Feb 22_06 Humanidad perversa, que enseñáis ahora vuestras leyes y vuestros principios erróneos.

Rosario vespertino

Mensajes de Dios Padre a J. V.

Temas:

  • Tendré que soltar un poco la Mano, para que empecéis a sentir la maldad de satanás, a ver si reaccionáis.
  • La Iglesia, la que debisteis haber cuidado, aún a costa de vuestra propia vida, la habéis descuidado.
  • ¡Oh!, humanidad perversa, que enseñáis ahora vuestras leyes y vuestros principios erróneos a vuestros hijos y los apartáis de Mí.
  • Agradeced de corazón por todos Mis cuidados, por toda Mi protección porque no estáis completamente en manos de satanás.
  • ¿Qué será peor, aquéllos que conociendo la Ley, la traicionan ó aquéllos que no la quieren conocer?
  • La santidad, Mis pequeños, aún no la entendéis, ni todas las Gracias y bendiciones que obtenéis con ella.

Al Ofrecimiento,
Habla Dios Padre,
Sobre: Tendré que soltar un poco la Mano, para que empecéis a sentir la maldad de satanás, a ver si reaccionáis.

(Lenguas…), Hijitos Míos, Soy como el río caudaloso, que lleva sus aguas limpias, cristalinas, por su caudal. Todo está en orden, todo sigue como debe ser, no se sale de su caudal.

Mis pequeños, estabais llamados a ello, a tomar de estas aguas límpidas que os iban a purificar, os iban a hacer crecer y os iban a  llevar hacia la perfección. Pero éstas aguas después se corrompieron, porque no las protegisteis, cruzasteis por ellas, lo que eran aguas límpidas, por no respetarlas, se volvieron lodosas.

Estáis ahora en ésos momentos, no estáis tomando lo que Yo os daba, pureza cristalina. Ahora aún estáis tomando lo que vosotros mismos revolvisteis por descuidar, descuidados, el mundo, descuidasteis lo que Yo os di en la Iglesia, descuidasteis Leyes y Mandamientos… (Lenguas…), se os daba todo.

Mis pequeños, cerrasteis vuestros ojos, tapasteis vuestros oídos, manejasteis a voluntad vuestro corazón, desperdiciasteis el Amor Puro y Santo, habéis hecho un torbellino de todo aquello que antes estaba correctamente en su lugar.

Ahora vuestro mundo se desarrolla así, en turbulencia, nadie sabe nada, ahora todo está revuelto, antes todo estaba en su lugar, tenía un orden perfecto, (Lenguas…), el mismo hombre fue creado con perfección, prefirió la basura, prefirió éste torbellino, que todo lo envuelve, que todo lo distorsiona, que todo lo lleva a la maldad.

Mis pequeños, estáis en ésos momentos de tribulación, en donde nada tiene pies ni cabeza, vosotros mismos no sabéis hacia dónde dirigiros, no hay reflexión en vuestra vida, no hay santidad, no hay vida real, ¿qué estáis haciendo, Mis pequeños, con lo que Yo os di? os encomendé perfección y Me entregáis mundo, ¿qué tenéis en vuestro corazón? cuando Mi Corazón debiera estar dentro del vuestro.

¡Oh!, ¡Mis pequeños!, ¡Oh!, ¡Mis pequeños!, cómo sufro al veros y no queréis reaccionar, por un lado y por otro os aviso, por un lado y por otro os trato de encaminar y llevaros de la mano, busco que estéis Conmigo, pero Me soltáis y escogéis vosotros mismos vuestro camino, camino errado que os lleva al sufrimiento, a distraeros, a distraer vuestra alma, a distraer Mi tiempo, a destruir lo que era perfecto.

¡Oh!, Mis pequeños, debo de retomar vuestro camino, debo de llevaros nuevamente a ésos caminos de perfección y santidad y no queréis, no queréis, Mis pequeños, ¡qué tercos sois!, no queréis tomar Mi Mano, no queréis volver a Mis Leyes, no queréis retomar Mi camino, ¿hacia dónde queréis ir, Mis pequeños?, ¡Oh!, ¡cuánta maldad encierra vuestro corazón!, cuánta maldad envuelve a vuestra mente, vuestras acciones son negativas, pocos son los que se mantienen a la orilla, pero aún así, a ratos coquetean con el mal, luego se regresan hacia el Bien, porque no están en perfección y ciertamente ven el mal tras de la cerca y los atrae el mal y no reconocen Mi Bien y no se quieren soltar totalmente a Mi Bien y apartarse del mal.

