Abr 06_09 Estoy en el Huerto de los Olivos, estoy viendo la vida de cada uno de vosotros.

Rosario vespertino.

 

Temas:

  • Necesito regreséis a la inocencia virginal, pedidMe ésa Gracia, Mis pequeños, pedidMe ésa Gracia de la pequeñez espiritual.
  • En la Comunión de los Santos, Somos Bendecidos continuamente por Nuestro Dios, no os separéis.
  • Si dudáis de la Fuerza del Amor, quedáis desprotegidos, pedidMe Fe a prueba de todo, a prueba, hasta de vosotros mismos.
  • ¡Padre, sufro, pero quiero salvarlos!, ¡que no se pierdan, Padre, que no se pierdan!, ¡Me doy por ellos, dáMelos, dáMelos, Padre!
  • Este es tiempo de santidad, no desperdiciéis ésta oportunidad que muchas almas quisieron vivir y no se les concedió.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Necesito regreséis a la inocencia virginal, pedidMe ésa Gracia, Mis pequeños, pedidMe ésa Gracia de la pequeñez espiritual.
Hijitos Míos, necesito regreséis a la inocencia virginal, pedidMe ésa Gracia, Mis pequeños, pedidMe ésa Gracia de la pequeñez espiritual, de la pureza que debéis tener, de la inocencia que debéis mantener, para que podáis ser verdaderos instrumentos, sencillos y santos para Mí, vuestro Dios.

La soberbia atacará, pero si vosotros respondéis de la misma forma, seréis vencidos, porque satanás es la soberbia pura, es la maldad en su máxima expresión y vosotros no fuisteis creados para eso, para que os pusierais al “tú por tú” con aquél que es la maldad.

Por eso os estoy pidiendo que Me pidáis ésa inocencia virginal, porque con ella, así, en pequeñez, en humildad, es como le vais a vencer fácilmente. Mientras él os ataque fuertemente con su grosería, con su maldad, con su envidia vosotros, al contraatacar con pequeñez, con humildad, con virtud y con amor, es como no os va a poder vencer.

Recordad las tentaciones en el desierto que tuvo Mi Hijo, Él, siendo Dios, pudo haberla eliminado inmediatamente, pero se mantuvo en Virtud, en sencillez, en Sabiduría y así pudo vencer fácilmente a satanás, a pesar de su insistencia para que cayera en la tentación.

No hay nada más grande, Mis hijos, que el ser pequeñitos. Se os ha dado mucha enseñanza sobre esto, pero os envanecéis fácilmente, tenéis que recordad que no sois nada y, partid de ésta premisa, no sois nada, sois polvo, sois pequeñitos y cuando vais creciendo en Sabiduría, es cuando vais entendiendo el por qué Yo os estoy pidiendo esto, el por qué os pido la pequeñez. Ved el ejemplo que os dejó Mi Hijo, desde la Concepción en el Vientre de María, se hizo pequeñito, esperó todo el embarazo normal del ser humano y aceptó la condición humana, para que vosotros aprendierais de todo un Dios. Os dejó enseñanzas de Amor, de donación, de Sabiduría, de Vida en Virtud y es a través de Su Persona y de Su ejemplo, con lo que vosotros crecéis y alcanzáis la santidad en vuestra vida.

No os envanezcáis, Mis pequeños, en ningún momento, si Yo he permitido que vosotros tengáis tal ó cual don, recordad que los dones son para trabajar para vuestros hermanos, los dones son para servir a vuestros hermanos y ahí es donde vosotros debéis estar concientes de vuestra condición de hijos de Dios. Ser servidores, ser siervos y nunca ser amos de vuestros hermanos.

Si vosotros entendéis esto, Mis pequeños, podréis ser verdadero ejemplo de vuestros hermanos, podréis ser verdaderos guías, en estos momentos de tribulación, podréis ser Luz en estos tiempos de tinieblas.

Comprended, Mis pequeños, que os estoy llevando a una situación de perfección, no os dejéis contaminar por los ataques de satanás.

