Ene 22_07 Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor.

Rosario.

Temas:

  • Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor.
  • Si realmente Me amáis y seguís la doctrina de Mi Hijo, debéis aprender a perdonar y a ser perdonados.
  • Meditad esto, Mis pequeños, antes de que habléis mal en contra Mía.
  • Por soberbia se perdió el Paraíso, por eso la soberbia es el peor pecado.
  • Vosotros debéis estar sobre la Tierra, eliminando toda suciedad, pero empezando con vosotros mismos.

Mensajes de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor. En Mi Misericordia, Yo, pido que ésas almas no sufran tanto.
Hijitos Míos, os voy a explicar algo que muchos de vosotros no conocéis. En el Cielo hay diferentes niveles de gozo, en el Purgatorio, hay diferentes niveles de purgación, en el Infierno, hay diferentes niveles de dolor, de castigo. Y todo esto os lo digo, Mis pequeños, por aquellos que se creen no valer nada y creen que su vida aquí sobre la Tierra no sirvió para nada.

Estáis muy equivocados Mis pequeños, si os concedí el don de la vida, es porque así lo decidí Yo, en Mi Sabiduría Eterna y puse toda Mi confianza en vosotros para que Me ayudarais a que las almas se mejoraran en su nivel de crecimiento espiritual, de amor, para que su gozo fuera aumentando día a día y aún para que las almas del Infierno no sufrieran tanto. Sí, son cosas que no conocéis o en las que no reparáis.

Mucho se necesita de cada uno de vosotros, de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestra intercesión. Ciertamente las almas del Cielo están gozando ya de Mi Presencia y por sus méritos propios, pero una manera, Mis pequeños, de agradecer lo que recibisteis de vuestros padres, de vuestros antepasados, de vuestros amigos, de vuestros hermanos, es el agradecimiento. Por ello y vuestra intercesión de amor hacia ellos, las Misas que ofrecéis, los sacrificios, las oraciones, todo lo que hacéis, también llega a ellos a través de la Comunión de los Santos y ellos van subiendo de gozo, por vosotros, ellos se van acercando a Mí hasta la fusión total del alma Conmigo, con su Dios así su gozo será tremendo y gracias a vosotros, Mis pequeños.

Las almas del Purgatorio también necesitan de vuestras oraciones, de vuestra donación, de vuestros sacrificios, de vuestros ofrecimientos, de vuestros agradecimientos y así, las almas que estaban en niveles bajos, sufriendo mucha purificación, les iréis ayudando a que pronto puedan salir del Purgatorio, a que pronto encuentren el verdadero significado del Amor y se puedan unir ya a Mí, eternamente.

Las almas en el Infierno, también tienen niveles de dolor. En Mi Misericordia, Yo, pido que ésas almas no sufran tanto, os lo pido a vosotros, os lo pido a las almas santas que se dan cuenta de ello. Ciertamente han negado el Amor, ciertamente no quieren saber de Mí, pero aún en Mi Misericordia, porque son hijos Míos, no deseo que sufran y por eso permito que estén en un nivel de menos dolor cuando vosotros lo pedís, dándoos cuenta del dolor que tendrá un alma eternamente. Cuando vosotros, Mis pequeños, ofrecéis vuestros actos diarios, vuestra cruz de cada día, el ofrecimiento de vuestras obras, todo, todo lo que hacéis a diario por Mí y por vuestros hermanos, todo eso es tomado para que entre en la Comunión de los Santos y así todos vosotros os ayudéis a estar más cerca del Amor.

Estad siempre pendientes de todo esto, Mis pequeños, para que vuestra vida tenga un mayor sentido, para que realmente os deis cuenta de que no estáis en la Tierra solamente para sufrir, como muchos dicen, sino que cada uno de vosotros trae una misión específica y ésa misión es la salvación de las almas y su mejora en la purificación y en la santificación. Así, vosotros, en vuestras oraciones estáis ayudando a las almas del Cielo, a las del Purgatorio, a que las del Infierno no sufran tanto, vosotros pedís a ésos tres niveles y también pedís por vosotros mismos. Las almas del Purgatorio ofrecen su purificación también por las del Cielo y por vuestra salvación, almas de la Tierra. Y las almas del Cielo piden por todos vosotros, almas del Purgatorio y almas de la Tierra.

