Sep 22_16 Llegará el momento, en que la humanidad entera conocerá a Mí Hijo.

Rosario Vespertino.

 

Temas:

  • Hay almas que han vivido muchos años sobre la Tierra y desperdiciaron Mi Tiempo, porque vuestra vida es Mi Tiempo. Llegan a ancianos y prácticamente no hicieron nada para servirMe, para transmitir Mi Amor, para salvar almas.
  • Preocupaos, Mis pequeños, porque dentro de poco tiempo, menos del que os imagináis, estaréis ante Mí y empezará vuestro Juicio. Os amo, pero parece que vosotros, no.
  • PedidMe, Mis pequeños, eso: que vuestra mente quede limpia de todo lo malo que, durante años, entró en vosotros.
  • Todos tenéis derecho a regresar, todos habéis errado y la Sangre de Mi Hijo se derramó por todas las almas; confiad, pues, en Mi Amor, confiad en Mí que Soy vuestro Dios y vuestro Creador.
  • No os alejéis de Mí, orad continuamente y sobre todo, para que no escuchéis la voz del enemigo. Entrad en vuestro corazón, encontradMe ahí y no salgáis de él para que satanás no os desvíe del camino, que Yo ya he trazado para vosotros.

Mensajes de Dios Padre a J.V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Hay almas que han vivido muchos años sobre la Tierra y desperdiciaron Mi Tiempo, porque vuestra vida es Mi Tiempo. Llegan a ancianos y prácticamente no hicieron nada para servirMe, para transmitir Mi Amor, para salvar almas.

Hijitos Míos, Mi Misericordia siempre está lista para derramarse sobre vosotros, pero recordad, que Mi Justicia está presta, para que también se dé sobre vosotros. Vosotros mismos lo sois en vuestros hogares, les dais regalos y buenos tratos a vuestros hijos, cuando se portan bien, y castigáis cuando se portan mal.

Yo vuestro Padre y vuestro Dios, que veo en vuestro interior, Soy más Justo, en ése sentido, porque vosotros, a veces, os podéis equivocar con vuestro juicios, buenos o malos, pero Yo no, Mi pequeños y, en éste tiempo por venir, que está pronto por alcanzarlos, os voy a dar lo que cada uno de vosotros habéis ganado con vuestra actuación en la Tierra.

Una sola pregunta, ¿Cuánto me habéis amado? De ahí se basará el principio de Mi Juicio y con esto seguiría la segunda pregunta: ¿Cuánto tiempo, realmente, habéis vivido para servirMe?

Hay almas que han vivido muchos años sobre la Tierra y desperdiciaron Mi Tiempo, porque vuestra vida es Mi Tiempo. Llegan a ancianos y, prácticamente, no hicieron nada para servirMe, para transmitir Mi Amor, para salvar almas. En cambio, hay pequeñitos que desde temprana edad son tocados por Mi Santo Espíritu, y responden inmediatamente y dan mucho más fruto, que como os dije, almas ancianas que desperdiciaron su vida y no dieron, prácticamente, nada, para ganarse su lugar en el Cielo, para ganarse Mi Beneplácito.

¡Cuánto error y cuanta falsedad hay en el mundo!, porque satanás se ha encargado de ello y eso ha pasado porque os ha faltado oración. Si vosotros oráis continuamente no hay lugar para que entren cosas del mundo a vuestra mente y a vuestro corazón, pero, si vosotros estáis distraídos y no oráis, el mundo siempre está al acecho vuestro.

El mundo está representado por satanás, él os pone infinidades de ocasiones de pecar y de alejaros de Mí, ésa es su misión específica, el que vosotros no deis fruto.

Meditad, Mis pequeños, esta lección de vida, y juzgaos, primeramente vosotros, honestamente.

Ciertamente, Yo os conozco perfectamente y seréis juzgados por Mi manera de ver las cosas y no por vuestra manera de juzgaros. Yo juzgo en la realidad, vosotros juzgáis en la conveniencia.

El tiempo apremia, preparaos, Mis pequeños, para que podáis estar ante Mí, sonrientes; estar ante Mí, seguros de que estaréis Conmigo eternamente.

Aún tenéis un poco de tiempo para que os preparéis con la confesión, con el perdón de vuestros pecados, con la oración. Todavía, podréis hacer algunos méritos para salvar algunas almas, hacedlo, Mis pequeños, no desperdicies Mi Tiempo, que es vuestra vida, porque de ello también os juzgaré y os preguntaré: ¿Qué hiciste con Mi Tiempo?

