Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Yo, continuamente, voy tocando corazones, esperando que, aquellos que han tenido sus corazones cerrados, apartados de Mí, que no han querido escuchar Mi Voz, quieran abrir su corazón y quieran dejar que Mi Palabra, que es Vida, les dé Vida. Yo estoy en medio de vosotros, pero hay tantos que no Me hacen caso.
¡Qué bello es ver a un alma que es tocada por Mí, y es en ese momento, que al darse cuenta de que Me podía haber tenido y no Me había aprovechado, se llena de un gozo extremo!
Recordaréis la parábola que os di del tesoro que encuentra un hombre en un terreno, va y vende todo lo que tiene y compra ese terreno, con tal de tener ese tesoro, más valioso de que lo que él invirtió en la venta de todo lo que tenía. Yo Soy ese Tesoro, y aquellos que Me encuentran, se dan cuenta de cómo habían vivido sin ese gozo extremo que Yo le doy a las almas cuando Me encuentran.
BuscadMe, os he dicho, y Me encontraréis. Ciertamente, para tenerMe, tenéis que poner de vuestra parte, a veces, Me escondo, para que sintáis la necesidad de Mí, vuestro Dios, y si insistís en buscarMe, Me dejo encontrar y Me gozáis inmensamente. Pero si desistís en buscarMe, ciertamente, seguiré tratando de que Me encontréis, pero Yo tengo que ver que el alma esté deseosa de crecer, porque estando Conmigo, vosotros obtenéis un crecimiento que no sospecháis que podéis llegar a tener cuando Me encontréis.
Tenéis el conocimiento de grandes Santos o el mismo de Mis Apóstoles, hombres de trabajo rudo, hombres que no tenían gran conocimiento, pero Yo les llamé, y Me siguieron, quisieron escuchar y hacerse del Conocimiento de lo que Mi Palabra les podía traer. Aquél que Me escucha, goza y aprende inmensamente.
Cuando vosotros estáis en la aridez, deambuláis por el mundo, buscáis por un lado y por otro, vais por caminos que no os llevan a ningún tesoro. Pongámoslo así: cuando no Me estáis buscando a Mí, y buscáis otras cosas, creéis que conoceréis más, porque os promete satanás que se os dará el conocimiento obscuro, el conocimiento antiguo que solamente algunos pueden llegar a tener, y caéis en sus mentiras.
Mi Conocimiento es para todos, es sencillo, es Humilde, pero es un Alimento que os sacia, que gozáis inmensamente y sobre todo, os deja una paz total.
Aquellos que buscan por otros caminos, como os dije, que satanás os promete el conocimiento antiguo, que es la maldad, os lleva primero a obtener aquello que estáis buscando, os trata de hacer interesante ese conocimiento, para que le sigáis, y hay tantos, tantos de vuestros hermanos, que caen, y muchos de ellos ya no se vuelven a recuperar, ya no se pueden levantar, porque esas mentiras a donde os lleva satanás, los envuelven a tal grado, que los amarra a su maldad, los encadena, prácticamente, al Infierno, ya desde la Tierra, desde el vivir aquí, mientras que vosotros debierais estar haciendo el Bien, satanás os lo impide, os encadena y os lleva hacia el mal.
Así, pues, Mis pequeños, dejad todo, no invirtáis vuestra vida, todo lo que tenéis, en algo que no os va a servir. BuscadMe a Mí, que Soy el Tesoro, el verdadero Tesoro que os va a dar la vida eterna, y no dejéis que satanás os engañe, porque ahora estáis en medio de lobos.
Desgraciadamente, el mismo Conocimiento que Yo os dejé, está siendo ya afectado por aquellos que debieran estar enseñando Mis Verdades y ahora os están llevando a la mentira y la misma Escritura lo dice: Si un Ángel bajara del Cielo y os enseñara cosas diferentes a las que Yo os he enseñado, no lo sigáis, es satanás el que está atrás de todo ello.
Tened cuidado, os vuelvo a repetir, porque el mismo satanás se ha introducido en Mi Iglesia, en el lugar Santo; orad, orad y no dejéis que satanás os venza con sus promesas envueltas en bondades, siempre os llevará hacia el mal.
Tomad las Sagradas Escrituras, que sea vuestro Libro Salvífico, porque Yo estoy ahí. Orad continuamente para que Mi Santo Espíritu os lleve por el camino recto, por el camino seguro, por el camino de la Verdad. Yo estoy con vosotros, vosotros estáis en la Tierra para gozar Mi Palabra, para transmitirla, para salvar almas, para gozar Mi Amor, no dejéis que satanás os quite este gusto de salvar almas.
No os imagináis, Mis pequeños, cómo pago Yo, vuestro Dios, el que vosotros salvéis almas. El Reino eterno lo tenéis ganado cuando al menos, salváis a un alma que vaya a la condenación eterna. Es una Promesa antigua que os he dado y la mantengo.
Gracias, Mis pequeños.