Mensaje de Dios Padre a JV. en la Fiesta del Sagrado Corazón de María.
Habla Dios Padre,
Sobre: El Apostolado y el apóstol.
Hijitos Míos, hoy os quiero hablar del Apostolado. Apóstol es aquél que lleva Mi Palabra, Mi Ejemplo y Mi Amor a los demás. Todos vosotros estáis llamados al apostolado, por el simple hecho de ser Mis Hijos y hermanos de Mi Hijo Jesucristo.
¿No sucede esto con los reyes de este mundo? Ven al descendiente de la casa real y la gente dice, éste es hijo digno del rey que nos gobierna. Vosotros deberéis hacer lo mismo cuando os vean, deberán decir, éste es digno hijo de tan Glorioso Padre y ese Padre Soy Yo. Vuestro apostolado deberá comenzar desde vuestros primeros años, tan pronto os deis cuenta de quién provenís. Durante vuestra juventud, edad difícil para aquellos que no fueron llevados y enseñados en Mis Preceptos, es en ésa edad cuando con mayor fortaleza debéis enfrentaros con aquellos que atacan vuestros principios, pero cuando un joven Me acoge con verdadero amor, es un alma muy valiosa, ya que como una de las características de la juventud es la de defender y luchar por lo que en ése momento es su ideal, los jóvenes Me dan un gran servicio de apostolado. Luego, al ser padres de familia, vuestro apostolado deberá ser transmitirme a vuestros hijos, a través del EJEMPLO propio y de las enseñanzas que os dejó Mi Hijo Jesucristo en Su Vida sobre la Tierra. Y como padres de familia e hijos Míos, Me deberéis llevar a todos vuestros hermanos, con un verdadero respeto y amor, que vean a Mi Hijo en cada uno de vosotros y que no seáis sólo ejemplo dentro de vuestra familia, en donde os conocen y tratáis de mantener un ejemplo digno de Mí, sino más difícilmente, es el dar ése ejemplo fuera de vuestro hogar. Se necesitan de Mis dones y virtudes para que seáis dignos y valientes apóstoles de Mi Amor y Enseñanzas ante los demás. Por favor, no dejéis éste trabajo de apostolado de Mi Amor y Palabra, sólo en vuestros sacerdotes. Vosotros, si realmente Me amáis y estáis honrados en pertenecer a la Casa Real de Vuestro Padre, deberéis portaros y transmitir Mi Ley de Amor a vuestros semejantes.
Sed otros Cristos, sed Amor, sed verdaderos hijos Míos y copropietarios dignos de Mí Reino Celestial.
Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Espíritu Santo de Amor.