Feb 28_06 Os invito a ser de ése puñado de almas que puedan cambiar la faz de la Tierra.

Rosario.

Mensajes de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo, a J. V.

Temas:

  • La Verdad que Yo os vine a enseñar, que es la de Mi Padre, es la Vida en el Amor, no hay otra Verdad.
  • Todos vosotros seréis juzgados en cuanto a la vida, a la vida propia y a la vida que deis a los demás.
  • De aquí en adelante, todo lo que hagáis lleve ése ingrediente Divino, el Amor.
  • Nuevamente os invito a ello, a ser de ése puñado de almas que puedan cambiar la faz de la Tierra.
  • Muchos son los llamados, pocos los escogidos, porque os falta Fe, os falta confianza en Mí, vuestro Dios y os falta emparentaros a Mi Amor.

Primer Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: La Verdad que Yo os vine a enseñar, que es la de Mi Padre, es la Vida en el Amor, no hay otra Verdad.

Hijitos Míos, os quiero invitar a que meditéis sobre el vivir en la Verdad. Imagináos que entráis, cuando sois pequeñitos, a una nueva escuela, no conocéis el edificio, no conocéis a vuestros compañeros ni a los que ya estaban ahí estudiando, os sentís raros, inseguros, no sabéis cómo piensan ni que camino tomaréis para llegar a vuestro salón de clase, os falta investigar y así van pasando los días, las semanas y los meses y poco a poco os vais familiarizando con todo vuestro entorno, hasta que poco a poco, ya os comunicáis de la misma forma como se comunican vuestros compañeros en esa nueva escuela.

Vais creciendo y lo mismo os sucede cuando sois jóvenes ó adultos, cuando vais a empezar una nueva etapa de vuestra vida. Si empezáis en el trabajo, lo mismo sucederá, os sentís inseguros hasta que poco a poco, ya  que vais conociendo vuestro entorno, vais tomando confianza y ya camináis igual que como van los demás.

En la vida espiritual, Mis pequeños, sucede lo mismo. Cuando vosotros empezais a tratarMe, cuando aquéllos que no han tenido ésa vida espiritual desde pequeñitos, empiezan de nuevo, empiezan a crecer en Mi Amor y en obligaciones, se les hace todo nuevo, diferente, extraño, a pesar de que Mi Amor es quien os guía, pero poco a poco vais conociéndoMe, vais aprendiendo a pensar como Yo, a hablar como Yo, a vivir como Yo, empezais a vivir en el Amor.

Cuando esto sucede, Mis pequeños, es cuando ya entráis en el camino de la Verdad y así es como deberéis moveros en el mundo, en Mi Verdad, no el la verdad humana, sino en Mi Verdad. Y cuando estáis ya en éste camino de la Verdad, os sentís más seguros, porque entonces sabréis lo que los corazones necesitan y realmente lo que necesitan, es el Amor.

Todas, todas las almas en el mundo, aun las que aparentan ser muy malas, necesitan Amor, responden al Amor, responden al buen trato, responden al respeto y eso es lo que Yo necesito que seáis vosotros, hijos Míos amorosos que estén llevando Mi Presencia a todos vuestros hermanos. Yo estuve entre vosotros, os enseñé cómo debierais comportaros, a buenos y a malos respeté y traté de darles alguna palabra de aliento, aún a aquéllos que Me buscaban para hacerMe un mal, les iba dando alguna palabra para que recapacitaran, se arrepintieran, pero cuando el alma está satanizada, no quiere recibir Amor, no quiere dejar entrar Amor en su corazón, no quieren ser transformados en el Amor, pero aún por ellas necesito que oréis, para que pueda haber alguna transformación. Debe haber el suficiente Amor en vuestro corazón para que podáis convertirlas a través de la oración y del ejemplo.

Mi Verdad, la Verdad que Yo os vine a enseñar, que es la de Mi Padre, es la Vida en el Amor, no hay otra Verdad, Mis pequeños. El Amor os va a traer Sabiduría, os va a traer Paz, os va a traer confianza, os podréis mover libremente en cualquier lugar que estéis, porque el Amor es respetuoso y al Amor se le respeta.

