Nov 09_06 ¿Qué esperáis para arrodillaros y pedir perdón, pedirMe Misericordia,

antes que ésta maldad os aplaste?

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, estáis viendo la decadencia moral por todos lados, estáis viendo la decadencia espiritual en los corazones, Iglesias vacías, corazones vacíos, familias vacías de Mi Amor y de Mis Preceptos. Estáis viendo la injusticia en los gobiernos de la Tierra, estáis viendo la corrupción que habita entre vosotros, estáis viendo el satanismo cómo crece a vuestro alrededor, cómo el culto al enemigo se va aumentando. Estáis viendo la fragilidad del hombre ante todo aquello que es material, rechaza lo espiritual, hace su propia vida, se separa de Mí, de vuestro Dios. Estáis viendo la lucha entre hermanos, estáis viendo la separación en las familias, estáis viendo la inmoralidad, que se da hasta dentro de la propia familia y es aceptada, se ríen de ella, la gozan. Estáis viendo la inseguridad que tenéis para caminar por vuestras calles, la lucha fraterna de pueblos contra pueblos, la falta de amor para con el pobre, contra el desvalido, no se lucha ya contra la maldad, se va aceptando ya en el corazón del hombre.

Qué más queréis ver, Mis pequeños, para que os deis cuenta de que el mundo está al borde del abismo, de que las profecías dadas se están cumpliendo ya entre vosotros. ¿Cuánto más queréis ver en vuestra vida, para que os deis cuenta que estáis peor que los pueblos de Sodoma y Gomorra?, estáis viviendo peor que ellos y ved lo que tuve que hacer con ellos para destruir la maldad y que ésta maldad no siguiera avanzando y, que como cáncer, fuera destruyendo a otros pueblos. Pero ahora podéis ver que no hay pueblo sobre la Tierra que se salve de toda ésta maldad. Estáis viendo lo profetizado que decía que la maldad iba a reinar sobre el Bien, al menos por un tiempo.

¿Qué esperáis, Mis pequeños, para arrodillaros y pedir perdón, pedirMe Misericordia, antes  de que ésta maldad os aplaste?, ¿qué esperáis vosotros mismos para poner un “hasta aquí” en vuestra vida a ésa maldad que os está corroyendo hasta los huesos?, ¿qué esperáis, Mis pequeños, para gritar “¡justicia!” para con vuestros hermanos, para gritar “¡amor!” y que lo deis desde lo más profundo de vuestro corazón?, ¿qué esperáis, Mis pequeños, para tocar con vuestra frente el suelo y para llenaros de ceniza y así pedir Misericordia por vuestros pecados?, ¿qué esperáis, Mis pequeños, para rendir culto al único Dios Verdadero, a Mí, que Soy vuestro Padre?

Mi Trinidad Sacrosanta se ha dado por vosotros, Mi Amor infinito os ha dado a Mi Hijo para vuestra salvación, la Luz del Espíritu Santo está presente para que la toméis y podáis cambiar y que el Amor vuelva a reinar entre los hombres. Pero vuestra necedad prefiere la maldad, prefiere la concupiscencia, prefiere la injusticia. No queréis mover ni un solo dedo para cambiar y destruir en vuestro entorno la maldad que os rodea, que os aplasta, que no os deja ya respirar. ¿Qué queréis pues, Mis pequeños, si Yo, que Soy el único Bien y el único que puedo cambiar todo éste mal por un Bien, Me hacéis a un lado en vuestra vida?

Que ciegos estáis, Mis pequeños, no queréis ver la realidad de Mi Presencia entre vosotros. Qué sordos estáis, Mis pequeños, de no querer escuchar Mis Palabras, Mi Voz, para que el cambio se dé. Cuánta maldad hay en vuestro corazón, que no quiere aceptar el Bien, os habéis acostumbrado tanto al mal, que no arriesgáis nada por buscar el Bien.

¿Hasta dónde queréis llegar, Mis pequeños?, ¿queréis ver todo destruido, vuestro cuerpo y vuestra alma adoloridos, sangrantes, medio muertos, para que podáis voltear vuestros ojos a Mí y limpiar vuestro corazón de vuestra culpa?, ¿hasta dónde queréis llegar?, Mis pequeños, ¿hasta dónde?
Gracias, Mis pequeños.