Ago 17_17 Abrid vuestro corazón a Nuestra Paz, a Nuestro Amor, a Nuestra Sabiduría Divina.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

 

 

 

Mensaje de la Santísima Trinidad a J. V.

 

 

Primer Misterio. Habla la Santísima Trinidad.

Sobre: En la humildad, en la sencillez, es donde Nosotros trabajaMos profundamente y deberéis ser así, Mis pequeños, callados, sencillos, como vivía la Siempre Virgen María, Mi Esposa, de Ella debéis tomar un gran Ejemplo.

Hijitos Míos, necesidades tenéis muchas, pero, vosotros, no sabéis pedirMe. En las Sagradas Escrituras se os explica el cómo debéis pedir.

Primeramente, vosotros debéis, de ser posible, estar en estado de Gracia. Os he dicho que, vosotros, si vivís en pecado mortal, cerráis las puertas de la comunicación Divina para con vosotros. Os he dicho que Yo no puedo entrar a un corazón que le ha abierto sus puertas a satanás, ¿cómo Me pedís, que Yo, vuestro Dios, que Soy el Santo de los Santos, vaya a residir a vuestro corazón, cuando está lleno de pecado, de maldad?, Me ofenderíais. Primero, debéis entrar en estado de Gracia, limpiar vuestra mente, vuestro corazón y luego, pedirMe, con una humildad total, que vaya Yo a residir a vuestro hogar, a vuestro corazón.

Adán y Eva Me recibían en su corazón y era Mi hogar, su corazón, era, realmente, Mi residencia Terrena. Mi Paraíso Terrenal era su corazón, era un Paraíso, puesto que ellos eran santos, no tenían culpa, no tenían pecado, ni siquiera veniales, puesto que Yo los había creado puros. Tenían Mi Gracia, tenían Mi Amor y, por eso, Yo bajaba a su corazón de una manera filial, con una relación de Padre e hijos, y Me congratulaba con ellos. PlaticábaMos, compartíaMos juntos todo lo que ellos vivían en la Creación entera, que, como os he dicho, la Creación no era solamente la Tierra, sino todos los planetas del Universo. Todo lo Creado, lo conocían y Yo les di el Conocimiento de todo lo Creado, del porqué las leyes que ahora conocéis como de la física, de la química, todo eso y más, mucho más, que ahora no conocéis, lo conocían perfectamente ellos. Se trasladaban de un lugar a otro y vivían las alegrías de Mi Amor y, lo digo así, las alegrías de Mi Amor, porque, Yo, todo lo creé con una gran alegría, con un deseo grande de que vosotros, en lo futuro gozarais lo que estaban gozando vuestros Primeros Padres.

Para Mí, era una gran alegría daros alegría y un gran Amor, porque Yo todo lo creo en el Amor y, como os decía, Yo bajaba a ellos, a Mi Paraíso Terrenal, o sea, a su corazón y ahí platicaba con ellos.

Os he dicho que todos vosotros, también, podéis dejarMe entrar a vuestro corazón. Ciertamente, ahora, vuestro corazón está afectado por el Pecado Original y aunque vosotros tengáis una confesión perfecta y podáis hacer todos los méritos para que vuestro corazón quede limpio, desgraciadamente, no dura por mucho tiempo, porque volvéis a caer en pecados, aunque sean leves, en cualquier momento.

Esto os lo digo, Mis pequeños, para que os deis cuenta de vuestra pequeñez, de vuestra incapacidad para manteneros en pureza total. Satanás es muy hábil y os hace caer en pecado muy fácilmente, porque os conoce, conoce vuestras debilidades, pero, por otro lado, también, caéis fácilmente en pecado por culpa de vosotros mismos. Sí, Mis pequeños, el principal enemigo de vosotros, sois vosotros mismos, por vuestros defectos, por vuestros vicios, por vuestra maldad, por vuestra inconsistencia en tratar de manteneros en estado de Gracia.

Pero, Yo, así, aun así, entro a vuestro corazón y aunque no tiene la pureza y la santidad que tenían vuestros Primeros Padres, antes de cometer el Pecado Original, Yo, también, Me congratulo en que Me invitéis y Me tengáis ahí, convidándoMe de vuestras palabras, convidándoMe de vuestros deseos, de vuestros problemas, convidándoMe de lo que vosotros queráis platicarMe. Entended que, Soy el Huésped distinguido, al que debéis vosotros cuidar y consentir y, así, encuentro corazones con mayor o menor pureza o santidad. Y, también, os entiendo, en el sentido de que, por estar afectados por el Pecado Original, os repito, es muy difícil que podáis mantener vuestro corazón, todo vuestro ser, en un estado de pureza total, sin ningún pecado, pero Yo veo vuestra intención y eso es lo que más cuenta, Mis pequeños, que tengáis siempre la intención de manteneros en estado de Gracia, invitándoMe constantemente a estar con vosotros y viviendo una vida de lo más virtuosa posible.