Mis pequeños, lo único que estáis haciendo es atraeros más mal y Yo os digo que debéis decir “sí” a lo que es bueno y “no” a lo que es malo, no estéis coqueteando, sois tibios para Mi Gracia. Con esto estáis acelerando el tiempo para que caiga sobre vosotros toda ésa crueldad que el demonio está deteniendo sobre vuestras cabezas. Por la maldad, no vivís, no gozáis, y os atraéis mal sobre mal.

Ved Mis pequeños, vuestro interior, ¿acaso estoy Yo realmente ahí, como Dueño y Señor de vuestro corazón, en vuestros intereses, en vuestra familia, en todo lo que hacéis? ¡No!, Mis pequeños, no estoy Yo, Me buscáis solamente cuando Me necesitáis y Me necesitáis para obtener vuestros mezquinos intereses, ¿dónde está vuestro dios?, Yo no Soy vuestro Dios de ésos momentos, Soy el Verdadero Dios, de vuestros intereses, pero Me habéis hecho a un lado. Ciertamente os da vergüenza hablar de Mí, estar Conmigo, llevarMe a vuestros hermanos. Ciertamente ya no valgo lo que debiera valer, Yo, vuestro Dios y Creador de vuestra vida. La maldad, anida ya en vuestro corazón, tibieza, lujuria,        mezquindad, ¿a dónde queréis llegar?

Entended ya, Mis pequeños, entended, estáis en las manos del enemigo, quién no os va a cuidar, quién no os va a proteger, quién no velará vuestro sueño, quién no velará por vuestros intereses, que os coquetea, os gana y ya que os tiene en su mano, desenvaina la espada de destrucción sobre vuestro ser y sobre los vuestros. Yo, como Padre amoroso, sigo impidiendo que esto se realice en totalidad, pero eso vosotros no lo queréis ver, no queréis ver que Yo estoy apartándoos de ése mal para que no os destruya, para que no actúe en totalidad en vuestra vida y ni eso agradecéis.

¡Cuánta maldad!, ¡cuánta distracción del hombre!, ¡Cuánta necedad del género humano!
Tendré que soltar un poco la Mano, para que empecéis a sentir la maldad de satanás, a ver si reaccionáis. Vosotros estáis atrayendo el mal a vuestra vida, sois vosotros, no Yo, quienes os atraéis el mal. El mal os rodea y vosotros os estáis soltando al mal.

Entended, Mis pequeños, entended esto que ya estaba escrito en las Escrituras, se os ha profetizado cientos de veces y ¿qué hacéis?, negáis todo éste cuidado que Yo tengo para con vosotros, no le hacéis caso, os sentís seguros con vuestras capacidades, con vuestro propio empeño en crecimiento, ¡sois tontos, estáis ciegos, estáis sordos!.

La Gracia, Mi Gracia que os podía proteger, de hacer crecer, no la queréis ya. La maldad, la crueldad la aceptáis, la maldad, os destruirá.

Entended ya, Mis pequeños, nadie os va a amar como os amo Yo. Nadie os va a proteger como os protejo Yo. Nadie os cuidará como os cuido Yo, Yo Soy vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños

Primer Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La Iglesia, la que debisteis haber cuidado, aún a costa de vuestra propia vida, la habéis descuidado.

¡Oh!, pequeños Míos, ¡Oh!, dirigentes de Mi Iglesia, ¡Oh!, responsables del rebaño, mucho se os ha dado, poco voy recogiendo ya. ¡Cuánta maldad hay en vuestros corazones!, ¡Cuánta irresponsabilidad veo hoy!, os habéis llenado de mundo, no estáis cuidando el rebaño, ¡cuánta distracción!, se os ha dado tanto, sois especiales ante vuestros hermanos, sois los encargados de traerMe a la Tierra, tenéis manos bendecidas por el Sacramento Sacerdotal.