Mis pequeños, no despreciéis todas las bendiciones que se derraman sobre vosotros y éste conocimiento que os doy para que mejoréis vuestro estado espiritual y ofrezcáis más concientemente vuestra vida, vuestra cruz, vuestras alegrías, sufrimientos, todo lo que tenéis, para la salvación de todas las almas. Os necesito a cada uno de vosotros, no despreciéis todo lo que Yo he puesto en vosotros y sobre todo, Mi confianza, en cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Si realmente Me amáis y seguís la doctrina de Mi Hijo, debéis aprender a perdonar y a ser perdonados.
Hijitos Míos, el don del perdón es muy importante y lo debéis hacer muy importante en vuestra vida y es tan importante, que si no fuera por él, vosotros mismos no hubierais adquirido la redención de vuestros pecados y que Yo abriera nuevamente el Cielo para todas las almas.

Gracias a Mi Misericordia, os concedí el perdón, el perdón del Pecado Original. El perdón es misericordioso y siempre debe estar a flor de piel en vosotros. Ninguno de vosotros sois perfectos, ninguno de vosotros debéis dejar de dar éste don a vuestros hermanos, cuando yerran o cuando vosotros erráis.

Mis pequeños, gracias a este don, vosotros quedáis purificados y podéis ayudar a vuestros hermanos a rehacer su vida. Sí, os lo digo así, porque cuando existe algún problema y entra la soberbia y vosotros no queréis ni dar, ni recibir perdón, vosotros mismos vais decayendo espiritualmente, vuestra alma se va marchitando, sufrís y hacéis que los demás sufran. Debéis aprender a perdonar y a ser perdonados, se necesita mucha humildad para ello, Mis pequeños y agradecimiento de parte de vuestros hermanos y también de parte vuestra.

Yo os enseñé a perdonar, perdonándoos el Pecado Original. Mi Hijo os enseñó a perdonar después de lo que hicieron con Él, Él iba perdonando y por ése dolor, por esa donación que Él tuvo hasta la última gota de Su Sangre, Él os perdonó y os sigue perdonando.

Por eso os pido, Mis pequeños, que si realmente Me amáis y seguís la doctrina de Mi Hijo, debéis aprender a perdonar y a ser perdonados y así vosotros entraréis a niveles espirituales altos, vuestra alma estará siempre tranquila y dejaréis también tranquila el alma de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Meditad esto, Mis pequeños, antes de que habléis mal en contra Mía.
Hijitos Míos, muchos de vosotros os quejáis de que os va mal, tanto en lo material como en lo espiritual, como que pareciera que Mi Divina Providencia no os alcanza y estáis muy equivocados, Mis pequeños, Mi Misericordia, Mi Amor, Mi Perdón y Mi Providencia, siempre está sobre cada uno de vosotros. La diferencia la da, en que muchos de vosotros no seguís Mis Mandamientos y el Primer Mandamiento os dice que Me amaréis por sobre todas las cosas, sobre todas las cosas. Mis pequeños, Yo Soy el Primero y el Último, el Alfa y el Omega, vivís y todo vive y todo es creado por Mí. Por eso os he dado a conocer que Me pertenecéis en totalidad y cuando os apartáis de Mí, es cuando os va mal.

Con vuestro libre albedrío vosotros podéis estar Conmigo o podéis estar en contra Mía, si vosotros os separáis, os separáis de todo lo que Yo os pueda dar. Cuando os separáis con vuestro libre albedrío, es porque  no queréis tenerMe, ni en vuestro corazón ni en vuestra vida.

