Jul 19_18 La sencillez, la Humildad, el Amor, siempre os van a abrir las puertas de Mi Corazón.

Rosario vespertino – MENSAJE ÚNICO.

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: La Humildad, os he dicho, es la llave que abre la puerta para que recibáis todas las demás Virtudes, Bendiciones y Mi Amor en pleno.

Hijitos, os he hablado mucho sobre la Humildad, pero parece que no hace mella en vuestro corazón.

La Humildad, os he dicho, es la llave que abre la puerta para que recibáis todas las demás Virtudes, Bendiciones y Mi Amor en pleno. ¿Acaso, Yo, como vuestro Salvador, estaría recibiendo, aún en estos días, después de más de dos mil años que vine para ayudaros, todo el amor de parte de vosotros, el respeto y sobre todo, el Ser Guía de vuestra vida, si Me hubiera comportado en forma soberbia y grosera? No, Mis pequeños, Yo no sería vuestro Dios, vuestro Salvador y, sobre todo, el Amor al que vosotros seguís con cariño, si Yo Me hubiera comportado en forma grosera y soberbia.

Sois Mis seguidores porque Me amáis y porque, en vuestro corazón, sentís Mi Vida y sentís que lo que obtenéis de Mí, lo que vosotros aceptáis en vuestro corazón sobre Mí, os da una vida muy especial, que no la podéis obtener de ninguna otra forma.

Al seguirMe a Mí, Me estáis siguiendo como Dios, como Hombre pero, sobre todo, como vuestra Guía, vuestro Camino para llegar al Reino de los Cielos.

Os repito, mucho os he hablado de la Humildad, pero seguís fallando grandemente, no os estáis poniendo al nivel de vuestros demás hermanos. La mayoría de vosotros hacéis diferencias, ya sea de color de piel, o por el dinero que tenéis o por vuestros estudios y hacéis infinidad de comparaciones, en las que, en vuestra soberbia, vais sintiendo que sois mejores que vuestros hermanos, y estáis en un error y en un error muy grande, Mis pequeños, porque aquél que se ensoberbece empieza a caer verticalmente y destruye su alma, su ser, su trato, especialmente, Conmigo, y el trato con vuestros hermanos. Os quedáis aislados, porque nadie soporta a una persona soberbia, a una persona que se siente en una o en varias formas mejor que los demás.

En cambio, hay muchos hermanos vuestros en los que la Humildad los corona, y lo quiero decir así, tienen una corona que Yo, espiritualmente, les concedo, porque son sencillos, como Yo, humildes como Yo y, sobre todo, dadivosos, como Yo, que Me di totalmente por vosotros.

Cuando vosotros empezáis a hacer diferencias entre uno y otro de vuestros hermanos, os perdéis de mucho. Creéis que el color de la piel o la deficiencia en sus estudios o de su economía, los hacen menos que vosotros, porque nacisteis en un hogar preparado, tanto, quizá, espiritualmente, como económicamente, porque tenéis unos padres que os consienten y que os procuran para que no os falte nada, cuando en otros hogares, hay muchos faltantes.

Os vais separando vosotros mismos de esos hermanos vuestros y, os lo voy a decir así: que os dan un ejemplo inmenso de humildad, de sencillez, porque muchos de ellos están Conmigo y vosotros, en cambio, en vuestra soberbia, os habéis apartado de Mí.

Hay tantos hermanos vuestros a vuestro alrededor, que os dan clases de humildad, de sencillez, pero sobre todo de hermandad.

Yo os dije que os tratarais los unos a los otros, como lo que sois verdaderamente ante Mis Ojos: hermanos, pero no, lo olvidáis muy rápidamente. Vosotros mismos, ciertamente, guiados por satanás, habéis creado clases sociales, diferencias entre unos y otros, que ante Mis Ojos, no valen y, todo esto lo hacéis, porque os falta Fe, porque os falta vivir en Mi Amor.

