Oct 12_98 Tengo la Tarea Divina de rescataros de la inmundicia y del pecado.

Mensaje.

 

Mensaje de la Santísima Virgen María a J.V.

 

Javier, hijito Mío, las delicadezas de Mí Corazón, son excelsas. Yo os cuido y os protejo como joyas preciosas. Sóis regalos de Mí Señor, hacia Mí, Su Sierva.
 
Hijitos Míos, el mal os quiere destruir, Yo, Vuestra Madre Santísima, tengo la Tarea Divina de rescataros de la inmundicia y del pecado que el maligno os está inculcando. Su bestialidad en poco tiempo se mostrará a lo máximo, pero no temáis, Yo estaré con vosotros. Yo Soy la Mujer Vestida de Sol que aplastará la cabeza de satanás, él lo sabe y por eso ataca con furia a todo lo que es Mío y a los Míos, pero el Poder que viene de lo alto Me ha dado toda la fuerza para vencerlo, no temáis, Yo estoy con vosotros. El os ha estado tratando de engañar a través de todos lo tiempos. Los errores en los que la humanidad ha caído, por escucharlo, son ya demasiados y están llevándoos a la perdición de vuestros cuerpos y almas.

El mal no respeta ni respetará nada. Yo, Vuestra Madre Celestial, os he de guiar a lugares seguros. Deberéis profundizar en la oración, no le déis un valor superfluo a ella, es poderosísima. Vuestra oración, la cuál Yo tomaré, la purificaré y la levantaré en ofrenda, junto con la oración de Mí Hijo, para ayuda vuestra, de los vuestros y de todos vuestros hermanos que vivís ahora éstos momentos de cambio. No temáis, la Fuerza y el Poder de Vuestro Dios y Señor está con Nosotros.

La Sabiduría Eterna se mostrará y os mostrará vuestra pequeñez. Yo deseo llevaros a una santidad digna del Nuevo Reino, dejáos mover por Mí Ayuda y Mí Voluntad, que es la de Mí Señor y Mí Dios.

Hijitos Míos, Yo, Vuestra Madre, deseo hijos purificados en el Amor y para ello deberéis vivir en él. Apacentád el rebaño de Mí Hijo con vuestra propia vida volcada a los intereses celestiales. Varios de vosotros seréis nuevos guías de la Iglesia de Mí Hijo, dejád que la Gracia de Mí Esposo, el Santo Espíritu, fluya a través vuestro. Sus Potencialidades son máximas, son de Amor y Perfección. Un Nuevo Reino de Perfección se acerca y deberéis daros cuenta de que sóis pequeños y de que no podéis alcanzar esa perfección por vosotros mismos, necesitáis fuerza y guía de lo alto y para eso llego Yo, Vuestra Madre y Maestra, para guiar y educar la Nueva Estirpe del Amor. Seréis Nueva Estirpe, Nación Consagrada a Vuestro Dios y Señor, por quién se vive y por quién viene la Salvación a todos los pueblos de la Tierra. Viviréis eternamente agradecidos al ver las maravillas de Su Corazón, a la pequeñez del vuestro. Seréis colmados por Su Amor. Dejáos conducir y no os arrepentiréis.

Almas volcadas en la Virtud Yo deseo. Almas volcadas en la Voluntad Divina Yo busco. Almas donadas al Amor, Yo espero ver, para poderlas conducir hasta la Presencia Real de Nuestro Dios y Señor. Abandonáos perfectamente, como Yo Me abandoné a Mí Señor, con Fé, con Confianza, con Humildad y ya sabéis lo que Él hizo con Su Sierva, el regalo máximo de Si Amor que se desarrolló en Mí Vientre Virginal. Vuestra pequeña donación, de corazón y en plena confianza, será coronada con las riquezas del Amor de Vuestro Dios, las cuales no tienen par sobre la Tierra y son omnipotentes e inigualables.

Bendecid en todo momento a Vuestro Dios, alabádLo, agradecédLe porque os ha permitido vivir estos momentos de cambio, en los cuáles veréis Su Misericordia y Su Amor en pleno, en vuestras vidas y veréis maravillas a vuestros ojos que os harán ruborizar y humillar ante Su Poderío Divino. Sóis pequeños, comprendédlo, la Gracia sólo se puede manifestar en almas humildes. Vivíd la pequeñez del hijo que apenas dá los primeros pasos y que necesita la ayuda de sus padres para ser guiado. La gran mayoría de vosotros, apenas estáis dando los primeros pasos, dejáos guiar por Vuestra Madre para que Yo pueda hacer de vosotros joyas preciosas a los Ojos de Nuestro Padre y Me pueda enorgullecer de haberos preparado en el Amor y en la total donación de vuestra voluntad. Yo Soy Vuestra Madre, la Mujer Vestida de Sol con la Luna bajo Sus pies que vencerá a la serpiente antigua con la ayuda de Mis hijos, vosotros, Mis pequeños. La lucha se inicia para vencer al mal y para preparar el Reino de Mí Hijo. Confiad hijitos, confiad en Vuestra Madre. Una madre guía, protege y hasta dá su vida por sus hijos. Vivíd en Mí como Yo vivo en Mí Señor.

La Corona del Triunfo será puesta en vuestra cabeza, para coronar vuestra ayuda en el cumplimiento de la Palabra y en la ayuda a la llegada del Reino.

Mí Dios y Señor, Padre de todo lo creado, os bendiga; que Mí Hijo, bendición de Mí Dios y Señor, a Mí Corazón y a Mí Vientre Virginal, os bendiga y que Mí Esposo, el Santo Espíritu del Amor, la Sabiduría, la Palabra, el Amor, también os bendiga y recibíd, también de Mí, Vuestra Madre Celestial, Mis Bendiciones y Mí Ternura y preparád vuestra voluntad a una libre donación para ser guiados al triunfo de la Verdad y del Amor.