Abr 27_99 El significado del éxito.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Un alma tiene éxito para Dios cuando…

Hijitos Míos hoy os quiero explicar lo que para vosotros significa el tener éxito en vuestras vidas y lo que significa para Mi el que un alma alcance el éxito.

Cuando es vuestra humanidad la que busca sólo los valores del mundo, vuestro éxito se limita al mundo, a lo intrascendente, a lo que no tiene valor para Mi Reino, lo que no os va a dar bienestar eterno y muchas veces, hasta os lo va a evitar. Tener éxito en vuestro mundo es el buscar fama y fortuna efímeras” es el buscar sobresalir de entre vuestros hermanos, a veces “a como de lugar”, es el buscarse a sí mismos y aún, perfeccionarse a sí mismos en talo cuál materia o don recibido por Mi y, a través de vuestras capacidades puestas al servicio de ése egoísmo y de ésa vanagloria, queréis ser reconocidos como los mejores ante las multitudes que os rodean.

Vuestro éxito consiste en tener varias casas y en diferentes ciudades, varios coches, bonitos, sirvientes que estén atentos a vuestras más mínimas intenciones, ser dueños de las más grandes empresas de la Tierra, el poseer mucho dinero con el cuál podáis comprar cualquier cosa o cualquier persona, el tener muchas mujeres u hombres, según el caso y en fin, el ser admirados por unos y envidiados por otros. Vuestro éxito lo fincáis en tas cosas materiales, lo fincáis en cosas sin valor, to fincáis en lastre que os evitará subir a Mi Reino, ya que “No se puede servir a dos amos, o a Dios o al dinero”, os lo dijo Mi Hijo Jesucristo. Os enfrascáis tanto en el éxito mundano que vuestra Fé se hace tan pequeña, que casi lo hacéis desaparecer y así lo divino, lo que vale a Mis Ojos, no existe ya para los vuestros. Vuestra vida así, se vuelve estéril. Hacéis las cosas para los demás, construís inventos para los demás, pero no con caridad fraterna esperando que crezcan espiritualmente viéndoMe en ésas obras, sino las hacéis para obtener más riquezas y fama.

Compráis “cerebros” de otros países, hermanos vuestros en los que he puesto más sabiduría para ayudaros en vuestra ascensión tecnológica, la cuál debe de ir unida a la ascensión espiritual, pero en vez de buscar la unión tecnológica y la espiritual, les sacáis provecho a éstos hermanos vuestros y os olvidáis de Mi, de agradecerMe el don que Yo puse en ellos para ayuda de todos vosotros.

Vuestro éxito es efímero, cambiáis y desperdiciáis los pocos años dé vida terrena para servirMe en vuestros hermanos, por una posible condenación eterna al buscar lo que no sirve y olvidar o que es Mío, lo que viene de Mí.

Vuestro éxito mundano os lo concede el maligno, porque conociendo los dones que Yo he derramado en cada uno de vosotros y con la ayuda de vuestra soberbia, os pierde en el camino por no pedir Mi Ayuda, Mi Luz Divina ó la guía Materna de Mi Hija la Siempre Virgen María.

Yo he derramado Mis Dones en todos vosotros para que sean compartidos y, al dar cada quién lo que paseé, se complementen. Nadie tiene todo lo necesario como para prescindir de sus semejantes y tanto vale un don como el otro, todos son complementarios y todos deben llevar la marca de Mi Persona, que es la del Amor.

Todo lo que deis, todo lo que hagáis, en todo lo que ayudéis, la marca de Mi Amor deberá siempre estar y así vuestras obras ya no serán estériles ni efímeras, así sí os darán vida eterna y seréis grandes, no ante el pequeño público, como lo es el de la Tierra, sino ante el público que os está viendo en todo momento en el Cielo y en el Purgatorio. Buscáis reconocimiento mundial y ¿qué es el Mundo ante el Universo entero? ¿Qué es el mundo y sus riquezas, ante las riquezas de Mi Reino?

Estáis siendo engañados y no queréis abrir los ojos de vuestro corazón en donde, con la ayuda de la Fé, encontraréis la Verdad. Estáis aceptando moneditas de éxito, cuando Yo os voy a dar grandes cofres, collares y riquezas inimaginables, por servirMe en el amor para con vuestros hermanos.