Os agradezco esto tanto, Mis pequeños y debéis seguir luchando, luchando para que os mantengáis siempre en esa vida pura, en esa vida espiritual, en esa vida sencilla y con una humildad total.

Ciertamente, cuando entráis a esa vida espiritual profunda, se os va dando una vida, también, de sencillez, de humildad, para que no os envanezcáis, para que no presumáis a vuestros hermanos, que lleváis una relación filial Conmigo muy alta. Ahí es en donde entra, precisamente, vuestra humildad, vuestra sencillez.

A partir de que Yo entro en un alma, la empiezo a llevar a niveles altos de Virtud, para que mantengaMos una relación espiritual bella, sencilla y profunda. Cuando un alma Me invita y Me empieza a gozar, también empieza a producir muchos frutos, frutos grandes, frutos bellos, frutos que van a ayudar a muchas almas en su conversión.

Las almas virtuosas exhalan vida espiritual, exhalan amor, Me exhalan a Mí, vuestro Dios Cristo Jesús. Yo estoy con vosotros, Mi Padre está con vosotros, el Espíritu Santo está con vosotros. Somos inseparables, soMos Una Sola Persona, en tres diferentes Personas, pero todos, todos viviMos con vosotros. Ciertamente, cada uno de vosotros, vive más, profundamente una relación espiritual con Alguna de las Tres Divinas Personas, pero, en sí, todo confluye en Nuestra Santísima Trinidad. Lo que conoce Una de las Tres Divinas Personas, las otras Dos Divinas Personas, también, lo conocen. Somos inseparables y viviMos en vosotros y vosotros debéis vivir para Nosotros. Esa es la relación a la cual os estaMos llamando y deberéis llegar a ella trabajando, trabajando por conseguir esa vida profunda espiritual con Nosotros.

No os desesperéis, Mis pequeños, todo se da poco a poco, luchando, primeramente, contra vosotros mismos, porque, vosotros, como os dije, sois vuestro principal enemigo.

Os distraéis mucho con las cosas del Mundo. Satanás conoce vuestras debilidades y os pone toda clase de trampas para que vosotros no os enfrasquéis en conseguir una vida espiritual profunda y perfecta.

Os distraéis y, ciertamente, aunque buscáis esa vida espiritual, pocas veces la conseguís en profundidad. PedidMe a Mí, vuestro Dios Espíritu Santo, pedidMe que os guíe a esa profundidad. A esa profundidad espiritual en la cual, vosotros iréis aprendiendo infinidad de cosas que Yo os enseñaré. Recordad que se os ha dicho que vosotros estáis como bebés en párvulos, estáis apenas creciendo a una vida espiritual pequeña, ni siquiera os estáis perfeccionando, apenas estáis aprendiendo, Mis pequeños. Pero, Conmigo, que Yo Vivo en vosotros, más profundamente, os voy llevando a que alcancéis diversos grados de espiritualidad, para que, al final, entréis a la perfección profunda e íntima con Nosotros.

Un alma que ya Nos ha encontrado y que lucha por vivir esa profundidad de vida espiritual, goza inmensamente, aún su vida en la Tierra. Ciertamente, está viviendo en el Mundo, pero no está viviendo en él para el Mundo, vive para Nosotros, y externamente, pocas almas, muy pocas, se dan cuenta de la profundidad de vida espiritual que ésas almas están llevando, que están buscando, porque ésas almas, se vuelven, sobre todo, muy humildes, no están vociferando el estar buscando esa espiritual alta.

En la humildad, en la sencillez, es donde Nosotros trabajaMos profundamente y deberéis ser así, Mis pequeños, callados, sencillos, como vivía la Siempre Virgen María, Mi Esposa, de Ella debéis tomar un gran Ejemplo y pedirLe ayuda,para que podáis vivir esa intimidad en Nuestro Amor y, sobre todo, en Sabiduría, Sabiduría Santa, que os va a llevar a entender más profundamente, lo que quereMos de cada uno de vosotros.

Yo os llevo a que, primeramente, os conozcáis en profundidad y, luego, os llevo a que podáis ayudar en profundidad a vuestros hermanos.

Conocéis la vida de algunos santos, y cómo ellos conocían, en intimidad, cómo era la vida de otros y la gente se asombraba de que supieran, estos santos, su forma de vivir y hasta sus pecados. Sí, Mis pequeños, pero eso, ya no afecta al alma escogida. Cuando vosotros llegáis a un grado de perfección, en donde conoceréis la intimidad de vuestros hermanos, para ayudarles, vosotros mismos callaréis, precisamente, porque los amaréis como os amaMos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad.

