Ene 26_17 La obscuridad persiste, pero la Luz se dará. ¡Debéis reaccionar ya!

Rosario vespertino.

 

 

 

Temas:

 

  • Orad, Mis pequeños, y pedidMe, desde lo más profundo de vuestro corazón, este cambio y esta purificación, porque, muchas almas débiles, se están dejando llevar por las mentiras que nacen en la cumbre de Mi Iglesia.
  • ¿Cuántos de vosotros, realmente, estáis viviendo una vida espiritual profunda, que es la vida de los santos? Sabéis lo que la oración, de un santo, puede lograr, pero preferís desviaros con las cosas del Mundo, con lo que dicen aquí, con lo que dicen allá y no os centráis en vuestra realidad espiritual.
  • ¿Qué hacéis vosotros, en vuestra vida, que se parezca a lo que Yo he hecho por vosotros, para recuperar vuestra Vida para el Cielo? Soy vuestro Maestro y vuestro Guía, ¿en qué os parecéis a Mí, Mis pequeños?
  • Entended, Mis pequeños, que os he venido preparando de tiempo atrás, para que, con vuestra oración, vosotros pudierais detener, en gran parte o disminuir los acontecimientos de la purificación, que pueden ser muy dolorosos, pero no entendéis.
  • Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María, que os vengo a acompañar en estos momentos de gran tribulación, pero, también, de un cambio bellísimo, que gozarán las almas que se mantuvieron fieles y firmes en el Amor de Nuestro Dios y Señor.

 

 

 

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

 

 

 

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Orad, Mis pequeños, y pedidMe, desde lo más profundo de vuestro corazón, este cambio y esta purificación, porque, muchas almas débiles, se están dejando llevar por las mentiras que nacen en la cumbre de Mi Iglesia.

Hijitos Míos, desde un principio, Mi Iglesia, la que Yo fundé con los apóstoles que, ciertamente, en un principio, estaban, todavía, humanizados, queda marcada con la traición de Judas. Desde un principio, Mis pequeños, esta traición la afectó, pero, Yo, acepté la Voluntad de Mi Padre, para que se diera lo que estaba escrito, ya, por los profetas, pero Yo, como Dios, restituí, con otro apóstol, el lugar que Judas dejó.

Mis pequeños, vosotros sabéis lo que el Espíritu Santo puede hacer en las almas de vosotros. Vuestra humanidad, está, francamente, afectada por el Pecado Original, pero cuando Yo tomo a un alma y la llevo a que Mi Santo Espíritu la cubra, cambia totalmente, y eso es lo que va a suceder, Mis pequeños, en la Purificación que se os ha venido anunciando.

Vuestra parte humana, afectada por el Pecado Original, será restaurada y llevada hacia el ámbito espiritual, para que vosotros deis, lo que Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, estaMos esperando que vosotros realicéis en vuestra misión.

Vuestra misión es bella, vuestra misión es santa, vosotros fuisteis escogidos, para estos tiempos, para renovar, a través de Mi Santo Espíritu, lo que habéis visto y vivido por el Pecado Original. Grandes cosas veréis y las gozaréis, Mis pequeños, porque la Iglesia que ahora estáis viviendo y muchos de sus representantes, no llevan la santidad que Nosotros quereMos que vosotros viváis.

Cada uno de vosotros lleváis, internamente, la Presencia de Mi Santo Espíritu y Él os va indicando cuando algo no está bien. Mi Santo Espíritu os guía, Mi Santo Espíritu os avisa, Mi Santo Espíritu os lleva a que elijáis el camino correcto.

Esa traición de Judas se ha venido repitiendo en estos dos mil años de fundada Mi Iglesia, la parte humana persiste, pero también la parte Divina está presente y vencerá a la parte humana.

No todos vosotros abrís vuestro corazón, para dejar que Mi Santo Espíritu actúe en vosotros, y muchos os quedáis en la parte humana, que es la que está afectada y algunos quieren que se mantenga ahí. Mi Iglesia la debéis ver en su parte Divina, porque Soy vuestro Dios y Yo la fundé, Yo no puedo permitir que esta Institución Divina, que Yo creé, se vea afectada por la parte humana, que no es la verdadera.

Vosotros debéis entrar en vuestro interior y escuchar a Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, y os debéis dejar llevar por la Verdad. Esa Verdad es la que os eleva, es la que os salva, es la que os hace grandes ante Nuestros Ojos, en Nuestra Santísima Trinidad.

