Ago 11_09 Sabed que Yo estoy a las Puertas del Reino esperándoos.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Espero, Mis pequeños, que seáis como el hijo pródigo, que haya humildad en vuestro corazón, que aceptéis vuestro error, que entendáis Mi Misericordia Infinita.
  • ¿Por qué no tenéis un tiempo para Mí, dentro de vuestro tiempo de todos los días?
  • Si hay almas malas, causarán maldad dentro de la Institución de la Iglesia, si son almas buenas, ayudarán a que se mantenga la santidad.
  • Yo paso por vuestra vida en múltiples formas, sin importar en donde estéis o como seáis o a qué os dediquéis, siempre voy a pasar junto a vosotros.
  • Es una mentira cuando se habla de que Yo no os escucho, Yo siempre escucho a Mi creatura, pues vivo dentro de ella.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Espero, Mis pequeños, que seáis como el hijo pródigo, que haya humildad en vuestro corazón, que aceptéis vuestro error, que entendáis Mi Misericordia Infinita.
Hijitos Míos, una voz estoy escuchando, una voz en vuestro corazón, una voz que clama Justicia, Misericordia, Amor para los hombres pero, Mis pequeños, son voces aisladas las que escucho y éstas se tienen que unificar para que tengan fuerza. Espero ésa voz unida y fuerte de la gran mayoría de vosotros y espero que sea pronto, Mis pequeños, para que Yo pueda, en Mi Misericordia Infinita, ayudaros.

El mundo se siente ahora libre, el mundo se siente sin compromiso hacia Mí, porque satanás ha llevado a la humanidad a éste libertinaje mortal que estáis viviendo. Pero no os dais cuenta que esto os va a ir destruyendo poco a poco. Muchos de vuestros hermanos se han corrompido tanto, que están causando destrozos morales y espirituales en toda la humanidad, y esto va causando que los pueblos se vayan enfriando en espiritualidad, ya no acuden a Mí, ya no piden ayuda, ya no piden crecimiento espiritual. Hay una depravación total y no os queréis dar cuenta de que lo malo siempre os va a llevar a una destrucción muy grande y de eso tenéis ya ejemplo en la historia pasada y no queréis entender. No queréis ver lo que ha pasado en otros pueblos cuando se ha vivido en tal corrupción y depravación moral y espiritual. Los pueblos que han padecido esto han acabado destruidos de una u otra forma y vosotros ya estáis al borde de ésta destrucción mundial.

Habéis querido hacer vuestra propia vida, Me habéis hecho a un lado, no queréis seguir Mis Leyes de Amor y, os recalco y repito, son Leyes de Amor, porque éstas os van a llevar a crecer espiritualmente y a vivir realmente el Amor Divino, que es Mi Amor y que os ha estado cuidando desde vuestra concepción a cada uno de vosotros.

Sois ésos hijos pródigos que se han apartado de la casa paterna y de las obligaciones de ella. Queréis vivir vuestra propia vida y os está sucediendo exactamente igual que al hijo pródigo. Yo os di Mis riquezas, que era el Amor, principalmente, Mi Amor, Virtudes, Bendiciones, Gracias exquisitas, estabais llenos de Mí y de todo lo que viene de Mí, pero habéis preferido vivir en el mundo, habéis desperdiciado toda ésta herencia que Yo os di. Habéis entrado en la etapa de destrucción espiritual, de pobreza espiritual y, así como al hijo prodigo le fue, también vosotros sufriréis lo que él sufrió, él perdió todo, quería quitarle el alimento a los puercos, porque no tenía nada y así estaréis vosotros en poco tiempo, habréis perdido todo. Faltará lo más esencial, sufriréis, pero tal y como le pasó al hijo pródigo, no murió, sufrió, pero se acordó que tenía un padre amorosísimo y se encaminó nuevamente hacia él, a pedirle perdón y su ayuda y vosotros tendréis que comprender esto también. Yo no hubiera querido que pasara todo esto, pero seguís siendo necios. Vuestra vida es absurda, pudiendo haber tenido todos Mis cuidados y bellezas, Bendiciones y Gracias especiales, habéis despreciado todo esto que venía de Mí, preferisteis hacer vuestra propia vida y ahora veis lo que está sucediendo a vuestro alrededor y esto es el resultado de vuestro libertinaje absurdo. Vivir para el mundo, es vivir para satanás y nunca os va a dejar algo bueno.

