Nov 07_17 Ya no es tiempo de evangelizar, persona por persona, es tiempo de orar, fuertemente.

Rosario vespertino – MENSAJE ÚNICO

 

 

 

 

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Se os ha dicho que ya el tiempo se terminó, que estáis viviendo, prácticamente, fuera del tiempo, estáis esperando los acontecimientos fuertes de la Purificación y ¿qué tanto os estáis preparando para ello? Os pregunto.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Mi Amor es salvífico, Mi Amor os da Vida, Mi Amor os hace crecer, Mi Amor os llena de dones y Virtudes, Mi Amor os consiente, Mi Amor os santifica y podría seguir así la lista de las grandes Bendiciones y los grandes dones que os da Mi Amor.

Pero Mi Amor, también, ha sido atacado fuertemente por satanás y ahora, también, por aquellos, que han preferido seguirle a él y no mantenerse Conmigo. 

Desde antes que vosotros tuvierais vida, estabais en Nuestra Mente y en Nuestro Corazón. Sois parte de Nosotros, sois parte del Padre, sois parte Mía, sois parte del Espíritu Santo sólo por el hecho de saber eso, debierais estar infinitamente contentos, porque pertenecéis al Cielo.

En estos tiempos, en donde se ve ya, claramente, cómo se va dividiendo la humanidad, en maldad con los que están con satanás y en bondad y el amor con los que estáis con Nosotros, os podéis dar, plenamente cuenta, de lo que es vivir en Dios y lo que es vivir para satanás. Os dais perfectamente cuenta de toda la maldad que se ha desatado alrededor del Mundo, y esto es causa de satanás, y ni así entendéis, Mis pequeños. Vosotros fuisteis creados para vivir en el Amor, fuisteis creados por Nuestro Amor. Buscáis lo bueno, buscáis estar “bien” en todos sentidos, pero os habéis desviado grandemente. Creéis buscar el “bien” y gozar el “bien”, un “bien” que satanás ha transformado y le ha quitado el significado de lo que es el Bien Verdadero, que solamente puede venir de Nuestra Trinidad Divina pero, vosotros, queréis buscar un “bien” que toque a vuestra alma y ese “bien” a donde os lleva satanás es pecaminoso y, ciertamente, afecta a vuestra alma, pero la lleva hacia el mal, la lleva a estar en contra de Nuestros Designios, de los Mandamientos que os heMos dado, de la vida espiritual que debéis seguir para santificaros y poder regresar al Reino de los Cielos.

Estáis viviendo una mentira al seguir a satanás, creéis vivir en el “bien”, cuando le estáis dando rienda suelta a vuestras pasiones, a todo aquello que os separa de la Virtud y del Amor hacia Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, y a vuestros hermanos, a quienes debierais vosotros cuidar y que no lo hacéis. Se os ha repetido muchas veces, que sois hermanos, que pertenecéis a la familia del Cielo, que debéis estar con Nosotros, primeramente, para que, cuando os llenéis de Nuestro Amor, podáis dar Amor a vuestros hermanos.

Pero ¿qué es lo que está pasando en estos tiempos? No hay amor, no dais amor, creáis muchos problemas a vuestros alrededor, porque no estáis llenándoos del Amor Divino, ya no estáis viviendo vida de Virtud, vida Sacramental, vida en Nuestro Amor.

Yo, vuestro Salvador, Jesucristo, os vine a mostrar esa vida que vosotros debéis llevar para hacer familia, para que podáis uniros a vuestra Familia Celestial, pero habéis hecho caso omiso de todo lo que Yo os di. Ya no Me seguís, ya no os interesa vivir en Nuestro Amor, en las Virtudes, en la vida que os va a santificar, os estáis separando, completamente, del medio seguro que os va a regresar al Reino de los Cielos. En cambio, le estáis dando rienda suelta a todo aquello que os está asegurando vuestra muerte eterna en el Infierno. Estáis viviendo una realidad, una realidad espiritual, en la cual, vosotros tenéis que escoger a quién seguir y, con ello, también, escogeréis vuestro futuro eterno.

Se os ha dicho que ya el tiempo se terminó, que estáis viviendo, prácticamente, fuera del tiempo, estáis esperando los acontecimientos fuertes de la Purificación y ¿qué tanto os estáis preparando para ello? Os pregunto, ¿qué tanto os estáis preparando para que, de un momento a otro, se vengan esas situaciones, en las cuales, muchas almas, millones de almas van a perder la vida, en qué condiciones espirituales os podréis encontrar? En las Sagradas Escrituras, se os dice que ese momento, vendrá como el ladrón, de repente, sin avisar, ¿estáis preparados y estáis listos para lo que pueda suceder?

