Jun 23_2022 Nunca desperdiciéis la oportunidad que Yo permito en vuestras vidas de ayudar a vuestros hermanos.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, nunca desperdiciéis la oportunidad que Yo permito en vuestras vidas de ayudar a vuestros hermanos.

Hay tantas formas de ayudar a vuestros hermanos: en lo espiritual, en lo moral, en lo económico, muchísimas formas en que vosotros podéis ayudar a un alma en pena, aun pidiendo por aquellos que sabéis que se pueden condenar y vuestra oración llegará a Mí. Hay tanta necesidad de ayuda de vosotros  hacia vuestros hermanos. No os imagináis, Mis pequeños, lo que sufren las almas y cómo las aliviáis vosotros, cuando oráis por ellas, cuando ofrecéis una Misa, cuando ofrecéis vuestra Eucaristía, algún sacrificio, alguna penitencia, todo lo que podáis hacer por el bien de vuestros hermanos será recompensado infinitamente en el Reino de los Cielos. Pero no penséis tanto en la recompensa, sino pensad que al que estáis ayudando es a Mí, vuestro Dios y Señor.

Yo estuve entre los hombres y conozco el dolor, conozco la alegría, conozco los pesares, conozco las traiciones, conozco todo aquello en lo que el hombre cae, y también conozco todo el bien que el hombre puede hacer. Si vosotros no aprovecháis ese bien, ¿quién lo podrá hacer? Yo estoy confiando en vosotros, este es un tiempo, en el cual os tocó vivir y fuisteis escogidos para grandes cosas, para grandes cambios que se han de dar.

Mi Santo Espíritu os va a guiar en lo que necesitaMos en Nuestra  Santísima Trinidad, para que ayudéis para el cambio que se ha de venir. Hay tan pocas almas que, realmente, quieren aceptar esta situación, ven los acontecimientos a diario, como algo intrascendente, que no pasa nada, pero vosotros, los que conocéis lo que está sucediendo, tenéis la obligación, Mis pequeños, de ayudar a interceder por vuestros hermanos.

Yo, como Salvador que estuve entre los hombres, podría decirse que Me puse en vuestro lugar, os ayudé en múltiples formas, y esa es vuestra obligación, Mis pequeños, que también toméis Mi lugar ahora, en estos tiempos, que son tiempos difíciles.

Os acordaréis de que os dije que la humanidad padecerá lo que Yo padecí, lo que es: Mi Muerte, Mi persecución, Mi dolor, Mi Crucifixión, los días de tinieblas, o sea, esos tres días, en que no sabían, ni Mis mismos Apóstoles, qué es lo que pasaría después, pero no, los que están Conmigo, confían en lo que Yo os he dicho.

PedidMe, pues, Mis pequeños, que os dé esa Alegría Santa de sentir, de vivir el bien que vosotros hacéis a vuestros hermanos. Y os vuelvo a repetir, cuando ayudéis a alguien, no importa quién sea, vedle a los ojos y vedMe a Mí en ellos.

Gracias, Mis pequeños.