Jun 15_2023 Abrid vuestros corazones, dejad que Mi Corazón tome el lugar del vuestro. Que Mi Inmaculado y Sacratísimo Corazón se implante en vuestro ser.(Mensaje 2 de 2)

Al terminar el Rosario – Mensaje 2 de 2.

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo

(Lenguas…)

Hijitos Míos, abrid vuestros corazones, dejad que Mi Corazón tome el lugar del vuestro. Que Mi Inmaculado y Sacratísimo Corazón se implante en vuestro ser. DádMe vuestro corazón, que Yo os daré el Mío.

Dejad que Mi Corazón trabaje en vosotros para llevaros a la Santidad, a donde estáis llamados. ¡Es tan grande Mi Amor por vosotros, que os quiero dar todo, todo lo que tengo!, que es Mi Corazón amorosísimo, Sacratísimo, Purísimo, Santísimo, es Mi regalo de  vuestro Salvador, Redentor, Cristo Jesús, con el que regalo a las almas que he escogido, para que propaguen Mi Vida y Mi Amor eternamente.

Es vuestro tiempo, es Mi Tiempo en vosotros, dejadMe, pues, Mis pequeños, que Yo, vuestro Dios, vuestro Redentor, Me implante perfectamente en vosotros.

DadMe vuestro “sí”, dadMe lo poco que sois, para que Yo Me dé en vosotros y os pueda utilizar para el bien de esta pobre humanidad.

Vosotros sois nada, y a pesar de vuestra nada, Yo, vuestro Dios y Salvador, quiero tomaros, quiero reconstruiros, quiero que seáis Mis representantes de Amor en estos tiempos de maldad, de odio entre hermanos, de maldad satánica en los pueblos de la Tierra.

DejadMe que Mi Luz en vosotros vaya eliminando las tinieblas con las que satanás os ha envuelto y os ha llevado al error, a la destrucción, al pecado, a la separación Conmigo, vuestro Dios.

Daos cuenta de la maldad con la que os ha atacado satanás: os ha separado de Mí, vuestro Dios. Esto es lo más grave que un alma puede tener, ser apartada de Mí, vuestro Dios, que Soy El Generador de toda Bondad, de todo Amor, de todo lo bueno que tenéis.

DejadMe, pues, que os transfigure, olvidaos de vuestro “yo”, olvidaos de que sois “alguien”, dejadMe que Yo, vuestro Dios, entre en vosotros para renovaros, para haceros alguien para el Reino de los Cielos. ¡Os amo tanto, Mis pequeños, os amo tanto!

DadMe ese gusto, Mis pequeños. Mientras que la gran mayoría de vuestros hermanos buscan el mundo, las cosas que pasarán, que no os dejarán nada para vuestro bien espiritual, vosotros, en cambio, habéis buscado lo Mío, Me habéis buscado a Mí, habéis encontrado la Perla valiosísima de las Sagradas Escrituras. Yo Soy esa Perla. Deshaceos de vosotros mismos, de lo del mundo y venid a Mí, venid a tomarMe y os haré ricos en Amor, en Virtudes, en Gloria Divina.

Gracias, Mis pequeños, buscasteis el Bien y lo encontrasteis, Yo Soy vuestro Bien, Yo Soy vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.