Oct 26_99 Hay tinieblas pero en vosotros está la solución de Restituir la Luz.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Hay tinieblas pero en vosotros está la solución de Restituir la Luz
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre Celestial, el Creador de todo cuanto existe, el Creador de vuestra vida, el Creador del Amor.

Las tinieblas del mal cubren todo, pero en vosotros está la solución para restituir a la Luz todo lo que os rodea. Todo ha sido afectado por las fuerzas del mal. Todo ha sido alterado por el maligno. Todo tiene que volver a la Luz. Todo tiene que volver a ser restaurado bajo Mis Leyes de Amor. Os lo he dicho ya, Yo podría hacerlo, pero afectaría vuestra libertad y Yo la respeto absolutamente.

La Luz se tiene que manifestar y con ello disipar las tinieblas del mal que ahora os envuelven, pero ésa luz tiene que salir de vuestro corazón, porque la Luz vive en vosotros y si vosotros no os dais cuenta de ello y no dejáis salir ésa Luz de Amor que habita en vosotros, que es la Vida del Espíritu Santo, Mi Propia vida, no se podrá salvar a las almas que ahora habitan vuestro Mundo.

Hijitos Míos, perdónenMe que os repita una y otra vez éstas palabras, pero necesito que entendáis perfectamente que la salvación se dará a través de vosotros mismos. Es vuestra actuación la que provocará el cambio. El Amor habita en vosotros, pero no lo dejáis vivir. ¿No os dais cuenta que al cubriros la maldad ya no actuáis en la bondad que debierais? ¿Cómo pedís y hasta exigís el cambio de actuación de vuestros mismos hermanos que viven haciendo el mal si de vosotros mismos no sale apoyo de oración y penitencia para ello y sí, en cambio, sale de vuestro corazón blasfemia y maldición contra sus actos? ¿Cómo pedís unión de los pueblos y que se hable y se actúe en el amor cuando en vuestra misma familia y de entre los que os rodean a diario, vosotros, ni sembráis ni regáis la semilla del amor?

Así es, hijitos Míos, vuestra penosa realidad. Buscáis que los demás os traten con gran benevolencia, respeto, amor, cómo si fuerais grandes personajes que han hecho mucho por los suyos, cuando la realidad es otra. Queréis cosechar lo que no habéis sembrado, queréis gozar de lo que no os corresponde.

¡Cuánta maldad aún hay en vuestros corazones y no os dais cuenta de ello por vuestra soberbia ¡

Quiero salvaros, quiero llevaros al gozo eterno, del cuál podríais ya desde ahora estar gozando, pero vuestra falta de Fé, vuestra falta de Confianza, vuestra falta de donación frenan Mis deseos de poder complaceros. ¡Os amo, hijitos Míos, os amo! Y deseo teneros apretados a Mi Corazón, al Corazón del Padre que os creó y que os conoce perfectamente, más que vosotros mismos os conocéis. No habéis dado aún todo lo que podéis dar. La misión que cada uno de vosotros tiene, sobre la Tierra, es sublime, ¡sois corredentores! Junto con Mi Hijo, para la salvación del género humano. Vuestra carnalidad no os permite daros cuenta de ésta bellísima realidad y tan altísima tarea que os he encomendado. Tenéis la posibilidad de producir vida, vida espiritual en vuestros hermanos. Podéis ayudarMe a levantar almas caídas en el pecado y en el mal, como Mi Hijo lo hizo. Tenéis la posibilidad de producir milagros tan grandes ó mayores, cómo los que Mi Hijo hizo, a través de vuestra vida de oración y de vuestra vivencia en el Amor.

