Ser primero antes que nada y que nadie: ”Amarás a tu Dios sobre todas las cosas” y esto es porque Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, Yo Soy lo primero en vuestra vida, Yo os di el don de la vida, Yo os doy  todo lo que necesitáis en lo material y en lo espiritual, Yo estoy al cuidado de vuestra existencia, Yo os cuido para que vuestro píe no tropiece , para que vuestra alma no se condene, Yo os doy alimento para vuestro cuerpo y para vuestra alma, Yo os doy alegrías, Yo os doy todo, todo lo que tenéis de bueno y os protejo del maligno. Por eso, cuando os pido que sigáis Mis Mandamientos y especialmente el Primero, es para vuestra perfección y para que os deis cuenta de que estáis viviendo una vida espiritual. La vida material que lleváis, la vida humana que todos tenéis sobre la Tierra, es secundaria, vuestro cuerpo es vehículo para que llevéis a vuestra alma, que es la que guía pero es el cuerpo el que tiene que dar el ejemplo santo que debéis estar viviendo en vuestro interior.

Cuando os he pedido la purificación y pese desarraigo y que lo hagáis ya desde ahora, es para que, paulatinamente, vayáis quitándoos todo aquello que os separa de Mí, para que después de un período de tiempo estéis perfectamente sanos de desarraigos y sobre todo, de hacerMe a un lado de vuestra vida y así os presentéis ante Mí, totalmente sueltos a Mí Voluntad.

Cuando vosotros hacéis esto por vuestra libre voluntad, el cambio es paulatino, os repito y el dolor es menor que cuando se vaya a dar para todos vuestros hermanos, porque será de golpe, el desarraigo será de golpe. Se les quietarán riquezas, bienes materiales y aún amores insanos, como os he dicho, amores, en donde estaban ocupando Mi lugar y ése dolor hará que vuelvan a Mi ésas almas que estaban errando su camino.

Haced pues lo que os pido, Mis pequeños, entrad en vuestro corazón, pedidle a Mi Santo Espíritu de Amor que os vaya transformando, que os vaya mostrando Mis Bienes, que os vaya enseñando Mis Riquezas, para que cambiéis vuestro arraigo de lo que no sirve del mundo a todos Mis Bienes Celestiales. Que os arraiguéis perfectamente a Mí, vuestro Dios y así estaréis preparados para ser verdaderos mensajeros, apóstoles e hijos Míos, para que podáis dar al cien por uno de lo que se os da, para que seáis verdadero ejemplo de hijos de Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Contagiad  a vuestros hermanos de Mi Bien para así lograr que tengáis un nuevo hogar aquí en la Tierra.
Hijitos Míos, ciertamente la maldad ha tomado un lugar fuerte en vuestra sociedad, en los corazones, pero todavía, gracias a las almas buenas, a las almas grandes, a las almas dadivosas, éste mal se detiene, para que satanás no pueda hacer la obra destructiva que él quisiera hacer cuando él prometió que iba a destruir toda la creación. Pero por éste mal tan fuerte que está ya diseminado por toda la Tierra, apenas hay un equilibrio en el cual las almas buenas lo están logrando, Yo a través de ellas.

Pero ésta no fue la finalidad de la Creación y menos de la Redención. Cuando Mi Hijo se da por todos vosotros, es para que vosotros fuerais tomando Sus Enseñanzas y fuerais venciendo al mal, para que éste no se fuera diseminara como ya está diseminado. La razón de la Venida de Mi Hijo a la Tierra, era ésa, destrucción del mal, así como Él lo detuvo cada vez que se enfrentaba a Él. Vosotros, al seguir a Mi Hijo tenéis ésa capacidad de detenerlo, pero para esto debierais vivir en Gracia, en Amor, en total donación a Mi Voluntad. Vosotros tenéis Mi Poder para hacer todas éstas cosas y aún más, como Mi Hijo os lo prometió, si vivierais realmente alejados de lo mundano y viviendo la espiritualidad de Mi Hijo.

Ciertamente no deberéis olvidar vuestras obligaciones de estado, pero vosotros debéis mantener la vida, la vida de Mi Hijo sobre la Tierra y con ella ir destruyendo ésa maldad satánica que se ha introducido en muchos, muchos corazones. Las mismas Escrituras dicen que si los Tiempos no se acortaran, hasta el más justo quedaría lleno del mal y se podría condenar. Ciertamente Mi Misericordia es infinita y Yo sigo derramando Mis Bendiciones sobre todos los hombres por la oración de unos cuantos.

Mis pequeños, os pido os mantengáis en oración y que la incrementéis, si es posible, para ir eliminando la maldad de todos los corazones que habitan sobre la Tierra. Aquí no debe haber egoísmo, si vosotros habéis aprendido la lección es para que la enseñéis a los demás o para que busquéis que los demás tengan también los bienes que ya vosotros tenéis y no por vuestro esfuerzo, ciertamente, sino por Mi Misericordia.

Sí, cada alma tiene que tener un esfuerzo personal para poder ir creciendo, pero es Mi Misericordia, son Mis Bendiciones, son Mis dones, son Mis virtudes las que os van ayudando a alcanzar vuestra perfección. No os alejéis de Mí en ningún momento, tomad Mi Mano, permaneced junto a Mí y veréis como iremos venciendo poco a poco el mal en el mundo. Contagiad a vuestros hermanos de Mi Bien para así lograr que tengáis un nuevo hogar aquí en la Tierra, que gocéis lo que Yo os di desde el Principio de los Tiempos, una vida regalada y santa, una vida de Amor profundo, vinisteis para servir y ésa es vuestra misión, servir en el Amor y eso, en ésa humildad, en ésa pequeñez, en el servicio a vuestros hermanos, es como alcanzaréis la grandiosidad de vuestra alma.
Gracias, Mis pequeños.