Mensaje ÚNICO- Rosario
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo
(J. V. empieza a hablar en Lenguas…)
¡Oh, Mi Iglesia!, por la que tanto luché, por la que tanto sufrí y Me seguís dando tantos golpes. Tanto tiempo, desde que fue fundada con Mi Sangre Divina y seguís siendo gente inmadura, cruel, mala. Seguís buscando los bienes del mundo y los atesoráis tontamente.
¿Dónde queda la Humildad del Maestro, la Sabiduría Divina, el Amor que Yo os mostré?, vosotros, los que debierais respetarla, cuidarla, amarla, sois los que dais el mal ejemplo. Os matáis los unos a los otros, con tal de conseguir los lugares altos, y no para ser el Cristo que ame a todos, que enseñe a todos, que los lleve a la Santificación, como Yo os lo enseñé. ¡Cuántos dolores Me seguís causando! Judas está entre vosotros, atesorando, pecando, causando un mal ejemplo ante todo el mundo.
A los buenos los calláis, los tratáis de anular y a los malos, ahora son los que prevalecen y se dicen “guías”, se dicen “ejemplo” y terminan siendo esos lobos con piel de cordero.
¡Oh, Mi Iglesia!, ¡Oh, Mi Iglesia!, la que debiera ser elevada hasta lo más alto y no por presumir, sino para ser elevada en Santidad, porque así debieran ser todos aquellos que la guían.
Debierais ser los maestros de este tiempo, como lo fui Yo, y ¿qué hacéis entonces?, acabáis siendo traidores a Mi Obra. Nuevamente sois asesinos y Me sacrificáis, como el Cordero que Soy. Habláis de aquellos que en aquél tiempo Me crucificaron, cuando vosotros, la gran mayoría de los que están como pastores, que debieran ser instructores, que debieran ser ejemplo, que debieran ser otros Cristos, seguís siendo los asesinos que Me tratasteis de aniquilar desde ese tiempo y seguís tratando de hacerlo, porque habéis sobrevivido al tiempo y seguís tratando, guiados por satanás, de destruir Mi Obra, que profetizado está que durará hasta el fin del mundo.
No entendéis, no entendéis que Conmigo, vuestro Dios, no podéis luchar, os habéis satanizado, queréis hacer lo que os place. Recurrís al pecado, a la maldad, a la traición, al asesinato, para mantener vuestra dirección malévola, satánica, dentro de las paredes donde debiera estar Yo, vuestro Dios, clavado, Bendecido, Glorificado y ya no pertenezco ahí; Me habéis arrojado fuera de donde Yo debiera reinar. La Silla de Pedro ya no le pertenece al Bien, y estáis queriendo pelear para que, por fin, se siente satanás en ella.
Se quiere burlar de Mí, vuestro Dios, pero no puede contra Mi Santidad. Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador, Yo fui el que os creó a todos vosotros, Yo no os creé malos, algunos preferisteis seguir al traidor, a satanás. La Creación fue para hacer el Bien, para que Yo Me Gloriara al ver almas que Me amaran, que Me buscaran, que gozaran de Mi Amor, pero, preferisteis, la gran mayoría de vosotros, seguir a aquél que es el malo, el traidor al Amor y, a pesar de que es el malo, el malvado, de quien salen todas las cosas que os afectan y sufrís por ello, y aún a pesar de ello le seguís. Ya no entendéis, ya no discernís, ya no sabéis qué es lo Bueno y que es lo malo, porque el mismo satanás os ha llevado por caminos de distracción y habéis caído en sus trampas y por eso, ya no sabéis qué hacer.
Pero bien sabéis que lo que estáis haciendo no es lo correcto, no estáis dejando a aquél que os puede guiar, nuevamente, hacia el Bien. Ciertamente hay, todavía, algunos Míos, algunos de los que están Conmigo, algunos que todavía buscan la Santidad, pero no los dejan actuar, y si se oponen, la más de las veces los eliminan.
