Feb 23_05 A ojos cerrados, mantened la confianza en vuestro Dios.

Rosario.

Mensajes de Dios Padre a J. V.

Temas:

  • Buscad más el crecimiento de vuestra alma, crecimiento espiritual.
  • A ojos cerrados, mantened la confianza en vuestro Dios.
Primer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Buscad más el crecimiento de vuestra alma, crecimiento espiritual.

(Lenguas…)
Hijitos Míos, grandes manifestaciones de Mi Poder veréis en breve.

Se os han ido anunciando los acontecimientos, las Verdades reveladas, lo que sucederá, pero todo esto, Mis pequeños, no es para que os protejáis en vuestros bienes materiales, no es para que acaparéis cosas del mundo.

Mis pequeños, mucho se os ha dicho que el cambio es espiritual y donde debéis poner más fuerza para protegeros, es en vuestra alma, ahí sí deberéis hacer acopio de fuerza, de poder, de amor, de una protección mayor.

Mis Ángeles os estarán protegiendo contra los ataques del enemigo, siempre y cuando estéis sirviéndoMe a Mí, vuestro Dios.

Todos aquellos que han tomado su papel para éstos tiempos, el que Yo les he puesto en su corazón, que lo han escuchado y lo han seguido, serán los elegidos en éstos tiempos y serán protegidos por las alas de Mis Ángeles.

Buscad más el crecimiento de vuestra alma, crecimiento espiritual, para poder luchar contra las fuerzas del mal, que se desatarán fuertemente en breve.

Yo no voy a dejar que los Míos caigan ó tropiecen, no, Mis pequeños. Si habéis luchado ya, en un mundo que se ha puesto en contra de Mí, de Mis enseñanzas, y que muchos de los vuestros os han tratado de hacer caer, os han atacado, aún dentro de vuestra misma familia y vosotros habéis perseverado, ya habéis llevado una cruz fuerte. Yo no os voy a dejar caer en éstos tiempos, os voy a proteger con todo Mi Amor, con toda Mi Fuerza, estad confiados, Mis pequeños, que Yo vuestro Dios, defenderé a los Míos.

Otros de vuestros hermanos caerán, porque Me negarán. Aún a pesar de ver los acontecimientos, no querrán levantarse, no querrán luchar por su Dios, a pesar de que Yo les he dado todo lo que tienen.

Como se os dice en los Evangelios, que Yo le doy de comer al bueno y al malo, la luz sale para el bueno y para el malo, la lluvia cae para el bueno y para el malo, pero el malo no respondió, Yo hice todo lo que estaba de Mi parte y no respondió el hombre, pero aún así, Mis pequeños, Mi Misericordia es grande y os pido que oréis por ellos, porque vosotros estáis muy cerca de Mi Corazón.

Todos vosotros, los que habéis sido perseguidos ya, como os decía, que ya llevasteis una cruz por proteger Mis enseñanzas y Mi Nombre entre los vuestros, ante Mi tenéis un valor muy alto y vuestras peticiones, en este tiempo serán escuchadas de inmediato, para la salvación de vuestros hermanos.

Tened ésa confianza, Mis pequeños, porque por vosotros muchas almas se salvarán. Vivid confiados, porque en éstos tiempos difíciles en que se manifestará la maldad en pleno, Mi Amor Misericordioso, Mi Amor Omnipotente, estará con los Míos. Confiad, amad, perseverad y triunfaremos juntos.


Gracias, Mis pequeños.
 

Segundo Misterio.
Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: A ojos cerrados, mantened la confianza en vuestro Dios.

Hijitos Míos, os he pedido antes que busquéis la paz en vuestro interior, porque la paz será el distintivo principal de Mis hijos en éstos tiempos, no podréis actuar sabiamente si no poseéis esa paz interior.

Dejad que el Santo Espíritu actúe en vosotros, dejad que Su Amor se pueda transmitir a través de vosotros, dejad que la Vida, la Luz, pueda ser transmitida a través de vuestros actos, de vuestras palabras.

Debéis permitir que sea Él, el que actúe plenamente, que es Su Amor el que irá quemando todo aquello que no pertenece al Reino de Nuestro Padre.

La Sabiduría, de Mi Esposo, es la que os va a librar de las garras del mal. Dejadle a Él, que así como Él Mi poseyó, que os posea a vosotros. Hay cosas que no podréis entender, pero dejaros que Él os encamine, que Él hable por vosotros, que Él mueva corazones. Si ponéis de vuestra mente y de vuestro corazón, impediréis Su Obra, sed dóciles a Su moción y para eso os pido, Mis pequeños, os mantengáis en oración continua y que los acontecimientos no os turben. Deberéis mantener esa paz, aunque se hable de muertes por acá, desastres por allá, guerras ó inundaciones. Ved dentro de todo esto la espiritualidad que Nuestro Padre quiere y que en éstos tiempos, Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, estará guiando para la renovación del género humano y de la Tierra entera.

Aún no podéis imaginar la grandiosidad de la Obra de vuestro Dios, sed como niños, dejaos tomar de la mano y a ojos cerrados, mantened la confianza en vuestro Dios, Él es todo Bondad, todo Misericordia, y que solo utilizará Su Justicia sobre aquellos que han negado Su Amor.

Vosotros habéis abierto vuestro corazón, y ese corazón será inflamado por el Amor de vuestro Dios. Daréis mucho fruto si os dejáis conducir, pedid Sabiduría, para que no interfiráis en la acción de vuestro Dios.

Yo estaré con vosotros, como Madre que Soy del género humano, enjugaré vuestras lágrimas, cuando vuestro corazón se duela por los acontecimientos que veréis, pero ésas lágrimas serán recogidas para la conversión de muchos. Nada se perderá, todo lo que deis por vuestros hermanos, deseos buenos, sacrificios, penitencias, oraciones, intercesiones, todo lo que hagáis, Mis pequeños, será tomado en cuenta.

Trabajad con más ahínco para vuestro Dios, que esto dará grandes frutos. Es tiempo de lucha, ya no se puede desperdiciar el tiempo, estad más atentos a los acontecimientos de vuestra vida, ofreced cada momento, cada minuto, cada segundo, no desperdiciéis ya el tiempo que os concedió vuestro Dios, que pronto tendréis que dar cuentas de él.

Gozad ya desde ahora el triunfo de vuestro Dios, que será grande, que será bello, que será intenso y dejaos transformar por su Misericordia y por su Amor y lo que Él pida para vosotros, aceptadlo, porque será bueno para cada uno de vosotros. Él sabe lo que necesitáis y de ahí, lo que Él os pida y por lo que vosotros deis, con docilidad, se darán grandes cosas.

Manteneos Conmigo firmes en el amor y en la confianza a Nuestro Dios. PedidMe ésa docilidad, pedídmela, Mis pequeños.

Gracias, gracias.