¡Oh!, Mis pequeños, y atacáis a los que están obrando correctamente, confundidos estáis con teologías falsas, os habéis creado ahora vuestras propias leyes y conocimiento satanizado, os conviene para no trabajar para vuestro Dios y para llenaros de mundo y de  sus bienes, os ha engañado satanás con su ponzoña maldita, habéis vuelto un muladar Mi Iglesia, habéis ensuciado lo que Yo os di Purísima y Santísima, Mi Iglesia, los Sacramentos, Mi Presencia Divina entre vosotros. No hay nada más grande que podáis tener en la Tierra que Mi Presencia real, como Yo os dejé en la Iglesia, la que debisteis haber cuidado, aún a costa de vuestra propia vida. La habéis descuidado, se os tomará en cuenta todo esto, Mis pequeños, ministros de Mi Iglesia. En todos los puestos, a todos niveles, la habéis descuidado, ya no es Mi Presencia real y Verdadera, la que ahí está. Habéis dejado entrar a satanás y a su ponzoña y ahora, ¿quién es el que está reinando?, ¿quién es el que está moviendo a Mi Iglesia? y no queréis sacar del error a vuestros hermanos. Mantenéis esta podredumbre porque os atacan, tembláis, os callan, si alguien os llama la atención, porque estáis haciendo el mal, no hay humildad para reconocer ése error y atacáis, no aceptáis que alguien os diga de vuestro error, porque la soberbia os hace sentir superiores y que vuestra verdad es contradicción, es una verdad falsa a la que os ha llevado satanás. No vivís para Mi bien, vivís para vuestro bien y para llenar vuestros bolsillos, que va a ser vuestro lastre al final de vuestro tiempo y que no os va a dejar subir libremente al Reino de los Cielos, sino que os va a llevar a la perdición.

Se os ha llamado la atención múltiples veces y no entendéis, Mis pequeños. Ministros de Mi Iglesia, abristeis las puertas de par en par para que entrara el error en ella y en lugar de cuidar lo que es Mío, cuestionan Mi Presencia y los dirigentes, ellos, en lugar de cuidar lo Mío, preguntaron a los hombres, dejaron sabiduría falsa, la corrompieron.

¿Qué habéis hecho de Mi Iglesia?, la confusión de ahora está causando que muchos, muchos fieles salgan de ella, porque ya no encuentran seguridad, valor, vida real de Mí, vuestro Dios, en ella.

Es confusión lo que causa satanás en donde estáis vosotros, porque ya no queréis entrar en vuestro corazón para encontrar la verdad a través de la oración. Os llamo y no respondéis, ministros de Mi Iglesia, vuestra soberbia se ha vuelto tan grande, os sentís ahora los todo poderosos, que Me hacéis ya a un lado. Tan bajo habéis caído, que ya no aceptáis Mi Esencia real y Santa, porque os falta Fe, os habéis vuelto dioses y vuestra palabra, ley. Veis ahora extraño lo que Yo Creo Santísimo a través de Mi Hijo.
El lugar Santo, no lo es. Cuidáos, cuidáos Mis pequeños, porque lo que de ahí salga, ya es ponzoña, ya no es vida, cuidáos, cuidáos de satanás, porque os engañará con mentiras, porque ya no hay completa verdad en Mi Recinto Santo, cuidáos, cuidáos de sus miembros, no todos están Conmigo. Cuidáos, cuidáos de aquéllos que os están llevando a lo turbio, enturbian vuestra mente y vuestro corazón.

Y orad, orad por aquéllos que están siendo encarnizados, que están siendo azotados, que están siendo sacrificados porque se han mantenido, porque quieren mantener la Santidad de Mi Iglesia pero no se los permiten. Amad, amad con el corazón unido al Mío, por Mi Iglesia, por la Institución Divina y orad con todo vuestro corazón por su reforma y su purificación. Profetizado estaba y así será, que regresará a su Pureza y Santidad, esperad el momento con ansia, que viene en cualquier momento ya y entonces veréis lo que Yo Creé desde el Principio y veréis la grandiosidad de lo que se os dio para que vivierais el Cielo en la Tierra al estar con Mi Iglesia real y Verdadera, por donación del Cielo, entre vosotros. Pedid por vuestros ministros santos que están llevando una Cruz pesada y difícil de cargar, que vuestras oraciones les den fortaleza, que se mantengan en la lucha, que os den un ejemplo santo para que podáis vivir todavía éstos momentos difíciles, pero necesarios para toda la humanidad y para Mi Iglesia misma. Mi Sangre y Mis fieles purificarán al mundo, a la Iglesia y a la humanidad entera. Unidos estaréis a Mi Sangre Preciosa y así se logrará que todo renazca en Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio.
Habla  Dios Padre,
Sobre: ¡Oh!, humanidad perversa, que enseñáis ahora vuestras leyes y vuestros principios erróneos a vuestros hijos y los apartáis de Mí.