Cuando vosotros aprovecháis Mi Institución para fines humanos, la desprestigiáis y por eso tengo, ya, que terminar con esta farsa, que muchos, tanto dentro del área del Magisterio, como de los laicos, os estáis aprovechando y estáis desviando Mis Verdades y con ello, ni vosotros tenéis crecimiento espiritual ni dejáis que los que aman Mi Iglesia, lo tengan. La maldad ha llegado hasta su cumbre y tiene que ser purificada y como está escrito en las Sagradas Escrituras, tiene que venir, ya, la Purificación, para salvar a aquellas almas que aman, verdaderamente, esta Institución Divina, que tanto Me costó.

Orad, Mis pequeños, y pedidMe, desde lo más profundo de vuestro corazón, este cambio y esta purificación, porque, muchas almas débiles, se están dejando llevar por las mentiras que nacen en la cumbre de Mi Iglesia.

Ayudad, Mis pequeños, a llevar la Verdad a aquellos hermanos vuestros que en duda estén, vosotros habéis sido preparados, para que encontrarais la Verdad, la cual debéis seguir y que ya ahora, ciertamente, gozáis.

No os atemoricéis ante los acontecimientos, nada sucede por casualidad y Yo permito que se vayan dando estos acontecimientos, para separar el trigo y la cizaña. Al final, la Verdad triunfará y los que la habéis buscado, la encontrareis y la amaréis intensamente.

Yo Soy vuestro Dios y aquel que está controlando el Mundo, caerá, porque no puede, contra Mí. Su maldad será aniquilada y los que estáis Conmigo, gozaréis este triunfo que Mi Iglesia tendrá.

Gozad, Mis pequeños, gozad de corazón, todo esto que os digo, porque sé que en vuestro corazón, buscáis la Verdad y os duele ver tanta mentira que se vive en vuestro Mundo y, especialmente, dentro de la Iglesia que Yo fundé, la Verdad surgirá, la Verdad aplastará toda aquella mentira que ha desviado a tantas almas.

Manteneos firmes, Mis pequeños, en el momento de la tribulación, vosotros tenéis la Verdad, que nadie os la quite.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: ¿Cuántos de vosotros, realmente, estáis viviendo una vida espiritual profunda, que es la vida de los santos? Sabéis lo que la oración, de un santo, puede lograr, pero preferís desviaros con las cosas del Mundo, con lo que dicen aquí, con lo que dicen allá y no os centráis en vuestra realidad espiritual.

Os pido, Mis pequeños, que vuestra oración se haga más profunda y esté unida a la Mía. Yo os conozco, perfectamente, como Dios y como Hombre. Mucha maldad hay a vuestro alrededor y, satanás, es el gran engañador y os desvía. Es la realidad que estáis padeciendo.

Ya os había dicho que, lo primero que os quiere quitar, es la paz y vosotros os estáis dejando llevar por los acontecimientos que se dan a vuestro alrededor, pero que os desvían porque estáis viendo más vuestros bolsillos, que vuestra espiritualidad.

Satanás os conoce, buscáis más lo material que lo espiritual y, de esta forma, vuestras oraciones no llegan al Cielo. ¡Tanto que os he venido pidiendo y enseñando que todo esto que sucede en la Tierra, va a cambiar, y será hasta que vosotros os arrodilléis y Me lo pidáis, de corazón, el cambio, pero aunado, primeramente, a vuestro arrepentimiento de haberMe dejado abandonado, de no estar Conmigo, de no buscar los valores que vosotros debéis vivir y transmitir!

¿Cuántos de vosotros, realmente, estáis viviendo una vida espiritual profunda, que es la vida de los santos? Sabéis lo que la oración de un santo, puede lograr, pero preferís desviaros con las cosas del Mundo, con lo que dicen aquí, con lo que dicen allá y no os centráis en vuestra realidad espiritual. Tantas veces os he dicho que vuestra misión es espiritual y os debéis centrar en ella. Lo espiritual, es infinitamente más poderoso que lo humano, que lo material, es solo pasajero. Se os dio el don de la vida para ir reparando, mejorando, erradicando toda esa maldad, que satanás ha difundido por todo el Mundo.

Cuando vosotros os unís a Mí y vuestra respuesta es espiritual, se une, perfectamente a Mí, y puedo lograr grandes cambios, grandes Milagros entre vosotros, en vuestras personas, en la sociedad, en la Creación, pero debéis estar unidos perfectamente a Mí, porque Soy vuestro Dios, Soy vuestro Maestro, Soy vuestro Guía y vosotros no tenéis las capacidades para actuar solos. Sin Mí, vosotros erráis el camino.

