Jun 13_17 No dejéis salir de vosotros la maldad que ya lleváis cada uno.

Rosario vespertino – MENSAJE ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Los Cielos abiertos os observan, se duelen con su Dios al veros. Oran por vosotros, por tanto error, tanta maldad y el hombre no entiende; si esas corrientes espirituales que habéis escogido, fueran correctas, viviríais como en el Paraíso.

(Lenguas…) Hijitos Míos, cuando Yo os he dicho que debéis ser perfectos, como el Padre Es Perfecto, es quitar todo aquello que os aparte de la Perfección, que es el Amor.

Mis pequeños, Yo os vine a Enseñar lo que se vive en el Cielo, y os he dicho, que lo que se vive en el Reino de los Cielos, es el Amor.

 

Vuestros Primeros Padres fueron creados, para vivir el Amor y para transmitirlo. Satanás se introdujo en la Creación, por envidia, por maldad y afectó esta finalidad, de que todo fuera tocado por el Amor. La perfección fue afectada, satanás se introdujo en su corazón y vuestros Primeros Padres tuvieron que ser sacados del Paraíso, de ese lugar bello que había creado el Padre para que se iniciara la Obra de la Creación. Todo, todo quedó afectado, la maldad de satanás ha afectado todo lo Creado y esto es, le ha quitado el Amor a todo lo Creado.

Vivir en el Amor es la finalidad del hombre y de todo lo creado. El Amor lo es todo, y el Amor os va a llevar a vivir eternamente con Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad.

Al quedar vosotros afectados por el Pecado Original, habéis dejado entrar, no solamente, el Amor que os heMos enseñado, sino todo aquello que satanás provocó y que va contrario al Amor

Todo lo que estáis viviendo ahora, los odios, guerras, maldades, traiciones y podría seguir nombrando infinidad de situaciones que van en contra del Amor, las ha producido satanás. Vosotros no fuisteis creados para vivir toda esa maldad, pero la lleváis en vuestro corazón.

Actuar en perfección, es un trabajo personal, es ir eliminando todo aquello que os aparte, con vuestros actos, del Amor. Todo lo que vosotros actuáis, pensáis, habláis, que no vaya en la línea del Amor os separa de la perfección.

La santidad es el triunfo que se propusieron las personas que desearon vivir en la perfección. Se les considera santos, porque buscaron el dañar lo menos posible Nuestro Corazón y, como os he dicho, la perfección se logra eliminando todo aquello que Nos daña y es personal. Vosotros os conocéis, y Mi Santo Espíritu os va indicando en qué estáis mal y lo vayáis eliminando.

Debéis entrar en lo profundo de vuestro corazón y ser jueces de vosotros mismos. Os debéis preguntar: lo que he dicho, lo que he actuado, lo que he pensado, ¿me está llevando al Amor, al Verdadero Amor de nuestro Dios? o con lo que digo, con lo que pienso, con lo que he hago ¿estoy dañando el Corazón de mi Dios?

Con esto, también, os digo, que no debéis señalar a vuestros hermanos por sus actos, sino os debéis, vosotros, meter a vuestro corazón y hacer un acto de conciencia, muy riguroso, para que vayáis cambiando, primeramente, vosotros. Cuando lleguéis a la perfección, seréis las almas santas que Nosotros quereMos ver entrar al Reino de los Cielos.

Si vosotros vais procurando cambiar desde aquí, en la Tierra, en vuestra misión, fácil será entrar al Reino de los Cielos, si no, tendréis que pasar un tiempo, corto o largo de purificación en el Purgatorio, para que, ahí, entonces, sí hagáis lo que os estoy diciendo, entrar en lo profundo de vuestro corazón e ir evitando todo aquello que Nos daña.

Todos estáis llamados a la perfección, o sea, a recuperar el Amor pleno en el que fuisteis creados, en el que fuisteis pensados.

Cuando sois concebidos, sois esa semillita de Amor, que el Padre os dio. Vais creciendo y vais siendo guiados, primeramente, por vuestros padres, pero cuidados por Nuestra Santísima Trinidad.

