Ene 17_07 La indiferencia: pecado hacia Mi Corazón Infinito, Mi Corazón Amorosísimo.

Mensaje.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Habla Dios Padre,
Sobre: Entre los pecados de los hombres hacia Mi Corazón Infinito, hacia Mi Corazón amorosísimo, está el de la indiferencia.

Hijitos Míos, entre los pecados de los hombres hacia Mi Corazón Infinito, hacia Mi Corazón amorosísimo, está el de la indiferencia.

Sí, Mis pequeños, la indiferencia Me duele mucho, poneos vosotros en Mi lugar. Si vosotros estando con vuestra familia, imaginad que no os tomaran en cuenta para nada, que aún rodeados de vuestros seres queridos, que no os tomaran en cuenta para nada, os sentiríais muy mal. Estáis rodeados de vuestros seres queridos, vosotros los amáis, pero ellos no quieren saber nada de vosotros. Ése es el gran dolor que también tiene Mi Corazón, la indiferencia de los hombres. Siendo buenos o siendo malos, al fin y al cabo, Estoy en el pensamiento del hombre, el bueno para amarMe, el malo para atacarMe, pero aún para el pensamiento del malo existo y ésa existencia, posiblemente, tarde o temprano, se va a volver conversión, con la ayuda de vosotros, con vuestra oración, con Mi Misericordia. Tantas almas malas, mal guiadas por sus padres ó por los que les rodean, ganaron su salvación porque Yo estaba en su pensamiento y Yo los transformé por Mi Amor, pero el indiferente, no tiene posibilidad alguna, no quiere que Yo exista en su vida, no Me toma en cuenta para nada, ni para bien ni para mal, simplemente Me hace a un lado.

Mis pequeños, orad por vuestros hermanos, los indiferentes, los que pasan por ésta vida viviendo su propia vida, haciendo sus propias leyes, dejándose guiar solamente por su instinto y por su propio amor, amor egoísta, amor que no tiene en nada que ver con Mi Amor.

¡Cuánto os amo, Mis pequeños!, ¡cuánto os amo!, Mi Corazón se quiere derramar profusamente por vosotros y vosotros no queréis recibir lo que vuestro Padre y vuestro Dios amorosísimo os quiere dar. Tened cuidado, Mis pequeños, en no caer en ésa indiferencia, en no hacer vuestras propias leyes, en no hacer vuestra propia vida. Haced familia Conmigo, vuestra vida va unida a la Mía, somos una sola cosa, no lo olvidéis, Mis pequeños, pertenecéis a Mí, a vuestro Dios, vosotros no creasteis vuestra propia vida, no os creasteis a vosotros mismos, Yo os creé para un fin y ése fin es el de la unión universal en el Amor. Vosotros pertenecéis a ésa universalidad del Amor, no estáis apartados ni podéis estar apartados.

Entendedlo bien, Mis pequeños, pertenecéis al universo del Amor, fuisteis creados por el Único Ser que puede crear, Yo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.