El conocer la intimidad de otros hermanos vuestros, es para ayudarles, nunca, nunca para tomar ésos secretos profundos del hombre, para sacarles algún provecho personal. Al contrario, vosotros conocéis esa profundidad, les ayudáis y calláis.

Dejaos, pues, guiar, Mis pequeños, con Mi Ayuda, con Mi Ayuda Divina. DejadMe que Yo os levante a esos niveles altos, inmensos, a los que podéis llegar y debéis llegar, para que Nosotros os podaMos tomar como instrumentos de bien entre vuestros hermanos.

Debéis ser como ovejitas, guiadas por la Mano Perfecta del Pastor. La ovejita se deja llevar por el Pastor, porque sabe que Él las va a llevar a campos verdes, a tomar alimento sano y saludable. Yo Soy el Buen Pastor, Yo os vine a Enseñar a vosotros, Mis ovejitas, Mis hijos, Mis hermanos, el cómo tomar ese alimento saludable, el cómo vivir en estos terrenos de pastura saludable y cómo cuidaros de los lobos que os acechan y que os quieren destruir.

Ciertamente, al Ser Yo, el Buen Pastor, siempre os estaré cuidando. Vosotros, los que sois Mis ovejitas, los que queréis llegar a la perfección en el Amor, siempre seréis cuidados por Mí, el Pastor. Eso es lo que Yo quisiera, de cada una de las almas que estáis viviendo ahora, en la Tierra y en el Universo entero, que estáis llevando una misión particular, para que Mi Amor se difunda por todos lados, por el Universo entero y se dé, ya, por fin, la Luz, la Luz que se ha perdido, porque el pecado ha dejado todo en tinieblas.

Ciertamente, la Luz se avecina ya, pero debéis vosotros poner de vuestra parte, debéis ayudarNos con vuestra disponibilidad, con vuestra sencillez y humildad a ser tomados como almas de ejemplo y, quizá, de expiación, para salvar a otras almas; os debéis dar, como Yo, el Buen Pastor Me di. No necesariamente os estoy hablando de que pasaréis tribulaciones, como Yo las pasé por vuestra salvación; muchas veces, las almas atribuladas, las que están ayudando a sus hermanos a crecer espiritualmente, al no ser comprendidas por sus demás hermanos, son atacadas y, a veces, hasta eliminadas. A ese grado de ceguera llega el hombre, a ir eliminado las almas buenas, las almas que están buscando la santidad, las almas que son instrumentos de Nuestro Amor.

Meditadlo y veréis cómo, el mismo hombre, elimina a aquellas almas que les podían ayudar a salir de la obscuridad en la que viven. Estas almas atribuladas, estas almas, llenas de pecado y de maldad, están así, porque prefirieron seguir los caminos de satanás, los caminos del mal, los caminos de pecado.

Pedid por ellos, son vuestros hermanos, pedid la Luz, para que se dé en ellos esa Sabiduría Divina que necesitan para empezar a caminar por el buen camino que les dará la Luz Verdadera y, vosotros, no temáis, no os salgáis del camino por donde vais y no dejéis éstos pastizales verdes, limpios, con yerba jugosa, sabrosa, que son un deleite al paladar.

Así es Mi Gracia, así es Mi Amor. Aquellos que están Conmigo, que están en Nuestra Santísima Trinidad, gozan inmensamente de Nuestros regalos, gozan como las ovejitas gozan de estos pastizales sabrosos y nutritivos. El alma se goza al llenarse del alimento espiritual que Nosotros os daMos para vuestro crecimiento en la Verdadera Vida, en la Verdadera Vida que debéis vivir todos vosotros y para la cual, vosotros estáis viviendo y ayudando a otros hermanos vuestros, a que se acerquen, para que, también, la vivan.

No seáis, pues, de las almas atribuladas, de las almas que dudan, de las almas que se llenan de problemas, porque escucháis a satanás, y él mismo os lleva a que dudéis y a que os llenéis de problemas que no existen, porque, un alma que está con Nosotros, no tiene problemas. Nosotros, vuestro Dios, cuando estáis con Nosotros, os ayudaMos a resolver vuestros problemas.

Confiad en Nosotros, Nosotros soMos Dueños de todo cuanto existe, satanás, no; él, solamente, os puede llevar a la duda, a la tentación, al error y a la muerte. Temedle a él, no a Nosotros. Dudad de él, no de Nosotros. Rechazadle, cerrad vuestro corazón a sus insidias y abrid vuestro corazón a Nuestra Paz, a Nuestro Amor, a Nuestra Sabiduría Divina y seréis recompensados abundantemente por toda la eternidad.

Gracias, Mis pequeños.