Os amo, Mis pequeños, y espero entendáis ésta lección que tanto se os ha repetido y que en breve la deberéis vivir ante los acontecimientos que se darán. Vivid sencillamente, vivid para servirMe, vivid para que vuestros hermanos recuperen la Vida, que muchos de ellos han perdido. Os amo, Mis pequeños, os llevo en el Corazón, os conozco a la perfección y estad seguros, Mis pequeños, que os voy a ir guiando, protegiendo, llevando de la mano, a donde Yo os quiera llevar para protegeros, ó para que, al ser instrumentos Míos, podáis hacer lo que Mi Hijo haría en estos tiempos. Estáis en una misión muy grande y especial para estos tiempos. No todos, de vuestros hermanos, fueron escogidos para tener la información y Mis Bendiciones que vosotros tenéis, sed concientes de esto.

Recibid Mis Bendiciones, Mi protección, pero sobre todo, Mi Amor, para que aquél que es el odio y la maldad, no os pueda tocar y menos destruir. Os amo, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María
Sobre: En la Comunión de los Santos, Somos Bendecidos continuamente por Nuestro Dios, no os separéis.
(Lenguas…) Yo Soy la Siempre Virgen María, éstos son Mis tiempos, Mis pequeños, éstos son los tiempos de la Gran Lucha, éstos son los tiempos en que Yo venceré a satanás y a sus secuaces. Estos son tiempos en que la Gloria de Mi Señor se volverá a ver, en donde, aquellas almas escogidas, gozarán plenamente del Amor de Nuestro Dios. Estos son los tiempos del premio a las almas que se mantuvieron fieles, a pesar del ataque fuerte de satanás, que se mantuvieron bajo los Designios Divinos y cumpliendo con Sus Leyes y Decretos. Estos son tiempos de gran lucha espiritual, Mis pequeños y que el mismo satanás os tratará de envolver en sus mentiras para que vosotros caigáis en pecado por conveniencia, haciéndoos creer que es tiempo en el que vosotros podréis hacer lo que queráis, sin tener temor a estar pecando. A eso os está llevando la serpiente antigua, aquél que os quiere separar de la Gracia y del Amor de Nuestro Dios.

Sí, Mis pequeños, éstos son tiempos de gran maldad que ya estáis viendo a vuestro alrededor y que ésta maldad está haciendo caer a muchos que se sentían justos ó que se querían mantener bajo los Preceptos Divinos. Debéis tener mucho cuidado, Mis pequeños, porque si sois lo suficientemente humildes, deberéis reconocer que vuestra carne es débil y que no habéis buscado tampoco las virtudes ni la Sabiduría para crecer a altos niveles.

Sí, Mis pequeños, habéis hecho a un lado los valores Divinos para llenaros de los valores humanos, los cuales os traicionan y se vuelven un peso muy grande que arrastráis, que os detiene y que no os permite avanzar para vuestra santidad, a donde estáis llamados todos vosotros. Sí, Mis pequeños, todos vosotros.

Es tiempo en que vosotros os introduzcáis a vuestro corazón, que pidáis ayuda a Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor, para que os haga ver la realidad de vuestra vida interior, para que os haga ver, correctamente, cómo vuestros pecados dañaron a Nuestro Dios.

Son tiempos de gran tribulación y sentís ésta tribulación a vuestro alrededor por la forma en que se comportan vuestros hermanos que se han llenado de error y de pecado en sus vidas. ¡Cuántos, cuántos de vuestros hermanos se perderán eternamente! y todo porque no hubo humildad ni sabiduría suficientes como para reconocer el mal estado de su alma. Todos vosotros tenéis un tiempo para arrepentimiento de corazón, se os da la oportunidad, aún en los últimos momentos de vuestra vida, para que os reconozcáis pecadores y sobre todo, hijos que no quisieron seguir la Voluntad del Padre. ¡Cuánta tristeza se vive en las almas en el Reino de los Cielos, porque ven muchas almas necias, sucias, pero sobre todo, tercas, por no querer llevar a cabo un cambio en su vida! Desperdiciáis mucho tiempo, Mis pequeños y por ése tiempo desperdiciado, por vuestra falta de oración, muchas almas se pierden.