Vuestro crecimiento va siendo guiado, os vaMos ayudando. Ciertamente, hay mucha adversidad a vuestro alrededor, satanás siempre os estará atacando. TrataMos, también, de guiar a vuestros padres, para que os llenen de vida espiritual, de Virtudes, de Amor profundo hacia Nosotros, pero, ciertamente, satanás, va destruyendo, en muchos casos, lo que Nosotros quereMos hacer en las almas.

Siempre os vaMos a estar cuidando, fuisteis escogidos para bajar a la Tierra a servir a vuestro Dios y no se le puede servir, a vuestro Dios, a Nuestra Trinidad, si no estáis llenos de Amor, si no producís Amor, si no tratáis de buscar la perfección en vuestra vida, en vuestros actos, en el actuar con vuestros hermanos.

Posiblemente, suena fácil, en un momento decir: “debéis vivir en el Amor”, como os dije, Yo, antes de Mi Ascensión: “amaos los unos a los otros”. Es fácil, aparentemente, decir “yo te amo” cuando estáis hablando en un grupo que habéis sido instruidos en el Amor, como lo fueron Mis discípulos, pero salir de ese grupo y llevar Mis Enseñanzas, que, ciertamente, os van a llevar al Amor, ahí empieza el gran problema. Nuevamente, satanás se introduce entre los grupos, se introduce en el corazón del hombre, se introduce a su mente y, lo que debiera ser fácil y bello, se vuelve complicado, difícil, y termina todo en separación, en destrucción y ya no hay vida espiritual.

¿Cómo podéis, vosotros, pues, buscar la pureza, la santidad, la perfección, si no hay amor en vuestro corazón? ¿Cómo podréis entrar al Reino de los Cielos, si no estáis buscando el vivir como otros Cristos? Yo, Cristo Jesús, os vine a traer el Amor, el Amor del Cielo. Os vine a dar todas las armas espirituales necesarias, para vencer a satanás, cuando os ataque y os quiera apartar del amor y de la unión a Nuestra Santísima Trinidad. Os dejáis manipular fácilmente por satanás y se empiezan a causar problemas entre vosotros.

Si esto sucede en las pocas almas que han sido preparadas, imaginad, cómo está la sociedad en general y, lo estáis viendo, satanás se ha encargado de que se vivan diferentes pensamientos, diferentes ideologías y, así, el hombre, va tomando como forma de vida estos pensamientos contrarios a lo que Yo os vine a Enseñar.

Satanás es muy hábil para desviaros de la Verdad que Yo os vine a Enseñar, a tal grado, de que, a pesar de tener en las Sagradas Escrituras todo lo que debéis seguir para alcanzar la perfección, aún así, hasta Mis consagrados buscan nuevas ideologías, nueva forma de actuar y no se mantienen en lo que se os ha enseñado, que es Palabra de Dios y que es vuestro modo de llegar al Reino de los Cielos.

Es una tristeza, Mis pequeños, de que Yo, siendo vuestro Dios y haber sufrido todo lo que sufrí, para poder salvaros, Me hagáis a un lado, hagáis a un lado la Palabra Divina, que, también, Mi Padre os dejó y que Mi Santo Espíritu os sigue recordando en vuestra mente. Es una tristeza que vosotros prefiráis seguir a satanás, y que él os lleve por caminos obscuros de mentira, de irrealidad. Os promete muchas cosas que, si, vosotros, realmente, os ponéis a meditarlas, veréis que no os van a llevar, al final, a la felicidad eterna. Muchas irrealidades a donde os lleva satanás, os prometen gozo humano y, ciertamente, los que estáis con Nosotros y en Nuestras Enseñanzas, sabéis que eso os va a llevar a vuestra perdición eterna.