Vivid pues en Mi Verdad, para que podáis así estar seguros de que entraréis con la frente en alto en el Reino del Amor al final de vuestros días en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Todos vosotros seréis juzgados en cuanto a la vida, a la vida propia y a la vida que deis a los demás.

Hijitos Míos, todos vosotros seréis juzgados en cuanto a la vida, a la vida propia y a la vida que deis a los demás. Vuestra vida, ¿cómo la habéis tomado?, ¿cómo la habéis desarrollado?, ¿cómo habéis crecido?, ¿cuánto Amor disteis a los demás?, ¿cuánta ayuda espiritual proporcionasteis a vuestros hermanos?, ¿qué enseñasteis en lo personal?, ¿cómo vosotros mismos, os mejorasteis para llegar a ésa santidad a la que Yo os he pedido? y también, muy importante, ¿cómo fue la vida que vosotros transmitisteis hacia todos vuestros hermanos con los que entrasteis en contacto a lo largo de vuestra existencia?.

Yo, vuestro Hermano, Cristo Jesús, siendo Dios, Mi Vida era Divina, es Divina, Me mostré entre los hombres así, como Dios, con Mis Milagros, con Mi manera de actuar, con Mis Virtudes, pero lo más importante fue la Vida que Yo les transmití. Yo Me mostré ante vuestros hermanos, de ése tiempo, como un Maestro, un Maestro Divino que os vino a enseñar lo que le aprendí a Mi Padre. Os vine a enseñar las enseñanzas del Cielo, la Vida del Cielo, la Vida que tendréis en lo futuro y eternamente, si os mantenéis Conmigo en la Gracia y en el Amor.

Esa Vida es la que va dando más Vida, ésa Vida que Yo os enseñé, es la que ha dado vuelta al mundo, ésa Vida es la que habéis tomado vosotros y no debéis detenerla, sino que la debéis dar a vuestros hermanos.

Como os dije, por ésas dos Vidas seréis juzgados. Qué hicisteis en vosotros mismos y qué hicisteis para los demás. Ciertamente lo que hagáis para los demás os va a dar más méritos, os va a dar más regalos, os va aumentar la Gracia en vuestro ser, vuestra alma será más premiada cuanto más Amor hayáis dado a vuestros hermanos, cuantas más almas hayáis atraído hacia Mi Corazón.

Meditad en esto, Mis pequeños, porque muchos, muchos hermanos vuestros llevan una vida pasiva, hablan de que respetan a los demás, que no se meten con nadie, que no entran en contacto con nadie, creyendo que con esto están cumpliendo. Dicen no hacer daño y no tratan de ayudar a vuestros hermanos de ninguna forma. Ellos están fallando realmente, no es virtud lo que están haciendo, no están transmitiendo Mi Vida, no los están ayudando en lo absoluto para vuestro crecimiento espiritual.

Cuando uno se vuelve administrador de Mis Bienes y esto quiere decir Apóstol, ciertamente, será como Yo, que vine a dar las enseñanzas de Mi Padre, pero por otro lado, se es más atacado por las fuerzas del mal y muchos de vuestros hermanos ó quizá aún vosotros mismos, le teméis a esto, no queréis ser atacados, no queréis ser puestos en evidencia ante vuestros hermanos porque estáis Conmigo, hasta os avergüenza que os digan que sois Cristianos, que sois seguidores Míos. Si es así, Mis pequeños, no estáis cumpliendo con vuestro apostolado que todos vosotros debéis tener sobre la Tierra.

El Apóstol es ejemplo de vida, es ejemplo de Amor, enseña lo que Yo os di. Vivid pues como verdaderos apóstoles Míos, sufriréis, ciertamente pero gozaréis eternamente.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: De aquí en adelante, todo lo que hagáis lleve ése ingrediente Divino, el Amor.

