Nov 20_18 Mi Llegada a la Tierra, fue precisamente, para eso, para enseñaros a orar y salvar almas.

Rosario vespertino MENSAJE ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Sed Luz junto Conmigo, sed faros y guías para la salvación eterna de infinidad de almas, sed otros Cristos, para que les enseñéis a vuestros hermanos lo que es el Amor, el Verdadero Amor y lo podáis compartir con vuestros hermanos.

Hijitos Míos, ya os había anunciado anteriormente, que cuando se fuera a dar Mi Llegada, las condiciones previas a ella, iban a ser todo un caos a vuestro alrededor.

Recordad lo que se os ha dicho, que tendréis que padecer lo mismo que Yo padecí en Mis últimos momentos sobre la Tierra: Mi Pasión, Muerte, pero luego vendrá la Resurrección. Son los momentos de obscuridad, son los momentos en que está actuando satanás fuertemente, como actuó en esos momentos de Mi Pasión, él dudaba, todavía, de Mi Divinidad, pero quería desquitarse, también, de que él perdió el Cielo por oponerse al Amor.

Os he dicho que lo primero que os iba a quitar satanás, era la paz, y Yo os di el Ejemplo, para que vosotros lo sigáis en estos momentos de vuestra pasión. Ciertamente, satanás, moviendo los corazones del pueblo de Israel, se amotinaron contra Mí; siendo que una semana antes Me alababan y hasta querían hacerMe Rey; y esos cambios fuertes, Mis pequeños, los provoca satanás, y de ellos os debéis de proteger. Eso pasa cuando falta espiritualidad, cuando falta una vida de entrega a Mí, a Mi Amor, a Mis Leyes, a vuestra misión.

Si realmente, estuvierais Conmigo, Yo os daría esa Fuerza Divina para que, a pesar de los ataques de satanás a vuestro alrededor, os mantuvierais en Paz y con una Fe inquebrantable. Ahora estáis viendo su maldad a vuestro alrededor, a vuestra izquierda, a vuestra derecha; os ataca de múltiples formas, y todo para que vosotros perdáis la Paz y la Fe.

Algo muy importante, Mis pequeños, es que nunca os separéis de Mí, para que vuestra Fe se mantenga inquebrantable; satanás os conoce y sabe que sois débiles, débiles cuando estáis solos, pero cuando estáis unidos a Mí, a Mi Santísima Trinidad y con el Cuidado de Mi Madre, la Siempre Virgen María, de Mi Padre en la Tierra, el Señor San José, vosotros podéis vencerlo.

A pesar de que estáis ya, viviendo estos momentos obscuros, en donde satanás tiene el poder, pero no total, os debéis de mantener en oración más profunda y viviendo el Bien que Yo he puesto en vuestro corazón. Ese bien es Mi Amor, y recordad que cuando estaba Yo padeciendo todos los Dolores de la Pasión, oraba. Oraba por todos aquellos que Me estaban causando un gran mal en Mi Cuerpo, más no en Mi Corazón.

Vuestro cuerpo es solamente envoltura, es vehículo para vuestra alma. El cuerpo quedará aquí, porque tierra es, pero vuestra alma es la que trasciende y, ésa, es a la cual vosotros debéis cuidar con más ahínco. Vuestra alma tiene que estar unida, perfectamente, a Mí y debe confiar plenamente en Mí, para que después de este dolor de pasión, que estéis llevando y que llegará en un momento mucho más fuerte, aún en ese momento, podáis vencer a satanás con el Amor que tomaréis de Mí. Satanás no soporta el Amor, el Amor que ya habéis cultivado, de un buen tiempo para acá, y que es Mi Amor en vosotros.

Confiad plenamente en Mi Amor y en Mis Cuidados de éstos momentos difíciles, pero que, por otro lado, os están avisando que luego tendréis la Resurrección, que luego tendréis esa Luz Nueva, Mi Reino entre ustedes, Mi Llegada con el Resto Fiel.

No todo es maldad, que así lo veis. La maldad, el dolor, se puede volver salvífico para otras almas y eso es lo que Yo hacía durante Mi Pasión y en el ofrecimiento de Mi Muerte: salvación de almas. Ahora es vuestro turno, ahora os toca salvar a infinidad de almas de vuestros hermanos de la Tierra y del Universo entero.

