Oct 20_06 Perdéis la finalidad de vuestra misión por estar embebidos en las cosas materiales.

Rosario.

Temas:

  • Soy vuestro Padre desconocido, vosotros mismos os habéis hecho huérfanos de las Gracias porque no queréis estar Conmigo.
  • Los dones que se os conceden tienen que utilizarse con mucha humildad.
  • Yo Soy el Buen Pastor, que voy cuidando vuestra alma.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Soy vuestro Padre desconocido, vosotros mismos os habéis hecho huérfanos de las Gracias porque no queréis estar Conmigo.
Hijitos Míos, podéis leer en las Escrituras que “aquel que busca encuentra y que a aquel que toca se le abre”.

Mis pequeños Yo siempre estoy esperando que el hombre venga a buscarMe para que de Mí obtenga lo que necesite, Yo no os niego vuestras peticiones, especialmente si son para vuestro bien, para vuestro crecimiento espiritual, para ayudar a vuestros hermanos, para hacer un bien a la humanidad.

Mis pequeños Soy vuestro Padre, el padre siempre protege a los hijos, el padre les va a dar a los hijos lo que ellos necesiten pero también protege a los hijos y no siempre dará a los hijos lo que ellos quieran porque el hijo es pequeño o es joven y no ha vivido lo que ha vivido el padre, el padre tiene mas experiencia, sabe lo que le conviene al hijo, y cuando el padre ve que al hijo no le conviene algo, se lo niega y no se lo niega por egoísmo ni por maldad se lo niega porque lo ama y porque sabe que aquello que está pidiendo el hijo no le va a convenir. A veces insistís en algo que va a ser negativo para vosotros, porque como os he dicho, no habéis madurado espiritualmente, y el madurar espiritualmente incluye el aceptar Mi Voluntad. Así pues, si a veces lo que pedís no lo obtenéis es porque os estoy cuidando, pero a veces os concedo por lo que insistís y es cuando vosotros aprendéis con el dolor. Debéis aprender a aceptar Mi Voluntad en vuestra vida, si realmente aceptáis que Yo, vuestro Dios, guíe vuestra vida y vuestros intereses.

Cuando estáis Conmigo Me conocéis, así como cuando el padre o la madre conviven con los hijos íntimamente, que conocen sus pensamientos, conocen sus alegrías, sus tristezas, sus dolores, sus relaciones con sus amistades, entonces el padre, la madre sabrán cómo guiar al hijo, el hijo acepta la decisión de los padres, porque el mismo hijo sabe que el padre o la madre le comprenden.

Vosotros a veces os oponéis a lo que Yo permito en vuestra vida, a lo que os concedo o a lo que no os concedo, porque no Me conocéis, no os habéis tomado esa delicadeza, esa obligación de conocerMe. Yo os conozco perfectamente pero vosotros no Me conocéis a Mí,  porque no os habéis acercado a las Escrituras, no conocéis el por qué y el para qué de todo lo que os rodea y de todo lo que se os da. Por eso vosotros os enojáis Conmigo, con vuestro Dios, cuando no obtenéis lo que tanto insistís, os separáis de Mi por no haber obtenido lo que tontamente estabais pidiendo con exigencia y que Yo no os concedía por vuestro bien. Entrad más al conocimiento de Mi Amor y entonces comprenderéis perfectamente cómo os cuido, cómo os guío y cómo quiero la salvación de cada uno de vosotros.

Somos familia, fuisteis creados así para ser familia, pero vivíais apartados, vosotros mismos os separáis de la familia, queréis hacer vuestra voluntad y eso hace que no queráis entender los mensajes espirituales que Yo os mando en vuestro corazón. Os apartáis de vuestro interior, no queréis entrar en vuestro interior para que podamos dialogar y así Me podáis entender mejor. Soy vuestro Padre desconocido, vosotros mismos os habéis hecho huérfanos de las Gracias porque no queréis estar Conmigo.

Yo os seguiré protegiendo, Yo os seguiré dando lo que necesitéis, pero de aquí en adelante Mis pequeños, meditad y tratad de entender qué es lo que vais a pedir y que si, realmente lo que vais a pedir, va a hacer buena vuestra vida, vuestras necesidades, vuestra espiritualidad. No seáis niños berrinchudos y Me deis la espalda después de no haber obtenido lo que pedisteis, Yo os haré ver que lo que estabais pidiendo no era para vuestro bien y, si os lo concedo, no olvidéis de agradecerlo.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Los dones que se os conceden tienen que utilizarse con mucha humildad.
Hijitos Míos, los dones que se os conceden tienen que utilizarse con mucha humildad. Vosotros tenéis capacidades humanas y dones espirituales, a cada uno de vosotros se os dio una forma de vida, capacidades intelectuales, manuales, para que con ellos os ganarais el pan de cada día. También se os dieron dones, dones espirituales para que os pudierais ganar también la vida eterna.

Muchas veces nada más utilizáis vuestras capacidades humanas y les ponéis mucha atención a ellas y solo buscáis llenar vuestras arcas de bienes materiales. Os ensoberbecéis muchas veces por esas capacidades que gratuitamente habéis recibido. Lo que se os da, siempre es para compartir, sabiendo que así como vosotros tratéis a vuestros hermanos, también os tratarán a vosotros de la misma forma. Debéis poner al alcance de vuestros hermanos vuestras capacidades humanas, intelectuales y los dones Divinos que se os han dado. Cuando un don, que es un regalo muy grande, que es un regalo precioso, porque es un regalo Divino, si no lo utilizáis con humildad, ese don no os servirá y quizá hasta se os prive de él, si no temporalmente, sí totalmente.

