Mensaje.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Sobre: La Salvación, solamente se limita a aquellos que con su libre albedrío no la quieran tomar y aún así, lucho para que la toméis.
Hijitos Míos, la Salvación que Yo he traído a la humanidad, Yo, como Cristo Jesús, El Salvador de todos los hombres, es para todos los hombres. Mi Gracia no es selectiva, la Salvación se ha dado para todos vosotros, así ha sido anunciado en las Escrituras y así es, Mis pequeños. Cuando se os ha dado el don de la vida, Yo he prometido vuestro cuidado, ser vuestro guía, además de que Mi Providencia se derrama sobre vosotros para que no os falte nada. Mi Vida está en vosotros si vosotros la queréis tomar, Mi Presencia está en vosotros, si vosotros le queréis hacer caso. La Salvación solamente se detiene para aquellos que en su libre albedrío no la quieran tomar, pero Mi Sangre fue dada para todo el género humano. Todas las almas que bajan a la Tierra, y que se les da el don de la vida, están bajo Mi cuidado, bajo Mi protección, bajo Mi guía. Vinisteis a servir a vuestro Dios, tal y como Yo también vine a servir a Mi Padre y así, como Él Me pidió por la salvación de vosotros, cada uno de vosotros, estáis también bajo Su Amparo y Su guía amorosa para la salvación de vuestros hermanos. Ciertamente os convertís en otros Cristos, al ser corredentores, dando vuestra vida, dando vuestra presencia con el buen ejemplo de Mi Vida en vosotros, para la conversión y salvación de vuestros hermanos. ¿Cómo puedo Yo Ser selectivo y decirle a un alma “tú no tienes salvación hagas lo que hagas, pero tú sí”, cuando todos vosotros sois hijos de un Mismo Padre? ¡No, Mis pequeños!, el Amor no es selectivo, sería injusticia ésta selección, que a algunos se les abrieran las puertas y a otros no, después de que Él les ha dado el don de la vida a todos. Os he dicho que es un gran honor el venir a la Tierra y servir a Mi Padre, a vuestro Padre, solo queda en vosotros vuestro “fiat”, el de aceptar vuestra misión en la salvación de vuestros hermanos, luchar contra las fuerzas del mal para ir preparando a la Tierra entera a Mi Segunda Venida para que al final de vuestra vida terrena, el Premio que está reservado para todos, todos vosotros, se os dé y se os dé en plenitud, porque así es Mi Padre, así es vuestro Dios, Él se da en totalidad y espera también vuestra donación en totalidad para servirLe y para ayudar a vuestros hermanos en su salvación eterna. Así como Él Me ama, así os amo Yo, Mis pequeños, os amo infinitamente, Me doy por cada uno de vosotros, Mi Sangre es por cada uno de vosotros, la Salvación es por cada uno de vosotros. Os vuelvo a repetir, la Salvación, solamente se limita a aquellos que con su libre albedrío no la quieran tomar y aún así, lucho para que la toméis, aún en el último segundo de vuestra vida, porque el Amor es Infinito, porque el Amor desea la unión total de las almas con su Dios. Os amo, Mis pequeños, os bendigo a vosotros y bendigo a toda la humanidad en vosotros.