Hijitos Míos, el Amor es el ingrediente Divino que hace la diferencia en vuestros actos, en vuestra vida, en todo lo que hacéis durante vuestra vida.

No es lo mismo hacer vuestro trabajo, porque tenéis que hacerlo, que sentís la obligación, que hacerlo con Amor. No es lo mismo educar a vuestros hijos, porque tenéis que hacerlo, que hacerlo con Amor. No es lo mismo, vosotras las mamás, preparar los alimentos, porque tenéis que prepararlos, que prepararlos con Amor. No es lo mismo llevar una vida sobre la Tierra, porque tenéis que cumplir, a cumplir con Amor.

Mis pequeños, cuando hacéis las cosas por obligación, tratáis de cumplirlas lo más pronto posible y no os importa cómo os salgan. Aparentemente lo que hacéis, lo hacéis bien, pero es pura apariencia. Cuando realmente se hacen las cosas por Amor, todo se hace con delicadeza, con cuidado y esperando con todo el corazón, que lo que estáis haciendo dé un buen resultado ó le guste a la otra persona ó a las otras personas lo que estáis haciendo, estáis poniendo vuestro corazón en ello y eso es lo que cuenta, Mis pequeños. La obligación no os va a dar tantos méritos como os da el Amor, no va a rendir los frutos la obligación, como los da el Amor. Cuando actuáis, durante vuestra vida, en el Amor, sois recordados y además dais ejemplo a vuestros hermanos, porque el Amor deja una impresión muy fuerte en los corazones que han tenido contacto con ése detalle que sale de vosotros, ése ingrediente Divino que debéis llevar siempre en vuestro corazón.

Cuando recibís las cosas de los demás hechas por obligación, no las aprovecháis, se olvidan y os dejan un mal gusto en vuestro corazón.

Así pues, Mis pequeños, os pido que de aquí en adelante, todo lo que hagáis lleve ése ingrediente Divino, el Amor, que hagáis todas las cosas así, como si Me las estuvieras presentando a Mí. VedMe en vuestros hermanos y veréis que así es más fácil actuar en el Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Nuevamente os invito a ello, a ser de ése puñado de almas que puedan cambiar la faz de la Tierra.

Hijitos Míos, alguna vez os dije que con un puñado de almas totalmente sueltos a Mi Voluntad, podría cambiar al mundo entero y esto quiere decir almas que se han vuelto totalmente Cristos. Ved cómo Mi Hijo os trajo toda una Evangelización de Amor, cómo os dio vida, una nueva Vida que no se conocía. Conocían algo a través de los Profetas, pero no la habían realmente vivido como con un Dios entre ellos.

Mis pequeños, cuando os he pedido ser otros Cristos, es ser un verdadero Cristo, ser una verdadera alma totalmente suelta a Mi Voluntad, una alma que viva en Mis Verdades, en Mi Amor, un alma que sea esclava de Mi Amor.

Mis pequeños, imaginad diez, veinte, treinta Cristos alrededor del Mundo, donde Yo Me pueda manifestar plenamente a través de ellos. ¡Qué más quisiera Yo, Mis pequeños, que todos vosotros, cientos de miles, millones, fuerais Cristos sobre la Tierra!. Ese es Mi deseo, Mis pequeños, que cada uno de vosotros tuvierais de vuestro hermano, ése ejemplo de vida, que lo hicierais propio, que transmitierais ésa vida a vuestros hermanos.
¡Qué difícil es para el hombre separarse de lo material!, ¡qué difícil es para el hombre vivir para su Dios!. Queréis solamente lo fácil, lo bueno, lo que os trae gustos, felicidad, comodidad, pero tan pronto se os pone difícil vuestro entorno y vuestro futuro, el alma desfallece, el alma duda, el alma Me da la espalda.

Ved, ved la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, ¡tanto que os trajo!, ¡tanto que os dio!, el bienestar que os prometió y que es una realidad.

