Sep 29_16 Hasta que no os arrodilléis, y Me pidáis perdón, volverá la paz a vuestro mundo.

Rosario vespertino.

Temas:

  • En ningún momento claudiquéis, las pruebas que se vendrán, os ayudarán a que alcancéis la santidad de vuestra vida. Se os ha ido preparando espiritualmente, para lo que viene, y tendréis, también, la oportunidad de vuestra prueba.
  • Yo soporto mucho pero, tarde o temprano, recibiréis lo que habéis sembrado. Soy Justo, también, y el tiempo ya está próximo para que cada quien reciba lo que sembró.
  • Os pido oración por vuestros hermanos, algunos sí podrán arrepentirse de corazón, y se les dará una oportunidad, pero, otros solamente Me llamarán, para aprovecharse de Mi Bondad y de Mi Misericordia, sin ningún deseo de mejorarse.
  • Yo he creado al hombre y a la mujer, para producir vida y proseguirla, para que gocen lo que Yo os he dado, y para que Me dierais los hijos que Yo quisiera. Pero, preferisteis hacerle caso a satanás, para tener un pretexto para ir en contra de Mis Leyes, y sobre todo, de la orden que Yo os di de: “creced y multiplicaos”.
  • Os vuelvo a repetir, a vosotros, humanidad entera, hasta que no os arrodilléis, y Me pidáis perdón, volverá la paz a vuestro mundo.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: En ningún momento claudiquéis, las pruebas que se vendrán, os ayudarán a que alcancéis la santidad de vuestra vida. Se os ha ido preparando espiritualmente, para lo que viene, y tendréis, también, la oportunidad de vuestra prueba.

Hijitos Míos, muchas almas necesitan de vuestra ayuda. Yo, vuestro Hermano Jesucristo, sabía, perfectamente, a lo que venía a la Tierra, conocía perfectamente Mi Misión y obedecí a Mi Padre al hacerlo.

Vosotros estáis, en estos momentos, casi como Yo la pasé, para la salvación de los hombres. La diferencia estriba en que vosotros no conocéis, perfectamente, lo que va a pasar con vuestro ser. Yo, lo sabía perfectamente, y aun así, la acepté, acepté Mi Misión con gusto, a pesar de los ataques tan fuertes que tuve y, lo digo con gusto, porque siendo Dios Yo iba a sacar adelante, para la salvación, a infinidad de almas. Os iba a abrir las Puertas del Cielo y, Yo, quedaría como Maestro del Amor aquí en la Tierra.

Os vine a Enseñar cómo se vive en el Cielo, pero, sobre todo, os vine a dar la pauta a seguir, del cómo podéis tomar lo malo que llegue a vuestra vida, y convertirlo en causa de salvación para muchas almas.

En estos tiempos, los que estéis con Nuestra Santísima Trinidad, podréis acudir a Nosotros, para que vuestra donación se dé por la salvación de vuestros hermanos a través de Mis Méritos, los Méritos que sabéis que padecí por vuestra salvación.

Recordad que no solamente Mi Donación consistió sólo en Mi Pasión. Os he explicado antes, que Mi Donación fue desde el momento en que Mi Padre, Me pidió bajar a serviros. Sí, Mis pequeños, os vine a servir, Me vine a dar por vosotros, vine a convertir a este Mundo lleno de pecado, de maldad, tomado por satanás, a convertirlo en un mundo, en el cual se pudiera vivir el Amor y todo lo que Yo os enseñe, y que está en las Sagradas Escrituras.

Mis pequeños, en ningún momento claudiquéis, las pruebas que se vendrán, os ayudarán a que alcancéis la santidad de vuestra vida. Se os ha ido preparando espiritualmente, para lo que viene, y tendréis, también, la oportunidad de vuestra prueba. PedidMe la Sabiduría Santa para que Ella actúe en vosotros y que podáis ser ejemplo para vuestros hermanos.

