Mar 08_2022 ¿Os dais cuenta que la raíz de todo mal sois vosotros mismos?, porque no habéis seguido las Enseñanzas que os trajo Mi Hijo a la Tierra.

RosarioMensaje ÚNICO.

.

====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

====================

.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Hijito Mío, Me preguntas cuál es la razón de todos los males, cuál es la raíz de todo este mal que estáis viviendo y que se ha vivido desde que Luzbella cometió su pecado, pecado contra Mí, vuestro Dios. Y la raíz de todo mal es, primeramente, la soberbia de anteponerse a Mí, vuestro Dios, quererse hacer más importantes que Yo, vuestro Dios. Y primeramente, cuanto así lo hacéis, no estáis actuando con Sabiduría, no estáis viviendo en la realidad espiritual.

¿Cómo os podéis vosotros, comparar a Mí, vuestro Dios? ¿Acaso sois creadores? ¿Acaso podéis dar vida a un ser? ¿Podéis crear algún ser diferente a lo que existe? ¿Tenéis la Sabiduría y el Conocimiento, como para tener la Creación correctamente andando? ¿Acaso sabéis cómo mantener los astros en el cielo, sin que choquen unos contra otros? ¿O conocéis otras leyes de la Naturaleza? ¿O cómo os podéis vosotros explicar todo lo que existe a vuestro alrededor?, no podéis, ¿verdad? Entonces, no sois como Yo, no sois Dios, entonces, ¿de dónde os viene la soberbia, para creeros más que Yo, vuestro Dios?

Mi Hijo os ha dicho que los Mandamientos que se os han dado, se pueden resumir solamente en dos: “Amarás a Dios por sobre todas las cosas, y a tu prójimo como a ti mismo”, a tu prójimo como a ti mismo.

Si no Me estáis dando Mi lugar a Mí, vuestro Dios, que sensiblemente Soy muy superior a vosotros, ya que Yo os creé, vosotros no Me creasteis a Mí. Si conocéis esta realidad, y os dais cuenta de ello, ¿cómo os podéis poner ante Mí? ¿Cómo os podéis poner al Tú por tú Conmigo, vuestro Dios? Solamente una mente totalmente fuera de sus casillas puede pensar así, porque no estáis razonando con la Verdad.

Ahora, el Segundo Mandamiento, que es el darse por el hermano, como Mi Hijo se dio por vosotros. Cuando hay esa Humildad, esa Donación, esa Caridad por el hermano, en ese momento, estáis actuando en la Verdad, en Humildad, en Amor por los demás, y lo que vosotros deis, os he dicho, que se os regresará al ciento por uno.

Si realmente vivierais bajo las Virtudes, bajo el Amor que se os puede dar, si vosotros lo pedís, ¿es congruente lo que está sucediendo alrededor del Mundo o en vuestro hogar, o aún en vosotros mismos? No estáis actuando en Verdad con lo que se os ha enseñado, no estáis actuando en Amor hacia los demás, porque no queréis tener ese Amor, Mi Amor en vosotros. No estáis tomando de Mí esa vida espiritual, la que os enseñó Mi Hijo. Ciertamente, no podéis dar lo que no tenéis, y se ve en estos tiempos, y se ha visto a lo largo de la historia. Si no Me tenéis a Mí, en vuestro corazón, no podéis dar amor, no podéis dar lo que no tenéis, que es el respeto de unos a otros, el respeto en propiedades de los demás, ¿por qué queréis quitarle a otro, lo que vosotros no trabajasteis? Eso es robo, eso no es amor. ¿Por qué os aprovecháis de vuestros hermanos en múltiples formas? Porque no amáis, porque no queréis vivir en paz, en armonía, satanás está en vosotros, estáis dejando a él vivir en vosotros.

Le pedí a Mi Hijo bajar y estar entre vosotros, para que se os enseñara cómo vivir, como se vive en el Cielo, con respeto, Amor, y sobre todo, un Amor grandísimo hacia Mí, vuestro Dios, dándoMe Mi Lugar, como lo que Soy, vuestro Dios, vuestro Padre.

No, no estáis bien, Mis pequeños, la soberbia sigue estando en vosotros, os aprovecháis del hermano en múltiples formas, no crecéis espiritualmente, porque vosotros mismos  no os respetáis a vosotros mismos. Queréis ser superiores, pero lo lográis sólo con guerras, con maldad, y causando daño a vuestros hermanos. No os unís entre hermanos, para que Yo, estando entre vosotros, os ayude a crecer espiritualmente, y así logréis hacer un Mundo mejor.

Son tan pocos los que realmente buscan eso, y tan pronto lo están logrando, satanás se acerca y los destruye, entra en esas comunidades que llevan un buen fin, pero al no estar preparados espiritualmente, los hace caer en soberbia, en vanidad, en falta de Caridad, en falta de Amor hacia Mí y hacia vosotros mismos.

