Feb 15_2022 Cosas grandes y bellas os esperan, Mis pequeños, los que habéis sido fieles, valientes, ante toda adversidad, sois Míos y os cuidaré como la niña de Mis Ojos.

Rosario – Mensaje ÚNICO.

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, aún cuando parezca que Mi Luz en la Iglesia, en aquellos que la llevan, se vea menguada y las tinieblas parezca que cubren Mi Luz, y no dejan brillar ya más lo que viene de Mí, en Mi Santa Iglesia, es cuando la Luz, Mi Luz, en los corazones de aquellos que Me siguen y que Me aman, brotará; y así será vencido satanás, por la Luz de Mi Hija, La Siempre Virgen María, y todos aquellos que son Su calcañal, o sea, las almas escogidas, el resto fiel, vencerán a las tinieblas. Las tinieblas no podrán apagar toda esa Luz.

Visión: En este momento veo al mundo en una gran Luz, no se ve nada de tinieblas, no se ven ni mares ni continentes, sino una Luz fortísima, una Luz amarillenta, muy fuerte.

Esta Luz que ves, Mi pequeño, es Mi Luz a través de vosotros, los que habréis defendido Mi Presencia entre los hombres, será muy fuerte, porque muy fuerte es vuestro amor hacia Mí, Mis pequeños.

Yo Soy vuestro Dios y Yo Me reflejo en vosotros, vosotros reflejáis Mi Persona, Mi Luz, y será un nuevo amanecer para la humanidad, para el Universo entero. Una nueva aurora, el Triunfo definitivo de Mí, vuestro Dios y de Mi Hija, La Siempre Virgen María.

El resto fiel defenderá todo lo que Yo os he dado, todo lo que se os ha dado del Cielo para vuestro crecimiento espiritual. Seréis purificados vosotros, Mi resto fiel. La Luz de Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, os transfigurará, seréis nuevas personas, llenas de Mi Santidad, de Mi Amor, de Mi Humildad, de Mi Sencillez y todo eso Me reflejará en vosotros ante los hombres.

Seréis los nuevos Cristos de este tiempo, porque renaceréis, como Yo, triunfantemente, después de esos tres días de tinieblas, con una gran Luz, volví a la Vida, y vosotros igual, después de haber pasado la purificación, la transformación de este mundo de tinieblas, de maldad, de error, también renaceréis y para vosotros será un gran gusto haber servido a vuestro Dios.

Comprenderéis infinidad de cosas que estaban antes vetadas para la gran mayoría de los hombres, porque no supieron aprovechar ni defender lo que se les daba.

El resto fiel tendrá como símbolo especial el Amor. Seréis almas amorosas, seréis el renacer de la humanidad, porque aquellos no supieron defender Mi Amor ni vivirlo. Conoceréis lo que es el Verdadero Amor de Dios entre los hombres, lo que Yo os traje a la Tierra, pero que no lo quisieron aprovechar los hombres, sino que solamente el resto fiel lo quiso aprovechar, y sois los triunfadores que renaceréis de entre los escombros de la maldad. Estos son los momentos de la obscuridad, estos son momentos de destrucción, en donde satanás arrasará con todos y con toda la Creación.

Viviréis momentos convulsos, difíciles, se oirán gritos desesperados, la gente correrá de un lado a otro, no sabrán qué hacer, porque ellos son los que pertenecen a las tinieblas. Vosotros, los que estáis Conmigo, que iréis llevando Mi Luz, ya que Mi Luz Vive en vuestros corazones, y que cuidáis esa Luz contra toda la maldad que hay a vuestro alrededor, permaneceréis firmes, permaneceréis confiados en Mi Voluntad y seréis cuidados por Mí, vuestro Dios y por Mis Santos Ángeles.

Mi Madre guiará al resto fiel, en el momento indicado. Vosotros, los que habéis mantenido Mi Amor en secreto en vuestro corazón, abriréis vuestro corazón y se dará esta Luz Inmensa que tú, hijo Mío, visteis, y se dará en todo el mundo y en el Universo entero.

Esperad pues, estos momentos, Mis pequeños, mientras tanto, seguid cuidando de Mi Luz, que es Mi Presencia en vosotros y esperad el momento en que Mi Hija, la Siempre Virgen María, Mi Madre, Mi Esposa, Mi Hija, os dé la orden de que abráis vuestros corazones y que disipéis con ello las tinieblas del Universo entero.

Cosas grandes y bellas os esperan, Mis pequeños, los que habéis sido fieles, valientes, ante toda adversidad, sois Míos y os cuidaré como la niña de Mis Ojos.

Os amo y os bendigo, Mis pequeños, seguid adelante, os amo.

Gracias, Mis pequeños.