Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, recordad aquél momento en el que le dije a Francisco de Asís: “Mi Iglesia se derrumba”, y él lo tomó en lo físico, pero Yo hablaba en lo espiritual.
Ciertamente, la Iglesia ha pasado por momentos difíciles, y ahora, está en ese último momento en que satanás quiere destruirla completamente, pero Mi Promesa sigue vigente, de que permanecerá hasta el fin del Mundo.
Desgraciadamente, ya no hay mucha Fe, aún de parte de los mismos sacerdotes, de aquellos que debieran cuidar la Fe, cuidar las Enseñanzas que Yo os dejé, cuidar de todo aquello que puede elevaros hacia la santidad de vida. Lo mismo pasa con los fieles, que también, debieran cuidar lo que les pertenece, la Iglesia sois todos vosotros. Los ministros, son los que llevan a cabo los ritos, pero vosotros, el pueblo, los fieles, son los que deben de cuidar a sus ministros con la oración, y aún en lo económico.
Debéis de cuidar a vuestros pastores, porque están encargados, precisamente, de vuestro crecimiento espiritual, que, ciertamente, se debieran dedicar a ello, pero ahora se han vuelto del Mundo, ya no buscan adentrarse al Conocimiento espiritual que Yo os he dejado y que Mi Santo Espíritu les da en mayor profundidad, para que conozcan perfectamente, el Conocimiento Divino y lo puedan transmitir, ellos no debieran preocuparse por la parte económica, para que se dedicaran, completamente, al servicio espiritual, pero satanás ha tergiversado todo, les ha hecho creer que tienen derecho de seguir gozando del Mundo y ser servidores Míos, y es un grave error, porque no están haciendo el bien para lo cual Yo los escogí, y tampoco están haciendo bien, el vivir en el Mundo, y el cual los lleva por caminos malos, caminos de perdición.
Os pido que oréis muy fuertemente por vuestros sacerdotes, ministros, y aún más por el que es la cabeza en estos momentos, que se ha vuelto instrumento de satanás.
Orad, que, aunque, ciertamente, no caerá Mi Iglesia, como os prometí, por no tener buenos ejemplos que ver en Mis ministros, la feligresía se ha dispersado y el lobo, fácilmente os está atacando.
Orad, Mis pequeños, orad, son vuestros últimos momentos, será renovada la Iglesia, será como Yo la creé, será bella, hermosa, Santa; tenéis un gran Tesoro entre vosotros, que no habéis sabido cuidar.
Que vuestros últimos momentos, antes del gran cambio, sean de una donación total hacia lo que es vuestro, a lo que Yo os di, para daros vida, la vida que vosotros debierais tomar en vosotros mismos y transmitirla, ayudados por Mis ministros.
Mucho mal se ha introducido dentro de la Iglesia, pedidMe el Don del Discernimiento, para que no caigáis en el error a donde os quiere llevar satanás. PedidMe Fe, para que os mantengáis siempre en la Verdad y pedidMe mucho Amor, porque es la Herencia que Yo os dejé: “que os amarais los unos a los otros, como Yo os he amado”.
Gracias, Mis pequeños.