Gozad estos momentos, Mis pequeños, y os digo que los gocéis, porque vosotros sois la generación que vivirá el cambio. Sois una generación escogida por Mi Padre, para que se muestre el poder Bondadoso de Su Mano Divina, escogiendo las almas que se han de mantener y aquellas que van a tener que ser eliminadas de la Tierra, porque no quisieron ser almas buenas.

Vuestra posición, Mis pequeños, os he dicho, es oración, sacrificios, penitencias, el ejemplo que debéis dar a vuestros hermanos, ejemplo vivo de Mi estancia en vosotros.

No claudiquéis, aun en los momentos difíciles; siempre habrá una salida que os pondreMos dar para que sigáis adelante; estando Conmigo todo es fácil. Ciertamente, a Mí Me dolió, pero os enseñé cómo seguir el camino para la santidad. Confiad, confiad y gozareis de Mis Bienes.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Yo soporto mucho pero, tarde o temprano, recibiréis lo que habéis sembrado. Soy Justo, también, y el tiempo ya está próximo para que cada quien reciba lo que sembró.

Hijitos, os he hablado que ésta guerra es espiritual.  Muchos, muchos hermanos vuestros, no están preparados para esta guerra tan fuerte, porque no viven Mis Mandamientos, no viven en Mi Amor, no hay oración hacía Mí, siendo que la oración, es el contacto íntimo Conmigo, vuestro Dios, con vosotros.

Muchísimas almas viven para el Mundo, para lo que tienen que hacer. Viven para cubrir su economía, para llenarse de bienes, para gozar. Yo no estoy en sus vidas.  Ciertamente, gracias a vuestra oración, algunos de ellos se salvarán, pero hay otros que, durante su vida Me han atacado, han atacado el Amor que Mi Hijo os enseñó, que es Mi Amor de Siempre; la maldad se ha encargado de iros apartando de Mí y el hombre no reacciona.

Pruebas fuertes habéis tenido a lo largo de vuestra existencia; guerras, destrucciones, enfermedades, y solamente en esos momentos de tribulación, es cuando os acordáis que Existo, pero, muchos, en lugar de pedirMe perdón y ayuda, reconociendo, que mucho de esto os lo ganáis, por estar apartados de Mí, en lugar de pedir ayuda, Me blasfeman, Me atacan, no quieren acercarse a Mí y vivir como en familia.

Queréis mucho, pretendéis mucho de Mí,  pero vosotros no dais prácticamente nada. Me atacáis y luego queréis que Yo os consienta, para que no os falte ningún tipo de sustento en vuestra vida. Ciertamente os cuido, aún a pesar de vuestra maldad, de vuestros pecados, de vuestro odio hacia Mí, porque así os lo ha enseñado satanás. Os habéis vuelto instrumentos de satanás y Me tratáis con ése mismo odio que Me tiene, y aun así, queréis que Me derrame en bendiciones sobre vosotros.

Ciertamente, os sigo amando y os proveo de lo que necesitáis, pero queréis tener mucho más, como si fuerais hijos consentidos. ¿Acaso alguno de vuestros hijos, que os falte el respeto, lo tratáis con ese Amor, con que Yo os trato a vosotros? ¡No!, Mis pequeños, vosotros perdéis rápidamente la paciencia y castigáis a vuestros hijos por la falta de respeto, que ellos tienen hacia vosotros.

Yo soporto mucho pero, tarde o temprano, recibiréis lo que habéis sembrado. Soy Justo, también, y el tiempo ya está próximo para que cada quien reciba lo que sembró.

Os he pedido mucha oración, por todos vuestros hermanos en la Tierra y del Universo entero. Hay infinidad de almas, miles de millones de almas, que necesitan salvarse, por eso pido a las almas buenas, su donación, como aprendisteis de Mi Hijo Jesucristo, eso es Amor, Mis pequeños, y si vais a entrar a un Reino de Amor, que es el Reino de los Cielos, deberéis, ya, de ir practicando lo que viviréis eternamente.

