Mayo 26_09(vesp) No alcanzáis a ver, con ojos espirituales, los ataques de satanás y de sus secuaces

Rosario vespertino.

Temas:

  • Es vuestro tiempo, Mis pequeños, es tiempo de Caridad, es tiempo de Misericordia y también es tiempo de Justicia, ¿cómo actuaréis cada uno de vosotros?
  • PedidMe a Mí, vuestro Dios, que acomode vuestro tiempo, para que podáis cumplir con lo de la Tierra y podáis cumplir con lo del Cielo.
  • Me duele mucho que vosotros os aprovechéis solamente del Amor y realmente no os deis al Amor como debierais.
  • Confiad en Mí, vuestro Dios y siempre acudid a Mí, para que Yo pueda ayudaros a resolver vuestras necesidades particulares y por las necesidades mundiales.
  • No desconfiéis de Mi Amor y de Mi Misericordia Infinita, os amo tanto que, lo que menos quiero es que sufráis y lo que más quiero es teneros eternamente.
  • Os he dicho que os voy cuidando, pero así como cuido al bueno, también cuido al malo.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Es vuestro tiempo, Mis pequeños, es tiempo de Caridad, es tiempo de Misericordia y también es tiempo de Justicia, ¿cómo actuaréis cada uno de vosotros?
Mis pequeños, Mis hijitos, una gran Luz se acerca para toda la humanidad, ésta Luz os atravesará, ésta Luz cambiará todo, veréis lo actual en forma muy diferente, apreciaréis Mi Divinidad, conoceréis muchas cosas antes no conocidas sobre Mí, vuestro Dios y, sobre todo de aquello que os rodea y de lo que vendrá. Tendréis la opción de escoger si Me seguís ó Me atacaréis, tendréis ésta oportunidad, Mis pequeños, para centraros en la Verdad, en Mi Verdad ó seguir en el error en el que muchos de vosotros estáis.

Son momentos de decisión mundial, son momentos de un cambio crucial para el hombre, tendréis que decidir ó estáis Conmigo ó estáis contra Mí, estáis con vuestro Dios ó estáis con el enemigo quién os ha atacado desde que nacisteis y que seguirá atacando vuestra vida, la de los vuestros y Mi Creación, hasta el fin del mundo.

Mucho bien se ha derramado sobre vosotros a lo largo de los siglos pero vosotros, no queriendo cumplir con lo que os he mandado, habéis hecho vuestro propio camino y ahora veis, que lo que el hombre creó, no ha durado y, es más, ha empeorado vuestro alrededor. ¿Qué acaso no sois lo suficientemente sabios y humildes como para reconocer que vuestro error humano os ha llevado a la degradación moral y espiritual que estáis viviendo en éstos momentos?

Insistís en vivir bajo vuestra voluntad y esto es en de una gran mayoría de vosotros, Mis pequeños. Aparentáis estar Conmigo, pero vosotros estáis acostumbrados a vivir de las apariencias, realmente no hacéis de corazón las cosas en las que estáis. Todo es mentira en vosotros mismos, todo es mentira en vuestro alrededor y, cuando os hablo con la Verdad, porque Yo os he dado la Verdad, vosotros os asustáis por lo que sucede, realmente, a vuestro alrededor y en vuestra vida. No queréis saber de lo que pasa a vuestro alrededor ni en el mundo entero, por eso os escondéis como se esconden los avestruces. Solamente queréis saber sobre vuestra vida y de un pequeño círculo alrededor vuestro, y esto por no querer tener responsabilidades y, así, de ésta forma, seguís viviendo en la mentira.

Ciertamente no es mentira lo Mío que recibís, pero de lo que Yo os doy, vosotros hacéis una mentira, porque os apartáis de la realidad y tomáis solamente ciertas cosas que os convienen y no tomáis todo lo que Yo os doy para que viváis realmente en la realidad Divina.

¿Qué esperáis pues, Mis pequeños, que pase a vuestro alrededor?, se os ha dado la oportunidad de que vosotros oréis por vuestros hermanos y por sus necesidades y de ésta forma poder mejorar vuestro futuro. Os lo he dicho ya, Mis pequeños, vosotros podéis afectar el futuro para vuestro bien y el de los vuestros pero, si no aceptáis lo que os pido, el futuro se vuelve incierto y doloroso.