La Fe os hace entender que muchos hermanos vuestros habitan, también en el Universo y que necesitan de vuestra ayuda, porque os he explicado ya, que lo que está padeciendo, ahora, vuestro planeta, lo está padeciendo el Universo entero. La maldad de satanás afectó a toda la Creación, o sea, a todo el Universo, con su oposición a Mi Amor.

Por eso, os he insistido tanto en la oración, porque debéis cuidar Mi Creación y Mi Creación, son todos vuestros hermanos del Universo, que no conocéis, porque necesitan de vuestra ayuda, para que satanás no los pueda vencer y los lleve a su destrucción espiritual, y con un probable dolor eterno con su condenación.

Son momentos, por un lado, como os dije, de obscuridad, pero, por otro lado, de Luz salvífica, porque estáis llevando, también, una misión parecida a la Mía, que como os he explicado que al ser otros Cristos, también estaréis salvando almas con vuestros dolores, preocupaciones, con todo aquello que afecta vuestra estabilidad espiritual, vuestra estabilidad, también, humana.

Dejaos guiar por Mi Santo Espíritu y pedidMe que os vaya explicando lo que irá sucediendo en estos momentos, para que, podáis soportar la prueba.

Como os he dicho, pasé todo esto para vuestra salvación. Os estoy enseñando, con Mi Padecer, con Mi Muerte, con Mi Resurrección, que todo lo que vosotros padeceréis, también, os llevará, al final, a feliz, no término, sino a un feliz inicio.

Sabéis de los Nuevos Cielos y de las Nuevas Tierras para las almas escogidas, para empezar una nueva generación, confiad en ello, Mis pequeños, que Yo estoy con vosotros y orad mucho por aquellos, a los cuales les falta Fe y que no han querido aceptar todo esto que os he explicado por tantos años.

Ciertamente, es muy fácil decir “yo no creo en todo lo que dicen los videntes alrededor del mundo” y con eso, están perdiendo oportunidades de mejora espiritual y de salvación eterna. Pocos, como vosotros, sois los que tomasteis el compromiso, sois pocos, y por eso, seréis premiados. Seréis premiados por vuestra Fe, pero, más por vuestro actuar por la salvación de tantas almas que necesitan de vuestra intercesión, que fue lo que Yo hice, exactamente, con Mi Donación. Mi Llegada a la Tierra, fue precisamente, para eso, para enseñaros a orar y salvar almas. Entré a la Tierra pidiendo eso y salí de la Tierra haciendo lo mismo, pidiéndolo en la Cruz: “tengo sed, dadMe almas” y os lo vuelvo a repetir: Muchas almas necesitan de oración para su salvación, dadMe almas, Mis pequeños. Fuisteis creados para vivir, y vivir eternamente en el Reino de los Cielos y no para morir, primeramente, al vivir en el mal durante vuestra vida y luego morir en pecado grave y desperdiciar vuestra vida en el Infierno eternamente.

Vuestra vida vale mucho, vuestra vida puede producir mucha vida a almas que están muertas en el pecado, en el mal.

Sed Luz junto Conmigo, sed faros y guías para la salvación eterna de infinidad de almas, sed otros Cristos, para que les enseñéis a vuestros hermanos lo que es el Amor, el Verdadero Amor y lo podáis compartir con vuestros hermanos.

Manteneos, pues, con esa Esperanza que os debe dar alegría al saber que después de la obscuridad, en donde satanás está actuando fuertemente, vendrá la Luz que lo aplastará y que, además, esa Luz os traerá Mi Presencia entre vosotros y será el nuevo renacer de la humanidad.

Por eso os pido nuevamente, no viváis en la preocupación del qué dirán o qué os pasará, estando Conmigo, sabéis perfectamente, a dónde vais, sino manteneos en la alegría de estar salvando almas, entregándoMe almas mediante vuestra oración y vuestra donación y, sobre todo, saber que es poco el tiempo, ya, para que todo cambie hacia el Bien.

Mi Amor bajará y os cubrirá, os transformará y gozaréis Mi Cielo aquí en la Tierra. Confiad, pues, Mis pequeños, confiad en Mí, vuestro Dios, Yo estoy con vosotros y os acompañaré en estos momentos de más obscuridad. Recordad que sois Luz y satanás no se acerca a aquellos que llevan Mi Luz.

Gracias, Mis pequeños.