Debéis pedir, Mis pequeños, que el Espíritu Santo actúe en vosotros. Debéis ser conscientes de que vosotros no tenéis las capacidades suficientes para luchar contra la fuerza de satanás y, esto, es causado, principalmente, porque no Me buscáis en pleno, no entráis a las Sagradas Escrituras y no las estudiáis bajo la ayuda y acción del Espíritu Santo. Todo lo que tenéis en las Sagradas Escrituras, os van a llevar a una espiritualidad profunda y bella, se os dieron para que crecierais en el Amor, para que profundizarais en los errores, en los que, fácilmente, cae el hombre y para que os pudierais proteger contra las acechanzas de satanás.

Satanás siempre os va a llevar a todo aquello que es contrario al Amor. Vosotros mismos lo vais viviendo, primeramente, en vuestro hogar, cuando sois pequeños. Si vuestros mismos padres no os han enseñado a vivir en Mi Amor, no va a haber paz y cordialidad en ese hogar y, así, empezaréis a crecer en el error.

Las enseñanzas de los padres son muy importantes desde la pequeñez. Los padres deben ser ejemplo santo y diría perfecto, para poder llevar a vuestros hijos por el buen camino. Los pequeños, vuestros bebés, van absorbiendo las enseñanzas vuestras, a través del ejemplo y, generalmente, sin que os deis cuenta, ellos observan y van normando su conducta por la forma en que vosotros actuáis como padres. Si vosotros no vivís en la verdad, no vivís en el Amor, vuestros pequeños irán creciendo en el error, en la mentira, en la falsedad a donde satanás os lleva. Por eso, os dije en un principio, tenéis que entrar a vuestro interior, vosotros os debéis juzgar a vosotros mismos, es una responsabilidad inmensa el tener un hijo, porque lo debéis llenar de amor. Así de simple, Mis pequeños, lo debéis llenar de amor.

Claramente, el amor tiene muchas facetas y esas facetas, también las debéis conocer. Ser padres es una responsabilidad inmensa, porque Me deberéis entregar almas llenas de amor y que produzcan luego, ellas mismas, amor. Ciertamente, estáis viendo a vuestro alrededor, que no habéis hecho bien vuestra tarea.

Si hay tanta maldad, si hay tanto error a vuestro alrededor, si no veis las iglesias llenas, si no veis el trato amoroso de unos con otros, es que han fallado las almas, no han vivido correctamente, no Me buscaron para transmitirMe.

Por eso, tengo que purificar a la Tierra. Siento mucho dolor, Mis pequeños, en tener que hacerlo, pero como está escrito en las Sagradas Escrituras, que si Yo permitiera que el error prosiga, aún hasta las almas escogidas se perderían. Os vuelvo a repetir, vosotros os imagináis a satanás, ciertamente, como un personaje malo, del cual os podéis burlar y hacer con él, lo que queráis, y estáis muy equivocados, tan equivocados, que por eso estáis viviendo en su maldad y no en Mi Amor.

La humanidad entera, cada vez se llena más de su maldad, y la humanidad no busca Mi Amor. Os ha engañado, estáis viviendo una falsedad, estáis viviendo en el error, estáis preparando, con vuestra forma de actuar, vuestra condenación eterna.

Entendedlo, Mis pequeños, no os puedo explicar esto en forma más clara. Si no estáis viviendo como se os enseñó, como Yo os vine a guiar. Si no estáis viviendo en lo que os he pedido, y estáis haciendo lo contrario, ciertamente, que no estáis siendo almas que podáis vivir eternamente en el Reino de los Cielos.

Os vuelvo a repetir, en el Reino de los Cielos se vive el Amor en todas sus facetas, ¿qué estáis haciendo, realmente, para que os podáis ganar el Reino de los Cielos? Seguís criticando a vuestros hermanos, los seguís señalando, veis los errores en los demás, veis la paja en el ojo ajeno y no veis la viga que lleváis vosotros en los vuestros. Es vuestra terquedad, es vuestra indolencia. ¡Os he dado tanto!, vine a serviros, acepté la Orden amorosa del Padre, para venir a traeros Vida, la vida que debíais seguir. El pueblo judío, en su pequeñez, en su nada, en lugar de cuidar a su Dios, en lugar de ver a su Dios entre ellos, Me destrozaron, sin más ni más y, guiados por los mismos fariseos y escribas, azuzados por ellos, en su odio hacia Mí, su Mesías, su Salvador, Me destrozaron; satanás, hizo su tarea, se vengó de Mí, porque fue eliminado del Reino de los Cielos, pero no Me pudo detener en la Muerte, Resucité para mostrarle, a esa misma gente que Me asesinó, que, realmente, Yo era su Mesías y, a pesar de ello, Me siguen negando, Me siguen haciendo a un lado, no buscan el crecer en la espiritualidad Perfecta.