¡Oh!, humanidad perversa, que adoráis ahora a ídolos falsos y os habéis alejado de vuestro Dios. ¡Oh!, humanidad perversa,  que habéis hecho ídolos de vosotros mismos, llenándoos de maldad y de soberbia, ¡Oh!, humanidad perversa, que enseñáis ahora vuestras leyes y vuestros principios erróneos a vuestros hijos y los apartáis de Mí, de Mi Amor, de Mis Leyes de Mi Vida, de Mi Sabiduría y de Mi Amor. ¡Oh!, humanidad perversa, ¡qué ciegos estáis!, por lo que os habéis atraído por vuestra separación de Mí, de vuestro Dios. Me habéis dado la espalda y queréis bienestar, cuando lo que habéis atraído a vuestra vida no os la va a dar. La única paz, el único amor, la única vida real que vuestra alma añora, solamente puede venir de Mí, de vuestro Dios.

Habéis permitido que el error se diseminara a vuestro alrededor, le disteis alas, le disteis poder y ahora él se cobrará haciéndoos el mal a cambio del bien que le disteis. Así es de traicionero el mal, satanás os paga el bien con mal. Fuisteis sus instrumentos y él os castigará por ello. ¡Qué tontos sois, Mis pequeños!, quisisteis buscar un bien a vuestro pecado y a vuestro libertinaje apoyándoos en el mal y el mal solamente os puede dar mal, nunca os dará bien.

Ved a vuestro alrededor, ved realmente si con el mal que buscasteis os estáis atrayendo algún bien. No, Mis pequeños, dejasteis cundir el mal y estáis en una degradación total.

Igual es el bien que creéis haber ganado al haberos apartado de Mis Leyes y de Mi Amor, buscasteis vuestras propias leyes, buscasteis vuestro propio amor, leyes y amores humanos que no son perfectos. Vuestra lógica humana, errónea, destruida por el pecado, no puede llevaros a un bien.

Entendedlo, el bien que busquéis tiene que ser Mío porque Soy Perfecto, porque Yo os he dado la perfección, porque conozco la perfección, porque Yo Soy la Perfección, Soy vuestro Dios. Si Me seguís a Mí, tendréis perfección en todo, pero permitisteis en vuestra vida, vivir al que no es perfecto, al que negó la perfección, al que negó el Amor, ¿qué os puede dar él?, ¡no!, Mis pequeños, habéis dejado que os guiara el traicionero y ahora estáis viendo a vuestro alrededor lo que el traicionero, lo que el malvado, os da por seguirlo. ¿Acaso os sentís a gusto con vuestra vida actual, con lo que os rodea, con los problemas que tenéis en lo particular, sociales y mundiales?. ¿Eso es lo que queréis por vida para vosotros y para vuestros hijos?, atrajisteis el mal y no queréis luchar contra él, porque no dejáis que Yo viva en vuestro corazón, que os guíe y que os llene de Mi Vida.

Maldad pura es lo que os rodea ya, si no buscáis la Bondad Pura, no podréis salir adelante, Mis pequeños, hasta que no veías ésta realidad, hasta que la humildad no os haga arrodillaros, hasta que no entendáis que solamente Yo puedo vencer toda ésa maldad suelta ya. La maldad os va a hacer destruir vuestra libertad, os va a encaminar hacia el mal, seréis esclavos de ésa maldad, si no reaccionáis a tiempo. Minutos, segundos os quedan ya, Mis pequeños, antes de que ésa maldad os cubra completamente.

Ciertamente Yo estaré ahí, esperando vuestro arrepentimiento, nunca Me separaré de vosotros, porque Soy vuestro Dios, pero sufro, sufro al veros destruidos y por vuestra tontería, por vuestra necedad, habéis cerrado vuestro corazón al Verdadero Amor y vuestra mente a la Verdadera Sabiduría.

