Ene 07_09 PedidMe que regrese ya Mi Hijo.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Dejad que Mi Santo Espíritu habite perfectamente en vosotros, dejadle a Él que Su moción encamine vuestros pasos y los de vuestros hermanos.
(Lenguas…) Hijitos Míos, os doy la Luz de Mi Santo Espíritu y Le pido que descienda sobre toda la humanidad porque, en estos momentos de obscuridad, vosotros necesitáis fuertemente la acción del Santo Espíritu de Dios, para que os vaya guiando en estos caminos que ahora estáis andando, caminos de obscuridad, caminos de tormento, caminos de confusión, caminos de negación a Mi Santo Nombre y a Mis Leyes.

Mis pequeños, os debéis dar cuenta perfectamente, a través de la humildad y del espíritu de discernimiento que os dá Mi Santo Espíritu, que vosotros estáis en momentos difíciles de la humanidad, y difíciles especialmente, porque vosotros Me habéis hecho a un lado de vuestra vida. Os estáis queriendo apartar de la Fuente de la Gracia y del Amor y quedáis totalmente a merced de las fuerzas satánicas, que ya rodean la Tierra.

Podéis ver perfectamente cómo la confusión se ha adueñado de los corazones, la maldad, se encuentra por todos lados, ya no camináis con seguridad por vuestras calles, porque el temor se apodera de vuestros corazones. Ya no vivís en paz en vuestros hogares, donde debiera habitar el Amor perfectamente, el Amor se ha salido del corazón del hombre y satanás se ha hecho cargo de ello, para que vosotros viváis en la confusión, en el pecado, en la obscuridad del alma.

Vosotros, los que tratáis de vivir en Gracia y siguiendo Mis Mandamientos, os dais perfectamente cuenta de esto, porque Mi Alimento de vida se da para aquellos que Me buscan, porque aquellos que no están Conmigo, en su soberbia, no creen necesitarMe ni necesitar ningún tipo de guía espiritual y amorosa. Mi Sabiduría ya no penetra en su corazón, porque no la buscan, porque no la aman, porque no están concientes de que necesitan de ella mientras están en la Tierra, misionando para Mí, vuestro Dios. Satán os ha envuelto de un velo de mentira, a tal grado que os hace creer que ahora lo malo es bueno, que el pecado ya no existe, que su presencia es un mito y así, vosotros mismos os vais creyendo sus mentiras y estáis cayendo cada vez más bajo, en lo espiritual, moral y humano.

La maldad se ha introducido por todos lados, prácticamente todos vosotros estáis ya manchados por la maldad. Prácticamente no hay alma que se mantenga en la pureza y en la santidad y a tal grado es esto, que ya os lo había anunciado en las Escrituras, que si Mi Gracia y Misericordia Infinitas no acortaran los días de la tribulación y la prueba, hasta las almas más justas se verían en graves problemas y podrían perderse.

Mis pequeños, pedidMe que regrese ya Mi Hijo, que ya habite entre vosotros, que para ello debéis vosotros mismos buscar que vuestra alma se vaya purificando, que vuestro mundo se vaya limpiando de la maldad de satanás, que vuestro pensamiento solamente sea para Mí, que vuestro corazón esté unido perfectamente al Mío.

Vosotros debéis mantener un espíritu de lucha contra las fuerzas de satanás, debéis mantener un espíritu alerta, para que vosotros, en humildad, podáis entender cuándo satanás os está tratando de engañar, para que Mi Gracia actúe en vosotros. Vuestro corazón debe buscar ardientemente el Amor, que es el que os acerca a Mí y os protege de toda maldad.

Vuestra vida debe estar totalmente volcada en Mis Acciones, que Yo os inspiraré en vuestro interior, para que seáis instrumentos de Mi Amor y de salvación para vuestros hermanos. En resumen, debéis ser el Cristo, Mi Hijo, el que nuevamente camine sobre el mundo, salvando almas, levantando aquellas que han caído, dándoles aliento a aquellas que ven sus caminos cerrados y que no tienen salida, enseñándoles que regresen a Mí, que el Perdón siempre estará pronto a regresarles a Mi Corazón.

Debéis ser ésos Cristos a los que la gente acuda para que Me encuentren a Mí y que puedan encontrar nuevamente el camino de salvación y, sobre todo, del saber del “por qué” de su vida sobre la Tierra, que ya mucho se ha perdido en el espíritu de mentira a donde os ha llevado satanás. Os ha hecho creer que el mundo es para vivirse en el goce libertino, sin preocupaciones, sin compromiso y éste es un error tremendo, Mis pequeños, ciertamente tenéis un compromiso fuerte para Conmigo.

El sufrimiento no se ha de alejar de aquellas almas que Me siguen, puesto que Mi Hijo os lo dijo, que aquellas que le siguieran, que tomaran su Cruz y le siguieran, pero Mi ayuda nunca se apartará de vosotros y al estar Conmigo realmente recibiréis un goce muy superior al goce que tienen aquellas almas que viven para el mundo. El gozo espiritual es infinitamente mayor, porque Yo estoy con vosotros y vosotros estáis Conmigo.

Así pues, Mis pequeños, manteneos alertas, manteneos en oración, manteneos apartados de las mentiras de satanás.

La vida es fácil, cuando estáis Conmigo, que aún a pesar de las caídas, de los ataques de satanás y aún de los de vuestros hermanos que se han satanizado, vosotros gozáis, porque vuestra vida se vuelve salvación para muchos. Buscad siempre el camino de la Verdad y del Amor y así vuestra vida tendrá un sentido, el sentido que muchos de vuestros hermanos ya no encuentran en su vida.

Dejad que Mi Santo Espíritu habite perfectamente en vosotros, dejadle a Él, que Su moción encamine vuestros pasos y los de vuestros hermanos, que seáis verdaderos instrumentos de Mi Vida Divina sobre la Tierra para que seáis la Luz en éstos momentos de tiniebla, para que seáis el faro con el que se guiarán vuestros hermanos que se acerquen a vosotros.

Dejad que Mi Santo Espíritu os llene de Mi Amor, para que el mundo conozca cuál es el Verdadero Amor que el hombre debe seguir y llenarse de Él. Os amo, Mis pequeños, os Bendigo y sabed que siempre contaréis Conmigo y especialmente en los grandes momentos de tribulación, donde ya no Me apartaré de ninguna forma de aquél que Me ha buscado y que se ha querido alimentar de Mí.

Que Mi Amor descienda sobre vosotros y que éste os proteja de todo mal.
Gracias, Mis pequeños.