¿Cómo vivís a diario?, ¿qué dais a los demás?, ¿cómo os presentáis ante vuestros hermanos?, ¿cómo les ayudáis con los dones, virtudes y vida espiritual que vosotros, debéis haber hecho crecer?, y con ello, dar a vuestros hermanos lo mejor de Nosotros, porque, lo que tenéis en vuestro corazón, viene de Nuestra Santísima Trinidad.

Recordad Mis pequeños, que estáis trabajando para el Cielo, no estáis trabajando para vivir eternamente en la Tierra. Se os ha dado un tiempo para poder hacer grandes cosas para el Cielo y, esto es, salvación de almas o crecimiento espiritual para las almas, o ayudarlas de una forma u otra para que se puedan salvar, pero santificándoos antes.

Primero, que ganéis vuestra santificación con todo lo que se os ha enseñado y eso lo podáis dar a vuestros hermanos para que puedan, también, ellos santificarse y ganar el Reino de los Cielos. Ciertamente, la tarea es difícil y cada vez se está haciendo más difícil, puesto que satanás ha tomado mucho terreno entre vosotros. Por eso, debéis pedir la Sabiduría Divina, para que podáis, vosotros, saber responder contra los ataques de satanás y podáis convencer a vuestros hermanos, en el Amor Divino, lo que deben de seguir.

Mucha humildad se necesita, Mis pequeños, mucha humildad, para vencer a satanás. Recordad que él es muy inteligente y tiene muchas capacidades, como para poder bloquear lo que vosotros podáis decir o hacer, pero no puede contra Mi Sabiduría Divina, contra la Sabiduría Divina de Nuestra Santísima Trinidad, y debéis pedírnosla para que vosotros podáis ser convincentes y poder ayudar a muchas almas en su conversión. Pero hay algo muy importante para ser convincentes, vosotros tenéis que vivir esa vida de amor, esa vida de donación, esa vida que Yo os enseñé. Yo le dije al pueblo judío, cuando estaba entre ellos, refiriéndoMe a los escribas y fariseos: “hagan lo que digan ellos, más no hagan lo que hacen ellos”. Ellos repetían, ciertamente, las Palabras de Sabiduría de las Escrituras, pero su actuar era malo. Vosotros tenéis el conocimiento, ahora tenéis que hacerlo vida, para que, de esta forma, podáis vosotros mover corazones hacia la conversión, para que ellos obtengan, también, su salvación eterna.

También en las Escrituras, está escrito lo que les dije a Mis discípulos y apóstoles, que la mies era mucha y los trabajadores pocos, y estáis viviendo esos momentos, hay pocos trabajadores. Se os ha dicho que el resto fiel, es muy pequeño, pero, con Nuestra ayuda, con las capacidades Divinas que se os pueden dar, y los dones especiales, para poder llegar a muchas almas, podéis ayudar a muchos hermanos vuestros en su conversión y en su salvación eterna. Pero esto se os dará, cuando veaMos en vosotros una verdadera humildad y un deseo grande de salvación para vuestros hermanos. Son vuestros hermanos, repito, es vuestra familia y debéis ayudarMe a regresar al redil a vuestros hermanos que se han salido de él.

El Amor, Mis pequeños, es muy importante, el Amor puede producir milagros, por eso, insistiMos tanto en que viváis en el Amor. Mis pequeños, estáis llamados a hacer milagros, estáis llamados a salvar a muchas almas, estáis llamados a vivir el Amor y ayudar a vuestros hermanos a vivirlo, también, porque todos los que se salven, llegarán a un Reino de Amor.

Debéis empezar, desde ahora, Mis pequeños, debéis empezar a vivir ese Amor, dándoos, plenamente, por Nosotros, en la salvación de vuestros hermanos.

El tiempo es corto, muy corto, Mis pequeños, estáis en momentos muy difíciles. Ciertamente, como se os ha dicho, ya no es tiempo de evangelizar, persona por persona, es tiempo de orar, fuertemente, por aquellos a los cuales, no podéis vosotros alcanzar, que se encuentran muy lejos, en otros países, y, podéis evangelizar a los que están a vuestro alrededor, que a donde vayáis, seáis Amor, como Yo lo fui en la Tierra, cuando estuve entre vosotros.

Gracias, Mis pequeños.