Sí, Mis pequeños, muchos utilizan los dones espirituales para sacarles un regalo económico. Se os ha dicho en las Escrituras, que “aquel que trabaja para Mí, tiene derecho a ser alimentado”, pero Yo Me refería más a que debierais vivir de la Caridad. Cuando os aprovecháis de los dones para enriqueceros con ellos, no estáis obrando ni en Caridad ni en humildad, no estáis compartiendo vuestras capacidades, como Yo lo hacía cuando estaba en la Tierra. A los mismos discípulos nunca les dije que debieran buscar lo material antes de lo espiritual, lo material va llegando, lo espiritual debéis incrementarlo a través de la oración, a través de la donación, a través de darlo gratuitamente. Buscáis demasiado lo material, os afanáis en llenar vuestras arcas porque dudáis de Mi Providencia.

Cuando vosotros estáis realmente trabajando para Mí, lo material viene solo, Yo os proveo de lo necesario, porque vosotros estáis haciendo el verdadero trabajo que el alma debe hacer, la transmisión de Mis bienes espirituales a vuestros hermanos. No os centráis realmente en vuestra misión, Mis pequeños, la misión del hombre sobre la Tierra es muy grande, es una vida espiritual, es una vida de ejemplo, es el mover almas hacia la conversión para su salvación eterna, pero sobretodo, para la recuperación de lo perdido por el Pecado Original, perdéis la finalidad de vuestra misión por estar embebidos en las cosas materiales. ¡No!, Mis pequeños, los bienes que tenéis espirituales en dones, en regalos espirituales, son para que los compartáis, dadlos gratuitamente como los recibisteis gratuitamente, recordando que os vais a complementar unos a otros, porque así como tratéis a vuestro hermano, vuestro hermano os tratará también a vosotros. No provoquéis a vuestros hermanos llevándolos por un mal camino, con vuestro mal ejemplo, si vosotros dais con amor, con humildad, con gusto de los dones que recibisteis gratuitamente, de la misma forma recibiréis los dones que vuestros hermanos adquirieron de Mi Providencia.

Así pues, no tratéis de aprovecharos de ellos ni de vuestros hermanos para sacar una gratificación material, que se quedará aquí en la Tierra, que no os ayudará en nada y que puede ser un lastre para vuestra vida futura. Pensad en todo momento en qué estáis trabajando, para Quién estáis trabajando, por qué estáis trabajando y eso os ayudará a centrar vuestra atención en vuestra misión. No os desviéis Mis pequeños, muchas almas necesitan de vuestra ayuda, dadMe almas, dadMe almas.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Yo Soy el Buen Pastor, que voy cuidando vuestra alma.
Hijitos Míos, en las Escrituras se os describe Mi Presencia como la del el Buen Pastor, ¿Quién es el Buen Pastor? Es aquél que cuida de sus ovejas, es aquél que lleva a pastar a sus ovejas a buenos pastos para que se alimenten bien, está cuidando de su salud, está cuidando de su bienestar general, las protege contra los depredadores, las cuida de enfermedades, vela perfectamente por cada una de ellas. Ciertamente, es su negocio y tiene que cuidarlas para que su negocio prospere, pero Yo, al referirme a ser el Buen Pastor con las ovejas, Me refería principalmente, al alma de cada uno de vosotros.

Yo Soy el Buen Pastor, que voy cuidando vuestra alma, principalmente os voy cuidando, os voy protegiendo, os voy alimentando y os quiero llevar a verdes pastos que os alimenten  mejor.

Yo Soy el Buen Pastor, el que se sacrifica por sus ovejas, que vive para ellas, que desde tempranas horas de la mañana vela por ellas, les prepara su día. Las ovejas van reconociendo a su pastor, reconocen su voz, lo reconocen por el olfato, reconocen el cuidado, reconocen la bondad que tiene el pastor, porque están sintiendo que reciben de él un bien. Vosotros también debéis aceptar Mi Presencia en vuestra vida, debéis aceptar que Yo os voy guiando, que os voy protegiendo, que os voy instruyendo para que podáis dar mucho fruto. Yo Soy el Buen Pastor que os va cuidando aquí en la Tierra, os va cuidando del depredador mas feo que tenéis, que es satanás, si estáis Conmigo, Yo os protejo, es mas, di hasta Mi propia Vida por defenderos de él. Sigo cuidándoos, os sigo protegiendo, pero vosotros os queréis salir del redil, queréis hacer vuestra propia vida, os sentís más que el Pastor. ¡No!, Mis pequeños, sois ovejitas que necesitáis de Mi protección y de Mi guía, necesitáis que Yo os indique el camino, que es el camino correcto y seguro por el que debéis seguir. No os separéis pues, Mis pequeños, de Mis enseñanzas, de Mi protección, de Mi guía amorosa, así estaréis seguros.

Si os apartáis del redil, podéis caer al abismo, ciertamente como dicen las Escrituras, dejaré al resto, a las noventa y nueve para ir por vosotros. Si os apartasteis y caísteis y estáis en peligro, os buscaré, trataré de salvaros, si así Me lo permitís y, os regresaré seguros al redil.

Tened cuidado pues, Mis pequeños, con lo que hacéis con vuestra propia vida, Yo os concedí el don de la vida, por eso la protejo, por eso os trato de guiar, para que deis mucho, con la vida que tenéis prestada. No os alejéis demasiado, porque el lobo rapaz  está presto para atacaros, tened cuidado porque el quiere devoraros.
Gracias, Mis pequeños.