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Preocupaos, Mis pequeños, porque dentro de poco tiempo, menos del que os imagináis, estaréis ante Mí y empezará vuestro Juicio. Os amo, pero parece que vosotros, no.

Hijitos Míos, la humanidad es terca, de la misma forma Yo Me quejaba del pueblo judío, después de haberlos sacado de Egipto. Ése pueblo de cabeza dura ahora lo estáis representando vosotros mismos. Debierais estar contentos de que Yo, vuestro Dios os haya escogido, a todos vosotros.

Ciertamente, el pueblo judío perdió la primogenitura por el Deicidio, y todos los demás pueblos recibieron esta Gracia, de ser los primogénitos. Alegres debierais estar, en extremo, hijos de Dios, Hijos de vuestro Creador, Hijos Míos, porque vuestro Padre, Soy Yo.

Pueblo de cabeza dura, que sabéis Mis Mandamientos, que sabéis lo que necesito de vosotros para que sea fácil vuestro regreso ante Mí, para que al ser juzgados no tenga Yo ningún rechazo hacia vuestros actos y os podáis ganar, fácilmente, el Reino de los Cielos, pero Me dais la espalda, Me rechazáis, hacéis vuestra vida en lo íntimo, a escondidas, de Mi Vista, cuando, ciertamente, lo sé todo por más escondidos que estéis.

Pueblo de cabeza dura que habéis tenido Bendiciones inmensas de parte Mía y, en lugar de aprovecharlas y hacerlas crecer, para que al final de vuestra existencia, Me pudierais regresar dos o tres veces más de lo que Yo os di en talentos, las desaprovecháis. En lugar de encontrar, por vuestra buena actuación, vuestra santidad, os vais a encontrar con un Juicio ante Mi Presencia, que no os va a gustar, porque, poco o muy poco, habéis dado para alegrarMe, para que Yo esté contento de que vosotros entréis al Reino de los Cielos y permanezcáis Conmigo eternamente.

Hay almas que han sido despreciadas por vosotros mismos, almas sufrientes de cuerpo y de alma. Una gran mayoría de vosotros, no les apoyáis, simplemente, las dejáis morir; estas almas que han producido tanta maldad, al estar ante Mí, sabrán, perfectamente, cuál es su futuro eterno.

Tontamente os habéis apartado de Mí, por haberle hecho caso a satanás; bromeáis que el estar con satanás va a ser divertido, os da risa, pero ¡no!, Mis pequeños, os estáis jugando una eternidad de dolor; satanás no bromea, satanás destruye, satanás quiere destruir Mi Obra en vosotros, que es vuestra alma, primeramente.

Pueblo de cabeza dura que pudisteis haber ganado fácilmente el Reino de los Cielos, siguiendo Mis Mandatos, Mis Leyes y viviendo en Mi Amor, y Me disteis la espalda. Hicisteis a un lado lo que Yo os pedía, para que os conservarais Conmigo y alcanzarais la santidad que os abriría las Puertas del Cielo, inmediatamente, a vuestra llegada; pero parece que habéis hecho todo lo contrario, adrede, para ganaros vuestra condenación eterna.

Tanto que he hecho por vosotros, Me he dado plenamente por vuestra salvación; os he buscado cuando he visto que ibais por caminos errados y os ayudé a regresar, para que os llenarais de Mi Sabiduría, de Mis Gracias, de Mi Amor. Os llamaba y vosotros os soltabais de Mi Mano y preferíais seguir pecando y dandoMe la espalda.

 

 

Preocupaos, Mis pequeños, porque dentro de poco tiempo, menos del que os imagináis, estaréis ante Mí y empezará vuestro Juicio. Os amo, pero parece que vosotros, no.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: PedidMe, Mis pequeños, eso: que vuestra mente quede limpia de todo lo malo que, durante años, entró en vosotros.

Mucho os he pedido, Mis pequeños, que viváis estos momentos en alegría. Sí, ciertamente, suena difícil, cuando, por un lado, os estoy anunciando momentos dolorosos, purificación, desastres, y por otro lado, os pido que seáis felices, que estéis Conmigo, que os mantengáis firmes y sin preocupaciones, que es la forma en que realmente actúa un niño. Un niño pequeño, cuando sucede algo que está fuera de sus capacidades, se asusta, pero, inmediatamente, sus padres lo toman, lo cubren con sus brazos y el niño entra en paz.

Sabéis, perfectamente, vosotros, a los que he escogido, a los que estáis Conmigo, que os estoy protegiendo, que os estoy abrazando, que os he prometido el Bien. No os preocupéis, Yo Soy vuestro Dios, y de esto debéis estar seguros: no perderéis lo que ahora tenéis, recuperareis mucho más de lo que ahora perderéis.