Meditad estas Palabras, “en Mi Espiritualidad Perfecta” y el hombre, prefiere seguir engañado y se deja llevar por las invenciones de satanás y, así, el hombre, hasta presume de haber encontrado la verdadera espiritualidad, siguiendo a otras almas, azuzadas por satanás.

Buscáis lo novedoso, buscáis lo fácil, buscáis lo que os conviene, lo que no exija la mejora, lo que no busca la perfección y, así, el hombre se sigue dejando llevar por satanás, por caminos equivocados y, que, al final, os van a llevar a una obscuridad espiritual, en donde, la mayoría de vuestros hermanos, no sabrán qué hacer y se desesperarán, ¿acaso no os dais cuenta de los errores a donde os lleva satanás? ¿Qué estáis pensando ganar en esas corrientes espirituales que satanás ha inventado para apartaros de la Verdad? No buscáis la perfección, simplemente, buscáis lo novedoso. No buscáis la perfección porque ni siquiera os tomáis el tiempo para leer las Escrituras, para que alimenten vuestra alma, para que sintáis lo que es verdaderamente bello.

Os dejáis llevar, os repito, por lo novedoso y eso va creando confusión, que, así, vivís la gran mayoría de vosotros, en pura confusión.

(Lenguas…) Los Cielos abiertos os observan, se duelen con su Dios al veros. Oran por vosotros, por tanto error, tanta maldad y el hombre no entiende. Si esas corrientes espirituales que habéis escogido, fueran correctas, viviríais como en el Paraíso, viviríais en paz, en amor, en armonía todos vosotros y, ¿acaso lo estáis viviendo?, os pregunto. No, Mis pequeños, no estáis viviendo en la Verdad, no estáis viviendo lo que Yo os enseñé.

Retomad las Sagradas Escrituras, si realmente queréis tener la espiritualidad perfecta que os va a llevar al Amor. Retomad Mi Vida, para que en el actuar vuestro, viváis como Yo viví y eso os lleve a la Perfección.

Entrad a vuestro interior y pedidLe a Mi Santo Espíritu, que os vaya indicando vuestros errores, con la delicadeza con la que Él actúa en cada alma. Aceptad, con humildad, lo que os indique Mi Santo Espíritu y, vosotros, poned de vuestra parte, con Nuestra ayuda y con la ayuda de Mi Santo Espíritu, a ir eliminando todo aquello que daña Nuestro Corazón.

No dejéis salir de vosotros la maldad que ya lleváis cada uno; satanás, ha sembrado en vuestro corazón maldades, todo tipo de maldades, pero está en vosotros impedir que salgan de vuestra mente y de vuestro corazón, con Nuestra ayuda, pedídNosla, dejad que Nosotros os vayaMos perfeccionando, evitando que salga todo mal, todo el mal que tenéis en vuestro interior y, por el contrario, dejad que sí salga de vosotros, todo el Bien que Yo Mismo os enseñé.

Cuando hayáis logrado esto, Mis pequeños, será señal de que ya estáis encaminados hacia la santidad, hacia la vida espiritual perfecta, a la que estáis llamados todos vosotros y, así, las Puertas del Reino de los Cielos se abrirán de par en par, para dejar entrar a las almas perfectas, a las almas que supieron vencerse a sí mismas e impidieron que la maldad que anida en vuestro corazón y en vuestra mente, no saliera, pero que sí saliera de vosotros todo el Amor que Yo, vuestro Dios Jesucristo, os enseñé.

Gracias, Mis pequeños.