Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre Lo que el hombre debe saber y seguir, está en las Sagradas Escrituras, no tenéis por qué inventar más cosas en las cuales creer. Os he dicho que si creéis en Mí, si tenéis esa Fe en aceptar que lo que Yo os doy es lo correcto y verdadero y lo seguís, ya estáis asegurando vuestra entrada al Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, en algún momento os habéis dado cuenta que, Mi Amor y Mis Cuidados, son como aquellos que la gallina le da a los polluelos, los quiere a todos bajo sus alas, los protege y ellos se dejan proteger, saben que ahí están a salvo; aunque es relativo esto, porque si el enemigo es muy fuerte, acabará, también, con la gallina. Conmigo, ese no es el caso, Yo Soy el Todopoderoso y todo aquel que se acerca a Mí, tendrá una protección total.
Satanás siempre estará al acecho, como el gavilán lo está sobre los polluelos, él os quiere destruir y os quiere quitar vuestro derecho de entrar al Reino de los Cielos, pero no solamente eso, Mis pequeños, os quiere utilizar para que vosotros, también, destruyáis la pureza, la santidad que puedan tener vuestros hermanos o Mi Amor que lleven en su corazón. Os he dicho que es muy astuto, éste, vuestro enemigo, y él os puede llevar por caminos equivocados a tal grado que vosotros mismos podáis ser sus instrumentos y enseñar a los vuestros todo lo erróneo a donde os lleva satanás.
¡Hay tantos, tantos de vuestros hermanos, que viven en un mundo de equivocación! Inventan muchas cosas y creen en eso a pie juntillas.
Lo que el hombre debe saber y seguir, está en las Sagradas Escrituras, no tenéis por qué inventar más cosas en las cuales creer. Os he dicho que si creéis en Mí, si tenéis esa Fe en aceptar que lo que Yo os doy es lo correcto y verdadero y lo seguís, ya estáis asegurando vuestra entrada al Reino de los Cielos.
¿Qué hacéis vosotros cuando algo os interesa mucho? Estudiáis más sobre ese tema, sobre lo que os interesa y eso es lo que debierais hacer, Mis pequeños, no os debéis conformar, simplemente, con que fuisteis Bautizados. El Bautizo os asegura que se abra la Puerta del Saber hacia vosotros. En el momento de vuestro Bautizo, sois ya, hijos Míos, y con eso, ganáis muchos, muchos derechos de Mí hacia vosotros para llegar a vuestra santificación. Las almas que realmente Me aman, estudiarán, con mucho gusto y con ahínco lo que está en las Sagradas Escrituras y la Luz de Mi Santo Espíritu, os iluminará, para que no, solamente, estudiéis Mis Verdades, sino para que las viváis y las transmitáis. Ese es, ya, un segundo paso muy grande, y os lo agradezco inmensamente. Necesitáis más, que es la santificación de vuestra vida, siendo otros Cristos, con ello, estáis asegurando un lugar muy cerca de Mi Corazón, para toda la eternidad.
Os vuelvo a repetir, cuando algo os interesa, buscáis por todos lados información sobre lo que os interesa, y tratáis de aprender, lo más que podáis de ello, porque os gusta ese tema. ¿Acaso no Soy Yo, más valioso que cualquier cosa que vosotros queráis tener en vuestra vida y de la cual, queráis aprender más?
Cuando alguien Me busca, aprendéis mucho y nunca acabaréis de aprender, porque Yo Soy el Eterno, Yo Soy el Infinito y mientras más Me buscáis, más aprendéis y Yo os ayudo a que entendáis muchas cosas acerca de Mí. Mientras más aprendéis, más Me amáis y el Amor os acerca muy estrechamente a Mí.
Yo Conozco a las almas, sé cuáles Me aman y cuáles quieren solamente cumplir, pero por obligación y no con amor. Yo quiero que todos, los que vengan a Mí, Me amen de corazón, Me busquen de corazón y que deseen aprender mucho de Mí, para estar más cerca y conocer más de cerca, lo que Yo Soy para vosotros.
¡Hay tanto, tanto que podéis aprender de Mí, que ni siquiera os imagináis que pueda existir tanto Conocimiento y tanto Bien! El que se llena de Mi Amor, vive momentos místicos que os hacen anhelar estar siempre más cerca y conociendo más de Mí.
Cuando Yo os digo que Soy vuestro Dios, que Soy vuestro Creador, que la Verdad está en Mí y que, Mi Conocimiento es muy vasto: solamente lo podréis comprobar, cuando empecéis a buscarMe, y cuando creáis que ya encontrasteis el final del Conocimiento, se os abre otro horizonte, mucho más grande, y veis, nuevamente, vuestra pequeñez.
Y eso es lo que tendréis, por toda la eternidad, el conocerMe, el buscarMe, el encontrarMe y en ese momento, pasáis al siguiente paso, en donde, nuevamente, como os dije, os quedáis pequeños, os dais cuenta que cuando creíais haber encontrado todo el Conocimiento Divino, apenas os estáis acercando a Mí.
Sed, pues, humildes, Mis pequeños, Yo quiero que todas las almas Me busquen, Me dejo encontrar por aquellas que realmente Me aman, y no por las que quieren estar Conmigo para presumir ante sus hermanos, ¡no!, Me dejo encontrar por las almas buenas, por las almas santas, las consiento, les doy unas Gracias y Bendiciones que no conocen, pero que gozarán inmensamente.
No temáis, pues, de querer acercaros a Mí y buscarMe, ciertamente, ese es vuestro deber, y vuestro regalo es inmenso cuando Me encontráis. Yo Me derramo sobre las almas buenas, las almas que, realmente, buscan su santidad, las almas que quieren amarMe más.
PedidLe a Mi Santo Espíritu, que os dé ese deseo grande de buscarMe y Me dejaré encontrar.
Os amo infinitamente, porque Me buscáis, porque queréis saber más de Mí, porque queréis aprender más de Mí.
Que Mi Amor quede con vosotros, Mis pequeños. Así sea.