Cuando vivís entregados a Mí, Yo os cubro con Mi Gracia, Yo os hago vivir esa vida sencilla que vosotros debéis vivir pero, sobre todo, os doy Sabiduría.

El humilde, el sencillo, muchas veces está más lleno de Sabiduría que aquél que tiene estudios muy altos.

Eso es lo que vale ante Mis Ojos, la Sabiduría que os va a ayudar a llegar al Reino de los Cielos, que os va a ayudar a que compartáis lo que vosotros tenéis y que podéis dar a vuestros hermanos para que se puedan salvar.

Preguntaos vosotros mismos ¿en qué os puede ayudar a ganar el Reino de los Cielos, un hermano vuestro que es soberbio, que no os quiere, porque pertenecéis a una clase social o económica más baja que vosotros? En nada. El soberbio, ante Mis Ojos, si no cambia, será quemado, porque no sirve; no sirve para Mis Planes de salvación de las almas. Se siente superior y además, es egoísta, no da lo que tiene, porque no quiere que los demás lleguen al alto grado que ellos tienen y que, tontamente, ellos mismos se han puesto en ese pedestal.

Mis pequeños, la sencillez, la Humildad, el Amor, siempre os van a abrir puertas, pero principalmente las de Mi Corazón. Yo os daré todo lo que necesitaréis, porque todo lo que Yo os dé, caerá en tierra buena, en tierra fértil, que os ayudará, primeramente, a vuestro crecimiento espiritual y posteriormente, a todos vuestros hermanos que os rodean, o que están en la lejanía, pero que se pueden llenar con la Sabiduría y el Amor que pueda salir de vuestros labios o de vuestro ejemplo.

La vida en el Reino de los Cielos, es para los sencillos, para los humildes, para los mansos de corazón. El soberbio nunca va a entrar al Reino de los Cielos y os lo he dicho varias veces, Mis pequeños: apartad de vosotros todo aquello que os haga creer, en vuestra persona, que sois superiores a los demás.

Ciertamente, Yo voy dando Dones y capacidades especiales a almas escogidas, pero ya queda en vuestro libre albedrío, ser sencillo, humilde y dadivoso o llegar al momento en que vosotros ya no sois deseados ante Mis Ojos porque os volvisteis soberbios y empieza la vaciedad del alma; ya no servís para los Planes del Cielo, vosotros mismos cerráis la Puerta del Reino de los Cielos para vosotros.

Meditad todo esto, Mis pequeños, meditadlo y, sobre todo, dejaos guiar por Mi Santo Espíritu, que os irá recordando todo lo que Yo os enseñé aquí en la Tierra, y lo que está, también, en las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento, cuando Mi Padre se comunicaba con el hombre.

Regresad a lo sencillo, dejaos que en Mi Santísima Trinidad, viváis la Humildad que viene de Nosotros, que os dejéis mover por Nuestra Voluntad y, sobre todo, que podáis ser ejemplo Mío ante los hombres.

Os he dicho que debéis ser otros Cristos y especialmente en estos momentos, en los que satanás os ha ido distorsionando vuestra realidad. Pedid, os lo he repetido muchas veces, pedid el Discernimiento Santo, para que podáis encontrar el camino correcto que os llevará hacia el Reino de los Cielos.

Tapad vuestros oídos cuando sintáis que satanás se acerca a vosotros y os quiera llevar hacia la soberbia, porque si vosotros aceptáis y vivís sus consejos, las Puertas del Cielo quedarán cerradas para vosotros.

Amor, Amor, Amor es lo que debéis vivir, pero un Amor Limpio, Sano, Santo, Puro, porque así son las almas que viven en el Reino de los Cielos. Por eso, la gran mayoría de vosotros, tendréis que pasar primero una purificación en el Purgatorio y luego entraréis a vuestro Hogar Eterno.

Preparaos, pues, para los acontecimientos que iniciarán vuestra purificación y pedid por aquellos que no están preparados para bien morir, para que puedan seguirMe, para que deseen, el vivir Conmigo eternamente.

Gracias, Mis pequeños.