Mis pequeños, sed consientes en que vuestra estancia sobre la Tierra es pasajera, si la comparáis con la eternidad. Ciertamente, el ser otro Cristo os traerá alguna contrariedad por estar defendiendo Mi Nombre, pero por otro lado, tenéis el goce eterno, ¿no vale la pena un poco de sacrificio, un poco de penitencia que es una inversión para vuestro goce eterno?. Aún vosotros mismos, cuando queréis obtener un bien, sacrificáis otros bienes con tal de obtener un bien mayor. Yo os estoy prometiendo el Bien máximo, ¿no vale la pena sacrificaros un poco por ése Bien máximo?

Meditad, Mis pequeños, y nuevamente os invito a ello, a ser de ése puñado de almas que puedan cambiar la faz de la Tierra y traerMe a vuestros hermanos hasta Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Muchos son los llamados, pocos los escogidos, porque os falta Fe, os falta confianza en Mí, vuestro Dios y os falta emparentaros a Mi Amor.

(Lenguas…), Hijitos Míos, Mis pequeños, Yo, Cristo Jesús, que estaba entre vosotros, entre vuestros hermanos, Mi Misión de Amor la llevé a todos. Yo iba invitando almas para que se unieran a Mí, para que siguieran la Palabra, para que la hicieran suya, para que vivieran en el Amor, pero, qué os dicen las Escrituras “muchos son los llamados, pocos los escogidos”. Esto causa tristeza a Mi Corazón, Mis pequeños, visteis toda una Evangelización de Amor, de Mi, vuestro Dios hecho Hombre, nunca hubo un detalle negativo, algo que vosotros pudierais decir, Me va a traicionar, está hablando de Amor, pero actuó de otra forma, nunca hubo duda, siempre fue verdad lo que os dije y cumplí todo aquello como estaba ya profetizado en las Escrituras. Vine a darles Vida a las Escrituras, a los Profetas que Me anunciaron, en ningún momento se podría decir que Yo negué algo que ya estuviera dicho de Mí.

Mis pequeños, fue Verdad, fue Amor, fue Santidad, fue Ejemplo Divino, fue Virtud toda Mi Vida. ¿Por qué dudáis pues, cuando Yo os digo “venid a Mí”?. Cuando Yo toco las puertas de vuestro corazón y os pido “abridlas de par en par para que Yo pueda entrar en vuestra vida y modificar vuestra vida hacia la santidad”, ¿por qué dudáis y creéis que Yo pueda traer algún mal a vuestra vida, cuando Yo Soy vuestro Creador, cuando Yo Me di por vosotros, cuando de Mí, solamente sale puro Bien?, ¿por qué dudáis, Mis pequeños, del Amor que se ofreció en Sacrificio para que pudierais vivir, para que vuestra alma pudiera nuevamente respirar y vivir eternamente en el Reino de los Cielos?.

Todo lo obtuvisteis de Mí y todos aquéllos que se acercaban a Mí, obtenían Bendiciones inimaginables, nunca antes se habían recibido las Bendiciones que Yo les traje a los hombres de ése tiempo, los Milagros que se hicieron, todo lo que Yo les di. ¿Por qué dudáis, Mis pequeños, cuando recibís ése llamado Mío, de vuestro Dios?, ¿por qué dudáis, Mis pequeños y creéis que os pueda Yo pedir más allá de vuestras capacidades?, ¿por qué dudáis Mis pequeños y creéis que Yo os pueda traer maldad a vuestra vida, cuando al estar Conmigo y aceptarMe en vuestro corazón todo será, todo se volverá bendición?

Muchos son los llamados, pocos los escogidos, porque os falta Fe, os falta confianza en Mí, vuestro Dios y os falta emparentaros a Mi Amor. No habéis dejado entrar plenamente Mi Amor en vuestro corazón, para que podáis vivir plenamente Mi Amor con vuestro pequeño amor. Tomaos el riesgo amoroso y veréis que no os defraudaré. El Amor no defrauda al amado, venid en Mi búsqueda y os colmaré.
Gracias, Mis pequeños.