De todo, aparente mal, que llegue a vuestra vida, siempre obtendréis un bien de parte Mía, eso ni lo dudéis, Mis pequeños. Buscad, a vuestro alrededor,  todo el bien que podéis vosotros dar y, también, el que podéis recibir. Dad en abundancia, Mis pequeños, que, ciertamente, aun a pesar de que vosotros deis en abundancia, nunca vuestra abundancia se comparará a la Mía, porque lo Mío es eterno.

Amaos los unos a los otros, y si lo hacéis así, crearéis el amor suficiente para que Yo también os ame. Si vosotros sois sinceros en el amor, fácilmente Mi Amor os hará crecer. Compartid siempre de lo bueno que tengáis, daos por el bien de vuestros hermanos. Mi Hijo se abrazó a la Cruz, con gusto, por vuestra salvación.

Os bendigo, Mis pequeños, y dejad que Mi Amor os purifique, os llene de Mí, os santifique, que pronto gozareis de todos Mis Bienes, los que vendrán a la Tierra y los que existen desde siempre en el Reino de los Cielos.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Os pido oración por vuestros hermanos, algunos sí podrán arrepentirse de corazón, y se les dará una oportunidad, pero, otros solamente Me llamarán, para aprovecharse de Mi Bondad y de Mi Misericordia, sin ningún deseo de mejorarse.

Hijitos Míos, en las Escrituras, se os habla sobre la puerta angosta y sobre la puerta ancha. La puerta angosta es la que os lleva a la perfección, es aquella puerta que va eliminando a todos aquellos que no tienen un verdadero amor hacia Mí; a todos aquellos que quieren llevar una vida fácil, regalada; a todos aquellos que no tienen un verdadero amor a sus hermanos, a la vida, a la fraternidad, que debéis hacer, para uniros, más tarde, en la fraternidad Celestial.

Los que prefieren la puerta angosta, ciertamente, sufren mucho, porque la generalidad no quiere sufrir, creen venir a la Tierra a gozar y hacen todo lo posible para poder gozar, y es cuando entran al camino del mal. El pecado es parte normal en su vida, pero no hablo de los pecados veniales, porque todos, todos vosotros, los cometéis todos los días, sino de los pecados graves.

La puerta ancha os lleva a vicios, a maldades, a errores; saca el amor de vuestro corazón, y os convierte, prácticamente, en demonios. Os iba a decir como otras veces, en almas del mundo, pero, realmente, os empezáis a convertir en demonios, porque estáis llenos de maldad y no lucháis contra esa maldad, no buscáis erradicar todo aquello que os está arrastrando hacia el infierno, y con ello, a vuestra condenación eterna. Son tantos los apartados de las Enseñanzas que Mi Hijo os dejó, y de las que, también, Yo os dejé, en el Antiguo Testamento.

Las almas que van por la puerta angosta, luchan, y mucho, por mantener Mi Presencia en su corazón, son almas atacadas por satanás, por envidia y maldad, pero también son almas atacadas por vuestros mismos hermanos que os rodean, porque os ven raros, porque no queréis ser como ellos, porque no queréis vivir en pecados, en vicios, en droga, en error.

Las almas que prefieren la puerta angosta, son almas sufrientes, como Mi Hijo. Como os dije, sufrís continuamente el ataque de satanás; sufrís de parte de vuestros hermanos, parientes, amistades, cuando en lugar de protegeros y, especialmente, porque estáis dando un buen ejemplo, os atacan porque sois molestos a su vista, reflejáis virtud, cuando ellos, solamente, están reflejando maldad, vicio, error, pecado. No os soportan, os hacen a un lado, os rechazan, no quieren estar con vosotros, porque sois molestos a su vida.