Recordad que estando en la Comunión de los Santos, como estáis, recibís por un lado Bendiciones de almas que no conocéis, pero también vuestra oración llega a otras almas, ellas obtendrán su sanación, puede ser de cuerpo, puede ser de alma, pero deberéis estar concientes, Mis pequeños, de que vuestras oraciones os están cuidando, os están sanando, os están santificando y esto es porque vivís en el Amor. Sí, al estar viviendo en la Comunión de los Santos, ésa es la principal finalidad de todas las almas, que os llenéis del Amor Verdadero de Nuestro Dios, que os cuidéis los unos a los otros, aún sin conoceros, pero sabiendo que vuestra oración, hecha de corazón y el ofrecimiento de vuestras oraciones, de vuestra vida, de vuestras Comuniones, de la aceptación de vuestra misión aquí en la Tierra, sea muy importante ó sea pequeñita, pero hecha con amor, siempre, siempre va a ayudar a que las almas crezcan, a que las almas se sanen y a que obtengáis Bendiciones inmensas y todo por vivir en el Amor, Mis pequeños.

Nunca os separéis del Amor de Nuestro Dios, Mis pequeños y vuestra vida estará segura para la eternidad.

Os Bendigo, Mis pequeños, tomaos de Mi Mano, éstos son Mis tiempos, Yo estoy con vosotros, pero Yo quiero que vosotros nunca os separéis de Mí, vuestra Madre. Estando en Vida Divina, todos Nosotros, en la Comunión de los Santos, Somos Bendecidos continuamente por Nuestro Dios, no os separéis, Mis pequeños, éstos son momentos de unión, de unión perfecta en el Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Si dudáis de la Fuerza del Amor, quedáis desprotegidos, pedidMe Fe a prueba de todo, a prueba, hasta de vosotros mismos.
Hijitos Míos, se os ha dado toda una Evangelización de Amor, porque con el Amor quedáis protegidos y con el Amor podréis luchar contra el odio y la maldad de satanás.

Mis Palabras siempre han sido de Amor, Soy un Dios de Amor y quiero que vosotros regreséis al Reino del Amor. Para esto, vosotros deberéis apartar, principalmente, de vuestro interior, todo aquello que no os lleve al Verdadero Amor. Ya habéis sido preparados, habéis crecido en lo que es Mi Amor, no los amoríos del mundo, pecaminosos y destructivos, sino Mi Verdadero Amor, que os hace crecer inmensamente grandes y que os lleva a una perfección a la cual ni siquiera os habíais imaginado que pudierais haber tenido, pero todavía os falta, Mis pequeños.

Esta gran batalla que se os avecina, es la Gran Lucha del Amor contra el odio y la maldad. Con Mi Amor, dentro de vuestro corazón, deberéis vencer fácilmente a los ataques de satanás.

Sí, Mis pequeños, tenéis vida y Vida Divina en vosotros, porque el Amor, Mi Amor Verdadero, os da ésa Vida tan especial, tan grande que satanás la envidia, porque él la perdió y, por ésa envidia, es por lo que os ataca tanto. No deberéis temer, Mis pequeños, a los ataques que tendréis, porque satanás ya no cuenta con el Amor y él sabe que las almas protegidas con el Amor son invencibles. Vuestra duda es lo único que puede hacer que vosotros caigáis. Tenéis un poder grande con Mi Amor, pero si dudáis de la Fuerza del Amor, quedáis desprotegidos, pedidMe Fe a prueba de todo, a prueba, hasta de vosotros mismos, de vuestras dudas, de vuestra incomprensión.

Sí, porque no comprendéis lo que significa una verdadera Fe en el hombre. Tenéis Sabiduría Santa acerca de la Fe, en las Sagradas Escrituras y podéis hacer grandes cosas con la Fe, pero vosotros mismos sois vuestros propios enemigos, porque no confiáis, plenamente, en todo lo que se os ha dado. Todavía dudáis mucho de toda la Sabiduría que se os ha proporcionado. Aceptáis más fácil la maldad y confiáis más en la gravedad de la maldad, en lugar de confiar en todo lo que puede hacer la Bondad por vosotros y por vuestros hermanos. Os asustáis con la maldad y no confiáis en la Bondad, en Mi Amor. Por eso os pido nuevamente, ser pequeñitos. Los niños pequeños se dan perfectamente a sus padres y confían en ellos, porque perciben su amor, se escudan bajo su protección amorosa y saben que ellos los pueden proteger de cualquier mal.

