Rosario – Mensaje ÚNICO.
.
=====================
Mensaje de Dios Padre a J. V.
=====================
.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijito Mío, hace unos días Me preguntabas que cómo Me podías sacar una sonrisa, porque con todo lo que está pasando a vuestro alrededor, Me siento triste. Veo lo que hay en el corazón del hombre, veo cómo dañáis a Mi Hijo Jesucristo, siendo que Él se dio totalmente por vosotros; veo cómo Le afectáis Su Corazón con todo el mal que provocáis vosotros mismos, el que provocan los pueblos, el que provocan los malos pastores de la Iglesia con su mal ejemplo, con los sacrilegios que causan a la Eucaristía.
Pues bien, te diré, Mi pequeño, que hay una forma en que sí Me podéis sacar una sonrisa, y es con el resto fiel.
Si por un lado, Yo veo toda esa maldad y veo que el hombre no quiere reaccionar, que no busca el mejorarse, que no busca estar Conmigo, que no busca la santidad de su alma, todo eso Me duele, porque Yo quiero lo mejor para todos vosotros. Pero veo, por otro lado, al resto fiel. Veo aquellas almas limpias, o buscando esa pureza de corazón, esas almas que luchan por el Amor, que luchan por tenerMe a Mí en su corazón, que luchan por mantenerse lo más puras posible, tener un corazón y una mente sanas de todo pecado. Reconozco que sois débiles y caéis, pero vuestros pecados no son del tamaño de aquellos que viven en la maldad, que se han vuelto instrumentos de satanás.
El resto fiel Me ama, el resto fiel ora, el resto fiel quiere parecerse a Mi Hijo Jesucristo, el resto fiel busca cómo transmitir Mi Vida en Mi Hijo. Vive las Virtudes, vive el Amor Verdadero, ayuda a sus hermanos, pide constantemente por el cambio, porque ellos mismos no soportan ver toda esa maldad que está a su alrededor.
El resto fiel, a pesar de estar perseguido, que es blasfemado, que aún dentro de su propio hogar no son reconocidos, son hechos a un lado, persisten en las Enseñanzas que se os han dado del Cielo.
Alguna vez os hablaba del dolor, del dolor que Mi Hijo padeció, que es un dolor fortísimo, no solamente de Cuerpo, sino también, profundo en el Corazón, y que es el Martirio cruento que sufrió Mi Hijo; y la gran mayoría de los que están en el resto fiel, sufren también martirio, ciertamente incruento, pero duele mucho, y lo soportan, porque Me están protegiendo a Mí y lo Mío. Soportan dolores, blasfemias, ataques de diferente índole y todo doloroso. Soportan que los hagan a un lado, pero permanecen Conmigo, sabiendo que no necesitan, prácticamente, de los demás, de los que viven en el error, saben que estando Conmigo Yo los lleno plenamente con Mi Presencia y gozan.
Esos son los regalos que le voy dando al resto fiel, que aunque viven en el dolor, también viven en la dulzura de estar Conmigo, esperando el momento del encuentro, esperando el cambio tan avisado.
Manteneos pues, Mis pequeños, como Mi Hijo se mantuvo en su dolor y se mantuvo obedeciendo lo que Yo Le pedí.
Manteneos pues, Mis pequeños, dándoMe alegría, las alegrías que no Me pueden dar los que no están en el resto fiel.
Manteneos, pues, alegrando Mi Corazón, porque, Yo, después, os daré una alegría plena y eterna, cuando regreséis al Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños, Mi Corazón se llena de alegría, simplemente, al pensar que vuestra presencia está en Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.