Sep 08_01 La Natividad de Mí Madre Santísima.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

 

Hijitos Míos, hoy siendo un día tan especial para el Cielo y para la Tierra, la Natividad de Mí Madre Santísima, os quiero recordar que Su Creación fue de una hechura muy especial, es la Mujer por excelencia en donde Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, depositamos los dones y virtudes más excelsos y en quién fructificaron al ciento por uno.

Mí Madre, como Corredentora, como Madre del Verbo Encarnado, Yo, vuestro Dios Jesús, viene a marcar el principio de vuestra redención. Sin Ella, sin Su Donación total, no se hubiera podido realizar tal Obra de Amor, como deben ser todas las obras que se ofrecen a Mí Padre, repletas de amor y de total donación.

Así como hubo varios profetas en la antigüedad que profetizaron Mí Venida, también algunos profetizaron sobre la tarea que iba a llevar Mí Madre.

Trabajar para Dios no es tarea fácil, porque al hacerlo, el mundo se vuelca en forma cruel sobre los que Me pertenecen, por los que pertenecen a Mí Padre. Así la tarea que tuve Yo, la conocéis la cuál termina humanamente con Mí Muerte en la Cruz, pero en forma Divina es de ahí que empieza su fuerza.

Mí Madre padeció y sufrió lo que Yo sufrí y permanece en la Tierra un tiempo más para ser apoyo a Mis Apóstoles y Discípulos, actuando como Madre, Maestra y Guía de todos ellos y de todos los futuros hijos que Yo le dí en maternidad desde Mí Cruz.

Profetas hubieron en la antigüedad, profetas ahora los ay y profetas los habrá en lo futuro, pero éste tiempo, el tiempo de cambio, está marcado para que tengáis a la Gran Profetiza, Mi Madre Santísima. Estos son los tiempos que Se le dieron para que se lleve a cabo la lucha fuerte de Sus hijos –vosotros, todos los que seguís Mis Leyes y Mí Amor–, contra los hijos de las tinieblas. Estos son los tiempos en los que el maligno tratará de cubrir al Mundo entero. Este es el tiempo profetizado desde antiguo en donde se va a dar la Gran Lucha entre la Mujer y la serpiente.

Conocéis de sobra todos los lugares en donde Mí Madre Santísima se está apareciendo y llevando Mí Mensaje de Salvación. Conocéis de sobra, a través de Ella, lo que Yo deseo para todos vosotros. Conocéis de sobra Mis necesidades que os conciernen a cada uno de vosotros, pero no estáis haciendo mucho de vuestra parte.

El mal sigue avanzando, la Fé se va diluyendo y se va perdiendo de los corazones, la bondad se vé como bicho raro y se le ataca, porque ya son pocos los que se comportan como es debido. La lucha por el poder mundial cada vez se hará más patente. Los gobiernos toman el poder para sí mismos. Los pueblos son apaleados cada vez con mayor fuerza. Ya no se reza ya no se ora, ya no se pide misericordia. La ley del más fuerte es la que predomina. El “débil” el humilde, el que ama, es atacado y eliminado. Ya no es el tiempo de cultivar las virtudes ahora el poder, la carne, las posesiones materiales y humanas son las que dan el valor al hombre. Ahora es el hombre por el hombre, ya no es e hombre por su Dios.

La vida se vuelve más obscura para muchos, porque bastantes de Mis guías en el sacerdocio a los que acudís, ya han perdido ellos mismo “la brújula” y así, ni ellos mismos se saben orientar ni saben orientar a los fieles.

Mis buenos sacerdotes son atacados, son tachados de anticuados y retrógradas. Nuevas ideologías han alterado y manchado a Mis Enseñanzas y a Mí Palabra. Mí Vida Pública, Mí Muerte, Mí Resurrección han sido inútiles para muchas almas. Ahora, los más grandes errores, provienen no de Mis enemigos, sino de los que eran Mis amigos, Mis sacerdotes y los guías de Mí Iglesia. Ponen en entredicho Mí Divinidad aunada a Mí Humanidad. Se duda de Mí Presencia Real en la Eucaristía. Se niegan las verdades fundamentales de Mis Enseñanzas y de Mí Iglesia. El humo del infierno se ha introducido a Mí Iglesia y peso ha provocado que Mis mismos sacerdotes no tengan acuerdos comunes, cada quién creé en lo que quiere y así lo enseñan.

