Jun 22_98 La Sabiduría Divina y la recurrencia a Brujos, Hechiceros, y otros siervos del diablo.

Mensaje de Dios Padre a JV.

 

 

 

Habla Dios Padre.

Sobre: La Sabiduría Divina y la culpable recurrencia a Brujos, Hechiceros, Adivinos y otros siervos del diablo.

Hijitos Míos, hoy os quiero instruir sobre la Sabiduría Divina. Ella es esencia primaria de Vuestro Creador, así como lo es el Amor. La Sabiduría Divina es perfecta, la Sabiduría todo lo ha previsto, todo lo conoce y nada queda fuera del alcance de Ella. La Sabiduría se respalda perfectamente en el Amor y las Leyes Divinas que Yo he transmitido a través de Mis Profetas y posteriormente a través de Mí Hijo, son Leyes Inmutables, como inmutable Soy Yo.

 

Mis Leyes fueron promulgadas para todos los tiempos. Mi Sabiduría no es obsoleta por el tiempo, vuestro tiempo, que ha sido desde el primer hombre hasta los actuales. Yo Soy y Existo en un eterno presente, Yo constituí el tiempo y para Mí, vuestro tiempo, es un momentito en la Eternidad.

 

Mi Sabiduría todo lo previó y Mis Palabras son actuales siempre. Así que aquellos que dicen que lo que fue ya no aplica para el hoy, están en un error. Son las costumbres las que han cambiado, pero no Mi Ley, y Mi Ley es una sola, la del Amor.

 

Al entrar la maldad en el mundo, ésta atacó a la Sabiduría, porque Ella, está basada en el Amor, y la maldad no la puede resistir. Por eso vuestro tiempo actual está lleno de incomprensiones, de odio y de mentira por parte de Mi enemigo. No desea que la Sabiduría se dé en vosotros, como debe ser, cristalina y llena de amor. Os ciegan tantas cosas del mundo y véis ahora vuestros deseos antes que los Míos que eso evita que aceptéis fácilmente Mis Leyes, porque en muchos casos se contraponen fuertemente con vuestra mala forma de actuar. Mientras sigáis prefiriendo vuestras desviaciones a Mi Verdad, seguiréis sufriendo las penas que el mismo mal os provoca.

 

Vuestra ceguera y soberbia han producido que se cambien, por vuestra conveniencia y por la mentira que habéis aceptado de Mi enemigo, Mis Leyes en la Iglesia lo cual afecta, también, vuestra vida social. Habéis apostatado a Mis Leyes Divinas por sentirlas un peso grande sobre vuestras espaldas débiles en la Gracia.

 

Yo Soy Vuestro Padre antes que otra cosa y un padre nunca va a causar presiones excesivas o impracticables sobre sus hijos. Todo lo que un padre busca es que se viva en la familia un ambiente de amor, respeto, alegría, ayuda mutua en el crecimiento material y espiritual.

 

¿Acaso ésto os molesta? Mi Sabiduría lo previó así, Yo no deseaba sino vuestro bien y si vuestros primeros padres no lo quisieron seguir fomentando y­ se pusieron en Mi contra, lo mismo estáis haciendo actualmente vosotros. Os lo dije, Yo sólo deseo el amor, respeto, alegría, agradecimiento a vuestro Dios, por el don de la vida que os he concedido, y de los dones recibidos por Mi Amor; vuelvo a repetir: ¿Acaso ésto os molesta? ¿Por qué Me atacáis, porque vais en contra de Mis Preceptos, porque Me achacáis a Mí vuestros males, si de Mí sólo sale bien hacia vosotros? ¿Por qué presionáis a Mi Iglesia y a Sus Leyes a que Me deshonren por vuestras bajezas?  ¿Por qué vais en contra de Mis Preceptos Divinos, como el de “Creced y Multiplicaos”, si Yo todo lo he previsto y Mi Providencia todo lo provee?

 

Os falta Fe, hijos Míos, os falta Confianza en Vuestro Padre y Creador. Me humanizáis y Me véis a nivel de vuestras limitaciones y miserias. No, hijos Míos, Yo Soy vuestro Dios, el Creador de todas las leyes del universo, leyes que ni aún vuestros sabios en la Tierra alcanzan a comprender. Vosotros sois los limitados, vosotros sois los falibles, vosotros sois los mutables. No os podéis comparar conmigo, Vuestro Dios.

 

Muchos hijos Míos han hecho su dios a Mi enemigo, al darse cuenta de la inteligencia que tiene y que ellos le alaban. Hijos Míos, que ciegos estáis, preferís hacerle caso a un ángel caído, limitado, que busca hacernos el mal a Mí y a vosotros y que con engaños os convence y al final paga mal, porque no respeta sus promesas y sólo desea destrucción.