El que vive en la maldad, se junta con sus iguales y, de esta forma, no hay comparación que les afecte, son iguales en la maldad. Se sienten bien, pero ante Mis Ojos, son reprobables.

Los que prefieren la puerta angosta luchan, y fuerte, por vivir en las Virtudes y para ayudar a su prójimo, no se apartan de Mi Amor, Me aman por sobre todas las cosas y por sobre sí mismos. Aceptan todo lo que llega a su vida, porque reconocen que Yo estoy guiando su vida y respetan Mi Voluntad.

En cambio, los que van por la puerta ancha le dan gusto a sus pasiones, no luchan por mantenerse en el Bien, el vivir en las Virtudes. Para ellos no es ninguna meta a seguir y no le ven ningún bien, sino todo lo contrario, lo sienten como un ataque a su libertad, que realmente viven en un libertinaje pecaminoso. Por eso, os he dicho que es muy difícil que alguno que ha vivido por mucho tiempo, por muchos años, quizá toda su vida, buscando la puerta ancha, difícilmente entrará al Reino de los Cielos, porque siempre ha rechazado  la puerta angosta.

Por eso, Yo Mismo, no reconozco aquellas almas que Me digan: “¡Señor, Señor!”, en momentos de tribulación y de ayuda, porque solamente están buscando el aprovecharse, de Mi Amor, para salvarse, pero no para cambiar espiritualmente, no para renovarse, no para ser buenos ante Mis Ojos. Me han atacado a Mí, han atacado a los que Me siguen, no hay Caridad, no hay respeto, no hay Amor hacia todo lo que es Mío. Cuando dicen “¡Señor, Señor!”, es solamente por temor, pero para aprovecharse de Mi Amor, y si los salvo, Me traicionaran poco después.

Por eso os he dicho, que son muchas, muchas las almas que caen, continuamente, al Infierno, porque prefieren seguir en la puerta ancha, vivir para ella, vivir sus pasiones, esa es su vida. Han vuelto dios a su propio yo, buscan pasarla bien a como dé lugar, aprovechándose de sus hermanos, quitándoles lo que no es de ellos, asesinando para tener lo que los otros ganaron con el sudor de su frente. ¡Ciertamente, estas almas no pueden entrar al Reino de los Cielos!  

Os pido oración por vuestros hermanos, algunos sí podrán arrepentirse de corazón, y se les dará una oportunidad, pero, otros solamente Me llamarán, para aprovecharse de Mi Bondad y de Mi Misericordia, sin ningún deseo de mejorarse.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Yo he creado al hombre y a la mujer, para producir vida y proseguirla, para que gocen lo que Yo os he dado, y para que Me dierais los hijos que Yo quisiera. Pero, preferisteis hacerle caso a satanás, para tener un pretexto para ir en contra de Mis Leyes, y sobre todo, de la orden que Yo os di de: “creced y multiplicaos”.

Satanás se está burlando de todos aquellos que le siguen, os está tomando como instrumentos para producir mucha maldad alrededor del mundo. Los gobiernos se han vendido a él y le obedecen, le han vendido su alma por unos cuantos pesos. Les promete poder, dinero, y les traiciona. Los ha cegado en su soberbia y en su maldad y, ciertamente, están produciendo mucha maldad, por eso tengo que rescatar, ya, al mundo, a los Míos, a las almas buenas y, sobre todo, a las almas de los pequeños.

Satanás sabe, que Me duele mucho que se ataque a las almas de los pequeños. Yo amonesto, también, fuertemente, a las almas de aquellos que les hacen algún daño a los pequeños.

Satanás está queriendo llevar a esta humanidad, a que se vuelva un Sodoma y Gomorra, en grande, mundial. Primero, ha destruido vuestra espiritualidad, ha destruido vuestra moralidad, ya no transmitís vida espiritual en vuestras familias, a vuestros hijos, y éstos crecen sin ninguna instrucción espiritual.

