Nov 02_2021 Os amo, os Bendigo y Le pido a Mi Padre, que Mi Sangre Preciosa y Divina, siga cayendo sobre vosotros, que os purifique, que os haga entender vuestro error y os salvéis.

Rosario – Mensaje ÚNICO.

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Ellos se reúnen para tratar de destruir Mi Santo Nombre. Ellos se reúnen, para destruir en vosotros la Vida, la Vida Divina que Yo os he dejado, que os llevará hacia vuestra salvación eterna. Ellos se reúnen para atacar todo lo que viene de Mí, vuestro Dios y Señor.

Lo que estáis padeciendo, Mis pequeños, es causado por una minoría muy poderosa: la masonería, que suelta está ya, por todo el mundo. La masonería satánica, a la cual pertenecen innumerables personajes de todos niveles, profesiones, títulos, y hasta de Mi misma Iglesia. La maldad, como os había dicho, ha tomado el poder mundial.

Mucha maldad han diseminado por todos lados, pero de tal forma, que vosotros ni siquiera os habéis dado cuenta de sus planes satánicos. Y lo digo así, porque la masonería pertenece al mismísimo satanás.

Estos personajes del mundo, no tienen ni idea de cómo los tiene engañados satanás. Les ha prometido muchas cosas, cosas materiales y se han vendido a él, como ese plato de lentejas que le quitó la primogenitura a ese personaje bíblico. Se han vendido a él por unas pocas monedas. Me siguen traicionando y así como Judas Me vendió, ahora también éstos, trabajando para satanás, Me han vendido y están tratando de destruir todo lo que Yo os dejé. Y os lo digo así: “están tratando”, porque satanás no puede contra Mi Obra.

Mucho dolor Me han causado estos personajes comandados por satanás, y lo padecerán gravemente después. No tienen ni idea la maldad de satanás, él hace pactos con los seres humanos, pero ya que cumplen con lo que él les pidió, los traiciona y no les paga como habían quedado, pero sí les paga de otra forma: con la condenación eterna. Están cegados estos hermanos Nuestros, están cegados por los bienes materiales, por los lujos, por la fama, y no se dan cuenta de que todo esto ya estaba profetizado que tenía que pasar, y ahora lo viviréis, Mis pequeños.

¡Cuánto dolor Me causan estos personajes del Infierno! Mi Dolor será menguado por vosotros, Mis pequeños escogidos. Cuando venís hacia Mí, Yo ya os conozco y he preparado todo para que por vuestra donación, al traerMe alegría, Yo derrame Bendiciones sobre toda la humanidad. Para eso habéis sido escogidos, Mis pequeños, en este tiempo, para daros por Mí, para el Bien de vuestros hermanos, por su salvación eterna, y sobre todo, para que Mi Reino se implante ya sobre la Tierra. Loable misión tenéis, Mis pequeños, en estos momentos de los últimos tiempos, y que es el alegrar Mi Corazón. Mi Misericordia os ha dado muchas alegrías, pero todavía el pecado de todos vuestros hermanos, sigue haciendo de las suyas.

Manteneos en paz, Mis pequeños, satanás sigue haciendo su labor, os sigue engañando, os sigue causando miedos y como ya os había dicho Mi Madre, la Siempre Virgen María, que la mejor arma de satanás contra vosotros, es el miedo. Vosotros, los que no queréis entender esto, sufriréis cada vez más, porque el poder de satanás caerá fuertemente sobre vosotros, los que no vivís Conmigo, los que no queréis aceptar todas las Bendiciones que se han derramado sobre vosotros. No queréis tomar de Mi Alimento de Vida, no creéis en los Sacramentos, especialmente, el de la Confesión. ¡Tarde os arrepentiréis, los que seguís atacando Mi Santo Nombre!

Tomaos un tiempo, Mis pequeños, los que no queréis doblegaros, los que no queréis arrodillaros ante Mí, pidiendo perdón por vuestras faltas; quitaos la careta de soberbia y de maldad que tenéis, dejad que vuestro corazón hable y os guíe, porque estáis a punto, una gran cantidad de vosotros, hermanos Míos, de sucumbir y de ganaros la condenación eterna.

Mucho error estáis viviendo a vuestro alrededor, vivís por vivir y no queréis entender que el Cielo se gana con mucho esfuerzo, dedicación, amor.

La maldad sigue avanzando y por falta de oraciones, se producirán muchos desastres, desastres espirituales y aún materiales. Todo eso es causado por vosotros, los que no queréis estar Conmigo. No le echéis la culpa a algo o a alguien por todo lo que estáis padeciendo. Ved en vuestro interior cómo estáis ante Mi Mirada, ¿podríais presentaros ya, en estos momentos ante Mí, y os podríais ganar el Premio Prometido? Os conozco perfectamente desde antes de que nacierais, pero no hacéis grandes méritos  para ganaros el Reino de los Cielos.

Estáis muy distraídos con los acontecimientos a vuestro alrededor, y éstos se tienen que dar por vuestra negligencia y por estar atendiendo todo lo que sucede a vuestro alrededor: no atendéis a vuestro interior, no limpiáis vuestra alma de los pecados que cada vez más, se van amontonando en vuestra alma. No acudís a los Sacramentos para que quedéis limpios de vuestros errores, y así, ¿viviendo en ese estado, de tanto dolor y maldad, queréis que os consienta? No os lo merecéis, Mis pequeños, ciertamente, os ayudo a que os arrepintáis, pero cuando no veo que vosotros respondáis a Mis Llamados amorosos, para que os ganéis el Cielo eterno, no puedo permitir que llevéis esa vida de pecado, en la que habéis vivido tanto tiempo. Lo peor de todo, es que no hay en vosotros el deseo de cambio y de llevar a vuestra alma a una pureza angelical. Por eso los acontecimientos de esta purificación de fin de tiempos, será cada vez más fuerte.

Mi Madre, la Siempre Virgen María, sigue orando por vosotros, para que os arrepintáis, para que se mueva vuestro corazón hacia el Bien. Sufriréis mucho por vuestra necedad, podríais haber sufrido menos si hubierais respondido o si respondéis en lo futuro, para que vuestro ser espiritual, para que vuestra alma, pueda vivir Conmigo eternamente.

Estoy con vosotros, Mis pequeños, os conozco, deseo vuestra salvación eterna, pero vosotros no queréis estar Conmigo. Estáis ya en momentos difíciles, momentos en los que os estáis jugando vuestra condenación o vuestra salvación eterna. Por todos lados del mundo he tocado corazones, para que todos os deis cuenta de que estáis sufriendo estos dolores que os habéis ganado por darMe la espalda.

Entended ya, Mis pequeños, entended, os amo, pero a vosotros parece que no os importa el fin de vuestra existencia.

Os amo, os Bendigo y Le pido a Mi Padre, que Mi Sangre Preciosa y Divina, siga cayendo sobre vosotros, que os purifique, que os haga entender vuestro error y os salvéis.

Os Bendigo, Mis pequeños, en el Nombre de Mi Padre, en Mi Nombre y en del Espíritu Divino que habita en vosotros.

Gracias, Mis pequeños.