Cuando a un amigo, de repente, os peleáis con él, os apartáis de él, lo negáis, lo rechazáis, ciertamente no tendréis ya lo bueno que él os podía dar. En cierta forma, pasa así Conmigo, Yo Soy vuestro amigo, Soy vuestro Padre y vosotros sois Mis hijos y esto es más doloroso, Mis pequeños, porque os estáis apartando de la familia a la que pertenecéis, Me estáis arrancando el Corazón y Yo, aún a pesar de que Me negáis, os sigo cuidando, os sigo proveyendo, ciertamente, no igual que a los hijos verdaderos, a los que Me aman y a los que están Conmigo, pero sí os sigo cuidando. Pero, por otro lado, como no queréis tener Mi Gracia, Mi protección, Mis cuidados, satanás entra en vuestra vida y os empieza a atosigar, empieza a atacaros y os da a conocer lo que es “su mundo verdadero”, que es maldad, destrucción, dolor, preocupación, lágrimas. Cuando estáis fuera de Mí, conocéis el mundo satánico y conocéis su ambiente y es cuando vosotros mismos creéis que Yo Soy el causante de todo ello y no es verdad, Mis pequeños. Negasteis Mi Gracia, negasteis Mi protección, estáis negando Mis Leyes, no queréis nada de Mí, no queréis nada del Amor, entonces ¿cómo queréis tener el Amor en vuestra vida, si vosotros mismos no lo llamáis ni lo procuráis?. Meditad esto, Mis pequeños, antes de que habléis mal en contra Mía.

Esto os lo vuelvo a repetir, porque sois muy dados a echar la culpa a otros cuando no os dais cuenta del estado real de vuestra alma. Meditad, Mis pequeños éstas palabras y regresad a Mí, que os espero con los brazos abiertos y sobre todo con Mi perdón Misericordioso para vuestra alma.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Por soberbia se perdió el Paraíso, por eso la soberbia es el peor pecado.
Hijitos Míos, la soberbia, en mayor o en menor grado, os destruye, corrompe vuestra alma, la corroe, destruye vuestro cuerpo, os destruye  espiritualmente, os destruye como seres humanos.

Mis pequeños, la soberbia os va a quitar la Sabiduría que pueda llegar a vosotros. Mi Sabiduría la que Yo os doy para que vosotros norméis correctamente vuestra vida, la soberbia la destruye, no la deja trabajar, no os deja vivir. Cuando vosotros vivís en la soberbia, actuáis como si fuerais los reyes de la creación, creéis que os merecéis todo y que todos los demás deben estar a vuestros pies, no aceptáis en ningún momento vuestros yerros, creéis que todo lo que hacéis es perfecto y eso va causando malestar a vuestro alrededor, imprudencia, maldad, así como los que viven en el estado alcohólico, creen que todos los demás actúan incorrectamente y que ellos son los que están bien.

La soberbia es igual, creen que todos están mal y ellos están bien, no hay en ningún momento humildad para reconocer vuestros yerros, aún vuestra mente queda obscurecida por ésta maldad que os trae la soberbia. En la soberbia no actuáis correctamente, no actuáis en libertad, no actuáis como debierais actuar, como Mi Hijo os enseñó. En la soberbia no hay crecimiento espiritual, no hay crecimiento de vida, destruís y os destruís a vosotros mismos. Se empiezan a separar de vosotros vuestros hermanos, porque ellos sí saben ver que estáis actuando en el error cuando vosotros mismos no veis ése error en vuestra vida.

Mis pequeños, debéis entrar en vuestro corazón y pedir ayuda, sí, es muy difícil para las almas llenas de soberbia, entrar en su corazón y aceptar que están errando, pero cuando vosotros aceptáis que la Luz del Espíritu Santo os puede ayudar y empezáis a tener ésas luces de humildad, de aceptación de vuestro error, es cuando podréis empezar a mejorar.