Ciertamente, perderéis, pero perderéis todo aquello que ha causado un mal a vuestra alma, a lo largo de vuestra existencia. Voy a eliminar de vosotros esa maldad en la que habéis vivido. Os he dicho que toméis todo esto como una purificación a vuestros errores pasados y haré de vosotros nuevos hombres, nuevas creaturas. Os alegrareis de que vais a perder toda esa maldad que hay en vuestra mente y en vuestro corazón.

PedidMe, Mis pequeños, eso: que vuestra mente quede limpia de todo lo malo que, durante años, entró en vosotros.

Os he dicho que satanás quedará encadenado por un tiempo largo y el hombre empezará con un crecimiento espiritual muy bello. ¿Ahora os dais cuenta por qué os pido que estéis felices?, voy a hacer que vosotros olvidéis todo lo malo en lo cual vivisteis. Ahora tenéis un concepto de la vida, muy diferente a lo que Yo creé, satanás os llevó por caminos de error, de maldad, de mentira; las cosas que estáis viviendo ahora, no son como deben ser.

Yo no os creé para el pecado ni para la maldad, Yo os creé para la vida en la Gracia, para el amor, para la virtud, para la alegría y no para vivir como estáis viviendo ahora: muerte, asesinatos, corrupción, robo, temor, maldad por todos lados.

Os he dicho que, debierais vivir como se vive en el Cielo, que es obvio que no estáis viviendo ahora cómo se vive en el Cielo; estáis viviendo un infierno real, por eso, he de quitaros este infierno de vuestra vida, os voy a dar un Cielo.

Alegraos, pues, y cuando sucedan los acontecimientos, agradecedMe, de todo corazón, lo que esté sucediendo, porque, de todo ese mal, que, aparentemente veréis, irá renaciendo una nueva vida, un nuevo pueblo; irá renaciendo Mi Promesa entre vosotros, los que seréis escogidos para iniciar un Nuevo Reino, que, como os repito, será vuestro Cielo en la Tierra.

AgradecedMe, pues, Mis pequeños, que todo cambiará para vuestro bien, porque Soy vuestro Dios y os amo y no quiero que sigáis sufriendo, como os ha venido haciendo sufrir satanás, por tanto tiempo.

Gracias, Mis pequeños. 

 

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Todos tenéis derecho a regresar, todos habéis errado y la Sangre de Mi Hijo se derramó por todas las almas; confiad, pues, en Mi Amor, confiad en Mí que Soy vuestro Dios y vuestro Creador.

Hijitos Míos, os he explicado varias veces, Mis pequeños, que mientras estéis en la Tierra, todas las almas pueden quedar perdonadas de sus pecados, salvo aquellas que ya han hecho trato con el enemigo, y que no quieran regresar a Mí, pero de todas las demás, que existís sobre la Tierra, tenéis las puertas abiertas a Mi Reino, que es vuestro Hogar, y podéis regresar a Él, sin importar vuestros pecados, siempre y cuando sean perdonados, principalmente por un ministro, un sacerdote, en Mi Iglesia. Y los que no pertenecéis a la Iglesia que Mi Hijo fundó, que vuestro acto de contrición sea profundo, y prácticamente con lágrimas, sabiendo que Me ofendisteis, inmensamente.

Ahora que os digo esto, a los que no estáis en la Iglesia que fundó Mi Hijo, os parecerá raro, pero llegará el momento, en que la humanidad entera conocerá a Mí Hijo. Tendréis ese momento de Iluminación, en donde, todo ser sobre la Tierra, lo reconocerá como su Salvador, sin importar a qué religión pertenezcáis o que ideología tengáis. Mi Hijo vino por la salvación de todos y de todos los tiempos, ésa es Mi Misericordia, a todos os doy oportunidad de regresar a Mi Reino.

Mi Santo Espíritu, se encargará de haceros ver la realidad de vuestra existencia espiritual: a qué vinisteis, qué hicisteis, qué dejasteis de hacer, cuánto mal hicisteis a vuestros hermanos, cuánto bien realizasteis por el bien de vuestros hermanos. Nada escapa a Mi Sabiduría, a Mi Omnipotencia; Soy Justo y Soy Todo Amor.

Cada quien tendrá lo que merece, pero, os vuelvo a repetir, los que os sentís con una carga grande de pecado y creéis que no merecéis vuestro regreso a vuestro Hogar Eterno, que es Mi Reino, os repito, tenéis la oportunidad de regresar a Mí, con un acto de contrición profundo, si es que no conocéis los Sacramentos de la Iglesia de Mi Hijo.

