Ene 27_03 Nadie pregona una falsedad si no hay una verdad que ocultar.

Mensaje de Dios Padre a J.V.

Ver mención sobre los Misterios de Luz en el Santo Rosario.

 

Habla Dios Padre.
Sobre: Nadie pregona una falsedad si no hay una verdad que ocultar.
Hijitos Míos, Mis pequeños, ¿No os resulta paradójico el hecho de que Mis enemigos acepten mejor la Divinidad de Mi Hijo que muchos de vosotros que os consideráis cristianos?

Sí, Mis pequeños, ellos no atacarían con tal fuerza y saña  a todo lo que viene de Mi Hijo si no lo consideraran opuesto a sus intereses.  Nadie se protege ni ataca a un enemigo irreal. Nadie pregona una falsedad si no hay una verdad que ocultar.  Nadie ofrece opciones opuestas a una realidad que se vive.

Ya Mi Hija María Santísima os explicó en el Mensaje anterior el actuar de los enemigos de Mi Hijo, la casta farisea, todo lo que hacen y traman para destruir todo lo que viene de Mi Hijo.  ¡Ellos conocen  y reconocen la DIVINIDAD  de Mi Hijo Jesucristo y por eso Lo atacan!  Es el demonio, Mi enemigo antiguo, el que, jurando destruir toda Mi Obra de Creación, se ha propuesto, a través de sus instrumentos, acabar lo que viene de Mi y lo que Mi Hijo Jesucristo os dio para que Me conocierais mejor.

Muchos de vosotros habláis de un Cristo, pero no todos reconocéis Su Divinidad.  Le dais diferentes cualidades y reconocimientos como hombre y preferís seguir viéndolo como un gran hombre, pero os digo que no debéis separar Su Divinidad, la cuál os mostró en múltiples ocasiones durante Su Vida Pública.

Suena tonto deciros esto, pero veo cómo a Satanás sí le reconocéis su fuerte acción sobre vosotros, a pesar de su maldad, a tal grado de que cada vez se le invoca más entre vosotros para conseguir sus favores. En cambio no Le aceptáis a Mi Hijo Su Divinidad y Su Omnipotencia, siendo que El es infinitamente más poderoso que Nuestro enemigo.

Seguís aún los mismos pasos del pueblo judío de la antigüedad, pueblo terco, pueblo infiel, pueblo injusto para con su Dios, que no cambió a pesar de haber visto Mis portentos.  ¡Vuestro corazón sigue duro como la roca!

Ahora, en éstos tiempos, Mi Hija, la Siempre Virgen María, os ha dado, a través de Mi Pedro en el Vaticano, los Misterios de Luz en el Santo Rosario, en los cuáles, si los meditáis, se os están mostrando algunos de los momentos claves en los que Mi Hijo mostró su Divinidad a los hombres.

¡No seáis testarudos Mis pequeños, no neguéis lo que del Cielo se os da por alimento! Si os he enviado a Mi Hijo a la Tierra ha sido para que tuvierais  un soporte fuerte para poder luchar contra las fuerzas del mal y para que os pudierais hacer uno con Él.  Os dejó Mi Verdad, os dejó Mi Palabra, os dejó Mi Alimento, os dejó Mi Vida misma, ¡Vida Divina!, Mis pequeños.

Sólo Él y a través de Él, por intercesión de Mi Hija la Siempre Virgen María, vais a poder salir adelante del ataque infernal que ya estáis padeciendo y que todavía no llega a su cúlmen.  Sólo a través de El y Su poder podréis vencer las fuerzas del mal. Sólo a través del Alimento Divino que os dejó os vais  a poder fortalecer contra el ataque infernal.

Buscad dentro de vuestro corazón la guía amorosa de Mi Santo Espíritu, porque solos no podréis seguir adelante, las fuerzas del mal sólo podrán ser vencidas por la Divinidad de Mi Hijo; pero si vuestra duda, vuestra frialdad, vuestra terquedad, no permiten que os acerquéis a Su Misericordia, no podréis lograr nada.

Estáis divididos y hasta que no os unáis en un mismo pensar y en un mismo actuar, no venceréis.

Un niño responde favorablemente y acepta las indicaciones de sus padres, a veces algunas veces después de que ya probó el dolor en su propio ser por no haber atendido antes a los consejos amorosos que se le dieron, ¿Queréis llegar a ése punto?

Yo Soy vuestro Padre, el que creó el Cielo y la Tierra, Yo lo sé todo y trato de que todo se desarrolle en el bien.  Yo deseo consentiros, porque  Soy el Dios del Amor, pero os di libertad de actuación y los que buscan su bien personal y para los suyos, están Conmigo, pero los que no están atentos a lo que es Mío y no les interesa vivir en Mi Bien ni desearlo para los suyos, están contra Mi y por lo tanto son enemigos del Amor y no tendrán parte Conmigo en el Paraíso.  Entended antes de que sea demasiado tarde.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y en el del Amor de Mi Santo Espíritu.