Si vosotros no Me pedís Mi Guía Divina y Sabia, primeramente, estáis entrando en soberbia, porque no estáis viniendo a Mí, que todo lo sé, lo conozco y os lo doy, para que vosotros crezcáis y seáis para lo que fuisteis creados, o sea, otros Cristos en estos tiempos. Sois instrumentos, no sois el maestro, os debéis dejar mover por Mi Sabiduría y, de esta forma, haréis grandes cosas.

¿Por qué os tengo que repetir la misma lección tantas veces, Mis pequeños? vuestra soberbia os aparta de Mí. Al momento en que hacéis algo grande, inmediatamente, os lo apropiáis y lo anunciáis, por todos lados, para que os vean a vosotros.

¡Cuánto error y cuánta falsedad del hombre cuando cae en la soberbia!, sed sensatos, Mis pequeños. Cuando os dejáis mover por Mí, gozáis, grandemente, lo que Yo hago a través de vosotros, pero, el alma sabia y humilde, reconoce que Yo Soy el Autor de vuestros actos y os retraéis y dejáis que Mi Persona, sea la que reciba el elogio de vuestros hermanos. Eso es lo que es un instrumento santo.

Os he ido preparando para ello, Mis pequeños, no erréis el camino, no busquéis el reconocimiento humano, buscad el hacer bien vuestra tarea y el reconocimiento será grande, pero en el Reino de los Cielos.

No os apartéis de Mí, y dejad que Mi Presencia se manifieste plenamente a través de vosotros. Sed siempre pequeños, no queráis crecer en lo que no os corresponde.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: ¿Qué hacéis vosotros, en vuestra vida, que se parezca a lo que Yo he hecho por vosotros, para recuperar vuestra Vida para el Cielo? Soy vuestro Maestro y vuestro Guía, ¿en qué os parecéis a Mí, Mis pequeños?

 

J. V. exclama: ¡Alabado sea el Señor, Creador del Cielo y de la Tierra! ¡Bendito y alabado seas, Mi Señor y Mi Dios, Tú, que viniste a salvarnos, a darnos vida! ¡Que nos has resucitado, que nos has llevado hacia lo profundo de Tu Corazón!

Mis pequeños, os he dado Mi Vida. Mi Vida, rescató la vuestra. El Amor del Padre, hacia vosotros, se reflejó en Mí, para que Yo Me donara para vosotros y recuperara para vuestro bien, lo que habíais perdido, esa relación filial y todos vuestros derechos.

Si meditáis, Mis pequeños, profundamente, y con amor y Sabiduría, lo que perdisteis por el Pecado Original. Si dejáis que Mi Santo Espíritu os lleve a conocer la realidad que vivían vuestros antepasados, al pueblo por el que Me di, os daríais cuenta de la obscuridad espiritual en la que vivían.

Fue un acto de Amor inmenso de Mi Padre el que Me enviara a rescataros y a traeros la Luz que el hombre había perdido por el Pecado Original.

El hombre vivía en tinieblas, el hombre vivía en gran falsedad, el hombre vivía a merced de satanás.

Obedeciendo a Mi Padre, vine a rescataros, a regresaros esa Vida, que, en un principio, os dio Mi Padre al crearos. Perdisteis el Amor, satanás os afectó inmensamente, al engañar a vuestros Primeros Padres, él había perdido, ya, el Amor al rebelarse, al ponerse en contra de los Designios Divinos, engañó a vuestros Primeros Padres y les quitó el Amor. Los puso en contra de su Creador, de su Dios.

Vosotros no habéis meditado lo suficiente ésta afectación a donde os llevó satanás.

Vuestros Primeros Padres, antes del Pecado, vivían en una situación, que en estos momentos, podríais decir, envidiable, capacidades humanas y espirituales inmensas. Vuestra alma está caída, vuestras capacidades, también. No sois ni la sombra de las capacidades que, primeramente, tenían vuestros Primeros Padres.

Cuando recuperéis ésas capacidades, sabréis, perfectamente, de lo que os estoy hablando. El hombre no ha querido retomar el camino, algunos, han buscado ser mejores, pero la gran mayoría, no se ha dejado mover plenamente por Nosotros, por vuestro Dios.

La obscuridad persiste, pero la Luz se dará y estáis a momentos de ello; todo será renovado y viviréis la realidad que debisteis, ya, haber vivido desde hace tiempo, pero vosotros mismos la detenéis, porque no queréis vivir en la Verdad.

