Abr 09_2023 No sabéis cuando caerán sobre vosotros los grandes desastres y ahí moriréis y no tuvisteis tiempo de decirMe: “perdón, Padre, me equivoqué”.

Mensaje 2 de 2 – la madrugada de Pascua (2:00 aprox)

.

================================

Mensaje de Nuestro  Señor Jesucristo a J. V.

================================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Sí, hijito Mío, Me pides compasión por tus hermanos, pero no quieren reaccionar, no tienen idea de cuánto Amor os tengo, Mis pequeños, y aquellos que están en contra Mía, porque se han acercado al mal en su vida, es satanás quien la guía. Se sienten poderosos con el poder que les da, pero cuando tengan que presentarse ante él, cuando se den cuenta del error que cometieron, cuando se les presente tal y como es, no lo soportarán, estarán horrorizados, ¡horrorizados!, con un temor imposible de comprender, no tienen idea de lo que es satanás en persona, presentándose ante ellos con todo su mal, y  su apariencia insoportable.

Enloquecen las almas, porque, obviamente, mientras hacen tratos con él, no se presenta tal cual es, y ya, cuando los ha ganado para sí, cuando los ha puesto en contra Mía en totalidad, que ya no se quieren acercar a Mí y lo prefieren a él, y que al momento de su muerte se presenta tal cual es, enloquecen de terror. Así es satanás, el mentiroso.

¡Pobres, pobres almas, han escogido mal!, no dejaron que Mi Santo Espíritu los guiara, no dejaron que Mi Amor se reprodujera en ellos. ¡Cuánto error de estas almas, y Me duele, Me duele tanto que pase esto, porque os amo, Mis pequeños!

Vuestra alma es parte de Nuestra Divinidad, es parte de Mi Ser, tenéis esencia Divina y la desperdiciáis. Cuando estáis en el Cielo, os dais cuenta, cuando esas Potencias del alma se liberan y vuestras capacidades se vuelven tremendas, bellísimas, grandísimas, porque vuestra alma tiene esas Potencias.

Pero dejándoos guiar por satanás, perdéis todo. ¡Pobres pequeños Míos, que os sentís poderosos cuando os unís al mal! Tarde os dais cuenta de que preferiste la mentira de satanás, tarde os dais cuenta de que cometisteis un gravísimo error, que lo pagaréis por toda la eternidad. ¡Pobres pequeños Míos, todo Mi Sufrimiento, toda Mi Donación, fue en vano para vosotros, para vuestra salvación, para vuestra santificación, que es a donde os quiero llevar, Conmigo!

¡Pobres almas necias, tontas!, que preferisteis vivir en la mentira, en el error, en la maldad, que os aprovechabais de vuestros hermanos, que no os importaba su vida y las de los suyos, y menos os importaba Mi Presencia en vosotros, Mi Vida real, porque si no respetabais a aquellos que veíais, menos os importaba Mi Presencia en ellos, a Mí, a Quien no veis, por no tener Fe, por no buscar el amor, por no buscar el respeto entre hermanos.

Estando frente a Mí, no tendréis, en ningún momento, la excusa de decirMe que no sabía lo que pasaba en vuestra existencia, pero no es así, porque mientras más os veo con pecados gravísimos, más os atiendo, porque ¡necesitáis más de Mi Gracia, necesitáis más de Mi Amor, ¡Soy vuestro Dios!, y Me duele muchísimo perder una creatura, que se pierda eternamente, por eso, no Me reprendáis diciéndoMe que Yo no os importaba y, os repito, mientras más malos sois, más os busco, más deseo encontraros, llenaros de Mi Amor, llenaros de Mi Gracia Infinita, para que, dándoos cuenta de vuestros errores, de vuestra maldad, Me pidáis perdón, reflexionéis y volváis a Mí. En ese momento, el Cielo se alegra, porque he recuperado una oveja que estaba perdida.

Yo no Soy un Dios que abandona al rebaño, os busco y si una se pierde, como dicen las Escrituras, dejo las noventa y nueve y voy por la que se perdió. Y así estáis muchos, Mis pequeños, pero muchos de vosotros, estáis perdidos, os busco, pero no sabéis escuchar Mi Voz, porque estáis tan metidos en las cosas del mundo, porque no oráis, porque vivís en pecados graves, y Mi Gracia, que quiere entrar en vosotros, no entra, porque vuestros pecados ponen una valla, ponen un escudo que impide que Mi Gracia entre en vosotros, y mientras no estéis en estado de Gracia, o estéis, al menos, buscándoMe, es cuando llegan a vosotros Mis Bendiciones y os pueden cambiar.

No os quiero para la condenación eterna, entendedlo, Mis pequeños, os quiero para gozar Conmigo eternamente.

Bajasteis a la Tierra para una misión de Amor, pero os equivocasteis de camino. Pero, ¿cuántas almas no se equivocan de camino?, podría decir que todas, pero algunas de ellas, y desgraciadamente, son algunas, nada más, las que piden perdón, reflexionan de sus maldades, se arrepienten, y regresan a Mí. Pero Me buscan y obtienen Mis favores, obtienen Mis Bendiciones, obtienen el perdón de los pecados y os podéis salvar, pero tenéis que poner de vuestra parte para que os ganéis Mi perdón, y esto es, olvidando el mal en el que estáis y que seáis como el buen ladrón en la Cruz, que se dio cuenta de Mi Amor tan grande, que él veía cuando pasaba entre la gente, curando a los inválidos, a los enfermos, levantando muertos, y los leprosos, volvían a tener sus carnes limpias, nuevas. Veía el bien que Yo hacía a todos, él seguía en el mal, pero Me defendió en la Cruz del mal ladrón, se dio cuenta de que había tomado un camino erróneo, pero tuvo el arrepentimiento en ese último momento y se ganó el Cielo, se reconoció pecador, pidió perdón y lo salvé.

Todos tenéis esa oportunidad, tomadla, Mis pequeños, tomadla, el tiempo ya está sobre vosotros, los acontecimientos de la purificación, cada vez se acentúan más, no sabéis cuando caerán sobre vosotros los grandes desastres y ahí moriréis y no tuvisteis tiempo de decirMe: “perdón, Padre, me equivoqué” y con ello, robarMe el Cielo, como el buen ladrón lo hizo.

Os amo, Mis pequeños, os quiero perdonar a todos, venid a Mí, venid arrepentidos y os perdonaré y seréis nuevas creaturas, creaturas llenas de Mi Amor.

Gracias, Mis pequeños.