Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador de todo cuanto existe, de lo que veis y de lo que no veis, y os asombraríais si vierais todas las bellezas que Yo creé, pero que por el Pecado Original, se os impidió seguir vendo Mis Maravillas, y ahora es la Fe la que os mantiene Conmigo, pero llegará un momento, cuando ya estéis Conmigo, que conoceréis toda la Creación.
Mis pequeños, recordad que vosotros fuisteis creados por Mí, vuestro Dios, como los reyes de la Creación. Y lo digo así, como los reyes de la Creación, porque es vuestra obligación cuidar de todo lo que Yo os di.
A Adán se le dio la Gracia de ponerle nombre a todo lo creado; y todo lo creado quedó unido al hombre, porque el hombre, al conocer todo lo que Yo había creado, lo tomó como propio y lo tomó como Yo le pedí. Al ser el rey de la Creación, el hombre tiene que cuidar de todo aquello que Yo creé para vuestro Bien.
San Francisco, Mi Hijo, el de Asís, el Pequeño, el que se hizo Pequeño y que se pareció a Mi Hijo, Jesucristo, Él supo conocer, vivir, sentir, ese gran regalo que es la unión de todo lo Creado en la persona misma. Y así como está profetizado que en los nuevos tiempos por venir, todo cambiará y todo será nuevo para vosotros, la misma Creación os cuidará y vosotros la cuidaréis. Ya no habrá pleitos entre los animales; entre los animales y el hombre no habrá maldad, no habrá males, como ahora los veis, que esto, todo lo provoca satanás y lo que era bueno y lo que era sano, lo hizo malo, para vosotros, por su envidia, por su falta de amor hacia Mí, vuestro Dios.
Estéis en donde estéis, Mis pequeños, alabad Mi Santo Nombre, como lo hacen los Ángeles y los Santos en todo momento en el Cielo. Empezad a sentir y a vivir esa alegría que se vive en el Reino de los Cielos.
Unid, ya, Mis pequeños, el Cielo con la Tierra; aquellos que no han aprendido a hacerlo, vuestro ejemplo les ayudará a que vosotros podáis llevarlos a la Verdad, a la rectitud de vida, al Verdadero Amor.
Alabad Mi Santo Nombre y al hacerlo, vosotros os iréis limpiando de toda esa inmundicia que habéis tomado del Mundo.
Vosotros no fuisteis creados para vivir en este tipo de Mundo. Ciertamente, se os dio vida para vivir en el Mundo, pero en un Mundo que era Puro, que era Bueno para vosotros, y no como está ahora. Al darse ese momento del Pecado Original, lo convirtió satanás en un lugar malo, impuro, nefasto y contrario a Mis Leyes y sobre todo, con una continua lucha entre la Creación y vosotros.
Alabad Mi Santo Nombre, Mis pequeños, porque eso os traerá una paz increíble a todo vuestro ser, que eso es lo que necesitáis ya, Mis pequeños, porque vivís en demasiadas tensiones, demasiada maldad, demasiado pecado.
Satanás os ha llevado al error continuamente, y vosotros mismos ya no tenéis ese Discernimiento para poderos mantener en la Verdad, y llega un momento en que ya no sabéis, si lo que estáis viviendo es verdad o son las mentiras de satanás en vuestra vida.
Ciertamente, ya, dentro de poco tiempo, después de la purificación que pasaréis, conoceréis Mis Verdades, y veréis lo diferente que es vivir bajo mi Amor, que vivir bajo la maldad de satanás.
Desgraciadamente, la gran mayoría de vosotros vivís así, bajo la maldad de satanás. Vivís en el error y habéis tomado como medio de vida ese error en el que estáis viviendo. Un medio de vida de conveniencias, de maldad, en donde, prácticamente, no se viven las Virtudes, sino que se viven las conveniencias.
¡Cuánta maldad hay entre vosotros!, pero algunos de vosotros lucháis por conseguir la Verdad y Yo os ayudo, Mis pequeños, estáis llamados a vivir en la Verdad.
Por eso os pido que alabéis, de corazón, Mi Santo Nombre, agradeced de corazón todo lo que Yo os he dado, lo material y lo espiritual. Interiorizaros en vuestro corazón y pedidMe que os lleve a conocer Quién Soy, dónde estoy, qué os he dado, porque poco, muy poco, meditáis sobre Mí, vuestro Dios, sabéis que existo, pero no Me dais ni el tiempo ni el amor que Yo quiero que Me deis.
Vivid pues, Mis pequeños, como Yo os lo pido, y encontraréis, como os dije, la Paz, en la que debéis vivir y que debéis transmitir, porque viviendo en Paz, podéis pensar mejor, podéis discernir, podéis llevar a cabo vuestra misión, como ya os lo he pedido y como debe ser. Debéis ser ejemplo, Mis pequeños, como lo fue Mi Pequeño Francisco de Asís, debéis ser como Él, que con su sola presencia movía a las almas hacia la Verdad, hacia el Amor.
Sed ejemplo vosotros, ahora, en estos tiempos, de llevar una vida llena de Mi Amor, una vida llena de Paz, y una vida llena de Alegría, porque no por el hecho de vivir Conmigo, debéis ser personas en las cuales no exista la alegría, no existan las Virtudes, debéis ser alegres en todo momento, como Mi Hijo Jesucristo, también, os lo mostró, con su Vida, entre vosotros.
Os amo mucho, os amo demasiado, Mis pequeños, amadMe, amadMe, como Quien Soy, vuestro Dios, vuestro Creador, El que os provee de todo, pero sobre todo, El que os provee del Amor, del Amor Verdadero.
Gracias, Mis pequeños.