Así es satanás, os convence con sus mentiras, para que vosotros no podáis tener la Verdad que debéis gozar.

Queréis todo fácil, no lucháis gran cosa por obtener los bienes que os corresponden. Repasad Mi Vida sobre la Tierra: mucha Oración, mucho Sacrificio, mucha Penitencia, mucho Ayuno, mucha Vida Espiritual. Ejemplo hacia todos. Ayuda a todos vuestros hermanos, que se acercaban a Mí.

¿Qué hacéis vosotros, en vuestra vida, que se parezca a lo que Yo he hecho por vosotros, para recuperar vuestra Vida para el Cielo? Soy vuestro Maestro y vuestro Guía, ¿en qué os parecéis a Mí, Mis pequeños?

Ciertamente, no podréis hacer todo lo que Yo hice, pero, al menos, si tratarais. Aunque lograrais un pequeño porcentaje de lo que Yo hice por vosotros, eso ya os santificaría, pero no queréis mover ni un dedo por vuestro bien, ni por el de vuestros hermanos. Os quejáis de lo que hay a vuestro alrededor que os incomoda, pero gritáis solamente y no entráis a vuestro corazón. Vuestros labios gritan cosas que hacen daño, pero no entráis a vuestro corazón, para que, con la oración, hagáis mucho bien.

Cuando entráis a lo profundo de vuestro corazón, Me encontráis y encontráis la vida que Yo quiero que llevéis, vida santa, vida de ejemplo, vida Divina, porque Yo os guiaré.

El hombre habla y actúa de lo que tiene en su corazón y si estáis viviendo en lo profundo de vuestro corazón, ante Mi Presencia, solamente puro bien, puede salir de vosotros. Os enseño, os repito la lección y espero vuestro cambio, pero poco hacéis por mejoraros.

Luchad, Mis pequeños, contra vuestra negligencia, contra vuestra apatía, contra todo aquello que os impide vuestra perfección y sed ejemplo, sed ejemplo de que estáis buscando la santidad para agradarMe y para ayudar a vuestros hermanos.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Entended, Mis pequeños, que os he venido preparando de tiempo atrás, para que, con vuestra oración, vosotros pudierais detener, en gran parte o disminuir los acontecimientos de la purificación, que pueden ser muy dolorosos, pero no entendéis.

Hijitos Míos, os pido que oréis mucho por aquellos que están muertos en vida, muertos a Mi Gracia, muertos al Amor, muertos a todo aquello que pudiéndolo hacer bien, lo hacen mal.

Algunas de estas almas, están muertas en vida, están así, porque no Me conocen, porque sus padres no los llevaron a conocer las Verdades de la Fe y del Amor. Muchas de ellas cambiarán pero, gracias a vuestra oración, gracias a que vosotros os daréis por ellas, para que Me conozcan, para que Me busquen, para que Me amen, para que Me agradezcan. Pero hay otras almas que están muertas en vida, que no desean regresar a Mí ni aunque se les enseñe, es más, Me conocen y se quieren mantener ahí, muertas en vida y son las que están produciendo tanto mal alrededor vuestro. Almas que están llenas de la maldad de satanás, almas que no quieren vivir en la Luz y quieren mantenerse en las tinieblas, almas que obedecen a aquél que las está destruyendo. Estas almas, difícilmente, regresarán a Mí, porque conociéndoMe, no Me buscan, a diferencia de las primeras de las que os hablé, que quizá hagan el mal, pero es porque no Me conocen y porque han vivido en un ambiente negativo para el crecimiento de las Virtudes.

Satanás quiere destruir Mi Obra de la Creación, quiere destruir vuestras almas, vuestro cuerpo, vuestro ambiente, vuestros hogares, vuestra vida de familia, vuestra profundidad espiritual, os quiere poner en contra Mía, como puso a vuestros Primeros Padres en contra Mía, también.

Satanás, quiere destruir el mucho o poco amor que tengáis en vuestro corazón, él envidia el amor que vosotros tenéis todavía, porque él, ya no lo puede tener, porque lo atacó porque se puso en Mi contra, que Soy el Amor. Satanás sabe lo que es el Amor y a donde os puede llevar Mi Amor en vosotros. Es un gozo grande, inmenso, inconmensurable, al que podéis llegar vosotros, cuando profundizáis en el Amor; él lo envidia y por eso os ataca tanto, os envidia y quiere vuestra destrucción.