¡Más les valiera no haber nacido, a estos dirigentes de los pueblos y a todos aquellos que algún daño les esté causando a Mis pequeños! ¡Son Mis hijos, Me los estáis dañando! Yo mando a las almas a la Tierra para que Me las cuidéis y les ayudéis a cumplir con su misión. Durante el tiempo de su estancia, en su misión, vosotros, los que os decís padres de ellos, debéis de llenarlos de Virtudes, de amor, de respeto hacia Mí y respeto a Mis Leyes. ¿Pero qué hacéis la gran mayoría de vosotros? Os habéis hecho a un lado de la educación primera, que deben tener los hijos en el hogar.

Yo, vuestro Dios, debo Ser siempre El más importante, lo primero en vuestra vida y la gran mayoría de los hogares, ni siquiera Me mencionan; no es que sea el último, sino que, ni siquiera existo para ellos. Como os he dicho antes, y las almas de los pequeños, de Mis hijos, de las que os encomendé, se van perdiendo, no buscan el Amor porque no lo conocen, Mi Amor Divino de Padre, de Creador.

¡Cuánto dolor sufrirán, eternamente, todos aquellos que han afectado y que están afectando la mente y el corazón de estos pequeñitos! Un alma es valiosísima, tiene una riqueza espiritual inmensa, si la hacéis buena y favorable ante Mis Ojos, vuestra recompensa será grande, eternamente. Pero, ¡ay! de vosotros si la destruís y el alma de uno de vuestros hijos se condena, porque no le disteis bases para protegerse durante la vida. Vosotros sufriréis, también, eternamente. No hablo en el caso de que, sí hay un alma crecida, que les enseñó bases espirituales, y en su libre albedrío, Me quisieron dar la espalda; hablo de aquellas almas que sus padres fueron mal ejemplo y, a veces, hasta les enseñaron a odiarMe.

Ésas almas, cuando se presenten ante Mí, sufrirán con Mi sola Mirada, sentirán cómo las acuso, porque destruisteis un alma, que es valiosísima ante Mis Ojos. ¡Ay!, de todos vosotros, lo que le habéis hecho caso a satanás y os habéis vuelto instrumentos de él, que estáis propiciando errores y falsedades, que estáis destruyendo Mis Principios de Creación, que os estáis oponiendo a la vida.

Yo he creado al hombre y a la mujer, para producir vida y proseguirla, para que gocen lo que Yo os he dado, y para que Me dierais los hijos que Yo quisiera. Pero, preferisteis hacerle caso a satanás, para tener un pretexto para ir en contra de Mis Leyes, y sobre todo, de la orden que Yo os di de: “creced y multiplicaos”.

¿No os dais cuenta que estáis en contra de Mis Leyes? Yo os creé para que Me obedecierais, Mis leyes son eternas. Mi Amor debe persistir y si atacáis al Amor, vosotros sufriréis, estáis atacando la vida, Mi Vida, que he puesto en vosotros.

Vosotros sois creaturas, vosotros fuisteis Creados para servirMe y si os oponéis a Mis Órdenes, no Me servís para el Nuevo Mundo que he de Crear.

Sois peores que animales, el animal, obedece lo que Yo he puesto en ellos, y vosotros utilizáis vuestra inteligencia para oponeros a Mis Órdenes Divinas. Si os oponéis a Mí, no merecéis Mi Vida, ni Mis Regalos ni Mi Amor, que fue lo que hizo satanás, Me rechazó, y demonio se volvió. Por eso vosotros, gobernantes de la Tierra y todos los que os habéis vuelto seguidores de satanás, seguiréis el mismo camino, el mismo destino de Luzbella, seréis demonios porque rechazasteis el Amor, que  Soy Yo.

El tiempo es próximo, vuestro juicio se dará. Os he tratado de rescatar, mas no tomasteis en cuenta Mi Misericordia. Vosotros mismos habéis forjado vuestro destino. Mucho dolor Me habéis causado y habéis causado a vuestros hermanos, vuestro destino eterno será de dolor. Lo buscasteis y ya lo encontrasteis.

