Jul 10_01 Lo que es justo y lo que es injusto.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Dios Padre,
Hijitos Míos, vosotros habláis de injusticias en vuestro Mundo, injusticias que se cometen entre hermanos del mismo pueblo, injusticias que se cometen en la familia, injusticias que se cometen entre los gobiernos, injusticias que se cometen a nivel mundial y no quedando ahí satisfechos, también habláis de que Yo, vuestro Dios, cometo injusticias para con vosotros.
                   
Quiero haceros recapacitar un poco sobre lo que es realmente una injusticia.
       
Injusto es quién teniendo algo material ó espiritual y que no lo obtuvisteis con vuestros propios méritos, no los compartís.

Injusto es, que habiendo recibido el don de la vida gratuitamente, no lo hagáis crecer en vosotros mismos ni ayudéis a los demás a lograrlo y más aún, hasta la destruís, sin ser los dueños de ella.

Injusto es, que se os dé tanto, en lo material y en lo espiritual y no lo reconozcáis ni lo agradezcáis.

Injusto es, que si tenéis suficiente y hasta de sobra, no lo compartáis.

Injusto es, que si se os ha dado la oportunidad de vivir en el Mundo para que podáis arreglar, para vuestro Dios, cosas y problemas de él, no lo hagáis. Injusto es, que si Yo os he llenado de Amor, vosotros no lo deis a todos sino sólo a los que os conviene.
 
Injusto es, que si se os ha dado todo para que podáis salvar vuestra alma y la de otros de la condenación eterna, no uséis de las bendiciones dadas, las despreciéis y por ello Me causéis un gran dolor.
    
Injusto es, que si tenéis ya mayor fuerza, inteligencia y capacidades para cuidar de los menores, de las almas pequeñas que necesitan guía y ayuda para crecer en todos sentidos, pero principalmente en el Amor, no sólo no lo hagáis, sino que las descuidáis ó las despreciáis.

Injusto es, que teniendo el don de la vida, no permitáis que otros seres la tengan, ayudándoos de “los adelantos de la ciencia”, para impedir que Yo envíe más creaturitas a la Tierra.

Injusto es, que no agradezcáis todo lo que tenéis y todo lo que se os ha dado y hasta con grosera exigencia Me pedís que os dé más porque otros poseen más que vosotros.

Injusto es el hombre por no reconocerse pequeño sin darse cuenta que, a pesar de vuestra pequeñez habéis recibido todo, sin apreciarlo, sin agradecerlo, sin compartirlo, exigiendo, además, lo que no os conviene y al no dároslo, os enojáis Conmigo y hasta Me blasfemáis.

Mis hijitos, Mis pequeños, si hay alguien injusto es el hombre para conmigo, vuestro Dios.

En lugar de haber tomado como ejemplo la Vida de Mi Hijo, Su Amor, Su Donación, Sus Palabras y Enseñanzas, habéis tomado como ejemplo la traición del injusto por excelencia, el demonio, el ángel caído,

satanás. Seguís manteniendo su acto injusto, traicionero y desagradecido y no habéis avanzado en el Amor que Mi Hijo os enseñó.

No habéis crecido aún a pesar de tanto que os he dado.

Se os ha dado tanto y preferís manteneros en la mentira y en el error y por lo tanto, al estar ciegos a la Verdad, sólo alcanzáis a ver la negrura que alimentáis en vuestro corazón sin permitir que crezca el Amor que habita en vosotros.

Yo, el Justo, habito en vosotros, pero no os conviene el dejarMe vivir, porque tanto estáis enamorados y encadenados a las cosas del mundo que, para que Yo pueda vivir, lo primero que os pido es el de deshaceros de todo aquello que está impidiendo vuestro crecimiento.

Amáis lo malo, amáis la injusticia, actuáis injustamente contra Mí y contra vuestros hermanos y luego os hacéis las víctimas imputándome vuestro pecado, como si Yo hubiera sido el autor de él.

No, Mis pequeños, sois vosotros los injustos y, si tuvierais un poco de humildad para reconocer vuestros errores, os daríais plena cuenta de ello.

Si no actuáis con verdadero AMOR, estad seguros que vuestras acciones serán injustas.

Meditad en ello y cuando lo comprendáis, pedídMe ayuda para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz de la Verdad y podáis al fin crecer como hijos Míos, hijos del Amor.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.