Mayo 09_00 Son tantas cosas las que os agobian, sólo una es la que vale.

Mensaje.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Son tantas cosas las que os agobian hijitos Míos y sólo una es la que vale y a la que debéis buscar con ahínco, Mi Ser en vosotros, Mi Reino interior, Mi Amor actuante, al cuál debéis dejar transformaros y con él ayudar a vuestro prójimo a ser transformado.

Os habéis dejado llevar por infinidad de “obstáculos” que evitan el crecimiento de vuestra alma. El mal os ha llevado por infinidad de caminos falsos, os ha llevado a desear atesorar cosas de su mundo y ellas, a la vez, se os vuelven carga extra para poder alcanzar las cosas espirituales, Mi Vida Divina, para que podáis vivir como verdaderos hijos míos.

¡Qué difícil va a ser para muchas, muchas almas, el aprender a deshacerse de ésa carga extra! ¡Cómo os atraen las cosas de¡ mundo! Vivís, lucháis, peleáis, disponéis hasta de Mi Tiempo con tal de poder atesorar más, con múltiples pretextos; ya sea para viajar, ya sea para comprar algo más fino ó más grande, ya sea para “heredar a vuestros hijos”, ya sea para buscar tener una vida sin tanta penuria y así os fijáis sólo en vuestras intereses, los cuáles, ya materializados, os llevan a desear más y a encadenaros más de lo que ya estabais, ¡cuánta ceguera, hijitos Míos! Y ésta ceguera os lleva a vivir, que más bien debiera decir, os lleva a morir lentamente a vuestra vida real, la vida espiritual en vuestro Dios.

Mi Hijo os enseñó con Su propia Vida, la pobreza materia y la pobreza espiritual. Prefirió nacer pobre dándoos a entender que, El, poseyendo TODO, no quería desviar Su Misión confiando primero en las comodidades y en los bienes del mundo. El confío plenamente en Mí y en Mi Providencia, la cuál lo llevó a El y a Su Familia, a ser protegidos en los momentos más difíciles, hasta que cumpliera perfectamente Su Misión.

Os enseñó a tener una pobreza espiritual al saberse apoyado completa y perfectamente en Mí. Toda su Vida era para Mí, para lograr cabo Mi Voluntad tal y como Yo la quería, respetando Mi Voluntad como Dios Padre y no cómo El la hubiera querido, como Dios Hijo. Os enseñó una total confianza en Mí, sabiendo que Mi Voluntad está basada en el Amor y en Mi Voluntad no hay rencores, no hay odios, no hay venganzas, no hay humillaciones.

Mi Voluntad es Santa y lo que Yo Le pedí, y os pido, va siempre encaminado a que busquéis obtener lo mejor de vosotros, vuestra santidad. Yo nunca os voy a pedir cosas para molestaros. Yo deseo el bien de Mi creatura, pero vosotros veis, muchas veces mal lo que Yo os pido o lo que permito en vuestra vida y la razón es que, muchas veces Mi Voluntad afecta a “vuestros intereses”, tanto humanos como materiales.

Os habéis empobrecido tanto espiritualmente buscando lo material, viviendo para lo material, pensando y meditando como usar lo material, que eso ha provocado en vosotros una debilidad espiritual MUY grande y de ahí se deriva vuestra desesperación, vuestra duda, vuestra ceguera, vuestro ataque a Mi Voluntad, vuestra traición a Mí, vuestro Dios. Todo esto, desgraciadamente, lleva a una gran cantidad de almas a la traición en la apostasía, arguyendo: “ya que he pedido mucho y no he obtenido, me voy con los que sí me entienden y me apoyan”.

Yo os quiero decir que si he permitido una prueba en vosotros, en vuestra vida, en vuestra familia, es porque la necesitáis, es porque veo que vais por caminos errados, es porque veo que “se Me ha ido la oveja y está perdida, perdida en las trampas del mundo. Os habéis separado de Mi Rebaño y Mi Rebaño es aquél que oye, que escucha y que pone en práctica las Palabras y Enseñanzas de Mi Hijo. Si Yo estoy viendo que ya no tomáis en cuenta las Enseñanzas de Mi Hijo y os habéis dejado engañar por las insidias del mal con su ofrecimiento de las cosas del mundo, Yo, vuestro Padre, Yo, vuestro Dios, Yo el Pastor Eterno, tengo que ir a salvar a la oveja perdida. Si Yo veo que insistís en seguir por caminos de error, por esos caminos de maldad, por ésos caminos de perdición, tengo que salir a salvaros, muy a vuestro pesar.

El niño pequeño necesita, a veces, de una nalgadita para hacerlo entender que lo que quiere hacer le puede causar más mal que bien, además de que muchas veces pueda estar arriesgando su vida porque aún no tiene la experiencia ó el discernimiento para darse cuenta dei grado de peligro al que se está exponiendo. Por eso, una “nalgadita” a tiempo, puede salvarle la vida. Yo os doy nalgaditas espirituales, y aún materiales, para salvaros para la Vida Eterna. Yo no deseo vuestra muerte eterna, Yo busco vuestra vida en Mi Amor y no os voy a perder, hasta que vosotros mismos os apartéis de Mí, por libre voluntad.

Hijitos Míos, entended, que si os pongo pruebas, es por Amor a vosotros y porque os habéis comportado mal. Habéis atesorado bienes del mundo, pero no aquellos con los cuáles viviréis vuestra verdadera vida eterna.

Si vuestros padres os castigan cuando vais por mal camino, es porque os aman. Pues Yo, vuestro Padre-Dios, que conoce perfectamente vuestro interior y vuestros deseos presentes y futuros, si os pongo éstas pruebas son para que reflexionéis y para que regreséis al buen camino, porque Yo os amo muchísimo más que vuestros padres terrenos.

No seáis injustos con vuestro Dios, que os apartáis de Mí, que apostatáis de Mi Amor, por una prueba que Yo, por Amor, os estoy poniendo para salvaros antes de que vuestro tiempo final ya no os dé la oportunidad de enmendar el camino ó de arrepentiros de vuestro mal proceder. Yo Soy vuestro Dios y os amo y sólo deseo lo mejor para Mis hijos. Recordadlo y agradecedlo, aunque ahora no lo entendáis.

Yo busco en la prueba que volváis a Mí, a la oración y a la vida interior. Cuando así lo entendéis y lo lográis, en poco tiempo os dais cuenta de que todo fue para vuestro bien y Me lo agradecéis. No así cuando, en lugar de usar de vuestra humildad y sabiduría para entender Mi Voluntad, usáis de la soberbia y de vuestra terquedad, ellas os llevan a la separación a Mi Voluntad, con riesgo de una posible pérdida eterna.

Recapacitad, hijos Míos, recapacitad con humildad y aprended a buscar primero las cosas de vuestro Dios y lo demás, de la añadidura, Me encargaré Yo.

Que en este mes de Mayo aprendáis a apoyaros más en Mi Hija, la Siempre Virgen María, para que Ella os lleve, como Madre, Maestra y Guía, a alcanzar esa santidad que deseo de cada uno de vosotros.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, a vosotros y a vuestra familia. En el Nombre de Mi Hijo, para que Sus Enseñanzas se graben en vuestro corazón y en el Nombre de Mi Santo Espíritu, para que a través de El, el Amor, Mi Amor, se haga vida en vosotros ahora y meta final para vuestra vida futura.