Oct 24_98 El Mundo necesita un cambio, el Mundo necesita Amor.

Mensaje.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

 

Hijo Mío, escribe. El Mundo necesita un cambio, el Mundo necesita Amor.

¿No os dáis cuenta del error en el que estáis inmersos? ¿No os dáis cuenta de que vais directamente al despeñadero? ¿No os dáis cuenta de que Yo ya no valgo nada para la mayoría de vosotros? Yo, Vuestro Dios, apartado de vuestras mentes y de vuestros corazones. Los Ángeles se entristecen, los Santos oran por vosotros y tratan de consolarMe nuevamente. Mi Agonía en el Huerto era éste, veros a todos vosotros caminar errantes, caminar sin rumbo fijo, caminar vacíos, sin amor.

Sin Mí Amor no sóis nada, es Mí Esencia Divina puesta en vuestros corazones, es Mí Vida misma la que late en vosotros y aún así no le hacéis caso. Tenéis Mí Divinidad, Mí Santo Espíritu viviendo en vosotros desde vuestra concepción. Es Mí Vida la que quiere y desea vivir en vosotros, ciegos a la Gracia Divina, sordos a Mis Lamentos, no Me dejáis vivir, no Me dejáis actuar, no Me dejáis salvar, porque vuestra mente y vuestro corazón han preferido ídolos del mundo y no la Supremacía y Divinidad de Vuestro Dios y Creador.

¡Oh!, hijos Míos, cuánto mal recibo de la mayoría de vosotros acá en el Cielo, en vez de recibir holocaustos de Amor, piedad Divina, agradecimientos de Corazón, recibo blasfemia, inmundicia, maldad, error, muerte y destrucción de vuestros corazones.

Yo que Me he dado en totalidad, que les he dejado una doctrina de Amor y con ella el gozo eterno. Yo que he visto por cada uno de vosotros desde el momento mismo de vuestra concepción, que os he cuidado a pesar del mal comportamiento hacia Mí, Vuestro Dios. Que no os ha faltado lo más necesario para vivir y aún algunos, hasta de sobra han tenido, con la idea de que brotara de vuestros corazones la caridad hacia vuestros hermanos. Yo, que os he procurado el amor entre vosotros, porque aún siendo malos, he permitido os uniérais en matrimonio y sintiérais el amor de pareja, el amor de hacia vuestros bebés, el gozo de sus sonrisitas. Os he dado la oportunidad de verMe en ellos que vuestro corazón recapacitara y dedujera de dónde podrá provenir ése amor que sale de vuestro corazón duro hacía ellos y aún así, vuestros corazones se mantienen duros y atacantes a la Fuente Viva del Amor, que Soy Yo.

¿Hasta cuándo hijitos Míos váis a reaccionar? El maligno se está adueñ ando de vuestro Mundo, porque se los estáis permitiendo. Él está cambiando las estaciones y los climas para destruíros y para destruir todo lo creado y vosotros impávidos y como estatuas, sin sentimientos y sin cordura, os la pasáis como espectadores de un mundo que se destruye en el odio y la violencia, en el mal y en la corrupción de cuerpos y almas y no os dáis cuenta de los signos de los tiempos anunciados por Mí y por Mis Profetas desde la antigüedad. Mí misma Madre, la Siempre Virgen María, os ha estado llamando en múltiples apariciones a la conversión y hacia un cambio radical de vida en el Amor, y ¿qué hacéis vosotros? Vuestro corazón se ha endurecido como piedra, pero piedra de mal, que sólo ha servido para construir un templo a la maldad y al error. Ya no se puede contar con vosotros, como piedra firme y digna de construir templos vivos de Amor a vuestro Dios. Estáis construyendo vuestra propia destrucción, puesto que al idolatrar al mal, recibiréis como paga las consecuencias del mismo y vosotros las conocéis en las Sagradas Escrituras. Lo que el mal produce y ahora lo estáis viviendo y lo váis a sufrir, es sólo destrucción, el mal es muerte, el mal es odio entre hermanos, el mal es odio hacia Mí, hacia vuestro Dios. Esto es lo que estáis viviendo porque lo habéis procurado, lo consentís y lo buscáis y lo peor de todo, es que luego me lo reclamáis a Mí, siendo que de Mí sólo puede haber bien, amor, unión, vida. ¡No, hijitos Míos! El mal y vuestra destrucción actual, os la estáis ganando vosotros mismo por haberMe dado la espalda, por haber escogido un ídolo de maldad, por haber preferido al mundo y lo malo que hay en él, en vez de tomarMe a Mí, que habito en vuestro corazón, a abrirMe las puertas del mismo y a escuchar Mis Palabras y Mí Vida de Amor.

Aún hay tiempo para vuestro cambio y para salvar a muchas almas de su destrucción y muerte eterna y eso sólo lo lograréis regresando a Mí, orando Conmigo, viviendo Conmigo, con vuestras penitencias y ayunos, con vuestro amor fraternal, Deberéis dejarMe actuar PLENAMENTE en vuestras vidas, para que brote MÍ YO de vosotros y no vuestra soberbia, vuestra maldad, vuestro egoísmo. Solamente haciendo a un lado vuestra voluntad caída en el pecado y dejando que Mí Ser fluya a través vuestro, es como se logrará el Gran Cambio.

No esperéis a que los acontecimientos se hagan desesperantes, no esperéis a que no encontréis salida alguna a la solución de los problemas que os aquejen y que serán más graves a medida que el tiempo pase.

El Amor, Mí Amor, no vuestro amor miserable y caído en las garras de la impureza del mal, es el único que puede salvaros y salvar a vuestro mundo.

Ved, hijitos Míos, ved como os busco y os procuro bienestar en todo momento, ved como os quiero salvar de vuestra miseria y de vuestra caída, ved cuánto os amo y os seguiré amando, aún cuando Me sigáis abofeteando estando clavado en la Cruz de la Salvación. Mí Sangre aún está fresca y viva, para ser tomada para la purificación de vuestros pecados y de vuestra vida pasada.

Tenéis ahora una gran responsabilidad, vinisteis a la Tierra a servirMe y a traer AMOR a los vuestros, y no estáis cumpliendo con vuestra promesa. Yo os trato de estrechar íntimamente a Mí Corazón y vosotros Me rechazáis y os queréis apartar de Mí. No aceptáis Mis Caricias y Mis Consentimientos que os doy cuando sóis Míos. Si el mal prosigue en vuestro mundo, en vosotros, recordad que no es por Mí culpa, sino porque vosotros lo atraéis a vosotros mismos y a vuestro mundo, porque así lo estáis procurando con vuestras acciones y por vuestra aceptación al mal.

Vosotros tenéis ahora la respuesta a la pregunta que os estáis haciendo día con día al ver los cambios, en todos los niveles, que os están ocurriendo. El cambio a todo ello está en vuestra decisión, o me buscáis a Mí, para que con Mí Amor y con Mí Gracia venga el cambio, u os mantenéis en vuestro error y en vuestro pecado al darMe la espalda y así seguiréis padeciendo lo que el mal os procura por aceptarlo y alimentarlo.

Mí Amor quede con vosotros, hijitos Míos y os bendigo en Mí Santo Nombre, en el de Mí Hijo y en el del Santo Espíritu de Amor. La Mujer Vestida de Sol con la Luna bajo Sus pies, vencerá y pisará la cabeza de la serpiente del mal, de vosotros depende que esto se retrase o se adelante, hijitos Míos.

Reflexionad y cambiad, es para vuestro bien y para vuestro gozo eterno.