 

Lo preferís a él más que a Mí, Yo que lo limito para que no os ataque con toda su furia, Yo que lo limito por amor a vosotros, Yo que lo limito, aún en lo limitado que él es en comparación con Vuestro Dios. Acudís a su ayuda limitada, malvada, destructiva, para resolver vuestros problemas y no os acercáis a la Sabiduría Plena de Vuestro Dios, Quién en verdad todo lo puede porque conoce todas las Leyes del Universo, puesto que fueron creadas por Mí. Yo Soy quién puede daros todo, salvaros, acercaros Mi Corazón para que tengáis paz, alegría, armonía en vuestras vidas. Con Mi enemigo sólo tendréis males y eso es lo que ahora estáis viviendo en vuestro mundo. Ahora véis las consecuencias de actuar y vivir en contra de Mis Leyes, de Mí Sabiduría Eterna e inmutable. Estáis viviendo un mundo de pecado y destrucción, que como bola de nieve cayendo de la montaña, cada vez más se van agravando vuestros problemas y no los van a poder parar hasta que os volváis a Mí y con humilde arrepentimiento y contrición perfecta, os deis cuenta que coqueteasteis con la serpiente y la preferisteis al amor y sustento de Vuestro Creador, Vuestro único Dios Verdadero.

 

No perdáis más el tiempo, hijitos Míos, ved que Yo sólo deseo vuestro bienestar, ya estáis viendo las consecuencias del mal y a nadie le gustan.

 

¿A quién le gusta estar al borde de una guerra o vivir en la incertidumbre de no poder salir a la calle a una hora determinada, o tener el temor de que lo corran de su trabajo o el temor de ser atacado por algún truhán? ¿Vosotros creéis que eso salió de Mis Manos? Eso es obra de Mi enemigo y del vuestro.

 

Os dais cuenta de ello, pero por vuestra falta de Fe, os seguís engañando y seguís acudiendo a brujos, talismanes, pociones diversas, adivinas, etc. en una palabra seguís acudiendo a Mi enemigo a que os siga engañando con falsos poderes, falsas promesas, falsos futuros, cuando él, os lo recalco, él es un ser limitado que NO conoce el futuro ni puede hacer lo que Su Dios puede hacer. Yo Soy dueño del futuro. Mi enemigo sólo puede adivinar, con su inteligencia limitada, lo que por consecuencia producen vuestros actos humanos los cuales él bien conoce, pero él no puede cambiar los acontecimientos como Mi Providencia lo puede hacer si vosotros, con humildad, Me lo pedís.

 

Yo también Soy y sigo siendo Dios para con Mi enemigo y Me tiene que obedecer en lo que Yo disponga, él no puede actuar en su plena libertad. Él fue vencido por Mi Arcángel San Miguel y volverá a ser vencido por él, y el poder de un Arcángel es infinitamente inferior al de su Dios, pero es muchísimo más grande que el de vosotros, por eso os dejáis engañar por un espejismo. Véis su poder que es mayor que el de vosotros, pero como ciegos que sois no véis el Mío en comparación.

 

Muchos de vuestros guías mundiales acuden a adivinos y brujos para que les predigan el futuro o les indiquen que hacer y ¿qué sucede entonces? véis a un ciego guiar a otro ciego, porque buscan la Sabiduría en donde no está. Por eso los pueblos y Mis hijos están como están.   

 

Hijos Míos, acercaos a Mí nuevamente os lo ruego, antes de que Mi enemigo alcance un poder grande y destructivo contra vosotros. Acercaos a Mí con un espíritu humilde y contrito y Yo, Vuestro Dios, en un acto de sublime amor hacia vosotros, os salvaré, pero necesito de vuestra oración y arrepentimiento. Sin vuestro arrepentimiento sincero, Yo no puedo actuar.     

 

No un arrepentimiento de conveniencia por un rato, mientras pasa la tormenta y luego seguir igual que antes, sino un arrepentimiento con un real cambio de vida, en Mi Verdadera Vida y Amor.

 

Hijos Míos, volved a Mí, volved a la Verdad, a la Sabiduría Eterna que solo desea vuestro bienestar, que sólo desea el Paraíso de Amor para cada uno de vosotros. Comparad y buscad en vuestros corazones la respuesta.

 

¿Queréis seguir viviendo en un mundo de destrucción y de mal, para vosotros y para vuestros hijos, o queréis luchar por tener un Paraíso de Amor, bienestar y Paz, para vosotros y para vuestros hijos? No necesito mucho para hacer realidad vuestro bien; sólo necesito vuestro espíritu contrito y vuestra voluntad llena de amor, puesta al servicio de Vuestro Dios de Amor.

 

Os bendigo a todos en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el del Amor y Sabiduría del Espíritu Santo.