Así como Yo Me manifestaba a través de Mi Hijo para enseñaros Mis Secretos de Amor y de producir grandes milagros de sanación de almas y cuerpos, ahora vosotros tenéis ésa misma capacidad, al volveros instrumentos de Mi Voluntad, como Mi Hijo lo fue. Al permitirMe actuar en vosotros, Mi Presencia Viva se manifiesta en vosotros. Como ahora se manifiesta ya en muchos de vuestros hermanos alrededor del Mundo. Al tenerMe, tenéis el Cielo y así comenzáis a vivir el Cielo en la Tierra y Me poseéis gracias a la libre donación de vuestra voluntad a la Mía. Muchas veces os lo he repetido, pero pocos, muy pocos dan cabida a Mis Palabras en su corazón y aún menos de vosotros, las ponen en práctica Son tan pocos los “nuevos Cristos” con los que puedo contar sobre la Tierra en estos momentos, que esto hace que se retrase vuestra liberación del mal. Por eso os vuelvo a repetir, no os quejéis si los acontecimientos os van llevando a soportar situaciones terribles en vuestra vida diaria y en la vida de los pueblos, vuestro mal proceder y vuestra poca ó nula donación a Mi Voluntad, voluntad de amor que quiere destruir el mal, permiten al mal aumentar su poder destructor.

Yo no deseo que vosotros sufráis. Sufro al veros deambular perdidos en las tinieblas del mal y peor, cuando veo que vosotros mismos lleváis y permitís que vuestros propios hijos se revuelquen en el mal. En vez de llevarlos a la Luz, les creáis sombra en sus almas. Os dejáis llevar de fiestas satánicas envueltas de aparente gozo por los dulces que os dan y así permitís que vuestros pequeños, Mis hijitos, sean ataviados y presentados ante familiares y amigos, con atavíos del que es vuestro enemigo y el Mío, enemigo y destructor de todo lo que Yo he creado para vosotros con amor. El maligno os sigue corrompiendo y os regala “dulces” para llevaros a la perdición eterna.

Imaginaos por un momento lo que Yo, vuestro Padre, el que busca la Gracia, la Pureza y el Amor en todos vosotros, pueda sentir al ver a Mis pequeños, inocentes hijitos vuestros, ataviados de demonios, monstruos y seres horripilantes que habitan en los infiernos, Yo que Soy la Dulzura Infinita, el Puro, el Santo. Esto y más lo aceptáis, lo permitís y lo inculcáis en los vuestros, porque os falta la oración, os falta vivir en la vida de la Gracia, os falta envolveros de Mis Deseos de vida en la Luz y en el Amor.

Debéis empezar, desde ahora, a vivir como se vive en el Cielo, si es que queréis vida de Cielo en la Tierra. ¿Cómo pedís lo que vosotros mismos no estáis procurando? Si deseáis que se logre lo que Mi Hijo os dijo en el Pater Noster, “venga a nosotros Tú Reino”, vosotros lo debéis procurar.

Si deseáis sembrar una flor en un jardín, primero elimináis toda impureza, gusanos dañinos hierba mala que pueda haber ahí, antes de colocar la flor ó las semillas, ¿no es así? ¿Estáis acaso haciendo lo mismo en vuestro Mundo para que Mi Reino pueda darse en plenitud entre vosotros?

La Luz de Amor deberá primero brotar de vuestro corazón, antes que del corazón de a quienes les exigís. Poned el ejemplo en vosotros mismos, como lo hizo Mi Hijo, y ello moverá el corazón de vuestros hermanos que os rodean. ¿Cuánto más debo esperar para ello? Y meditad esto, ¿Cuánto más queréis seguir sufriendo por el mismo poder que vosotros le dais a vuestro enemigo, por no querer atacarlo, destruyendo su poder con la bondad que brote de vuestro corazón, a través de la oración de corazón que hagáis?

Os he dado la llave poderosa que puede abrir las Puertas del Reino entre vosotros, ¡usadla!, es para vuestro bien y para vuestro gozo eterno.

Yo os amo y espero reaccionéis pronto, ya que el maligno cada vez se llena más de poder por vuestra negligencia y por vuestro mal proceder. DádMe entrada a vuestro corazón y así lo venceremos pronto y con ello, pronto también gozaréis del Reino que Mi Hijo os traerá en Su Segunda Venida.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y derramo Mi Santo Espíritu sobre cada uno de vosotros, Amén.