Ciertamente los padres están Conmigo y están pidiéndoMe a Mí por sus hijos, pero ésta es toda una cadena, Mis pequeños, una cadena de confianza en Mi Amor, en Mi Protección, en Mi Vida en vosotros.

Los años os debieran dar más madurez en el Amor, en la Fe, en las Virtudes pero, en muchos de vosotros, parece que es al revés, vais decreciendo en todo lo bello, en todo lo santo y vais dejando entrar a vuestro corazón la maldad de satanás y así es como vais quedando desprotegidos y a merced de su maldad destructiva.

Regresad pues a Mí, Mis pequeños, y pedidMe lo que necesitaréis para éstos tiempos de gran lucha espiritual pero, sobre todo, para vuestra lucha personal y en vuestro interior, por vuestras dudas, por vuestra negligencia, por vuestros temores, por vuestra falta de esperanza, porque no confiáis en Mí, vuestro Dios. Hacéis a un lado todas las Enseñanzas que se os han dado y no comprendéis ó no queréis comprender, que estáis llamados a cosas grandes, pero vosotros mismos limitáis todas estas bellezas por vuestras faltas de confianza y de Fe hacía Mí, vuestro Dios.

Dejaos mover por Mi Voluntad y ya no por la vuestra. Dejad que Mi Santo Espíritu os transforme, Mis pequeños, pedídMelo. Os he dicho que estaréis pronto en el campo de batalla, pero en la batalla más fuerte que os podáis imaginar. Os estoy tratando de equipar perfectamente, para que os podáis defender de los ataques de satanás, vuestro enemigo.

Comprended vuestra situación real, es grave, Mis pequeños, no minimicéis los acontecimientos y no luchéis solos. LlevadMe siempre en vuestro corazón, para que podamos vencer unidos. Yo os daré la Fortaleza, os daré la Sabiduría, os daré el Amor, os daré lo necesario, para que vosotros venzáis al enemigo en Mi Nombre, pero venceréis por Mí y no por vosotros mismos, esto entendedlo bien, Mis pequeños. Seré Yo, a través de vosotros, todo el tiempo. Por eso quiero docilidad total, entrega total y así venceremos y vendrá por fin el Reino prometido, que gozaréis Conmigo eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: ¡Padre, sufro, pero quiero salvarlos!, ¡que no se pierdan, Padre, que no se pierdan!, ¡Me doy por ellos, dáMelos, dáMelos, Padre!
Hijitos Míos, mucho Me habéis costado, heme aquí, a vuestro lado. Estoy en el Huerto de los Olivos, estoy viendo la vida de cada uno de vosotros. Me alegro con vuestros aciertos, Me alegro con vuestro Amor, Me alegro cuando os parecéis a Mí, vuestro Hermano, vuestro Dios.

Mucho peso Me quitáis cuando estáis Conmigo, cuando comprendéis ó tratáis de comprender Mi Donación por vosotros, el por qué de Mi Vida sobre la Tierra, el por qué de Mis Enseñanzas, el por qué de Mi Muerte y Resurrección. Todavía, para muchos de vuestros hermanos, Soy el Desconocido, el Incomprendido, el Loco, el Loco de un Amor que no acaban de comprender. Lloro vuestros pecados, lloro vuestra falta de amor, sufro por vuestro dolor, sufro por vuestra condenación. Lloro porque, a pesar de Mis Dolores y de Mi Donación, muchos os condenaréis.

Ciertamente estoy aquí con sentimientos encontrados, por un lado, gozo el amor de los que son fieles a Mi Amor y, por otro lado, sufro el odio de aquellos que han escogido el mal y que, aún a pesar de ello, Mi Sangre se sigue derramando por vosotros y por vuestra salvación, pero Mis Ruegos no son atendidos por vuestro corazón. Es tal Mi Sufrimiento (Lenguas…) que Mi agonía y los dolores se Me presentan ya. En éstos momentos, son tormentos por Mi Amor, (Lenguas…) Sudo Sangre, la Sangre que es para vosotros sanación y no hace mella en vuestro corazón ni en vuestra vida, lágrimas desperdiciadas, porque no os movéis en compasión por vuestro Dios, ni a arrepentimiento por vuestros pecados.