Tenéis que tomar ya una decisión definitiva y clara en vuestra vida, los acontecimientos de la purificación están a la puerta, en cualquier momento los tendréis muy graves alrededor de la Tierra y esto se da, porque no tenéis la suficiente Fe y confianza en Mí, vuestro Dios.

Quiero dejar más claro esto, Mis pequeños. Cuando vosotros os apartáis de Mí, las cosas que tienen que suceder, por no estar Conmigo, éstas llegan a vosotros con toda su fuerza, pudiéramos decir, como un oleaje tremendo. Yo os puedo profetizar: una ola de treinta metros de altura va a llegar a las costas de x país y va a destrozar todo el poblado. Lo que os estoy profetizando, Mis pequeños, es una posibilidad de que realmente esto se pueda dar, porque la naturaleza ó el mismo hombre pueden producir ésta catástrofe. Yo os aviso del acontecimiento que puede suceder, pero si vosotros os unís en oración, hacéis sacrificios, penitencias, Me pedís de corazón para que esto se disminuya ó se elimine, de acuerdo a vuestra donación y de cuántos se unan en oración, para evitar esto, ése oleaje puede disminuir de capacidad, quizá de treinta metros pueda disminuir a diez, a cinco, a dos ó, quizá, hasta pueda anularse completamente, pero eso depende de vosotros, Mis pequeños. Ya os he dicho que la fuerza de la oración es poderosísima y, si vuestra oración vosotros la hacéis de corazón ésta al llegar a Mí, mueve Mi Misericordia y Yo puedo hacer que esto disminuya o se cancele, como os he dicho.

Se os han avisado múltiples veces de acontecimientos muy graves que van a darse en toda la humanidad y esto os lo hago saber Mis pequeños, para que entre vosotros mismos os cuidéis, para que haya caridad en vuestro corazón, para que os doláis con el dolor de vuestros hermanos. Quizá nunca los lleguéis a conocer, quizá ellos vivan al otro lado del mundo, quizá ése acontecimiento pudiera destruir algún poblado entero y cuando vosotros os doléis de corazón, porque no quisierais estar ahí en ése momento, vosotros, al reaccionar con oraciones, con donación, con sacrificios, penitencias, ayunos, con tantas y tantas cosas que podéis ofrecer por vuestros hermanos, Yo voy reuniendo todas estas oraciones y peticiones para que no se realice lo que está profetizado y, si realmente actuáis de corazón, Mi Misericordia Infinita, os vuelvo a repetir, hará que ése acontecimiento se disminuya ó se cancele.

Os repito esto, Mis pequeños, para que quede bien claro cómo podéis hacer grandes cosas. Os lo dijo Mi Hijo, que vosotros podríais hacer lo que le visteis hacer a Él y aún cosas mayores. Estos son los tiempos en que debéis hacer cosas mayores, porque son cosas que se darán alrededor del mundo, cosas que no se vivieron en el pueblo de Israel, cosas que vivirán vuestros hermanos alrededor del mundo. Conoceréis de los acontecimientos que se estén dando, por medio de las noticias, por los periódicos, pero lo que más importa es cómo reaccionaréis vosotros ante ésos acontecimientos. ¿Acaso diréis solamente “pues, pobres de ellos, están muy lejos y qué bueno que no me afecta a mí”, o realmente oraréis por vuestros hermanos, para que no se agraven las cosas, en donde estén sufriendo? Porque, recordad que todos los pueblos de la Tierra serán puestos a prueba y todos sufriréis.

Es por eso que os pregunto, ¿realmente estaréis actuando como verdaderos hermanos, ayudándoos unos a otros a través de la oración para que los castigos disminuyan ó solamente os doleréis de corazón, en una forma muy superflua, sin realmente sentir ése dolor profundo que salva y que ayuda al hermano afectado?