Tendréis dolores inimaginables, pero os los merecéis, porque eso buscasteis y los encontrasteis. Serán dolores que os harán madurar y os harán regresar a la Casa Paterna, si realmente hay humildad en vuestro corazón, porque las almas soberbias, aún a pesar de que hayan caído no se arrepienten y prefieren seguir tercamente en el camino del mal y mueren eternamente por su pecado.

Espero, Mis pequeños, que seáis como el hijo pródigo, que haya humildad en vuestro corazón, que aceptéis vuestro error, que entendáis Mi Misericordia Infinita para con todos vosotros y sabed que Yo estoy a las Puertas del Reino esperándoos a todos vosotros, para que recuperéis vuestra dignidad de hijos de Dios. Llenaos pues de ésa humildad santa que necesitaréis para recuperar la vida que Yo os doy, la cual valoraréis muchísimo más cuando la recuperéis. Os amo inmensamente, Mis pequeños, venid a Mí y unid por fin ésa voz, que sea mundial, en donde Me pidáis Mi Regreso, Mi Misericordia y Mi Perdón.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Por qué no tenéis un tiempo para Mí, dentro de vuestro tiempo de todos los días?
Hijitos Míos, muchos de vosotros sois personas bien organizadas y, en general, aquellos de vosotros que trabajáis, estudiáis o tenéis compromisos en la vida, aprendéis a organizar vuestro tiempo y, además, esto es necesario para que todo corra bien a lo largo del día y cumpláis, con todo lo que tenéis que hacer, correctamente. Pero veo que es una pequeña minoría en la cual, dentro de sus planes diarios, hay un tiempo para Mí, vuestro Dios.

¿Por qué sois tan poco agradecidos, Mis pequeños? Humanamente, cuando recibís un bien de algún hermano vuestro, agradecéis lo que se os da y por un tiempo os mantenéis agradecidos hacia ellos porque, cuando recibís un bien, vosotros le sacaréis un bien mayor, generalmente hablando.

¿Por qué Yo no recibo, entonces, un agradecimiento de parte vuestra si de Mí, vuestro Dios, recibís todo? Primeramente el don de la vida, luego cuidados espirituales, materiales. Os doy una familia, os doy hermanos que os cuidan y os guían. Velo por vuestros alimentos y por vuestras necesidades diarias y, todo eso viene de Mí. Vosotros sentís que son vuestros padres los que os dan el alimento, el cuidado, el hogar, pero es Mi Providencia Divina, la que está dándoos todo lo que tenéis, tanto en lo material como en lo espiritual. ¿Por qué no entendéis esto, Mis pequeños?, ¿acaso os cuesta mucho trabajo entenderlo? Entiendo que vuestra Fe ya es muy pobre, pero Mi Santo Espíritu, en vuestro interior, siempre os indica la Verdad y ésta, Mi Verdad, la tenéis todos vosotros y tarde ó temprano la reconocéis y reconocéis que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os está cuidando y os está proveyendo de todo, entonces, ¿por qué no tenéis un tiempo para Mí, dentro de vuestro tiempo de todos los días?

Entended, y esto entendedlo en el Amor, no por obligación, porque no Me gusta hablar de obligación, sobre todo cuando se trata de agradecer y de amar. Cuando vosotros agradecéis de corazón, de todo lo que Yo os doy todos los días, Yo Me derramo en más Bendiciones sobre vosotros, porque el hecho de reconocer que os estoy dando algo, ya con ello os acordáis de Mí, Me tomáis en cuenta, vivo en vuestro tiempo, os dais un tiempo para reflexionar en Mí y en Mis bienes que recibís y, mientras más agradezcáis, más Me derramaré sobre vosotros. Pero debéis entender, Mis pequeños, que esto lo debéis hacer desde lo más profundo de vuestro corazón, con un agradecimiento sincero y no obligado, Yo no quiero un “gracias” de obligación, porque si estáis gozando de los bienes que Yo os doy, también debéis gozar ése “gracias” dicho desde lo más profundo de vuestro corazón.