Pisoteáis y hacéis menos q vuestros semejantes por creeros superiores por el don o dones que Yo os concedí y de los cuáles tendréis Que darMe cuentas, los dones son para servir, no para avergonzar a vuestro prójimo, Esto sucede porQue no hay ni Fé ni amor en vuestros corazones, ni en vuestros actos.

El éxito de un alma buena consiste en todo lo contrario de lo que busca un alma entregada al mundo. Mientras la buena busca la intimidad para Conmigo, la otra busca el reconocimiento mundial. Mientras la buena busca el servicio desinteresado poniendo sus dones al servicio de tos demás, la otra le “saca provecho” buscando remuneración económica y reconocimiento humano a su don, al don que Yo le presté.

El éxito del alma buena consiste en compartir las alegrías y sonrisas de agradecimiento Conmigo, alegrías y sonrisas que dejan en las caritas de Mis hijos que han recibido una palabrita de apoyo, un bonito consejo, una monedita que quite el hambre de ése día, la visita al enfermo o al encarcelado, en resumen, cuando las otras almas Me reciben a través de los actos amorosos que les dan Mis hijos, Mis verdaderos hijos que han alcanzado el éxito de Mi Corazón.

El hombre exitoso de las cosas del mundo, no ve ni trata de ayudar la naturaleza humana caída en la enfermedad ó en el pecado. Para ellos, si no existe remuneración monetaria, no hay por que voltear a ver al necesitado, no hay por que perder el tiempo en ellos, no “le sirven” ésos semejantes para su crecimiento económico ó para aumentar el número de sus casas llenas de riquezas, de lágrimas y de pecado. Su éxito se volverá juez y lastre.

El éxito de un alma buena consiste en saberMe encontrar y vivirMe ya desde la Tierra. Es la de saberMe transmitir a los demás. Es la de verMe en los demás en sus necesidades materiales, morales y espirituales. Es el de saber compartir todo lo que tienen, tanto espiritual como material, con sus hermanos necesitados. El éxito del alma buena consiste en hacer Cielo su vida sobre la Tierra, transmitiendo amor y rodeándose de amor, de Mi Amor en los demás.

Para aquellos que buscáis sólo las riquezas y reconocimientos del mundo, no os imagináis la soledad espiritual en la que viven vuestros hermanos “exitosos”. Se llenan de cosas y se rodean de gente para no sentir la soledad interior en la que viven. Vosotros los envidiáis por sus riquezas, pero no os dais cuenta de que están vacíos de la verdadera riqueza que sólo puedo dar Yo al llenar un alma con Mi Amor. Vosotros los véis fotografiados en libros y revistas buscando su reconocimiento mundial, cuando no tienen Mi Reconocimiento para su vida eterna.

Orad intensamente por vuestros hermanos que han buscado el éxito y la fama terrenas “a cualquier precio”, porque la gran mayoría de ellos están a merced del mal y son inmensamente más pobres que vosotros, porque Yo no tengo lugar en sus vidas ni en su corazón.

Mi Hijo Jesucristo os lo dijo así: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico se salve”. Orad por ellos para que permitan que la Verdadera Luz de Mi Amor los ciegue a los bienes del mundo, efímeros y mortales para el alma y pueda Yo levantarlos a la vida eterna. Así vosotros seréis más exitosos y verdaderos hijos Míos, porque estaréis obrando según la forma como se vive en el Cielo y estaréis salvando a vuestros semejantes, misión por la que bajasteis a la Tierra y que estaréis cumpliendo correctamente.

El ganar el Cielo es el verdadero éxito del alma, porque Me vais a ganar a Mí y Yo valgo infinitamente más que todas las riquezas, no sólo de vuestro mundo, sino del Universo entero y de todo lo creado, visible e invisible.

Entended hijitos Míos y abrid vuestros ojos del a1ma, para que Yo os pueda guiar a alcanzar el verdadero éxito por el que debéis luchar.

Yo os bendigo en Mi Santísimo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo, ejemplo y guía para alcanzar la felicidad eterna y en el de Mi Espíritu de Amor, bondad infinita que os habita y os aconseja.