Es vuestro tiempo, Mis pequeños, es tiempo de Caridad, es tiempo de Misericordia y también es tiempo de Justicia, ¿cómo actuaréis cada uno de vosotros?, ¿realmente viviréis para vuestro hermano necesitado, ó viviréis solamente para cuidar vuestros propios intereses? Os dejo la pregunta en vuestro corazón, espero que la respuesta también salga de vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: PedidMe a Mí, vuestro Dios, que acomode vuestro tiempo, para que podáis cumplir con lo de la Tierra y podáis cumplir con lo del Cielo.
Hijitos Míos, las delicadezas de Mi Corazón, os podría decir, son exageradas. Os conozco perfectamente bien a cada uno de vosotros y así como os voy pidiendo, en lo personal, de acuerdo a lo que tenéis, por los dones que habéis recibido y a vuestra forma de ser y de actuar, también os doy de acuerdo a quiénes sois, al cómo habéis respondido a Mi llamado y qué hacéis por Mi Reino y por la salvación de vuestros hermanos.

Yo Soy vuestro Dios y Soy muy delicado con las almas, os voy cuidando y protegiendo, os voy guiando, os voy llevando por el camino para que vosotros vayáis por lugares seguros para que no os desviéis, para que podáis regresar a Mí, vuestro Dios y vuestro Padre. Pero no todos de vosotros respondéis como verdaderos hijos y sobre todo, agradeciendo la delicadeza de Mi Amor hacia vosotros. Ciertamente no estáis acostumbrados a Mis delicadezas, estáis acostumbrados a una vida ruda y grosera, a una vida que se ha vuelto en contra vuestra pero, lo que Me duele, es que no respondéis de acuerdo a lo que recibís, porque no queréis estar Conmigo ni queréis conocerMe más profundamente.

Cuando vosotros queréis a alguien, os tratáis por algún tiempo, habláis de cosas íntimas, habláis de lo que os sucede todos los días, os vais conociendo poco a poco y aprendéis a conocer tanto a la persona que amáis, que acabáis actuando, a veces, de la misma forma en como reaccionaría ésa persona amada. Esto sucede cuando ya os compenetráis perfectamente en la vida de aquella persona que amáis.

Si esto lo hacéis con vuestros hermanos, ¿por qué no lo hacéis Conmigo, con vuestro Dios?, ¿acaso ellos son mejores que Yo?, ¿acaso ellos os dan lo que Yo os doy?, ¿acaso ellos os cuidan como Yo os cuido?, ¿tenéis de ellos todo lo que Yo os doy?

Todo lo recibís de Mí, Mis pequeños, vuestra vida, vuestra salud, vuestro trabajo, todo, todo lo que tenéis viene de Mí, por Mis cuidados. Os voy cuidando de tantas cosas que vosotros ni os imagináis que existan, puesto que así como veis con ojos humanos, no alcanzáis a ver, con ojos espirituales, los ataques de satanás y de sus secuaces, que solamente se dan en el ámbito de lo espiritual y eso vosotros no lo alcanzáis a ver, pero Yo sí, y os voy cuidando también de esto.

Si tuvierais realmente amor en vuestro corazón y AMOR con mayúsculas, esto querría decir que vosotros habéis madurado realmente en el Amor, que habéis tratado de crecer, que habéis tratado de alcanzarMe.

Sobre estas almas, que Me buscan, Yo Me derramo profusamente, porque si ellas Me están buscando con más ahínco y ponen más empeño en ello, Yo Me dejo encontrar y Me doy a éstas almas, no solamente para no decepcionarlas, sino para que encuentren lo que están buscando, que es una felicidad extrema, sobrenatural, Divina. Es el premio que Yo le doy a las almas que se han afanado en encontrarMe porque, para hacer esto, tienen que dejar muchas cosas del mundo. Se sacrifican de gustos, de placeres, por buscarMe, por buscar todo aquello que es Mío ó que viene de Mí, y por eso, por ése sacrificio de Amor que hacen para encontrarMe, Yo Me regalo a ellas.

Son almas privilegiadas, son almas que al encontrarMe quedan extasiadas y es cuando se dan cuenta de todas Mis Promesas. Es cuando se dan cuenta que vuestro Dios existe y que todo lo que os he dicho que os daré, se queda corto, porque Soy Omnipotente e Infinito. Cuando el alma Me encuentra y empieza a recibir Mis regalos, se extasía y quiere más, porque así es Mi Amor. Yo os regalo y os doy más y más, porque os enamoro y así, el alma, nunca se aparta de Mí.