Soy más que un Padre, Soy más que un Amigo, por eso quiero que vuestro agradecimiento, aunque sea sencillo, pero que sea profundo y bello. DadMe vuestro tiempo, Mis pequeños, Me lo merezco, Yo os he creado y todo lo bueno que tenéis viene de Mí.

Sois pequeñitos, ciertamente, pero en ésa pequeñez que tenéis, un agradecimiento de corazón, es inmenso para Mí, es un regalo muy grande que Me hacéis. No os olvidéis pues, de Mí, vuestro Dios, porque si os he dado tanto, por lo menos merezco un “gracias” desde lo más profundo de vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Si hay almas malas, causarán maldad dentro de la Institución de la Iglesia, si son almas buenas, ayudarán a que se mantenga la santidad.
Hijitos Míos, el hecho de que Yo os permita conocer cosas que suceden a vuestro alrededor, que son nocivas para vosotros ó para las instituciones creadas, no es para que critiquéis, sino para que vosotros mismos intercedáis, mediante vuestra oración y donación, en sacrificios, penitencias, ayunos, para que se resuelva lo que Yo os estoy dejando conocer y que se está llevando incorrectamente.

Tenéis los gobiernos de la Tierra, que éstos se están dejando guiar por el mal. Ya desde la antigüedad os lo indicaba Mi Hijo en las Sagradas Escrituras, cómo los gobiernos se aprovechan de los ciudadanos y con injusticias se van quedando con sus bienes y, además, aplican las leyes arbitrariamente y se deshacen de aquellas personas que les puedan causar algún problema.

Esto, Mis pequeños, ha sucedido siempre, es el pecado del hombre, es la maldad a donde os ha llevado satanás. Si los gobiernos políticos, podríamos decir, están viviendo éstas injusticias y ésta maldad, además, ya declarada abiertamente y sin que podáis hacer algo, porque la corrupción ha llegado hasta los más altos niveles de los pueblos, de la misma forma os he dicho que Mi Iglesia sigue estando mal. Digo “sigue estando mal”, porque Mi Hijo Jesucristo, se dirigió a los escribas y fariseos, desde ése tiempo, y les llamaba “sepulcros blanqueados”. Han pasado los siglos y la Iglesia, que Mi Hijo fundó, sigue estando mal guiada, mal aprovechada, a pesar de que en sus dirigentes, algunos de ellos, a lo largo del tiempo, han sido nefastos para la Fe y para transmitir el Amor que dejó Mi Hijo, la promesa de Mi Hijo de que iba a subsistir hasta el fin del mundo, es la que la protege, pero de que Mi Iglesia tiene problemas y los tiene fuertes, es una realidad, Mis pequeños. Y os repito, esto os lo digo, no para que critiquéis, sino para que vosotros valoréis, también, vuestra posición que tenéis ante ella. ¿Sois parte de ésta corrupción o realmente estáis actuando en el Bien?

Cuando el alma se ha corrompido por el pecado, esté en donde esté, va a causar destrucción, separación, muerte, disolución. Si un alma está trabajando para el pueblo y, Me refiero a los gobiernos de los pueblos, si ella es corrupta y mala, en su puesto mantendrá ésa corrupción y ésa maldad. Si ésa alma trabaja para el gobierno religioso, o sea, Mi Iglesia, ésas almas corruptas también llevarán destrucción, maldad y separación también dentro de Mi Iglesia.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que os deis cuenta de que la raíz del mal está en el corazón de cada uno de vosotros y no en las instituciones en sí. Y Me dirijo más hacia la Iglesia fundada por Mi Hijo, la Institución fue creada Santa y además porque Mi Espíritu Santo la guía, pero son las almas, ya sean ministros sacerdotales, religiosos o laicos, son los que van a afectar la institución. Si hay almas malas, causarán maldad dentro de la Institución de la Iglesia, si son almas buenas, ayudarán a que se mantenga la santidad.

Orad pues, Mis pequeños, tanto por vuestras almas, por la de vuestros hermanos, que están en puestos claves, tanto del gobierno de la Iglesia, como del gobierno político y social, porque sois vosotros los que corrompéis lo que bueno se ha creado, es vuestro pecado lo que destruye, es vuestra maldad la que deshace todo lo bueno que se os ha dado.