Mi Advertencia es esta, y bien la sabéis: lo que Yo creé lo creé en el Amor y Me pertenece, y todos aquellos que estáis tratando de destruir lo que Yo creé, eliminados seréis y pasaréis toda una eternidad en el dolor, junto con aquél a quien seguisteis: satanás.
Buscasteis hacer el mal, os opusisteis al Bien que Yo os di en Mis Enseñanzas que os di para que las siguierais y fuerais aquellos hijos Míos a quienes Yo quiero ver sobre la faz de la Tierra, pero no, preferís hacer el mal y seguiréis haciéndolo eternamente, con satanás.
Condenados por toda la eternidad.
No entendéis que siguiéndoMe tendréis más, mucho más de lo que buscáis aquí en la Tierra. Buscáis bienes efímeros, buscáis placeres que os llevan a la condenación, buscáis tantas cosas que no os sirven para vuestra Santidad y para poder ganaros el Reino de los Cielos y ni aun así Me seguís, no tenéis el Discernimiento Santo, porque ya no oráis, ya no buscáis el Bien, buscáis solamente lo efímero y todo aquello que os lleva a actuar contra lo que Yo os he pedido que no hagáis y que os lo di en los Diez Mandamientos que se os dieron a todos los seres humanos.
El tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo para destruiros, para eliminaros. Entended, pues, que para vosotros ya no habrá Misericordia. Habéis querido confundir al mundo entero con vuestras prácticas contrarias a lo que Yo os enseñé, a lo que os he pedido que enseñarais, pero que las vivierais primero, para que se os viera actuar en ellas, y os siguieran, como buenos guías que debéis ser.
Bondad todavía existe, gracias a que Mi Corazón ha sido el protector de aquellas almas que se han confiado a Mí, y ellas vencerán.
Pueblo entero de Dios, los que estáis Conmigo: el tiempo ya es breve, para que termine todo esto que os está haciendo sufrir. Ciertamente, como alguna vez se os ha dicho, padeceréis, lo Yo sufrí, llegaréis al Calvario, los que no están Conmigo ni con vosotros, os harán sufrir fuertemente. ¡Pero manteneos, manteneos Conmigo!, y alcanzaréis el gozo que os he prometido, entraréis a los Nuevos Tiempos que se os darán y que no han sabido ni buscar ni aprovechar aquellos que han preferido seguir a satanás. Se eliminará todo aquello que ha sido tocado por las garras de satanás, tendréis un mundo limpio, todo volverá a ser Santo.
Gozad, pues, esos momentos que se han de venir, tenedlos ya en vuestro corazón. Todo a vuestro alrededor, ahora, es un estercolero, pero ved un poco más adelante y ya podréis apreciar el valle, Mi valle verde, pacífico, un valle en donde vosotros y vuestras creaturas correrán. Gozaréis esa Paz que emana de Mí, Me conoceréis, alabaréis esos momentos y gozaréis el haber sido obedientes, y deseosos de que llegaran esos momentos.
No veas ya, pues este estercolero, poned ya vuestra mente, vuestro corazón y vuestra vista hacia esa Promesa que os he dado de las Nuevas Tierras, los Nuevos Cielos que ya se vislumbran allá al fondo. Seguid caminando sobre todo este estercolero. DisculpadMe que os haya pedido que caminéis sobre esta basura, todo esto va a ser limpiado y purificado, y pronto, pronto, en menos tiempo de lo que os imagináis, entraréis a gozar de Mi Promesa.
Venid, benditos de Mi Padre, venid, Mis pequeños obedientes, Mis corderitos, Mis hijos queridos que Me amáis, que protegéis y gozáis Mi Santo Nombre. Os bendigo, Mis pequeños y manteneos, mantened Mi Amor en vosotros, transmitidlo a vuestros hermanos y traedMe almas, almas que todavía puedan estar Conmigo eternamente.
Gracias, Mis pequeños.