Vosotros no meditáis lo suficiente todas estas Verdades, desperdiciáis tantas Bendiciones que envío sobre vosotros y los vuestros. Debéis reaccionar ya, Mis pequeños, porque satanás, quiere dar su golpe final y quiere destruir todo lo creado, no lo va a lograr, pero os va a hacer sufrir inmensamente.

Entended, Mis pequeños, que os he venido preparando de tiempo atrás, para que, con vuestra oración, vosotros pudierais detener, en gran parte o disminuir los acontecimientos de la purificación, que pueden ser muy dolorosos, pero no entendéis. Se vendrán, porque se tienen que dar por vuestro bien, pero pudiendo haber pasado ésos momentos de una forma sencilla y no tan dolorosa, vosotros habéis tomado el camino erróneo y vuestro sufrimiento será grande.

Ciertamente, el resultado será bello, pero, Yo, como Padre vuestro, no Me gusta veros sufrir, y esto quiero que lo entendáis perfectamente, Mis pequeños, porque muchos os rebeláis contra Mí, creyendo que Yo mando todo este dolor contra vosotros y es lo que he querido evitar desde años antes, años antes, y no respondéis. Aun así, os protegeré, os guiaré y trataré de disminuir vuestro sufrimiento.

Pero, os repito, lograréis más, si os entregáis a Mí y obedecéis lo que Yo ponga en vuestro corazón. Estaré con vosotros en todo momento, Mi Santo Espíritu os irá indicando qué hacer. Cada uno de vosotros, tiene una misión particular que, unida, traerá una fuerza inmensa de restauración Universal, pero deberéis ser dóciles, para que Yo pueda trabajar perfectamente en vosotros, a través de Mi Santo Espíritu.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla la Santísima Virgen María.

Sobre: Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María, que os vengo a acompañar en estos momentos de gran tribulación, pero, también, de un cambio bellísimo, que gozarán las almas que se mantuvieron fieles y firmes en el Amor de Nuestro Dios y Señor.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Mi Presencia Maternal, se va a ir mostrando, cada vez más fuerte así como los acontecimientos se vayan acercando.

Son Mis Tiempos, se os ha dicho ya antes. Son los Tiempos de la Gran Lucha entre la Mujer y la serpiente.

Son los Tiempos en que os cuidaré y os llevaré de regreso a vuestro Hogar Eterno. Son los Tiempos en que os cuidaré en vuestro cuerpo y en vuestra alma. Son los Tiempos en que el rebaño escogido, iniciará un Nuevo Mundo, una Nueva Generación.

Son los tiempos de un gozo Universal, porque Yo, vuestra Madre, la Siempre Virgen María, vengo a recuperar a aquellas almas que se mantuvieron fieles y deseosas de vivir en el Amor.

Son los tiempos de la santificación de infinidad de almas, que defienden y defenderán la Presencia Real y Divina de Mi Hijo en la Sagrada Eucaristía y a vuestro alrededor, en la Creación.

Son los Tiempos en que todo volverá a tener una vida en Dios y todo será purificado, para que la presencia satánica, no se dé en mucho tiempo.

Son los Tiempos de un nuevo renacer para las almas buenas, para las almas que quisieron ser otros Cristos.

Mi Presencia Maternal, está alrededor de vosotros, en todo el Mundo y aún en el Universo entero. Mi Presencia, se ha dado en todos los pueblos de la Tierra, para que Me conocieran, para que vinieran a Mí, para que Yo interceda por todos vosotros.

Son los Tiempos de vencer la maldad de satanás, sus obras destructoras. Son los Tiempos de la renovación de la Iglesia, que corrompida está, por la maldad de satanás.

Son los Tiempos en que la Luz del Santo Espíritu, Mi Esposo, Mi Señor, vendrá a renovar la Tierra y el Universo entero. Purificado será todo, santificado será, por la Presencia de la Santísima Trinidad, (Lenguas…) Mi Dios y Señor, Mi Padre, Mi Esposo, Mi Hijo.

AcompañadMe, Mis pequeños, el resto fiel, el resto que lleva la Verdad Divina en su corazón, el resto en donde se está manifestando la Vida de Mi Dios y Señor para la renovación de la humanidad.

Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María, que os vengo a acompañar en estos momentos de gran tribulación, pero, también, de un cambio bellísimo, que gozarán las almas que se mantuvieron fieles y firmes en el Amor de Nuestro Dios y Señor.

Gracias, Mis pequeños.