Mzo 08_01 La Tentación.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, pequeñitos de Mi Corazón, os quiero hablar sobre algo que padecéis a diario en múltiples formas, la tentación.

El demonio, cuando perdió la batalla ante Mi Arcángel Miguel, él se constituyó el enemigo acérrimo de Mi Obra y de las almas de todos vosotros y así, el ángel caído, desde que se convirtió en demonio, ha tratado de destruiros, de destruir la Gracia que Yo os regalé, la Gracia Divina que existe en vuestro corazón, que es la pureza en la que os constituí y que es vuestro gran tesoro.

Así llevó al pecado a vuestros Primeros Padres, así llevó al pecado a Caín y así ha llevado al pecado, en mayor ó menor grado, a casi todas las almas que he enviado a la Tierra.

La tentación es algo con lo que tenéis que lidiar todos los días y se os presenta en muchas facetas. El demonio os conoce bien a cada uno de vosotros y así, la tentación que él utiliza no es la misma para un alma como para otra. Todos vosotros sois diferentes y así como Yo os he dado a cada uno de vosotros dones especiales para que realicéis vuestra personal misión, el maligno os ataca por donde vuestra fragilidad se refleja a través de vuestras obras.

Él os va estudiando desde pequeños. Conoce vuestro entorno familiar, la protección ó descuido espiritual que vuestros padres os dan, vuestra personal respuesta a la Gracia que Yo os he dado, las obras que realizáis, etc. Así, en poco tiempo, él ya sabe de qué “pié cojeáis” y por ahí ataca.

A diferencia de vuestro enemigo, Yo os conozco en vuestro interior y Yo os conozco mejor que Mi enemigo y por lo tanto os trato de proteger de él continuamente. Yo no deseo que el alma sucumba a la tentación, pero como sois libres, eso se dará según el grado de protección que vosotros mismos os hagáis con vuestro crecimiento espiritual.

El guerrero tiene que entrenar muchos años para fortalecerse contra el enemigo cuando se enfrente ante él en la batalla. Su entrenamiento es duro desde pequeño y sabe que si no se aplica, la pérdida puede ser muy grave, su propia vida.

La vida en la Tierra es un continuo campo de batalla en donde, si no os fortalecéis desde pequeños, al principio con la ayuda de vuestros padres y posteriormente vosotros mismos, podréis sucumbir fácilmente. A pesar de que no tuvierais ésas enseñanzas, ésa protección en vuestra familia, Yo siempre he de proveer conocimiento, Gracias, Bendiciones, Virtudes, a Mis almitas que vienen a servirMe a la Tierra. Yo nunca os voy a desamparar, hasta que vosotros libremente no aceptéis Mi ayuda, la rechacéis ó la ataquéis.

Desgraciadamente el problema no queda solo aquí. En mayor ó menor grado casi todos vosotros, en una ó  en varias ocasiones, os habéis vuelto cómplices del demonio al haber sido causa de tentación. Mujeres seduciendo a hombres, sin importarles edades ó rango, entre ellos a Mis sacerdotes. Hombres seduciendo a mujeres sin importarles su estado social, solteras, casadas, viudas, religiosas ó menores de edad. Jóvenes de ambos sexos causando problemas a todos niveles y a todas edades y a veces aún a casi niñas que han sido maleadas por el mal ejemplo de los adultos, ya destruyendo vidas humanas y espirituales.

Todo es ya podredumbre, sabéis que no estoy hablando por hablar y esto os lo recuerdo para que escudriñéis bien en vuestro corazón y pidáis perdón por todas aquellas ocasiones durante toda vuestra vida en que os volvisteis cómplices del demonio y le ayudasteis a llevar a las almas de Mis pequeños, de vuestros hermanos, a la tentación ó a la muerte eterna.

Los medios masivos de comunicación se han vuelto, también en su mayoría, junto con algunos de sus empleados, a los que llamáis “artistas”, un medio único y eficiente para el demonio, para transmitir sus errores, de tal manera que ya ni los mismos padres pueden controlarlos sin recibir regaño de sus propios hijos. Ya de esto os he hablado antes y debéis de retomar nuevamente éste consejo. Si estáis permitiendo que se transmitan eso programas, ó si no los evitáis de alguna forma, todos vosotros os estáis convirtiendo en cómplices del mal. Obviamente no todo lo que se transmite por éstos medios es nocivo, por eso debéis ser selectivos, es vuestra alma y la de vuestros hijos las que están en juego. Meditad esto con honestidad en vuestro corazón y os daréis cuenta de la realidad a la que os lleva.

Aún Mi propio Hijo fue tentado por el maligno en el desierto, pero Él se protegió con la oración y el ayuno, cosa que para la mayoría de vosotros se os hace obsoleto e impracticable. Aún sin hablar de ayuno, lo cual se os hace “excesivo” a vuestra corta espiritualidad, simplemente el hablar de oración ya se os hace pesado.

Os vuelvo a recalcar, estáis en el Mundo, en un campo de batalla real y no os estáis protegiendo como debierais. El guerrero enemigo, el demonio, os acecha las 24 horas del día y vosotros no caéis en la cuenta por donde os está atacando y esto os sucede porque al faltaros la oración no se os han abierto vuestras capacidades para discernir lo que sucede a vuestro alrededor y saber si lo que sucede en vuestra vida es bueno ó es malo y termináis dejándoos conducir como borreguitos, hacéis lo que la mayoría hace. Si la mayoría lo hace, es bueno, es ahora vuestra errónea sabiduría.

No os habéis percatado de las múltiples facetas utilizadas por el mal para llevaros a una pobreza espiritual. No sois más que soldados vencidos antes de entrar a la batalla.

Si no os acercáis a Mí, a la Fuente de todo Bien, a la Fuente de la Sabiduría, a la Fuente de toda Enseñanza, no podréis manteneros firmes en la Fe y con posibilidades de luchar contra vuestro enemigo quién es muy fuerte. No os estáis alimentando como debierais y por eso caéis fácilmente en los primeros ataques que os propina el mal. En pocas palabras, ya no sois guerreros a los que se les pueda confiar una misión, porque no estáis preparados para defender lo que es de vuestro Padre. Os habéis vuelto almas débiles, almas cobardes, almas sin deseos para defender, aún a costa de vuestra vida, los bienes de vuestro Rey.

Hijitos Míos, meditad en éstos días de cuaresma sobre el estado real de vuestra alma y sobre las ocasiones en las cuales os habéis vuelto, también, demonios, al haber llevado a vuestros hermanos al pecado mortal ó a su condenación eterna.

Soy duro ahora, pero es la realidad, porque no Me gusta perder almas, Mis almas, a manos de otras de Mis almas que se vendieron al mal, eso es traicionarMe, eso es muy grave a Mis ojos, ¡sois otros Caínes, asesinos espirituales de vuestros hermanos!

Arrepentíos de corazón, que Yo os perdonaré, si realmente tratáis de enmendaros.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.