¡Padre, sufro, pero quiero salvarlos!, ¡que no se pierdan, Padre, que no se pierdan!, ¡Me doy por ellos, dáMelos, dáMelos, Padre! ¡Es Mi Sangre, es Mi Vida, Soy Tu Hijo, que no se pierdan Padre, Tu Amor todo lo puede, son Tuyos, Yo en Ti, dáMelos, déjaMe insistir, déjaMe Morir por ellos! (Lenguas…) ¡Piedad, piedad, Padre! ¡TómaMe, tómaMe por la vida de ellos, déjaMe sufrir por su salvación, déjaMe verter Mis lágrimas por sus pecados, déjaMe Morir para darles Vida!
Gracias, Padre, gracias, Padre.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Este es tiempo de santidad, no desperdiciéis ésta oportunidad que muchas almas quisieron vivir y no se les concedió.
Daos cuenta, Mis pequeños que, lo único que quiero para vosotros, es que regreséis al Verdadero Amor. Yo Soy el Amor, vosotros sois Míos y deberéis ser también Verdadero Amor. Así, sencillamente, almas llenas de Amor.

Tenéis Sabiduría en el Amor, tenéis enseñanzas vivas en el Amor, tenéis ejemplos vastos de vida en el Amor y Milagros de Amor, realizados por almas llenas de Mi Amor, a través de las cuales Me puedo manifestar a los hombres. Las almas que se han llenado de Mi Amor, son regaladas con manifestaciones Mías en el Amor.

Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que aquellos que no están buscando el Amor, se están perdiendo de tantas situaciones bellísimas en su vida y esto lo conocen bien las almas místicas, las almas entregadas, las almas sencillas, las almas infantiles. Dad amor y recibiréis mucho más del que dais. Dad, dad a manos llenas del amor que tengáis dentro de vuestro ser y recibiréis Mi Presencia en vosotros.

¿Qué más puede pedir un alma, que convivir perfectamente con su Dios? Ésa es vuestra perfección en el Amor, ése es el regalo más grande de las almas olvidadas de sí mismas, el tenerMe a Mí, vuestro Dios y gozarMe en pleno.

Desperdiciáis vuestro tiempo, desperdiciáis vuestra vida cuando no Me buscáis, cuando no comprendéis Mi Amor, cuando no queréis ser educados en el Amor Verdadero. Preferís seguir al mundo, preferís seguir a satanás y a todas sus banalidades. Desperdiciáis tiempo bellísimo y valiosísimo para vuestra santificación y la de los vuestros.

No sois lo suficientemente humildes para reconoceros pequeños y pedir ayuda Divina para que Me podáis entender mejor en vuestra vida, os sentís grandes y os separáis de Mí y la soberbia os lleva a perder, en lugar de ganar. Os alejáis de Mí por soberbios, porque os creéis autosuficientes y despreciáis Mis Enseñanzas y Mi Guía Sabia.

¡Cuán errados estáis, Mis pequeños! Y muchos de vosotros os dais cuenta de esto ya al final de vuestros días.

Éste es tiempo de lucha, éste es tiempo de virtud, éste es tiempo de santidad, no desperdiciéis ésta oportunidad que muchas almas quisieron vivir y no se les concedió. Vosotros, tendréis una oportunidad que se conocerá por los siglos, aprovechadla, Mis pequeños, aprovechadla, porque no habrá otra más, ó estaréis Conmigo ó estaréis contra Mí. Estos son tiempos de decisión sabia, tajante, verdadera. Son tiempos que gozaréis eternamente ó que lloraréis eternamente.

Es una oportunidad que vosotros estáis teniendo, no solamente para vuestra salvación, sino para la salvación de muchos de vuestros hermanos. Muchas almas dependen de vuestra actuación actual.

Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os instruya, para que Yo os guíe, para que seáis verdaderos instrumentos de salvación y de gloria para muchas almas y de Gloria para vosotros mismos. No desperdiciéis éste momento de la eternidad, os lo pido, Yo, vuestro Dios.

Entrad a vuestro corazón, buscadMe ahí para que Yo os instruya y conozcáis la realidad de estos momentos, de éstos momentos graves, pero de éstos momentos salvíficos.
Venid a Mí, Mis pequeños, no desperdiciéis ni un segundo más.
Gracias, Mis pequeños.