Nov 20_18 Mi Llegada a la Tierra, fue precisamente, para eso, para enseñaros a orar y salvar almas.

Rosario vespertino MENSAJE ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Sed Luz junto Conmigo, sed faros y guías para la salvación eterna de infinidad de almas, sed otros Cristos, para que les enseñéis a vuestros hermanos lo que es el Amor, el Verdadero Amor y lo podáis compartir con vuestros hermanos.

Hijitos Míos, ya os había anunciado anteriormente, que cuando se fuera a dar Mi Llegada, las condiciones previas a ella, iban a ser todo un caos a vuestro alrededor.

Recordad lo que se os ha dicho, que tendréis que padecer lo mismo que Yo padecí en Mis últimos momentos sobre la Tierra: Mi Pasión, Muerte, pero luego vendrá la Resurrección. Son los momentos de obscuridad, son los momentos en que está actuando satanás fuertemente, como actuó en esos momentos de Mi Pasión, él dudaba, todavía, de Mi Divinidad, pero quería desquitarse, también, de que él perdió el Cielo por oponerse al Amor.

Os he dicho que lo primero que os iba a quitar satanás, era la paz, y Yo os di el Ejemplo, para que vosotros lo sigáis en estos momentos de vuestra pasión. Ciertamente, satanás, moviendo los corazones del pueblo de Israel, se amotinaron contra Mí; siendo que una semana antes Me alababan y hasta querían hacerMe Rey; y esos cambios fuertes, Mis pequeños, los provoca satanás, y de ellos os debéis de proteger. Eso pasa cuando falta espiritualidad, cuando falta una vida de entrega a Mí, a Mi Amor, a Mis Leyes, a vuestra misión.

Si realmente, estuvierais Conmigo, Yo os daría esa Fuerza Divina para que, a pesar de los ataques de satanás a vuestro alrededor, os mantuvierais en Paz y con una Fe inquebrantable. Ahora estáis viendo su maldad a vuestro alrededor, a vuestra izquierda, a vuestra derecha; os ataca de múltiples formas, y todo para que vosotros perdáis la Paz y la Fe.

Algo muy importante, Mis pequeños, es que nunca os separéis de Mí, para que vuestra Fe se mantenga inquebrantable; satanás os conoce y sabe que sois débiles, débiles cuando estáis solos, pero cuando estáis unidos a Mí, a Mi Santísima Trinidad y con el Cuidado de Mi Madre, la Siempre Virgen María, de Mi Padre en la Tierra, el Señor San José, vosotros podéis vencerlo.

A pesar de que estáis ya, viviendo estos momentos obscuros, en donde satanás tiene el poder, pero no total, os debéis de mantener en oración más profunda y viviendo el Bien que Yo he puesto en vuestro corazón. Ese bien es Mi Amor, y recordad que cuando estaba Yo padeciendo todos los Dolores de la Pasión, oraba. Oraba por todos aquellos que Me estaban causando un gran mal en Mi Cuerpo, más no en Mi Corazón.

Vuestro cuerpo es solamente envoltura, es vehículo para vuestra alma. El cuerpo quedará aquí, porque tierra es, pero vuestra alma es la que trasciende y, ésa, es a la cual vosotros debéis cuidar con más ahínco. Vuestra alma tiene que estar unida, perfectamente, a Mí y debe confiar plenamente en Mí, para que después de este dolor de pasión, que estéis llevando y que llegará en un momento mucho más fuerte, aún en ese momento, podáis vencer a satanás con el Amor que tomaréis de Mí. Satanás no soporta el Amor, el Amor que ya habéis cultivado, de un buen tiempo para acá, y que es Mi Amor en vosotros.

Confiad plenamente en Mi Amor y en Mis Cuidados de éstos momentos difíciles, pero que, por otro lado, os están avisando que luego tendréis la Resurrección, que luego tendréis esa Luz Nueva, Mi Reino entre ustedes, Mi Llegada con el Resto Fiel.

No todo es maldad, que así lo veis. La maldad, el dolor, se puede volver salvífico para otras almas y eso es lo que Yo hacía durante Mi Pasión y en el ofrecimiento de Mi Muerte: salvación de almas. Ahora es vuestro turno, ahora os toca salvar a infinidad de almas de vuestros hermanos de la Tierra y del Universo entero.