Arrepentíos, Mis pequeños todavía os puedo rescatar, todavía os puedo levantar, todavía os puedo llevar hacia la Luz, todavía os puedo hacer sentir el Verdadero Amor. No se ha perdido todo, Yo puedo rescataros, os puedo hacer renacer, a pesar de que estéis ya en las cenizas.

Levantad vuestro rostro, pedid con el corazón Mi ayuda, implorad vuestro perdón. Aquí estoy Yo, Mis pequeños, esperando, esperando vuestra respuesta, entended ya.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: Agradeced de corazón por todos Mis cuidados, por toda Mi protección porque no estáis completamente en manos de satanás.

Hijitos Míos, Yo, vuestro Dios y como Padre amorosísimo, siempre os estoy cuidando, agradeced de corazón por todos Mis cuidados, por toda Mi protección porque no estáis completamente en manos de satanás. Él no tiene libertad absoluta, Yo limito su poder destructivo, pero él quiere destruir lo que estáis viendo, todo lo físico, lo material, la creación que podéis ver y tocar, pero también lo espiritual.
Él quisiera destruir todo, porque Yo Creé todo por amor a vosotros. Él os tiene una gran envidia, porque vosotros vivís en el Amor y fuisteis creados para vivirlo. Él despreció el Amor y todo, todo aquello que se llame Amor, está invadido de Mi Amor, está protegido por Mi Amor. Todo lo que sea creado en el Amor, él lo quiere destruir. La soberbia lo hizo separarse de Mi Amor y ésa es vuestra protección, Mis pequeños, el Amor. Envolved todo, en Mi Amor para que quede protegido.

Cuidad Mi Amor, cuidad todo lo que os rodea con Mi Amor. Agradeced, por vosotros mismos y por vuestros hermanos, ésos cuidados que Yo tengo para protegeros. Sois ésos niños distraídos que no os dais cuenta de cómo el Padre os va quitando de vuestro camino las piedras, los obstáculos, todo aquello que os pueda hacer caer y dañaros. Yo siempre voy delante de vosotros y os trato de proteger, como un padre haría, pero llevado más perfectamente, en vuestro interior y en vuestro exterior.

Ved pues todo esto, Mis pequeños, lo que hago por cada uno de vosotros. Agradeced, agradeced de corazón, pedidMe más. Sed sencillos, pero sed amorosos, con eso atraeréis Mi Amor hacia vosotros y hacia los vuestros.

El Amor vivido y aceptado en vuestro corazón os hace crecer, os da vida, hace que vosotros estéis junto a Mí, vuestro Dios y así ser satisfechos con Mis Bondades. ¡Cuánto Bien tengo para vosotros!. Si vosotros no Me buscáis, os estáis perdiendo de Mis riquezas porque no queréis conocerMe, ni vivir lo que tengo para vosotros. Los que estéis Conmigo, pedid para vosotros y para los vuestros, para levantar a vuestros hermanos, aunque ellos, al principio no quieran. Muchos, muchos de vuestros hermanos no han sabido reconocer en su vida que las bendiciones que les rodean, son Mías, hacedles ver todas éstas bendiciones tan pronto ellos, las reconozcan y las agradezcan, recibirán más. Yo quiero atraer a todas las almas hacia Mí, son vuestros hermanos y quiero unir a todas las almas en una sola. Venid, venid todos a Mí, Mis pequeños y os uniremos, os uniremos en un solo ser y entonces sabréis quien es vuestro Dios y gozaréis de Mis bondades.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre,
Sobre: ¿Qué será peor, aquéllos que conociendo la Ley, la traicionan ó aquéllos que no la quieren conocer?

Hijitos Míos, se puede caer en el error, ya sea por necedad ó por negligencia. La necedad os lleva también a la traición, por la soberbia, por la maldad que hay en vuestro corazón. En lo espiritual y en lo humano, tenéis Leyes que cumplir, podéis ser dirigentes y no hacer caso a las Leyes. Las leyes, os van a llevar, como os he dicho al perfeccionamiento de vuestro ser. Si vosotros, por negligencia, no las queréis seguir, fallaréis. Ahora, ¿qué será peor, aquéllos que conociendo la Ley, la traicionan, ó aquéllos que no la quieren conocer y quieren vivir según lo que ellos quieran hacer en su necedad? Los dos caerán, el resultado será nefasto en los dos casos, los dos casos no están aceptando las Leyes.