A Mí Pedro actual, al Santo Padre, lo atacan fuertemente ya los fieles, ya Mis hijos consagrados. La mentira, la falsedad, la traición, entre Mis hijos sacerdotes, se está dando cada vez más fuerte y vosotros, los que os decís seguidores de Mí Iglesia, en vez de orar por ellos para que Mí Santo Espíritu los una en un solo creer y en un solo amor, os la pasáis destruyéndolos más con la crítica y el rechazo a su persona. Ya tampoco hay amor y comprensión en vuestro corazón.

El mal va ganando terreno y se burla de todos vosotros ante Mí. Su mayor triunfo y que es acto de Fé, es el de haber logrado hacer creer que él no existe y ha hecho que el hombre crea que todo lo malo que sucede en el Mundo o son puros problemas psicológicos, cuando afecta al hombre, o son causas “normales” climáticas, cuando se desbordan ríos, cuando los huracanes destrozan pueblos enteros cuando las enfermedades se vuelven epidemias incontrolables, etc. Ya todo lo explicáis como si fuera obra de la casualidad o a fenómenos naturales, pero sabed y os lo repito nuevamente, el maligno os ha querido destruir desde el Principio de los Tiempos, porque sóis Mis hijos, él es el culpable de la gran mayoría de los desastres “naturales” y de los morales que ahora tenéis y por no saberlo, le quitáis toda responsabilidad. Vuestra ceguera por falta de Fé y por falta de valores os está llevando a vuestra propia destrucción.

Si no aceptáis que tenéis un enemigo muy poderoso, so no lo atacáis con las Enseñanzas que os dí, y si en vez de ello, lo alimentáis viviendo los errores que os ha manifestado, le estáis dando fuerza a vuestro enemigo, a vuestro destructor. El maligno os persigue y os quiere eliminar, pero vosotros no queréis hacer nada para evitarlo, ¡le estas dando fuerza descomunal!

Mí Madre en Sus apariciones os está recordando Mis Enseñanzas, Mí Vida, Mis Virtudes, Mí Amor, pero se os hacen ya palabras necias y repetitivas y por ello les dáis la espalda. Aprovechando esto el maligno, os vuelve a presentar el fruto prohibido, el pecado en todas sus formas, muy agradable al paladar y caéis nuevamente.

Esta es la época de la gran caída del hombre y cuando os déis cuenta de ello, cuando el maligno os esté azotando, como esclavos que seréis del mal que le aceptasteis, entonces recordaréis todo lo que Yo hice por vosotros para evitároslo y todo lo que Mí Madre hizo para recordároslo.

Ya os he dicho que el triunfo será para todos aquellos que se mantuvieron fieles y firmes en la prueba y para los que supieron perseverar, a pesar de las persecuciones y de los ataques. El que no lucha no puede vencer.

Nosotros os estamos dando las armas espirituales, poderosísimas por cierto, para que podáis vencerlo fácilmente, si las tomáis y las seguís, pero si dudáis de ellas y no os protegéis, el maligno os hará sucumbir.

Mis hijitos, Mis pequeños, se os está tratando de ayudar para que no la paséis tan mal en la misión que os tocó a cada uno y en éstos tiempos tan determinantes para la humanidad entera, pero si no lo queréis entender, sufriréis dolores indecibles.

El Bien, el Poder y el Amor de vuestro Dios están de vuestra parte, no seáis necios y entended antes de que sea demasiado tarde.

Yo os bendigo en Nombre de Mí Padre, en Mí Santo Nombre y en Nombre del Amor de Mí Santo Espíritu. Mi Madre os guía y os protege, escuchádle!