Todos tenéis derecho a regresar, todos habéis errado y la Sangre de Mi Hijo se derramó por todas las almas; confiad, pues, en Mi Amor, confiad en Mí que Soy vuestro Dios y vuestro Creador. Os quiero de regreso a todos. Quiero gozar con vosotros por toda la eternidad, ver vuestra alegría en el Reino de los Cielos.

Alegraos, Mis pequeños, Soy vuestro Dios; Soy un Juez Justo y no Soy un verdugo que quiera ver vuestra muerte, el destierro eterno y vuestra perdición. Quiero vuestro regreso, ¡Entendedlo!

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: No os alejéis de Mí, orad continuamente y sobre todo, para que no escuchéis la voz del enemigo. Entrad en vuestro corazón, encontradMe ahí y no salgáis de él para que satanás no os desvíe del camino, que Yo ya he trazado para vosotros.

Hijitos Míos, sed como las vírgenes prudentes. Os he pedido que estéis preparados, que permanezcáis rezando el Santo Rosario, orando, continuamente, Conmigo, vuestro Dios.

La turbación va a ser muy grande, satanás querrá destruiros. Os he dicho que él manipulará las leyes de la naturaleza, acrecentará los desastres para que vosotros perdáis la cordura, que no seáis vosotros dueños de vosotros mismos y os desesperéis.

 

Mis pequeños, las vírgenes prudentes llevaban la luz encendida, que es Mi Presencia en vuestro corazón, si vosotros estáis Conmigo ¿quién contra vosotros?

Nadie os puede quitar algo que Yo ya he tomado de vosotros. Vosotros os habéis dado a Mí, los que seréis preservados y además purificados. Me pertenecéis, seréis purificados, ciertamente, os repito, pero no perderéis nada de lo que tenéis en cuanto a vuestra espiritualidad y a vuestra integridad corporal.

Si vais a entrar a un Nuevo Mundo, entrareis cuasi perfectos, seréis transformados en cuerpo y alma. Dije, cuasi perfectos porque, ciertamente, todavía estaréis afectados por el Pecado Original, que, a la larga os dañará nuevamente, pero éste principio del Nuevo Reino que os daré, será bellísimo para quienes lo iniciaréis; lo gozaréis inmensamente.

Seréis una bella familia, os unirá un solo Amor, que es el que brota de Mí, hacia vosotros. Os sentiréis en casa, hablaréis el mismo idioma o sea, el idioma del Amor. Será un nuevo principio, bellísimo, que ni siquiera os imagináis, pero que, con lo que os digo, podrías empezar a saborear. Un mundo lleno de Virtud y de Amor, de donación hacia vuestros hermanos, de querer hacer el Bien a vuestro prójimo, con el Bien que cada uno tendréis y que Mi Santo Espíritu derramará sobre cada uno de vosotros.

Ciertamente, seréis diferentes, en dones, en virtudes, en capacidades y, eso, lo compartiréis con vuestros hermanos. Una nueva vida que, ciertamente, en vuestro corazón, habéis añorado y deseado, después de ver todo este sufrimiento que habéis vivido por años. Una paz que nunca habéis tenido os inundará; bellezas sin límite tendréis.

Tantas Gracias y Bendiciones caerán sobre vosotros, que la alegría os invadirá y la compartiréis con vuestros hermanos. Serán días de fiesta, días de júbilo, días de agradecimiento hacia Mí, de parte vuestra.

Soy vuestro Dios y os he escogido para iniciar un nuevo mundo. Vuestra transformación pronto ha de llegar, el tiempo de vuestro regalo está, también, a las puertas.

Confiad en todo lo que os prometo y os digo. Satanás, en su envidia, os tratará de hacer dudar, pero él sabe que lo que os digo es cierto porque él lo tuvo y nunca lo volverá a tener, nunca más, por haberMe traicionado, por haberMe dado la espalda, por haber destruido tantas almas y que ahora están con él, sufriendo eternamente.

Venid a Mí, Mis pequeños, Mis pequeños de éste tiempo, no os alejéis de Mí, orad continuamente, sobre todo, para que no escuchéis la voz del enemigo. Entrad en vuestro corazón, encontradMe ahí y no salgáis de Él para que satanás no os desvíe del camino, que Yo ya he trazado para vosotros.

Os amo infinitamente, sois Míos, satanás lo sabe y, os repito que os atacará, pero no podrá  contra vosotros, porque Yo ya estoy en vosotros.

Gracias Mis pequeños.