Meditad bien esto, Mis pequeños, el fin es destructivo en ambos casos, no será bueno para vuestro desarrollo espiritual, hablando de lo que a Mi Me interesa, vuestra alma.
Muchos, muchos de vuestros hermanos no han sido educados bajo Mis Leyes, bajo Mi Amor, pero ellos, ya almas adultas, por negligencia, no buscan el bien que ya se os ha dado, sufrirán por su negligencia y se estarán perdiendo de innumerables bendiciones que podrían tener por estar bajo Mis Leyes de Amor y de perfección. 

Aquellos que fueron educados bajo Mis Leyes, bajo Mi Amor y lo traicionan y no quieren seguirlos, quizá causen un mal mayor, ya que conocen y niegan y a veces, hasta atacan. Como os dije, en ambas situaciones ésa terquedad os llevará hacia ése obscurecimiento del alma y dará malos frutos, actuarán en el mal, vivirán en el mal y darán mal ejemplo.

Cuidaos de esto, Mis pequeños, no despreciéis toda la bondad que se os ha dado y que es Bondad Divina, son Leyes Divinas y tendréis que dar cuenta de ello, Mis pequeños.
Meditadlo, os amo.

Quinto Misterio.
Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: La santidad, Mis pequeños, aún no la entendéis, ni todas las Gracias y bendiciones que obtenéis con ella.

Hijitos Míos, la tarea de todo Cristiano, sigue siendo la que encomendé a los primeros que se acercaron a Mí, ser pescadores de almas.

Se acercaron a Mí, los que fueron los Primeros Apóstoles, ésa fue la tarea que les encomendé, traerMe almas hacia la salvación, levantar las almas hacia la Nueva Vida que Yo traía a la Tierra por orden de Mi Padre. Una nueva Evangelización en el Amor, una Nueva Vida que no se conocía aquí en la Tierra, un recreo para las almas, un oasis de amor, de vida de esperanza que no se tenía hasta ése momento. Ser pescadores de almas, bella misión para todos aquéllos que están en la Iglesia.

Los Apóstoles, a ellos se les encomendó la Iglesia primitiva, se les dieron las bases. A través de ellos empezó el crecimiento, y la finalidad era ésa, el rescatar almas, traerMe almas para llevárselas a Mi Padre y no solamente eso, en el rescate también viene el cuidado, la alimentación, el crecimiento, la santidad.

A eso estáis llamados todos vosotros, Mis pequeños, a crecer, para llegar a la santidad. La santidad, Mis pequeños, aún no la entendéis, ni todas las Gracias y bendiciones que obtenéis con ella, la vida real  que obtenéis en ella. La santidad es la vida íntima con Nosotros, la Santísima Trinidad, la Familia Celestial, a eso estáis llamados todos vosotros, al rescate, a la vida en Familia con el Cielo.

Esa es Mi Evangelización, ésa fue la causa de Mi Venida a la Tierra, levantaros, daros Nueva Vida, abrir nuevamente las compuertas de la Gracia para todos vosotros. Ciertamente, también os dije, “muchos son los llamados, pocos los escogidos”, muchos todavía tienen sus oídos sordos, sus corazones cerrados. Recordad que también os di las armas para romper ésos corazones duros, tenéis la oración, la oración de corazón, porque un corazón lleno de Mi Amor puede hacer grandes Milagros, para romper ésa roca durísima de algunos corazones, ¡podéis hacer tanto por vuestro Dios!. Que vuestra oración sea continua, unida a la Mía, como lo fue durante toda Mi Vida sobre la Tierra, oración íntima con El Padre, sobre todo oración confiada, vivida en el Amor. Viviendo en el Amor todo se obtiene porque ya no veréis vuestros intereses, veréis Nuestros intereses y así estaréis actuando con Nosotros, para Nosotros y para vuestros hermanos. Vuestra persona queda olvidada y ése es el Verdadero Amor, darse por los demás, olvidarse de sí mismo para dar vida a otros.
Gracias, Mis pequeños.