¿Os dais cuenta que la raíz de todo mal sois vosotros mismos?, porque no habéis seguido las Enseñanzas que os trajo Mi Hijo a la Tierra. Se os ha dado tanto para vuestro crecimiento y vuestra ayuda espiritual, y para que pudierais vivir en la Tierra como se vive en el Cielo, pero satanás os ha hecho creer que el tener cosas materiales, es más importante, que saber vivir como Mi Hijo os enseñó.

Recordad, Mis pequeños, que el Cielo es un Mundo Espiritual, y lo que estáis vosotros atesorando en la Tierra, son cosas materiales, que no os podéis llevar, y que, si tratarais, ni aun así os servirían. Estáis tan equivocados, porque no hay Humildad, no hay honestidad en vuestra vida. No Me pedís a Mí esa Sabiduría, para que Mi Santo Espíritu direccione vuestra vida hacia lo correcto, hacia lo óptimo, hacia lo que es Santo. Estáis siendo dirigidos por satanás, y en el menor de los casos, os dejáis guiar por vuestra soberbia, por vuestros intereses tan, tan, pero tan bajos; intereses que no os llevan a nada, intereses, que tarde o temprano se esfuman, porque no tienen valor.

Lo que estáis viviendo, vosotros mismos lo habéis creado con vuestra forma de ser. ¿Acaso hay amor en las guerras? ¿Acaso hay Amor en los gobiernos? ¿Acaso hay Amor, muchas veces, faltante, en las familias? ¡Estáis tan mal direccionados! Vosotros mismos habéis creado vuestras propias leyes, vuestra forma de ser, muy diferentes a lo que Yo quiero para vosotros. ¿Cómo queréis que el Cielo se abra para vuestra alma, si no vive lo que se os pidió vivir a través de las Enseñanzas de Mi Hijo?

Eso es lo que os va a traer Mi Santo Espíritu. Esas, y otras preguntas particulares, para cada quien, para que os deis cuenta, ante Mis Ojos, quiénes, realmente sois; en qué lugar estáis; a qué nivel espiritual os consideráis estar. ¿Acaso os merecéis el Reino de los Cielos, con el actuar vuestro de cada día? ¿Acaso hay Amor en vuestros actos diarios hacia vuestros hermanos, en vuestras oraciones, en vuestros deseos de mejora para vuestros hermanos, de aquí y de otros lados? ¿Realmente, vivís santamente? ¿Realmente, Me estáis haciendo feliz con vuestro actuar en la Tierra?

Si os pidiera, en estos momentos de vuestra vida, que regresarais, ¿creéis que las Puertas del Reino se abrirían ampliamente, para vuestra entrada? ¿Quiénes sois ante Mí? ¿Sois verdaderos hijos, hijos pródigos, que han enmendado su caminar erróneo y han vuelto al buen camino? ¿O es la soberbia la que os hace creer que os merecéis Mi Reino, porque os sentís “buenitos”, porque de vez en cuando, hacéis una buena acción? ¿Realmente os dais cuenta de lo que la palabra Santidad significa?

Os he dicho que el Reino de los Cielos se abre para las almas santas, que si no lográis en la Tierra, la Santidad, la lograréis después en el Purgatorio, purificando todos vuestros errores, que por soberbia, quizá, no quisisteis aceptar ni luchasteis por eliminarlos.

Entrad en vuestro corazón y dejadMe a Mí, vuestro Dios, guiaros, educaros, en el verdadero camino hacia la Santidad, dejad que Mi Santo Espíritu mueva vuestros actos, vuestra mente, vuestro corazón, no actuéis por vosotros mismos.

Actuad más con Sabiduría, con Amor y sobre todo, con una donación total por vuestros hermanos y un agradecimiento inmenso hacia Mí, vuestro Dios, que, a pesar de todos vuestros errores, de toda ésta lista que os he dado, y mucho más, aun así os sigo amando y sigo queriendo que regreséis a Mí, que os doy todo lo que necesitáis para que alcancéis vuestro regreso al Reino de los Cielos.

Os amo, Mis pequeños, pero debéis poner de vuestra parte para que os ganéis el Reino de los Cielos.

Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, y vosotros ¿qué hacéis por Mí? ¿Qué hacéis para que vuestros hermanos Me conozcan? ¿Qué hacéis para que Mi Amor se difunda sobre la Tierra y en el Universo entero? Tenéis muchas capacidades para lograrlo, pero no las utilizáis, el poder de la oración es poderosísimo, utilizadlo, y así lograréis a empezar a entrar en esa Santidad que os traerá de regreso a Mi Reino, a vuestro Hogar eterno.

Gracias, Mis pequeños.