Esa es vuestra finalidad, Mis pequeños, que os enamoréis de Mí y Yo os voy a dar regalos inimaginables, pero para que lleguéis a esto, vosotros debéis dar vuestro primer paso, que es vuestra donación y ése deseo de buscarMe para encontrar vuestra perfección.

No escatiméis pues, Mis pequeños, en tiempo por encontrarMe, pedidMe a Mí, vuestro Dios, que acomode vuestro tiempo, para que podáis cumplir con lo de la Tierra y podáis cumplir con lo del Cielo.

Os amo tanto, Mis pequeños, y más amo a aquellas almas que Me están buscando porque quieren encontrar la perla escondida. Y os repito, Me dejo encontrar y dejo que gocéis de Mis bienes y de Mis tesoros infinitos y esto es solamente el principio de una larga cadena de regalos que os daré, empezando ya desde aquí en la Tierra, y para nunca terminar por toda la eternidad.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Me duele mucho que vosotros os aprovechéis solamente del Amor y realmente no os deis al Amor como debierais.
Hijitos Míos, cuando sois pequeñitos, os acercáis a la madre, ella os va llevando poco a poco a que conozcáis el mundo, os lleva a todos los lugares a donde ella va y vosotros vais conociendo lo que la madre hace y los lugares a donde va.

Yo, vuestra Madre, os he tomado desde que sois pequeñitos, os cuido, os llevo con muchos cuidados, para que vayáis creciendo en la Vida de Nuestro Dios. Yo Misma fui cuidando los pasos de Mi Hijo Jesús y así cuido los vuestros, Mis pequeños, no lo dudéis, pero vais creciendo más y empezáis a hacer lo que vosotros queréis, ya no escucháis Mis ruegos, queréis hacer ya vuestra propia vida, satanás os empieza a atraer con sus seducciones pecaminosas y mortales para el alma y vosotros caéis y, así, vuestra alma se  empieza a manchar, empezáis a perder la vida espiritual y Me hacéis a un lado. Vais creciendo y os dejáis seducir por el mal y os digo, Mis pequeños, que son muy pocas las almas, contadas, las que no se llegan a manchar por el mundo. La gran mayoría de vosotros caéis en los engaños de satanás.

Pero se os ha dicho, Mis pequeños, que lo malo en esto, no es el que caigáis, sino que os quedéis ahí en el pecado y no queráis levantaros. Estáis llamados a una vida de Gracia, a una vida de Bendiciones, a una vida Divina que os da Nuestro Dios y, cuando preferís manteneros en el pecado, vosotros estáis despreciando ésa vida bellísima y llena de Bendiciones que os quiere dar Nuestro Dios. Luego os quejáis, cuando vais creciendo de que nada os sale bien, de que vuestro trabajo, de que vuestras novias, novios, amistades, os hacen a un lado, que todo os sale mal, que no duráis en una relación ó en un trabajo, que no ganáis lo suficiente, en resumen, que vuestra vida se vuelve un caos. Y esto no es culpa de vuestro Dios, es culpa vuestra, Mis pequeños, vivís fuera de la Fuente de la Gracia, os habéis separado de vuestro Dios y de Su Providencia Infinita, porque queréis hacer vuestra voluntad, porque queréis convivir con aquél que quiere destruir todo lo que viene de Nuestro Dios.

Estáis viviendo para el enemigo y le estáis dando la espalda a Nuestro Dios, ¿cómo queréis que os vaya bien cuando estáis traicionando al que os da todo? Todo esto que os  repito, Mis pequeños, ya os lo hemos dicho varias veces, pero os mantenéis necios en el pecado y en lamentaros, queréis construir un mundo con cimientos falsos y endebles, ¿cómo queréis que vuestra vida sea fuerte y que podáis luchar contra los ataques de satanás, cuando es al mismo satanás al que vosotros estáis siguiendo?