Esto os lo digo para que no generalicéis, para que no digáis que todo está mal, que tal o cual institución o Mi Iglesia está mal en general, son individuos los que echan a perder la Institución. Esto vedlo en vuestro cuerpo, si tuvisteis una herida en un pié, en una mano, en vuestra cabeza o en alguna otra zona de vuestro cuerpo, no porque tengáis ése mal, todo vuestro organismo está enfermo, a menos de que sea una infección muy grave y generalizada, que es a donde estáis llegando ya, Mis pequeños, en el mundo.

Tened cuidado pues de que la enfermedad, o sea el pecado de todos vosotros, no afecte en alto grado a las instituciones creadas y, especialmente a Mi Iglesia, porque es cuando ya sufriréis la caída de ellas y vuestro sufrimiento será inmenso. Tened cuidado, Mis pequeños, os amo.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo paso por vuestra vida en múltiples formas, sin importar en donde estéis o como seáis o a qué os dediquéis, siempre voy a pasar junto a vosotros.
Hijitos Míos, de alguna forma vosotros habéis tenido la experiencia, ya sea viviéndolo personalmente o viéndolo en algún lado, cómo son las tempestades en mar abierto. Ciertamente no quisierais estar ahí, veis cómo los barcos, lanchas ó aún grandes embarcaciones se mueven ante ésas olas inmensas y éstas, en cualquier momento, pueden voltear la nave y causar un desastre grave en la tripulación.

Vosotros cuando veis ésta situación, os llenáis también de temor, es cuando veis que ésa fuerza poderosa del mar y de los vientos, pueden causar grandes estragos, aún en embarcaciones inmensas, a tal grado de que llegan a partirlas en dos y mueren todos los pasajeros.

Imaginad por un momento en que vosotros estáis en una embarcación, estáis en medio del mar, están las olas encrespadas y estáis a punto de sucumbir. Pero de repente pasa una embarcación que os llama a que vayáis a ella y ésta embarcación no está sufriendo ningún tipo de afectación por el temporal, inmediatamente vais hacia ésa embarcación y aprovecháis la ayuda que se os está dando. Esto os lo digo, Mis pequeños, para ejemplificarlos, a todos vosotros, lo que está sufriendo ahora la humanidad a nivel espiritual. Satanás os ha llevado a un mal tan grande, que estáis viviendo en ése oleaje tan revuelto, tan grave, la embarcación sois vosotros, vuestra alma está a punto de ahogarse, realmente la estáis pasando muy mal, vosotros estáis en una tempestad espiritual tremenda, todo a vuestro alrededor es una tormenta, todo está obscuro, todo se mueve en diferentes formas, todo está revuelto, no hay paz a vuestro alrededor. Pero es cuando entro Yo en acción, cuando Me encontráis a Mí y Yo paso por vuestra vida en múltiples formas, sin importar en donde estéis o como seáis o a qué os dediquéis, siempre voy a pasar junto a vosotros y llevaré vuestra alma hacia la paz y, a pesar de lo revuelto que esté vuestra vida, habrá un momento en que vosotros sintáis ésa paz y ahí estoy Yo, Mis pequeños, y os llamo y si venís a Mí Yo os tomaré, subiréis a Mi Barca y os llevaré por caminos seguros en un mar calmado, para que ya no tengáis la posibilidad de morir en ésa tempestad que os rodea.

A todos vosotros, a lo largo de vuestra vida, en diferentes épocas de vuestra vida, Yo Me presento y os llamo. Venid pues a Mí, Mis pequeños, os quiero salvar, no quiero que os ahoguéis, no quiero que perdáis la vida en la tormenta, quiero que vengáis a Mí, que estéis primeramente en paz, que estéis en armonía Conmigo, con vuestro Dios. Que vayamos por mares tranquilos y bellos y ya, dentro de ésa calma, dentro de ésa paz, podáis vosotros pensar correctamente, que tengáis un discernimiento correcto y verdadero y luego decidáis si queréis seguir Conmigo o regresar a la tempestad. Tenéis el libre albedrío, os he tomado, estáis ahora Conmigo, estáis en paz, estáis cubiertos con Mi Amor y con Mis Bendiciones, ¿queréis seguir Conmigo y tener un futuro cierto, bello y verdadero? ¿U os queréis regresar a tener en vuestra vida ésa tempestad, en donde no sabéis en qué momento vuestra barca se va a voltear y os vais a hundir junto con ella?