También os pido a vosotros, Mis hijos que estáis Conmigo, que oréis por éstas almas, porque están cegadas a la realidad, a la verdad, a la verdad de su vida, que destruye y no ayudan en nada para la mejora del Reino. Todos debéis buscar que Mi Reino ya se dé entre vosotros y Mi Reino debe estar lleno de virtud. No cabe en Mi Reino la soberbia que, precisamente, por soberbia se perdió el Paraíso, por eso la soberbia es el peor pecado y la peor falta que puede caber en el alma del hombre, porque es destructiva y os puede destruir en totalidad. No dejéis que satanás, que es el padre de la soberbia, entre en vosotros, en vuestra vida, debéis tener mucho cuidado con lo que hacéis, en lo que pensáis, porque si no os mantenéis en la oración, viviendo en las virtudes, fácilmente podéis ser presa de éste tremendo pecado en vuestra vida y para vuestro desarrollo espiritual.

Cuando la soberbia entra en vosotros, en ése momento empieza la decadencia del hombre, la decadencia de ésa alma, no crece y no deja crecer a las demás almas. Tened mucho cuidado, Mis pequeños, en no caer en éste mal, en éste grave pecado, pecado tan destructivo. Acercaos siempre a Mí, a través de Mi Santo Espíritu, para que os aconsejemos, para que viváis la realidad que es la del Amor y la humildad. Teniendo la humildad, Mis pequeños, tendréis todas las demás virtudes, porque ellas pueden crecer en tierra fértil, humilde, sencilla, amorosa, necesitada. El humilde sabe que necesita de Mí, el soberbio Me niega, porque se siente satisfecho, se aparta de Mí, de Mi fuente de Gracia. Ayudad a vuestros hermanos en la oración a darse cuenta de su error, pero vosotros deberéis ser muy humildes para reconocer que también vosotros necesitaréis de Mi ayuda para aconsejar a vuestros hermanos. Vivid siempre así, sencillos, humildes y fácilmente alcanzaréis la perfección.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros debéis estar sobre la Tierra, eliminando toda suciedad, pero empezando con vosotros mismos.
Hijitos Míos, la mayoría de vosotros tenéis tinacos en las azoteas de vuestras casas, estos tinacos mantienen en su interior varios miles de litros de agua, son recipientes que albergan ésta agua que luego utilizaréis para vuestros servicios particulares o para otras cosas. A través de las tuberías, de las mangueras, se transporta el agua para limpiar vuestra persona, limpiáis vuestro hogar, alimentáis a las plantas, a los animalitos, limpiáis vuestro coche, limpiáis vuestra ropa. Éste líquido precioso os va sirviendo para purificar todo lo que tenéis y es a través de los diferentes conductos que tenéis, vais utilizando ésta agua para hacer uso necesarísimo de todo lo que necesitáis para vuestra vida diaria.

Mis pequeños, Yo Soy ése tinaco de Gracia, Yo, habitando en el Cielo os voy proporcionando a vosotros Mi Gracia. Vosotros debéis ser ésos conductos, ésas mangueras que vayan transmitiendo Mi Gracia, Mis virtudes, Mi Amor a vuestros hermanos y así Mi presencia os debe ir purificando tanto a vosotros como a vuestros hermanos.

Vosotros sois ésos conductos que he escogido para que viváis sobre la Tierra, para que vayáis haciendo las obras que Yo necesito que se hagan para ir purificando Mi Reino que está sucio, que está mal habitado, que está lleno de podredumbre, de basura. Vosotros debéis ir limpiando, como buenos conductos que debéis ser, todo lo que esté apartado de Mi Gracia, apartado de Mi Pureza, apartado de Mi Belleza, es vuestra obligación limpiar el mundo, para eso estáis sobre la Tierra, Mis pequeños, para purificar todo como el agua purifica, limpia, arrasa todo lo que es sucio. Sí, vosotros debéis estar sobre la Tierra, para eliminar toda suciedad, pero empezando con vosotros mismos, para que Mi Gracia pueda fluir libremente a través vuestro y vosotros seáis ésos conductos limpios, santos, que deberán limpiar todo aquello que está sucio a vuestro alrededor.

Sed conductos pues, con los que Yo Me pueda enorgullecer, Mis pequeños, para que podáis ir limpiando todo lo que está a vuestro alrededor y así, ya todo limpio, prepare el Regreso de Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.