Estos son Mis tiempos y por eso os tengo que hablar así, Mis pequeños, os tengo que hablar claro por lo que está sucediendo ahora en el mundo, por lo que sucede en vuestras vidas, en vuestra familia, en vuestro alrededor. Queréis tener todo, queréis tener los gozos del mundo, pero no queréis dar nada a vuestro Dios. Ya no queréis oír hablar de oración ni de donación con el ayuno, con abstinencia, con sacrificios y menos de asistir al Sacramento de la Eucaristía lo más seguido posible, entonces, ¿con qué estáis alimentando a vuestra alma, Mis pequeños (Lenguas…), preferís las cosas novedosas del mundo, os vais por desviaciones fáciles con las que os coquetea satanás, asistís a reuniones en donde no se habla de Nuestro Dios, sino de mentiras satánicas que os llevan a desvíos fortísimos de vuestra alma y de vuestra espiritualidad. No es posible que vosotros aceptéis, en vuestro corazón y en vuestra vida, éstas mentiras de satanás, que os llevan a adorar piedras, naturaleza, astros, cosas, cosas muertas, y hacéis a un lado a vuestro Dios, Vivo, que está en vosotros y que está alrededor de vosotros, que es el Creador del universo entero, que os ama infinitamente, que os ha dado a Su Hijo, a Mi Hijo, para vuestra salvación. Que convivió entre los hombres y que estáis viviendo con Él palpablemente, pero no le hacéis caso y preferís todo esto que os desvía. Cuánta tontería de vuestra parte, Mis pequeños, despreciar lo real y Verdadero y aceptar lo malo y destructivo en vuestra vida, vosotros mismos os estáis ahogando, os estáis destruyendo, os estáis aniquilando.

Queréis tener lo que Dios da, pero no Le buscáis, y si os lo da, ni Le agradecéis por lo que os dio. Le pedís lo que os falta, pero seguís coqueteando y siguiendo a satanás, Su enemigo. Esto es ilógico, Mis pequeños, meditadlo y veréis que no es lógico actuar así. ¿Qué esperáis pues en vuestra vida, que se os siga consintiendo por traicionar a vuestro Dios? ¡No!, Mis pequeños, esto ya no puede seguir así, os tenéis que decidir ya, o estáis verdaderamente con vuestro Dios, aceptando todo lo que Él os pide y por otro lado, recibiendo Su Infinidad de Bendiciones, ó estáis del lado de satanás, en donde él os va a destruir, os va a traer maldiciones y desgracias en vuestra vida y en la de los vuestros, que no va a acabar bien vuestra vida siguiéndole, pero le seguís, porque vuestros sentidos son los que gozan, sabiendo que terminaréis en una muerte segura espiritual y quizá hasta eterna.

Vosotros decidís, Mis pequeños, se os respetará vuestra decisión, sois libres y, como Madre, Me duele mucho que vosotros os aprovechéis solamente del Amor y realmente no os deis al Amor como debierais hacerlo, porque sois hijos del Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Confiad en Mí, vuestro Dios y siempre acudid a Mí, para que Yo pueda ayudaros a resolver vuestras necesidades particulares y por las necesidades mundiales.
Hijitos Míos, os he dicho que estos tiempos serán de gran tribulación, pero no os preocupéis, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros y con todos vuestros hermanos. Confiad en Mí, vuestro Dios y siempre acudid a Mí, para que Yo pueda ayudaros a resolver vuestras necesidades particulares y por las necesidades mundiales.

Son tiempos, en los cuales, muchos de vuestros hermanos tratarán de buscar por otros medios, que se resuelvan sus problemas ó que puedan quedar protegidos contra los acontecimientos por darse. Como os he dicho, buscarán la protección del mismo satanás ó de los que lo siguen, llámese brujería, hechicería, superstición, etc., cosas que en lugar de protegeros, os van a apartar más de Mi Gracia y de Mis Bendiciones.

Satanás no es tonto, Mis pequeños, conoce la naturaleza humana y la forma en que vosotros reaccionáis ante acontecimientos difíciles. Yo aprovecho éstos acontecimientos difíciles, que el mismo satanás provoca en vuestra vida, para acrisolaros, para estar seguro de que vosotros estáis Conmigo, que Me seguís, que confiáis en Mí y que aceptáis lo que pase en vuestra vida, porque Yo así lo quiero, porque nada sucede si Yo no lo permito. Satanás os pone innumerables ocasiones de destrucción, tanto espirituales como materiales, por el simple deseo de destruir Mi Obra y por la envidia que él tiene de que podáis llegar al Reino de los Cielos para ocupar el lugar que él perdió. Pero os repito, Yo utilizo todas éstas situaciones como prueba a vuestra fidelidad, a vuestra confianza en Mí y a un amor totalmente de donación a Mi Divina Voluntad. Realmente os estoy midiendo con cuánta confianza contáis hacia Mí y, por otro lado, cuánto puedo Yo confiar en vosotros. Esto no es de ahora, Mis pequeños, lo podéis constatar en las Sagradas Escrituras cómo, en los tiempos de prueba, es cuando de ahí salen las almas más valiosas, las que llegan a ser ejemplo ante la humanidad entera.