Me duele mucho esto, Mis pequeños, pero tuvisteis el libre albedrio, pudisteis haber buscado Mi Sabiduría, pero la rechazasteis. Vuestro futuro ya está juzgado.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Os vuelvo a repetir, a vosotros, humanidad entera, hasta que no os arrodilléis, y Me pidáis perdón, volverá la paz a vuestro mundo.

Hace tiempo os dije, Mis pequeños, que ya estáis viendo los acontecimientos de la Purificación y os he preguntado que, a pesar de que ya estáis viendo, que todo se ha salido de lo normal, ni aun así, os arrodilláis y pedís perdón.

Queréis ver todo lo que está sucediendo, como algo normal, cuando los mismos científicos e investigadores, reconocen que lo que estáis viviendo se sale, ya, de lo normal y no queréis entender, y no Me pedís perdón por vuestros pecados.

¿Por qué no os queréis dar cuenta, Mis pequeños, de que lo que está sucediendo y, que se vendrá más difícil, es por causa de vuestro alejamiento de Mí, vuestro Dios?

Me habéis hecho a un lado de vuestra vida, queréis vivir vuestra vida sin Mí, supuestamente, sin ninguna ayuda de parte Mía y, si no tenéis Mi protección, necesariamente, sufriréis porque satanás es el príncipe de éste mundo, y si no tenéis Mi protección, os atacará en total libertad.

Mi protección, la protección que os da Mi Hija, la Siempre Virgen María, la protección que os dan los Ángeles y la oración de los Santos es real y efectiva; pero, en vuestra soberbia, vosotros queréis caminar solos y sin pedir ningún tipo de ayuda. Y, por eso, necesariamente, caéis, sufrís, todo os sale mal, y no queréis entender, no os queréis arrodillar y pedir perdón por vuestros pecados, que son muchos. Vuestra maldad es mucha, el dolor que Me causáis a Mi Corazón Sacratísimo, es mucho, y no hacéis nada para reparar, para que os ganéis Mis Favores y Mi Perdón.

Si vuestro pecado y vuestra separación de Mí, siguen aumentando, no esperéis que esta Purificación se detenga, sino por el contrario, se aumentará. Os he venido previniendo por años y no queréis entender. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, os amo, no quiero que sufráis, pero sois necios, soberbios, ciegos, sordos, a todo lo que viene de Mí.

Necesariamente sufriréis, y todo se detendrá y recibiréis, nuevamente, Mi Misericordia cuando os arrodilléis y Me pidáis perdón por vuestros pecados, por el dolor que Me habéis causado con ellos, por todas las injusticias que existen, y que, en parte, vosotros sois los causantes, directa o indirectamente, porque ya no oráis, porque ya no estáis Conmigo, porque habéis dejado que satanás fuera desencadenado y que actuara libremente contra vosotros.

Tontamente, hay hermanos vuestros que le rinden culto grande, y lo llenan de regalos, para que os comparta de su maldad. Sí, Mis pequeños, eso es lo único que podréis obtener de él: maldad. Él os engaña dándoos lo que vosotros buscáis, pero os presenta un fruto bello, pero va ser amargo a vuestro corazón. Aparentemente gozareis en un principio el favor que recibiréis de él, pero como Me disteis la espalda para buscar sus favores, lo amargo viene después, que es la separación Conmigo, y que Mi Gracia no caiga sobre vosotros.

Os he prevenido por mucho tiempo, os he aconsejado, para que cambiarais de vida, pero seguís así, llenándoos de maldad en vuestro corazón y no Me pedís perdón y Mi Misericordia.

Os vuelvo a repetir, a vosotros, humanidad entera, hasta que no os arrodilléis, y Me pidáis perdón, volverá la paz a vuestro mundo.

Gracias, Mis pequeños.