Rosario – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, cuando se acerca este tiempo de Cuaresma, la gran mayoría de vosotros Me recordáis en el pasado: Jesús hizo, Jesús vivió, Jesús Murió, Jesús fue crucificado, todo es en el pasado, pasado, pasado, y ¡no!, Mis pequeños, os he dicho varias veces que Yo, y en el Cielo, se Vive un eterno presente.
Estoy en vosotros y vosotros, los que estáis Conmigo, Me mantenéis en el presente. Ciertamente, en el Cielo es un eterno presente, pero Me hago Presente en aquellas almas, en aquellos como vosotros, que Me mantenéis día a día en vuestro corazón, ofreciéndoMe vuestra vida, ofreciéndoMe vuestro día, ofreciéndoMe vuestras cruces de cada día.
Yo estoy entre vosotros, caminando entre vosotros, escuchándoos, sufriendo con vosotros, gozando con vosotros, porque Me mantenéis Vivo. Eso tenedlo muy presente, Mis pequeños, y mantened, todo lo que está a vuestro alrededor también, en un eterno presente. Hay mucha maldad a vuestro alrededor, como la ha habido desde que satanás hizo caer a vuestros Primeros Padres en el Pecado Original. Pero de ahí pasó un lapso, un lapso de la existencia del hombre en el que Yo no estuve Presente, desde la caída de Adán y Eva, hasta Mi llegada a la Tierra, en vuestra Redención.
Mucho dolor habéis pasado, ciertamente, pero vine a levantaros con la Redención, con Mi Vida entre vosotros, con Mis Enseñanzas, con todo aquello que os enseñé, para que fuerais, nuevamente, hijos de Dios, hermanos Míos. Pero, ¡Cuántos de vosotros, todavía, Me mantenéis en el pasado y no Me queréis traer en vosotros, en vuestro corazón!, ofreciéndoMe día a día, como os dije, vuestros dolores, vuestras penurias, pero también vuestros gozos, vuestra oración y la intercesión que vosotros hacéis por vuestros hermanos.
MantenedMe, mantenedMe Vivo, MantenedMe entre vosotros, orad por aquellos hermanos vuestros, en los cuales, vosotros os dais cuenta que Me mantienen alejado, Me mantienen en el pasado, no Me quieren mantener en el presente y se olvidan de Mí.
BuscadMe, Mis pequeños, buscad a aquellas almas que no quieren estar Conmigo y llevadMe a ellos, para que Me encuentren, y volvaMos a ser esa, la hermandad espiritual que Yo quería formar y que formé, primeramente, en un pequeño grupo con Mis Apóstoles, pero que luego se fue difundiendo por todo el Mundo, pero seguís siendo pocos.
Orad, interceded, traedMe, traedMe a vuestros hermanos, Yo los traeré hacia Mí, y de alguna forma haré que Me lleven, nuevamente, en su corazón, para que no Me olviden, que Me acompañen en estos momentos difíciles de la Cruz, de la Pasión, de Mis Dolores, de las traiciones de todos los que estaban alrededor Mío, y aún de Mis mismos Apóstoles, en un momento dado.
Venid, pues, y pedidLe a Mi Santo Espíritu, que venga ya, con un Pentecostés, con una transfiguración para todos vosotros, para que vivaMos unidos en espíritu y de esta forma, Me alcancéis a muchas almas para su salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.