Estos son tiempos, Mis pequeños, en que podréis ser de ésas almas, almas en las que Yo podré confiar para otras grandes cosas que se darán en lo futuro. Recordad la parábola de los denarios, a los que se les dio uno, dos ó tres, con esto se quiere decir, que se os ha dado una misión y, de hecho, la tenéis cada uno de vosotros, ¿podré Yo confiar en vosotros, de acuerdo al resultado que Me entreguéis al final de vuestra vida? Este es el momento clave, Mis pequeños, ¿seréis almas en las que se podrá confiar para lo que se vendrá ó simplemente esconderéis vuestras capacidades y no haréis nada por salvar vuestra alma ni la de vuestros hermanos? Meditad esto, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: No desconfiéis de Mi Amor y de Mi Misericordia Infinita, os amo tanto que, lo que menos quiero es que sufráis y lo que más quiero es teneros eternamente.
Hijitos Míos, porque Yo Soy un Dios de Amor, los acontecimientos que tendréis se darán a ése nivel, en el Amor. Vosotros no os podéis imaginar lo que se pueda dar, porque no actuáis normalmente en el amor.

Ciertamente necesitáis una purificación, pero no es lo mismo pensar en una purificación en el Amor, que una purificación en la venganza y vosotros sois muy dados a eso, a pensar primeramente en lo malo, en vengar y no en amar. Por eso, vuestra purificación será de acuerdo a vuestros actos, a como os hayáis donado a Mí, vuestro Dios, y por vuestros méritos. Ya os he dicho que aunque veáis que la purificación será mundial, también esta se irá dando en lo particular, en cada uno de vosotros.

Quiero que recordéis esto, Mis pequeños, porque no será lo mismo en vuestro hermano ó en vuestra hermana, que en cada uno de vosotros. De acuerdo a cómo hayáis actuado a lo largo de vuestra vida, de los méritos que hayáis acumulado y también de las faltas con que hayáis causado dolor a Mi Corazón, es como seréis Juzgados y seréis purificados.

Cada uno de vosotros sabéis, dentro de vuestro corazón, cómo estáis ante Mí, vuestro Dios, pero aún así, aunque os sintáis muy mal ante Mí, recordad que Mi Misericordia Infinita os perdonará si de vosotros hay un arrepentimiento profundo y un deseo de mejora. No desconfiéis de Mi Amor y de Mi Misericordia Infinita, os amo tanto que, lo que menos quiero es que sufráis y lo que más quiero es teneros eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Os he dicho que os voy cuidando, pero así como cuido al bueno, también cuido al malo.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, os he dicho que os voy cuidando, pero así como cuido al bueno, también cuido al malo. El malo necesita más cuidados. Así, como en una familia, el hijo que crea muchas dificultades, el peleonero, el grosero, el que siempre está causando problemas entre los hermanos, a veces es al que se le tiene que poner más atención para cuidarlo, para hacerlo más dócil y que pueda aprender mejor la lección que los demás hermanos ya aprendieron.

Estos son tiempos en que vosotros veréis a muchos de vuestros hermanos ir por el mal camino y cada vez actuando más destructivamente. Son vuestros hermanos, porque vivís en Nuestra familia, y por ellos os pido, Mis pequeños, que oréis más, que os deis más por ellos, que tengáis más paciencia para su conversión y salvación. Ellos necesitan más cuidados y, precisamente, porque son almas difíciles, lo normal en vosotros es despreciarles y ellos a su vez, responden con más odio hacia vosotros. Cuando un alma buena se acerca a ellos y les habla con palabras de amor, estas almas cambian, porque es lo que necesitaban, que ellas sintieran que hay alguien que les ama.

Os pido, Mis pequeños, que améis, améis a éstos hermanos vuestros, no los despreciéis, ellos también tienen derecho al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.