Dic 19_00 Mensaje a los Mexicanos.

Mensaje.

 

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre,
Sobre: La necesidad de la confianza plena en Mí. (Mensaje a los Mexicanos).
Hijitos Míos, durante todo éste tiempo en el que os he estado dando Mis Mensajes, os he repetido muchas veces la necesidad de la confianza plena en Mí, vuestro Padre y vuestro Dios.

Os he profetizado acontecimientos por suceder, pero la naturaleza humana es muy fría, poco previsora, inconstante e incrédula y no es, sino hasta que las cosas suceden, que queréis remediar lo que ya está sucediendo.

Os he profetizado grandes cambios, tanto espirituales como físicos, pero pocos sois los que habéis entendido y orado.

Ahora empezáis ya a sentir, en carne propia, dichos cambios. El maligno ha pedido permiso para usar todo su poder, pero no podrá tocar a los que en Mí se han refugiado. El tiempo ya está sobre vosotros, pero aún tenéis la oportunidad de la conversión y del arrepentimiento. Yo busco y persigo a las almas, como la fiera busca a su presa, os acecho hasta que os tomo para vuestra salvación.

Recordad lo que ya os he explicado. Aún en los momentos más difíciles en los que os encontréis, Yo estaré ahí. Aún cuando todo parezca perdido, Yo estaré ahí. Aún cuando creáis que Yo os he abandonado, confiad ciegamente en Mí, puesto que Yo estaré ahí.

Yo, vuestro Padre, nunca Me separo de Mis hijos, sois vosotros los que Me volvéis la espalda y sólo cuando os conviene Me buscáis. Ahora es un “tiempo de conveniencia” para vosotros, en el cuál os aconsejo volváis a Mi, vuestro Dios, porque será un tiempo de prueba para la Fé de vuestra alma. Lo que Yo pueda permitir para un alma, aunque a ojos humanos se vea negativo y doloroso, siempre será para su bien, para su crecimiento espiritual y, sobre todo, para su salvación.

Yo os voy buscando, os conozco a cada uno perfectamente y sé cómo os puedo ganar para vuestra salvación eterna. Muchos de vosotros sólo necesitáis de una pequeña petición Mía para que entendáis y recapacitéis. Otros necesitáis que os ponga más difícil el camino para que acudáis a Mí. Pero otros necesitáis que, prácticamente, vuestro camino se ponga infranqueable para que vuestra soberbia se doblegue y acuda a su Creador.

Cada uno de vosotros es diferente y así os amo, con cualidades y defectos, pero aquél que responde a Mi llamado, es el que tomará de los frutos de Mi Corazón. Ya os he dicho que Yo no os puedo obligar a amarMe, pero, como Padre Bondadosísimo que Soy y que sabe lo que Su creatura necesita por ser tan pequeña, os proveo de múltiples oportunidades para que recapacitéis en el error en el que estáis, para que pidáis perdón y enmendéis el camino.

Yo necesito del amor de cada uno de vosotros y vosotros necesitáis de Mí para alcanzar vuestra salvación. Os he dado todo, hasta a Mi Hijo Jesucristo y no queréis entender. He de seguir insistiendo porque os necesito salvar, pero nunca os voy a presionar. Ojalá podáis entender y aceptar con amor las oportunidades que os daré y, sobre todo, Me las agradezcáis, porque Yo os quiero de regreso a Mi Reino Celestial.

Hay niñitos pequeñitos que con una palabrita, con una pequeña explicación, entienden lo que sus padres quieren, pero hay otros que necesitan de una nalgadita ó de un castigo, para que entiendan que si siguen por el camino por el que van, les va a dañar más que el recibir ésa nalgadita.

La mayoría de vosotros necesitáis ésa nalgadita que se da con amor, porque vais por el mal camino, estáis prescindiendo de Mí, vuestro Dios, vais por caminos de perdición, vosotros y vuestros hijos. Ya no tenéis vida espiritual ni lleváis vida de ejemplo entre vuestros hermanos, en una palabra, ya no vivís el amor puro y santo que Mi Hijo os enseñó, por ello, tendréis vuestras nalgaditas que os harán reflexionar vuestro mal comportamiento, pero entended que os las doy con AMOR, con un amor paternal, como no lo tendréis nunca de un padre ó de una madre de la Tierra.

Quizás por ahora no entenderéis la trascendencia de los acontecimientos que se os sobrevendrán, pero entended, de corazón, que Yo os estaré cuidando y protegeré el alma de aquellos que en Mí confíen.

El mal quiere terminar con Mi Obra, pero Yo no le permito obrar libremente, os hará daño, pero no más allá del que Yo permita y que será para vuestro bien.

Las fuerzas del mal se han desatado porque saben que ya su tiempo está tocando el final de su reinado sobre la Tierra. Aceptad con confianza los acontecimientos, porque Yo los estaré supervisando, serán para vuestro bien, pero unidos, los podréis disminuir ó aún, cancelar, todo dependerá de vosotros.

Usad de la oración para vuestra propia conversión, para la de muchos y para vuestra protección contra las fuerzas del mal. Los secuaces del maligno están, junto con él, manipulando las fuerzas de la Naturaleza para atacaros. Podréis contraatacarles con vuestra oración unida y así Yo os podré proteger y juntos le quitaremos poder al maligno y a sus secuaces.

Hijitos Míos, mexicanos, contáis con una Madre que os ama infinitamente, que tiene un gran poder sobre Mí, porque Me presenta continuamente vuestras oraciones y peticiones como ninguna otra nación en la actualidad Me ofrece, pero así como tenéis una gran protección del Cielo, por un lado, la envidia del maligno trata de contraatacar tanto amor y tanta bendición Nuestra, por el otro. No temáis, confiad en vuestra Madre Santísima de Guadalupe, que Ella os está cuidando, pero JUNTOS a Sus peticiones para que podáis vencer las fuerzas del mal que se han desatado sobre el pueblo mexicano. Sólo vuestra oración podrá vencer lo que algunos, en lo secreto, están haciendo unidos al maligno, para atacaros, para atacar a vuestra patria, a vuestra familia, a vuestro Dios.

Ya os disteis cuenta cómo con la oración unida lograsteis el cambio en vuestra patria, pero sabed que el maligno nunca se da por vencido, él sigue atacando y sus secuaces le dan fuerza con sus oraciones satánicas. Su poder aumenta cuando vuestras oraciones disminuyen. La lucha es continua, si ganasteis un escalón, él tratará de tiraros de él. Estad atentos continuamente ya que él es muy sagaz y se aprovecha de vuestra tibieza.

Luchad con las armas de los sacramentos y de la oración, para que podáis, no sólo restituir la paz y el amor en vuestra patria, sino en todo el Mundo.

Yo os bendigo y os envío a Mi Santo Espíritu para que de El toméis la Sabiduría y la Fortaleza que necesitaréis en el tiempo inmediato por venir.