La Fe os hace entender que muchos hermanos vuestros habitan, también en el Universo y que necesitan de vuestra ayuda, porque os he explicado ya, que lo que está padeciendo, ahora, vuestro planeta, lo está padeciendo el Universo entero. La maldad de satanás afectó a toda la Creación, o sea, a todo el Universo, con su oposición a Mi Amor.

Por eso, os he insistido tanto en la oración, porque debéis cuidar Mi Creación y Mi Creación, son todos vuestros hermanos del Universo, que no conocéis, porque necesitan de vuestra ayuda, para que satanás no los pueda vencer y los lleve a su destrucción espiritual, y con un probable dolor eterno con su condenación.

Son momentos, por un lado, como os dije, de obscuridad, pero, por otro lado, de Luz salvífica, porque estáis llevando, también, una misión parecida a la Mía, que como os he explicado que al ser otros Cristos, también estaréis salvando almas con vuestros dolores, preocupaciones, con todo aquello que afecta vuestra estabilidad espiritual, vuestra estabilidad, también, humana.

Dejaos guiar por Mi Santo Espíritu y pedidMe que os vaya explicando lo que irá sucediendo en estos momentos, para que, podáis soportar la prueba.

Como os he dicho, pasé todo esto para vuestra salvación. Os estoy enseñando, con Mi Padecer, con Mi Muerte, con Mi Resurrección, que todo lo que vosotros padeceréis, también, os llevará, al final, a feliz, no término, sino a un feliz inicio.

Sabéis de los Nuevos Cielos y de las Nuevas Tierras para las almas escogidas, para empezar una nueva generación, confiad en ello, Mis pequeños, que Yo estoy con vosotros y orad mucho por aquellos, a los cuales les falta Fe y que no han querido aceptar todo esto que os he explicado por tantos años.

Ciertamente, es muy fácil decir “yo no creo en todo lo que dicen los videntes alrededor del mundo” y con eso, están perdiendo oportunidades de mejora espiritual y de salvación eterna. Pocos, como vosotros, sois los que tomasteis el compromiso, sois pocos, y por eso, seréis premiados. Seréis premiados por vuestra Fe, pero, más por vuestro actuar por la salvación de tantas almas que necesitan de vuestra intercesión, que fue lo que Yo hice, exactamente, con Mi Donación. Mi Llegada a la Tierra, fue precisamente, para eso, para enseñaros a orar y salvar almas. Entré a la Tierra pidiendo eso y salí de la Tierra haciendo lo mismo, pidiéndolo en la Cruz: “tengo sed, dadMe almas” y os lo vuelvo a repetir: Muchas almas necesitan de oración para su salvación, dadMe almas, Mis pequeños. Fuisteis creados para vivir, y vivir eternamente en el Reino de los Cielos y no para morir, primeramente, al vivir en el mal durante vuestra vida y luego morir en pecado grave y desperdiciar vuestra vida en el Infierno eternamente.

Vuestra vida vale mucho, vuestra vida puede producir mucha vida a almas que están muertas en el pecado, en el mal.

Sed Luz junto Conmigo, sed faros y guías para la salvación eterna de infinidad de almas, sed otros Cristos, para que les enseñéis a vuestros hermanos lo que es el Amor, el Verdadero Amor y lo podáis compartir con vuestros hermanos.

Manteneos, pues, con esa Esperanza que os debe dar alegría al saber que después de la obscuridad, en donde satanás está actuando fuertemente, vendrá la Luz que lo aplastará y que, además, esa Luz os traerá Mi Presencia entre vosotros y será el nuevo renacer de la humanidad.

Por eso os pido nuevamente, no viváis en la preocupación del qué dirán o qué os pasará, estando Conmigo, sabéis perfectamente, a dónde vais, sino manteneos en la alegría de estar salvando almas, entregándoMe almas mediante vuestra oración y vuestra donación y, sobre todo, saber que es poco el tiempo, ya, para que todo cambie hacia el Bien.

Mi Amor bajará y os cubrirá, os transformará y gozaréis Mi Cielo aquí en la Tierra. Confiad, pues, Mis pequeños, confiad en Mí, vuestro Dios, Yo estoy con vosotros y os acompañaré en estos momentos de más obscuridad. Recordad que sois Luz y satanás no se acerca a aquellos que llevan Mi Luz.

Gracias, Mis pequeños.