Escoged pues, Mis pequeños, os doy la opción de tener una vida bella, una vida segura estando Conmigo o por el otro lado, podéis escoger a dónde satanás os quiere llevar para destruiros, que ésa es la tempestad en la vida del hombre. Vosotros escogéis, sois libres.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Es una mentira cuando se habla de que Yo no os escucho, Yo siempre escucho a Mi creatura, pues vivo dentro de ella.
Os he enseñado Yo, Mis pequeños, que para que haya un verdadero cambio en el mundo, debéis empezar por vosotros mismos. No señalar a vuestros hermanos, pero sí orar fuertemente por ellos e ir cambiándoles su manera de pensar cuando vean actuar correctamente a cada uno de vosotros en vuestras propias vidas. No podéis exigir un cambio en los demás, cuando vosotros mismos sois causa de ésa maldad o de ésa corrupción.

Ciertamente os he dicho que es difícil que os quitéis ése “yo” interior. Es muy fácil criticar o hablar del hermano pero, ¿cuándo vais a empezar a criticar vuestro propio “yo” y cuándo lo vais a empezar a cambiar para que seáis ésos Cristos que necesito que caminen nuevamente sobre la Tierra?

Sabéis que vuestros hijos pequeñitos empiezan a actuar y a tomar modelo de vosotros, sus padres. Tarde o temprano hablarán de la forma como los padres hablan, actuarán de la forma como ellos actúan, pensarán similar también a ellos. Si vuestros hijos aprenden de vosotros, también las almas, allegadas a vosotros, aprenden de la forma de ser y pensar de cada uno de vosotros. ¿Hasta dónde realmente habéis influido a obrar en el mal de los que os rodean o a obrar en el bien, también en ellos? Es algo en donde vosotros mismos debéis  entrar a meditar en vuestro corazón porque, como os dije, es muy fácil criticar al hermano, pero no os criticáis a vosotros mismos. Ciertamente todos vosotros tenéis errores y aciertos, pero ¿qué porcentaje de cada uno de ellos hacen vuestra vida?

Debéis buscar la perfección, como Yo, vuestro Padre, Soy Perfecto y el hijo se tiene que asemejar al Padre, así que todos vosotros, por obligación, estáis llamados a la perfección, porque si vais a regresar a vuestro Hogar Eterno, Yo no puedo permitir la entrada a almas corruptas, malas, afectadas por el pecado y que se quieran mantener en el pecado, porque hay almas afectadas por el pecado que se arrepienten y empiezan a vivir una vida de Gracia, ésas son las almas que Yo necesito. Si ciertamente cayeron, que no queden destruidas sin querer levantarse, al contrario, las almas inteligentes y sabias, saben que pueden contar Conmigo para levantarse nuevamente después del pecado cometido y que Yo les voy a dar lo necesario para que alcancen su perfección.

No dudéis, Mis pequeños, de todas, Mis Promesas y Bendiciones, Yo Soy vuestro Dios y tengo tantos regalos que darle a cada una de Mis almas creadas, que sois todos vosotros. Pero eso ya depende de vosotros. Si queréis venir a Mí y pedirMe lo necesario para vuestro crecimiento ó vais a dejar pasar la oportunidad de ser mejores y preferiréis seguir viviendo vuestra propia vida en el mundo y, obviamente, cayendo constantemente por vuestra negligencia y tontería, por no tomar los regalos que Yo os doy.

Sabed pues, Mis pequeños, que en todo momento contáis Conmigo, con vuestro Dios, Yo no Me doy tiempos de descanso en donde no os puedo atender, en cualquier momento podéis venir a Mí y siempre os estaré escuchando y siempre dispuesto a ayudaros en todo lo que necesitéis. Es una mentira cuando se habla de que Yo no os escucho, Yo siempre escucho a Mi creatura, pues vivo dentro de ella, vosotros no tenéis ésa confianza de hijos para hablar Conmigo, vuestro Padre, vosotros sois los que falláis y los que dudáis, Yo siempre os estoy esperando. Contad Conmigo en cualquier momento Mis pequeños, contad siempre con Mi Amor. Os amo, Mis pequeños y os Bendigo.
Gracias, Mis pequeños.